Los días se volvieron más tristes para Madison después de su pelea con Hermione.

Intentó de todo para distraerse: entrenar en Quidditch, estudiar más, pasar tiempo con sus hermanos... pero nada parecía funcionar.

Hermione estaba en todas partes: en los pasillos, en el comedor, en las clases. Y cada vez que la veía, ese vacío en su pecho se hacía más profundo.

Hermione, por su parte, parecía estar perfectamente bien. Eso era lo que más le dolía a Madison. Ella se reía con sus amigos, participaba en clases como si nada hubiera pasado y apenas se miraban en los momentos en que coincidían.

Era como si todo lo que habían compartido nunca hubiera existido para ella.

Un día, mientras caminaba hacia la sala común de Gryffindor, Madison la vio sentada en uno de los sillones con Ron. Estaban tan cerca que sus rodillas casi se tocaban. Madison sintió una punzada en el estómago al escuchar la risa de Hermione por algo que Ron acababa de decir.

Pensó que solo estaba siendo paranoica, que probablemente era una conversación casual entre amigos.

Pero no pasó mucho tiempo antes de que los rumores comenzaran a circular.

Hermione Granger y Ron Weasley estaban saliendo.

Madison lo confirmó una tarde en el comedor. Estaba sentada sola cuando entraron juntos, de la mano, y se sentaron frente a Harry y Ginny.

La mirada de Madison se quedó fija en su plato, pero no podía ignorar las risas y las miradas cariñosas que compartían.

En ese momento, Madison sintió que algo dentro de ella se rompía.

Había esperado tanto tiempo por Hermione, había puesto todo de su parte para que su relación funcionara, y ahora ella estaba con Ron. Con su propio hermano.

Aquella noche, Madison lloró como no lo había hecho en mucho tiempo. Lloró por todo: por la relación que había perdido, por el dolor que había aguantado en silencio, por las veces que había puesto a Hermione por encima de sí misma...

Cuando las lágrimas finalmente cesaron, se quedó mirando al techo de su dormitorio, con un pensamiento claro en su mente: Hermione no iba a cambiar.

Los días pasaron y, aunque seguía siendo difícil, Madison empezó a enfocarse en otras cosas. En especial, empezó a hablar más con Sara.

Sara era todo lo que Hermione no había sido para Madison.

Era abierta, amable y, sobre todo, no tenía miedo de demostrar lo que sentía.

Una tarde, mientras paseaban por los terrenos del castillo, Sara tomó la mano de Madison sin dudarlo, y ese simple gesto la hizo sentir algo que no había sentido en mucho tiempo: tranquilidad.

A medida que avanzaba el curso, Madison pasaba más tiempo con Sara.

Al principio, fue una distracción, un intento desesperado por olvidar a Hermione. Pero, con el tiempo, se dio cuenta de que Sara era más que eso.

Era alguien que la hacía reír, que la escuchaba, que la veía por quien realmente era.

Una tarde, mientras estaban sentadas cerca del lago, Sara le preguntó directamente:

-¿Cómo estás, realmente?

Madison dudó por un momento, pero al final suspiró.

-Mejor, creo. Ha sido... difícil, pero contigo... contigo es diferente.

Sara sonrió, entrelazando sus dedos con los de Madison.

-Solo quiero que seas feliz.

Madison la miró y, por primera vez en mucho tiempo, sintió que esa felicidad era posible.

Pero, esa paz que estaba construyendo se tambaleó cuando, un día, Hermione la alcanzó en el pasillo.

-Madison, ¿podemos hablar? -preguntó, con su voz insegura.

Madison la miró por un momento, y aunque su corazón aún dolía, negó con la cabeza.

-Lo siento, Hermione. No creo que tengamos nada más que decir, adiós.

Hermione bajó la mirada, pero Madison no se quedó para ver su reacción. Por primera vez, estaba eligiendo a alguien que la valoraba de verdad. Alguien que no tenía miedo de amarla, sin importar quién estuviera mirando.

Mientras se alejaba, Madison sintió que finalmente estaba dejando atrás lo que había sido y abrazando lo que podía ser...

-----
Pido disculpas por el capítulo tan corto.

Aún no se si voy a publicar esta historia porque honestamente no me convence, pero si estas leyendo esto: Significa que si la publiqué. Así que muchas gracias por leer. 💕