chapter fifteen. i stayed there
𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐋𝐎𝐎𝐊𝐈𝐍𝐆
꒰ ۫₊˚ɞ chapter fifteen .˚ׅ🏹 ຊ ҂
❝ I stayed there ❞
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
El día para Maggie y Glenn empezaba a las diez de la mañana, el mío empezaba a las once y ellos respetan más que nada eso. Hoy no es la excepción, pero después del accidente de ayer no puedo evitar dejar de pensar en que pasará con Rick ahora que se ha revelado.
Rick está bien dentro de lo que cabe en la situación, él estaba demasiado golpeado y muy, muy enojado, aunque no conmigo ni con Carl.
Con los demás adultos si que se encuentra molesto.
—Amy, te vas a ahogar, cariño— señala Maggie, cuando como de mi cereal está mañana. Me he despertado a las nueve, así que me faltan horas de sueño y de cordura también.
Maggie ha optado aquel apodo «cariño», no me molesta ni nada de eso, siento bonito cuando le llama así, como si ya fuera parte de su familia.
—Es que...— termino de masticar en desesperación —Quiero llevarle un regalo a Rick antes de que despierte.
—Estoy seguro que Rick está en su quinto viaje astral— señala Glenn a mi otro lado.
—Lo sé, pero tengo muchas cosas que hacer hoy.
Después de dejarle el regalo a Rick, he quedado con Carl para salir otra vez como en aquella ocasión y después tenía que ponerme al corriente con los trabajos de la escuela.
—¿Saldrás con Carl?— inquiere Maggie, ocasionando que Glenn se ahogue con la avena que se desayuna.
Lo mire con el ceño fruncido, —Tienes avena en la barba— señalo, miro a Maggie —Sí, iremos a jugar uno otra vez.
Son mentiras, lo sé, pero no puedo decirle que salgo de la comunidad al bosque y arriesgo mi vida. Además de que con Noah muerto en mis recuerdos, sigo sin acostumbrarme del todo a no huir, es algo en lo que Carl me ha ayudado también, al parecer es bueno dando consejos y yo fingiendo que lo escucho.
—Bonnie, ¿Crees que puedas volver temprano a casa hoy?— Maggie toma mi mano, obligándome a mirarla.
—¿Por qué? ¿Qué hice?— inquiero con pánico —Juro que he tratado de hacerlo bien, lavo los trastes en las mañanas, lavo mi ropa y me baño bien... bueno, no es del todo cierto, pero me al menos me lavo los dientes y en definitiva no salgo de la comunidad.
—No es... sobre algo malo— añade Glenn, con tono preocupado —Es algo más.
La castaña asiente —¿Crees que puedas volver temprano?
Asentí —Lo haré, lo prometo.
Ambos me agradecieron, no se por que o que debe ser tan importante para ellos, sin embargo, decido salir de la casa antes de poder preguntarles. Le dejo a Rick un plato con caldo de pollo y arroz escuché que el pollo es bueno para la salud debido a los nutrientes y la hidratación que da, algo así, solo lo leí.
El invierno estaba cada vez mas cerca de la ciudad, especialmente en el bosque debido a los árboles, así que tengo que usar una bufanda que encontré y un par de guantes, no es mi culpa ser tan friolenta.
Carl habla a mi lado de algo increíble que hizo Judith está mañana, no obstante, tengo la mirada perdida en una ardilla camuflajeada entre la madera comiéndose lo último de su desayuno.
—¿Bonnie?— escucho que me llama y lo miro en una sacudida de cabeza.
—Sí, Judith es asombrosa— respondo, pero Carl me mira confundido.
—No estaba hablando de Judith.
Ahora mi expresión de vuelve confundida —¿No...?
Niega —No, estaba hablando de mi papá, lo fui a ver está mañana.
Parpadee un poco, asintiendo con la cabeza —Ah, sí, claro ¿Cómo está el?
—Un poco mejor, gracias— me sonríe un poco —Aunque no se que pensar con todo lo que hizo y dijo ayer, de todos modos, lo voy a apoyar en todo y hablaré con él.
—¿Qué le va a pasar?
Encogió sus hombros —Deanna esta planeando una clase de reunión para decidirlo.
—No lo puede echar... sí él se va yo me iré— hable decidida.
Carl sonrió un poco, pero no es cualquier sonrisa, es esa clase de sonrisa que me hace abrir los ojos de par en par y quedarme paralizada, podría verlo sonreír así todo el día.
—Me uno— habla luego de una leve pausa —¿Que piensan Maggie y Glenn? ¿Hablaste con ellos de eso?
Ambos estamos caminando por el bosque lentamente, para no hacer mucho ruido y no llamar la atención de nadie.
Asentí con la cabeza —Sí, hablamos, pero no sobre lo que pasó, supongo que estarán de su lado si o si, llevan conociendo a tu papá más tiempo que cualquier otra persona, según lo que me contaron.
—Sí, así es, desde el inicio— admite, manteniendo la mirada a los árboles. Noto cierto tono de melancolía.
—¿Estás bien?— inquiero, porque es lo único que se me ocurre decir.
Carl me mira un segundo y luego asiente —Sí, por supuesto, es que... estaba recordando como era todo antes.
Mi ceño de aligera, no me gusta mucho recordar el pasado y casi nunca lo hago, no pensé que Carl lo hiciera.
—¿Y cómo era? Ahora me llena de intriga— respondo, con un ligero tono divertido para que se sienta en confianza de decírmelo.
—Bueno...— empieza —Al inicio nos escondimos en el bosque, a las afueras de la ciudad donde vivía, luego llegó mi padre y nos mudamos de lugar a lugar, viajamos mucho y muchos, queríamos ir a un lugar seguro pero terminamos de todos modos en las calles, luego me dispararon y...-
—¿Te dispararon?— interrumpo —Hmm, vaya, eso aumenta mi teoría de que eres un fantasma.
Ríe —¿Que? ¿Cómo que soy un fantasma?
Encogí mis hombros —Es mejor que la teoría de que te cree con mi mente, así que no te sorprendas.
Me mira un segundo, noto que no sabe si echarse a reír y hacerme más preguntas al respecto, él opta por reírse.
—Continúa, continúa— le pido, golpeando levemente su brazo con mi codo, sin dejar de avanzar uno a lado del otro.
—Me dispararon y no, no soy un fantasma— me corrige, haciéndome sonreír un poco —, y terminamos en la granja del papá de Maggie, luego perdimos a más...— suspira —Mi papá perdió a su mejor amigo y yo también, después terminamos en una prisión.
—Dime que fue como visitantes— bromee.
Carl rió —Sí, lo fue, nos quedamos allí un tiempo y entonces unas personas malas nos quitaron el lugar y fue un desastre, murieron muchas personas— hace una pausa, como si recordará cada nombre de las personas que perdió en ese accidente —Pero entonces te encontramos a ti.
Sonrío —Mi entrada triunfal.
Asiente —Sí, exacto— me señala —Y supongo que lo demás ya lo sabes.
—Sí, lo sé— acerté —Es una larga historia y un largo camino, te tengo envidia, por todo lo bueno que viviste, por supuesto.
—No creo que haya nada que envidiar— contradice —¿Cómo fue el tuyo? Ahora quiero saber.
Reí un poco —Nada que no sepas yo, el incendio...— me quedo callada, no porque no quiera contarle más, si no porque me siento incapaz de hacerlo. Pasan unos segundos, hasta que finalmente puedo hacerlo: —Luego encontré a Phoebe, ella me adoptó y prácticamente viajamos de lugar en lugar, encontramos muchas personas malas, pero Phoebe siempre se encargaba de todo y me decía que escribiera en mi diario mientras ella lo hacía.
—Desearía conocerla— confiesa —Ya sabes, solo para agradecerle que te mantuvo con vida, sin ti... no sé, quizá no estaríamos aquí.
Mi sonrisa se vuelve ancha —Le caerías muy bien.
—¿Tu crees?
Asentí con una sonrisa —Por supuesto, Phoebe adoptaba todo lo que no creía peligroso.
—Se escucha como alguien astuta.
Estoy apunto de responder cuando escuchamos unos rápidos movimientos, así que me detengo y mi cerebro se paraliza por una milésima de segundos. Carl se detiene a mi lado también, tan asustado como yo, pero no hay simplemente nada de nada, solo el sonido de las aves, pero nada más.
Decidimos que lo mejor es volver, ya que de todas maneras tenemos clase está tarde.
La clase empieza a la misma hora de siempre, así que estoy sentada en el mismo lugar que el día anterior de clase, con las piernas cruzadas y haciendo garabatos en la carpeta que tengo en mi escritorio. La mujer frente a mi habla como si nada de lo que había sucedido ayer hubiera pasado, aunque, en ocasiones veo que salta cuando hago el más mínimo movimiento, como si yo o Carl la fuéramos a lastimar.
No lo entiendo, no entiendo su miedo a nosotros. Decido ignorarla por el resto de la clase y dedicarme a garabatear el resto, incluso cuando me llama la atención por no prestar atención a lo que sea que estaba diciendo antes de subir la mirada.
Al salir, me choco contra Meredith, ella está mucho peor que yo, sostiene su libreta sobre su pecho con fuerza y mira nerviosa a todos lados. La miro unos segundos, tratando de adivinar si es buen momento para hablar, pero lo hago de todos modos.
—Tu mamá va a estar bien— mal inicio, Meredith me mira como si acabará de insultarla —Quiero decir, sé que lo estará ahora, tiene mi apoyo y el de Maggie y Glenn, estoy segura.
Se plantea si debería abofetearme o darme la razón, agradezco que decida darme la razón con un sentimiento leve, porque noto que lleva anillos y eso me asusta.
—Gracias por tu apoyo— responde en voz baja, ambas salimos de la cochera y caminamos por la comunidad —Pete es un idiota.
Alzó las cejas sorprendida y ella lo nota, así que niega con la cabeza.
—No me hagas caso, estoy pensando demasiado.
Forme una pequeña mueca —Me pasa mucho, lo sé, ¿Quieres ir a mi casa hoy? Podemos leer.
—No se leer— dice y frunzo el ceño —Quiero decir, sé leer, pero no contengo mucho lo que leo.
Suspire —Ah, bueno, puedo leer por ti si quieres, me gusta leer en voz alta y más hablar en voz alta, es como si sacará todo de mi cabeza para mí misma, no lo sé, se siente bien, ¿Lo ves? Lo hago ahora mismo.
Mer ríe un poco y asiente —De acuerdo, me gustaría ir, pero debo avisarle antes a mi mamá.
—Y yo a Maggie, aunque no es mi mamá, es su casa y la de Glenn, por supuesto— sonreí —¿Te veo en un rato?
Se despide con un ademán, yendo al otro lado de la calle donde vive, así que ahora camino sola hasta cada. Me quedo con la sola imagen de Meredith en mi cabeza y una inmensa necesidad de hacerla sentir bien.
—Y entonces lo entiendo, entiendo lo que quiere decir, al menos para mí— leo, con la mirada de Meredith atenta a mi, ante este terrible cambio de hechos —El Distrito 12 sólo tiene tres vencedores entre los que elegir, dos hombres y una mujer. Tengo que volver a la arena.
Meredith se toma la cabeza, soltando un chillido que casi me deja sorda. Llevo dos horas leyendo un libro para ella, parece disfrutar escucharme, aunque hago pausas para reírme y ver su reacción ante lo que leo en estos viejos libros que encontramos en el garaje.
—¡No puede ser!— chilla.
Rió, estoy sentada de piernas cruzadas en el suelo, mientras Mer mira al techo para tratar de imaginarse lo que le estoy leyendo. En ese momento y antes de poder continuar al siguiente capítulo, Maggie toca la puerta y entra ante el ruido.
—Hola— nos saluda.
Meredith se levanta, recargandose sobre sus codos —Lamento el ruido, Maggie.
Ella niega con una sonrisa, —No pasa nada, ¿Están diviertiendose?
Asiento, frunciendo el ceño cuando veo que se acomoda el suéter para ocultar su barriga, que como veo, es normal, pero algo no me da buena espina.
—Sí, estaba leyendo con Meredith— señalo, sin quitar mi vista de ella —Sé que Glenn y tú querían hablar conmigo desde en la mañana, lo siento, me ocupe un poco. Estaba pensando en que quizá Meredith pueda quedarse a dormir está noche.
Maggie asiente —Por supuesto, no tengo ningún problema en ello, solo ven a hablar con nosotros antes de la cena, ¿Si?
—Claro— sonríe —Las dejaré leer.
Y dicho eso se da media vuelta, manteniendo su sonrisa. Meredith vuelve a su antigua posición y yo me mantengo pensativa unos segundos más, antes de volver a leer.
Para cuando Glenn llegó a casa de sus tareas, este mismo día en la tarde, se veía igual de preocupado que todos y de inmediato supe que era por Rick.
—Es un necio— niega con la cabeza, sentado sobre el sofá.
Me acerco a él y Maggie, sentándome sobre la mesa pequeña en medio de la sala.
—¿Quién? ¿Rick? Creí que ya todos lo sabíamos— menciono.
Maggie y Glenn me miran, la mujer ríe un poco y Glenn me señala de acuerdo con lo que acabo de decir.
—Además de eso, sin duda.
Formo una línea en mis labios, notando que Maggie hace la misma acción de hace unos momentos, cuando estaba leyendo con Meredith. Entrecierro los ojos un poco, suspirando profundo.
—Bien, ¿Que querían decirme?— inquiero.
Se miran entre si.
—Sí, creo que sospecho lo que van a decir, es muy difícil guardarme secretos o sorpresas, así que díganme— pido —Lo soportare, incluso si es algo bueno.
—¿Cómo sabes que no es bueno?— inquiere Maggie.
Encogí mis hombros —Quizá porque nunca he recibido muchas buenas noticias en mi vida, aunque, creo que no lo he hecho.
Maggie y Glenn se miran una vez mas, como si cada día fuera una sorpresa hablar conmigo. Sin embargo, Glenn eboza una sonrisa que me confunde.
—Maggie está embarazada— suelta como si nada.
Mi ceño se aligera, pero no sé qué decir... ¿Que se supone que diga de todos modos?
—Oh, wow— suelto entre un susurró leve. Miro a Maggie y ella me sonríe emocionada —Felicidades, a ambos, chicos.
Maggie ríe —Ven aquí— abre sus brazos y me abraza.
Entonces así se siente que te den buenas noticias, ¿Verdad? ¿Que se supone que haga? No lo sé, pero recibo el abrazo de Maggie y entonces el de Glenn y ahí termina todo, me voy a mi habitación, con un extraño cosquilleo en mi pecho y una sonrisa en mis labios.
Espero, me quedo y espero más. Meredith me cuenta todo, todo lo que recuerda sobre el abuso de su padre a su familia y cada vez se pone peor, tengo ganas de vomitar y presiento que es el coraje que se ha acumulado en mi estómago.
—Sé que no soy la hija de Jessie— suelta de pronto y olvidó todo lo anterior de manera automática.
—¿Que?— apenas alcanzo a decir del asombro —¿A qué te refieres?
Encogió sus hombros —Vamos, ¿En serio crees que me parezco a Ron tanto para ser mi “mellizo”?— se pregunta incrédula —Soy una bastarda, eso es.
Formo una mueca —Claro que no, Meredith, ¿Cómo puedes decir eso?
—Es lo que es— insiste, por un momento se le corta la voz —Mi padre engaño a mi madre y entonces mágicamente, nueve meses después, él se dio cuenta de mi presencia y me llevo con él, lo cual no le estoy echando en cara porque gracias a eso conozco a Jessie y a mis hermanos.
—Pero Jessie te ha tratado como si fuera tu madre— digo —Mer, si algo aprendí estos años es que, una madre no tiene que ser biológica. Mira, Jessie es tu mamá y ella lo tiene en claro si no, nunca te hubiera aceptado, es difícil y lo sé, tampoco me llevaba bien con mi mamá porque ella prefería un millón de veces más a mis hermanos, pero sé que, Phoebe me enseñó a que no puedes obligar a que los demás te quieran por algo que no eres y Jessie te quiere mucho por quién eres, creo que eso es oro en una madre, porque ellas deberían amarte por quién eres.
Meredith me mira unos segundos, se que mi explicación no es de lo mejor, pero ella lo entiende.
Sus ojos se vuelven llorosos, pero me sostiene la mirada —Quiero que esto termine.
Asiento —Y lo hará, te lo prometo.
Aunque casi nunca consuelo a nadie, ella lo toma y me alegro por ello. Me acerco hasta su silla y la abrazo para que solloce lo necesario en mi cuello. Cuando se calma, empezamos a hablar de todo y aquello, pero no más de nuestras familias, noto que se siente mejor, así que le pido a Carl que traiga a Judith y a Ron para jugar al uno juntos. Judith al verme abrir la puerta me estira sus diminutos brazos, así que la cargo con paciencia.
—Gracias por venir— susurró, debido que en la cocina están Ron y Meredith.
Carl encogió sus hombros —No es nada, necesitaba algo de ayuda con Judith de todos modos.
Rió —¿No te deja dormir?
Forma una mueca —Ni comer, ni recostarme, quiere que le preste atención todo el tiempo.
Mis carcajadas aumentaron, dejando pasar a Carl dentro de la casa. Judith sostiene un mechón de mi cabello como si su vida dependiera de ello.
—¿Y por qué no le pides ayuda a un adulto?
—Todos están ocupados al parecer— suspira —Bueno, te dejo con ella.
Y se va con los demás, dejándome sola con Judith.
—Dije con un adulto— miro a la bebé, que balbucea un poco —Yo no parezco un adulto, ¿O si?
Judith balbucea un poco más, haciéndome reír ligeramente. Así que, luego entro a la casa con los demás, sin saber lo que realmente estaba sucediendo afuera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro