| 03 |
Madison se levantó al día siguiente con una rara sensación de vergüenza. Había estado dándole vueltas a lo ocurrido en la biblioteca, analizando cada palabra, cada gesto. Sabía que había cruzado una línea con su cumplido, pero no esperaba que Hermione reaccionara de esa forma.
No pensó que fuera tan malo.
En el gran comedor, mientras comía el desayuno, los murmullos habituales era lo único que escuchaba.
A lo lejos, vio a Hermione sentada en la mesa de Gryffindor, conversando con Harry y Ron. De vez en cuando, la mirada de Hermione se desviaba hacia donde estaba Madison, solo para apartarla rápidamente cuando sus ojos se encontraban.
«Genial»
Pensó Madison, bajando la vista a su plato.
«Esto no podría ser más raro»
Durante las primeras clases del día, el comportamiento de Hermione fue casi el mismo de siempre.
Respondía preguntas, anotaba cosas en su pergamino, con su caligrafía impecable y regañaba a Ron cuando se distraía demasiado.
Madison notó algo distinto. De vez en cuando, Hermione parecía perder la concentración en lo que estaba diciendo, como si su mente estuviera en otro lugar.
La situación se volvió más incomoda en Encantamientos. El profesor Flitwick pidió que formaran parejas, con diferentes casas, para practicar un hechizo nuevo, y Hermione, sin pensarlo, caminó hacia Madison.
-¿Te parece bien si practicamos juntas? -preguntó con tono neutral, aunque sus ojos evitaban el contacto directo.
Madison asintió, tratando de mantener la calma. Se le hizo muy raro que después de todo, Hermione fuera quien la buscara.
-Está bien.
El trabajo en pareja pasó sin problemas al principio, pero hubo momentos de silencio incómodo entre ambas. Madison intentaba no mirarla demasiado, temiendo que Hermione se sintiera incómoda... otra vez.
Cuando lograron realizar el hechizo con éxito, Ron, que estaba en la pareja de al lado, alzó una ceja al verlas.
-¿Desde cuándo tú y Hermione son tan cercanas? -preguntó, entre curioso y burlón.
Hermione se tensó ligeramente, pero respondió con naturalidad.
-Solo estamos practicando, Ron. ¿Acaso no deberías estar concentrado en no explotar algo?
Madison tuvo que ocultar una sonrisa. Hermione siempre tenía la respuesta perfecta para callar a Ron.
El verdadero momento incómodo llegó durante el almuerzo. Ginny, que había estado observando a su hermana mayor y a Hermione desde la mañana, decidió intervenir.
-Madison, ¿por qué no te sientas con nosotros? Hoy vamos a comer todos juntos -dijo Ginny, haciendo un espacio entre ella y Harry en la mesa de Gryffindor.
-No creo que pueda... Yo...-respondió Madison.
-Por favor, como si alguien fuera a decir algo -dijo Ginny, rodando los ojos.
Después de un momento de duda, Madison aceptó. Se sentó entre Ginny y Harry, frente a Hermione. Quien parecía estar concentrada en su ensalada pero se notaba que su cuerpo estaba muy tenso.
-Entonces, Maddie -dijo Ginny con una sonrisa traviesa-, ¿cómo van tus amistades en Slytherin? ¿Bien?
-Eh... no exactamente -admitió Madison, intentando ignorar cómo algunos estudiantes de otras mesas miraban hacia ella -Es un poco complicado cuando todos creen que no deberías estar allí.
Ginny se encogió de hombros.
-Eso es porque no te conocen. Ya verás que con el tiempo las cosas mejorarán.
-Claro, en sexto año. -dijo Fred para luego reírse junto con George.
-No lo escuches hermanita... -dijo George dándole un codazo a Fred mientras reían.
Hermione, que había estado callada, levantó la vista y miró a Madison.
-Si necesitas ayuda con alguna clase, puedes decirme. No tiene que ser solo Defensa Contra las Artes Oscuras.
Madison le sonrió de lado.
-Gracias, Hermione. Lo tendré en cuenta -contestó Madison con un tono notablemente serio.
Harry y Ron intercambiaron miradas, claramente confundidos por la interacción.
-¿Por qué Hermione ahora es amable? -murmuró Ron a Ginny, lo suficientemente bajo como para que Madison no lo oyera.
Ginny le dio un codazo.
-Déjala en paz, Ron.
Más tarde, en la biblioteca, Ginny, Harry y Ron se reunieron con Hermione y Madison para trabajar en un proyecto grupal de Herbología.
El ambiente era tranquilo y normal, con Ron quejándose constantemente del trabajo mientras Ginny intentaba mantenerlo concentrado y Harry intentaba entender alguna palabra de lo que decían los libros.
Hermione y Madison estaban sentadas juntas nuevamente, compartiendo un libro.
Había momentos en los que sus manos se rozaban accidentalmente al pasar las páginas, y aunque ambas trataban de actuar como si nada pasara, Ginny no dejó de notar los leves sonrojos en sus rostros.
-¿Todo bien por aquí? -preguntó Ginny con una sonrisa maliciosa, inclinándose hacia ellas.
-Todo perfecto -respondió Hermione rápidamente, cerrando el libro de golpe.
-¿Segura? Porque parece que hay algo que no nos están contando.
-Ginny -dijo Madison, avergonzada -deja de ser tan metida.
-Solo digo que hacen una buena pareja... como equipo de estudio, claro -dijo Ginny con un guiño que solo Madison logró ver.
Hermione frunció el ceño y se levantó de golpe.
-Voy a buscar otro libro. Ahora vuelvo -dijo sin mirar a ninguna de las chicas, y se fue.
Ginny la observó alejarse, luego se giró hacia Madison con una ceja levantada.
-¿Y tú qué le hiciste?
-Nada -dijo Madison, suspirando-. Bueno, tal vez... algo.
-¿Algo?
-Le dije algo que probablemente no debería haber dicho.
Ginny sonrió con picardía.
-Oh, Maddie. Esto se pone interesante.
-Te juro que no quisiera contarte pero te conozco tanto, que se que no te vas a quedar con la duda.
Dijo Madison a lo cual Ginny sonrió emocionada.
-Desde el primer día, algo en Hermione me cautivó, no podía dejar de pensar en ella, me pongo nerviosa cuando veo que está en el mismo lugar que yo. No puedo parar de imaginar si ella siente lo mismo por mi, aunque yo se que no... -dijo y Ginny no la dejó seguir.
-Ya lo sospechaba, te conozco muy bien. ¿Y como estás tan segura de que ella no siente lo mismo?
Dijo Ginny con una mirada curiosa, Madison le rodó los ojos.
-Ginny, a mi toda mi vida me gustaron solo las chicas, yo no conozco a Hermione, tu eres como su mejor amiga. Dime si alguna vez le gustó una persona que no tuviera pene. -dijo Madison con una mirada seria a Ginny.
-Bueno... Siempre le han gustado chicos, pero eso no nos asegura nada.
Dijo Ginny encogiendose de hombros.
-No Ginny, a parte es obvio que a Ron le atrae, no creo que el a ella no le guste. -dijo Madison cabizbaja, sintiéndose la mayor perdedora del mundo.
-Por Merlín Madison, ves como tu solita te limitas.
Madison la fulminó con la mirada.
No siguieron hablando, Madison solo podía sentir pena y enojo. Estaba enojada con ella misma.
No sabía que más pensar, ni como podía arreglar las cosas con Hermione.
La recordó unos momentos antes. Cuando estaba sentada a su lado lellendo todas esas páginas, Madison no pudo evitar formar una sonrisa en sus labios al recordar a Hermione.
En verdad le gustaba mucho, pero no podía hacer nada cuando permitía qué sus pensamientos, le ganarán a su corazón...
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