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Las semanas pasaron más rápido de lo que Madison creía.
Hermione y ella se encontraban casi a diario. Sus encuentros se habían vuelto más frecuentes y sus momentos más privados se habían vuelto algo más atrevidos.
-No sabes cuanto he querido esto -dijo Madison mientras bajaba sus besos por el cuello de Hermione.
Ella no decía nada, es más, disfrutaba del momento. Tomando la cara de Madison entre sus manos para profundizar sus besos.
Madison continuó bajando su mano hasta posarla sobre la entrepierna de Hermione.
Hermione se tensó y sintió incómoda. Algo no la dejaba continuar.
-M-Madison, espera. -dijo sentándose de golpe, sobre la manta de picnic en la que estaban. Lejos de todos, lejos de cualquiera que pudiera verlas.
-Perdón, ¿te lastimé? ¿Hice algo? -preguntó Madison asustada.
-No... No es eso, es que... No me siento lista...
Dijo Hermione a lo que Madison sonrió y dijo:
-No te preocupes -puso una mano en la mejilla de Hermione -No hay prisa, tranquila.
Dijo para abrazarla.
Los días seguían pasando y pasando.
En cada momento que tenían las dos en privado, Hermione se negaba, y decía que no estaba lista.
A Madison no le molestaba, al principio, pero luego de tanto tiempo se le hizo extraño que Hermione no progresara con sus sentimientos.
Se sentía mal, sentía mal que aunque ella ayudara y apoyara a Hermione, ella no pusiera de su parte, ni se esforzara por intentar algo nuevo...
Era hora de almuerzo, Madison estaba comiendo sola, cuando en eso llegó Draco Malfoy para sentarse a su lado.
-Weasley, ¿como va todo? -dijo con su típica sonrisa coqueta.
-Malfoy, honestamente, no estoy en el mejor momento. -dijo regresando su vista hacia su plato de comida.
-No tengo problema con eso Madison, puedo quedarme aqui.
Madison solo pudo darle una mirada de incredulidad. No podía creerlo.
-¿Sabes qué, Draco? -alzó la vista -¿puedo preguntar algo?
Malfoy solo asintió orgulloso.
-Cuando quieres dar el siguiente paso en una relación con alguna chica, ¿como le haces? Porque sinceramente, con la chica con la que estoy, es complicado. -dijo.
Malfoy no dijo nada, solo quedó boquiabierto, como si le hubieran dicho la cosa más ofensiva.
A Madison ya la tenía harta, no lo podía seguir soportando, por lo que se levantó y se fue a su sala común.
Mientras caminaba pensaba en lo que le dijo a Malfoy, no mentía cuando dijo que quería dar el siguiente paso con Hermione, pero no sabía cómo.
Sabía que si le decía, sería difícil para Hermione, porque por más que le costara aceptarlo, Hermione no estaba lista.
Pero decidió ser directa con ella.
Así que, en clase de Pociones se acercó a ella, mientras los demás estaban distraídos, claro.
-Oye bonita, quería... -dijo acercándose a Hermione.
-Ey, no me digas así, pueden escuchar. -dijo seca mientras regresaba la vista a su poción.
-Bueno... Hermione -se entristeció. -quiero hablar contigo, llega al mismo lugar de siempre luego de clases, si? -dijo.
Madison intentó dejar un beso en la mejilla de Hermione, pero ella se separó de golpe. Asustada, viendo a su alrededor, asegurando que nadie haya notado eso.
Miró molesta a Madison, y solo asintió.
Las últimas clases se sintieron eternas para Madison.
Para Hermione pasaron volando.
Se juntaron en el lugar que acordaron y hablaron por un rato...
-Bueno, ¿de que querías hablar? -preguntó Hermione insegura.
-Bien, voy a ser directa. Quiero que hagamos nuestra relación pública -Hermione la miró asustada.
-¿Qué? -murmuró Hermione.
-Lo que dije... Hermione yo te quiero, muchísimo. No quiero que nos ocultemos más. -la tomó de las manos. -Por favor, acepta mi propuesta, si?
Dijo y Hermione se tambaleó un poco, antes de levantarse de golpe.
-¿Estás loca? ¿Qué se enteren todos? -exclamó Hermione.
-No sería tan malo, Hermione.
-Claro que si sería, podría perder muchas cosas por eso... Simplemente, no, Madison. -dijo y se fue, dejando a Madison sola.
Madison ya no sabía que hacer, faltaba una semana para que acabará el curso.
Pensó que al menos podría irse feliz, con un buen recuerdo de su relación.
No quería quedar mal con ella.
Se quedó pensando un rato más, y cuando ya anochecía decidió volver.
Mientras caminaba por los pasillos escuchó unos pasos caminar apresuradamente hacia ella.
Se volteó y se topó con Ron, quien venía junto a Harry, Fred y George.
-Maddie, te estábamos buscando. -dijo Ron.
-¿Qué pasa? -dijo Madison, sin ganas.
-¿Dónde está tu energía, hermanita? -dijo George colocandose a su lado para abrazarla.
-Te necesitamos al cien. -se unió Fred del otro lado.
-En quince minutos hay una fiesta en la sala común de Gryffindor -dijo Harry.
-Dumbledore la autorizó por ser fin de curso, no faltes. -dijo Ron emocionado.
-Disculpen pero... No me siento muy bien para ir -dijo Madison deprimida.
-Por favor hermana, si? Ven, te lo pido, las fiestas no son lo mismo sin ti -pidió Ron.
Madison lo pensó, y aceptó ir por Ron.
-Está bien, pero si me la paso tomando en un rincón, no se me acerquen.
Dijo, se dio la media vuelta y se fue a su dormitorio para arreglarse.
Se cambió y maquilló un poco, lo que más resaltaba eran sus ojos y sus labios, se veía hermosa.
Subió lo más rápido que pudo y entró encontrándose con Ginny y Hermione, quién la miró algo incomoda.
-Madison, si viniste.
-Claro Ginny, no me lo iba a perder -dijo notando la incomodidad de Hermione. -¿Has visto a Ron? Es que prometí que estaría con el.
-Debe estar en la mesa de snacks, ya sabes cómo es -dijo luego de dar un pequeño sorbo a su bebida.
-Claro, gracias Ginny.
Dijo y se fue. A Ginny le pareció muy extraño que ninguna de las dos chicas se dirijera la palabra o siquiera se mirara.
Madison caminó a la mesa de snacks como Ginny le había dicho y ahí encontró a Ron besándose con Lavender Brown.
Madison se acercó lentamente -¿Disculpen? ¿Puedo hablar contigo, Ron? -dijo y Lavender la volteó a ver sonrojada.
-Oh... Claro Madison, luego me buscas mi Ro-Ro -dijo guiñando un ojo.
Ron rio como tonto y Madison lo miró con gracia.
-¿Ro-Ro? ¿Es enserio? -dijo riendo.
-Callate Maddie. Es un nuevo apodo, y a parte es mi novia. -dijo mientras se servía una porción de tacos.
-Pues, felicidades. Y Ron, creo que yo mejor me voy, no me siento muy bien hoy...
-¿Cómo? Si acabas de llegar. Ven vamos a... -no logró terminar la oración ya que Draco Malfoy llamó la atención de todos.
-¡Oigan, oigan todos! ¿Por qué no jugamos un juego? -dijo y todos gritaron y celebraron aceptando.
-¡Juguemos a la botella! -gritó una chica a lo lejos.
-¡Bien! Eso me gusta, vengan al círculo quienes quieran jugar. -dijo y varios alumnos se sentaron, incluyendo a Ginny y Hermione.
-Mierda -susurró Madison.
-Ves Maddie, yo no puedo jugar porque estoy con Lavender pero tu si puedes, ve... -dijo Ron empujando a Madison.
Aunque no quisiera, la molestia de ver a Hermione ahí, la hizo ir también. Así que se sentó entre Fred y George.
La botella dio su primer giro, apuntando a Fred y a Angelina Johnson.
-¡UYYY! -gritó Madison a su hermano.
Pasaron al frente y Draco dijo.
-Angelina, tienes que bailarle a Fred. -dijo y guiñó un ojo.
Angelina comenzó a Bailarle a Fred.
-¿Por qué mierda jugamos con Draco? -dijo Madison susurrandole a Harry quien estaba al lado de Fred.
-Ni idea, tu solo juega. -dijo, Harry estaba algo tomado.
Angelina terminó y todos rieron, la botella giró por segunda vez, esta vez apuntando a Ginny y a Dean Thomas.
-Bien Thomas, tienes que besar el cuello de Ginny. -dijo y Madison fulminó con la mirada a Malfoy.
Dean lo hizo sin ningún problema y la botella volvió a girar.
Esta vez apuntando a Cormar McLaggen. Ambos pasaron al centro.
Madison posó su mirada en Hermione todo el tiempo.
-Granger, tienes que besar a McLaggen -dijo Malfoy, y Madison suplicó a Hermione con la mirada.
Pero Hermione no la miraba a ella, miraba detrás de ella, a Ron. Y Ron la miraba a ella.
Hermione tomó la cara de Cormac entre sus manos y se acercó para besarlo.
El corazón de Madison se rompió en mil pedazos. Esperaba más de Hermione.
Se levantó incómoda y salió de la sala común.
Hermione reaccionó y al vez salir a Madison de la sala corrió siguendola.
-¡Madison! ¡Espera! -dijo corriendo detrás de ella.
Madison no respondió.
-¡¡Madison!!
-¿Qué quieres Hermione? Ya me cansé de esperarte y de darte espacio. Para ti nunca será el momento indicado. -dijo Madison secando una lagrima que bajaba por su mejilla.
-Dejame explicarte por favor...
-¿Explicar qué? ¿Qué besaste a McLaggen para poner celoso a mi hermano? -Hermione la miró sin decir nada. -No creas que no me di cuenta.
Hermione no dijo nada.
-Mira Hermione... Yo te quiero, y siento algo muy fuerte por ti. Y yo se que tu lo sientes por mi, pero se que nunca vas a terminar de aceptar tus sentimientos. Y dejame decirte una cosa. -dijo y la miró sería. -Tu puedes besarte con cien chicos si así lo deseas, si crees que con eso podrás olvidarlo, pero necesitarías parar el mundo, para detener este sentimiento. Te lo digo por algo.
Dijo Madison y se fue, dejando a Hermione con sus excusas en la boca.
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