chapter eight. if everything was a lie
𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐋𝐎𝐎𝐊𝐈𝐍𝐆
꒰ ۫₊˚ɞ chapter eight .˚ׅ🏹 ຊ ҂
❝ if everything was a lie ❞
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Las cosas no han estado muy bien del todo las últimas horas... o días, lo que sea que haya pasado.
Daryl ha vuelto por fin, no solo, si no con un chico al que según recuerdo se llama Noah. El caso es que, ahora Rick se irá a Atlanta por Carol y una chica con nombre Beth, hermana de Maggie.
Es todo un árbol familiar.
—Volveré pronto— asegura Rick a su hijo cuando se despide de él.
Carl asiente, mirándole luego a mi, no tiene que decir nada ya que, simplemente le sonrío y asiento dándole a entender que está bien.
Y cuando finalmente todos se van, Michonne cierra la puerta detrás suyo entre los sollozos altos de Judith, a la cual tomé y se tranquilizo casi de inmediato. No obstante volvió a llorar debido a los fuertes golpes que Carl y Michonne ocasionaba al cerrar la puerta con la madera para que fuese imposible abrirla a los muertos.
—Creo que tiene hambre— mencioné a Carl, refiriéndome a Judith.
Tan pronto como la adulta que nos acompañaba escucho eso fue a buscar el poco puré de papa que quedaba.
—¿Solo eso?— murmuré cuando note que solo quedaban dos latas.
—Bueno, es mejor eso que nada— admitió Carl y asentí de acuerdo.
Estábamos quedándonos sin comida, con todas esas salidas, con todo lo que hemos tenido que hacer, no había tiempo para buscar provisiones, lo cual era un problema.
Las horas aquí se han hecho más largas, pues no hay mucho qué hacer más que dormir, ver por un orificio en la ventana o dormir.
Es así como suspiro sobre el suelo con la mirada al techo, intentando pensar en otra cosa que no sea el terrible silencio del lugar.
—¿Cuál es este nuevo método de crisis?— la voz de Michonne me hace mirarla.
Encogí mis hombros —Me aburro y Carl no me deja molestarlo porque tiene que dormir, ¿Desde cuándo dormir se volvió más importante cuando me tiene a mi como amiga?
Ella sonríe, recargandose sobre la madera de la silla.
—Bueno, no es una sorpresa que Carl duerma todo el día.
Asiento obvia —Tienes razón en eso.
Vuelvo la mirada en Judith, quien está dormida a una cierta distancia de nosotras.
—De tal palo, tal astilla, ¿No?— murmuro —Así decía Phoebe.
—¿Quién es Phoebe?— la adulta frunce su ceño confusa.
La parte de Phoebe no ha sido relatada por mi hacía ninguno de ellos.
—Mi madre adoptiva, quien me cuido en todo esto— señalo el aire con un ademán —Ya está, murió así que... lo que decía es que ella solía decir eso.
—¿Tenías más familia a parte de Phoebe?— pregunta con interés.
Asiento —Sí, sí, ya sabes, la común familia de seis, mis padres y mis dos hermanos mayores, la menor, yo era la de en medio o bueno, casi.
—No nos habías dicho esa parte.
—Bueno, no me gusta mucho recordar todo lo qué paso— suspiro —Ellos eran todo para mi.
—¿Puedo saber cómo los perdiste?
Niego, levantándome del suelo para sentarme hacia ella.
—No, pero aún así lo diré porque sé que no le dirás a nadie— ella me presta toda su atención —Fue en un incendio, un loco incendió mi casa mientras nosotros nos refugiabamos ahí, aunque solo estábamos mi hermana y yo con mis papás, mi hermano más mayor se fue a la universidad ese mismo año y mi otro hermano mayor estaba con unos amigos, creo que... creían que nosotros estábamos infectados pero no era verdad, los únicos infectados eran mis vecinos.
Formó una pequeña mueca —Eso suena terrible, lo lamento mucho.
—Sí, también yo— sacudo mi cabeza para intentar borrar el olor a humo que rondaba aún en mis memorias —Como sea, iré a descansar y a tomar el ejemplo de Carl.
Me levanté mientras ella articulaba un «esta bien, descansa» y me iba directo a la silla más cerca para recostarme a descansar un rato.
Lo mejor que podemos hacer ahora es dormir, pues no sabemos lo que sucederá después, quizá tendremos que salir y no volveremos a dormir hasta mil años después por lo que es mejor estar prevenida.
—Bueno, lo intente— Carl suspira, sentándose junto a mi en esa ocasión.
El resto del día me la he pasado dibujando lo que sea que encuentre fuera de la iglesia, pues asomo mi cabeza por un pequeño hueco entre tanta madera para al menos mirar algo.
Lo observo —¿Qué cosa?
—Gabriel, no quiere aprender a defenderse— niega con cansancio —Ya no le voy a insistir.
Vuelvo a mirar la hoja —Bueno, es difícil para él siendo alguien de Dios y esas cosas.
—Sí, pero eso ya cambió, debería saberlo.
Encogí mis hombros —Quizá cuando vea lo que hay afuera se decida, por ahora tendrá que depender de nosotros para cuidarlo.
—Que flojera— recarga su cabeza sobre la pared —Mejor me dormiré un rato, tu cuida de él.
Sonrío —Tu siempre quieres estar durmiendo, me sorprende, desde ahora te llamaré Aurora, por la bella durmiente... o mejor aún, princesa Aurora.
Se cruza de brazos mientras se acomodaba poco a poco —Ya, ya, me cuentas cuando despierte.
Judith me observa pasear por toda la habitación, lo cual me hace detenerme a mirarla ya que está sola.
—¿Donde está Michonne?— pregunto a Judith, como si pudiera responderme.
La bebé se mantiene en su lugar, alzando ambas cejas con una expresión inocente, lo cual, rendida, me obligo a acercarme hasta ella.
Formó una pequeña mueca, —Con que te dejaron sola, ¿Eh? No es justo, yo digo que tomes venganza.
Sonrío ligeramente, Judith... realmente me recuerda a mi hermana menor.
Es tan raro que solo son unos segundos cuando escuchamos los gritos de Gabriel por ayuda.
Michonne por fin aparece, había estado revisando la poca comida que teníamos.
—¡Abran, abran!— pide Gabriel —¡Ahí vienen!
Mi ceño se frunce, mirando directo hacia la puerta.
—¡No me dejen afuera!
—¿Cómo llego ahí?— me preguntó cuando Carl pasaba, con la misma expresión desconcertante que yo.
Gabriel golpea la puerta y nos grita los nombres de todos. Dejo a Judith sobre la canasta para correr detrás del chico, entre los dos intentamos empujar la madera hacia detrás, pero es imposible ya que está tan bien puesta que nosotros no lo logramos.
—Atrás— nos indica la adulta.
Ambos obedecemos, mientras ella golpea con el hacha la puerta una y otra vez, tomo el arma sobre mis manos con cuidado y apuntando a la puerta cuando Gabriel corre y los muertos entran con él.
Cuando me doy cuenta Michonne por suerte ya trae a Judith con ella, por lo que se adelanta para terminar con algunos muertos.
—¡A mi oficina!— indica Gabriel.
Sin dudar obedezco, pues son demasiado muertos para nosotros solos. Cierro la puerta detrás de mi, en lo que Gabriel se recarga sobre esta para evitar que aquellos muertos entren a comernos.
—¡Así escape yo!— señala.
Respiré con pesadez, mirando lo que él: un hueco en el piso de madera.
—Arrastrense hasta afuera, salgan los cuatro, ahora— pidió o, más bien exije.
Carl toma de Judith, en lo que yo quito el resto de la madera de dónde había señalado pero antes de que Carl pudiese avanzar Michonne nos detiene a ambos.
—Oigan, esperenme afuera, no vayan a ningún lado a menos que sea necesario— pide.
Asiento, dejando que el chico pase primero junto a la bebé, dejándome entonces a mi el paso y después a Michonne.
Una vez afuera y con todo el rostro lleno de tierra y polvo, por suerte Gabriel logra salir a su debido tiempo. Michonne le ayuda a ponerse de pie, este aún sigue alterado por lo sucedido y lo entiendo, yo estoy apunto de gritar.
Lo único que sé es que encerramos a todos esos muertos ahí dentro, lo cual si funciona ya que momentos más tarde estamos observando todo desde lejos.
—Eso estuvo...-
—Cerca— completo la oración del chico.
Me giro al resto, Judith se ve tan alterada como nosotros, no parece entender lo que está sucediendo a su alrededor y a decir verdad agradezco ese hecho.
Los muertos dentro de la iglesia gritan y gruñen la puerta en un intento de salir muy desesperados.
—¿Estas bien?— me inquiere Carl, luego de aquel arrebato.
Asiento revisandome de pies a cabeza, solo tengo un pequeño rasguño en la mejilla al arrastrarme sobre el suelo.
—Estoy completa y sin mordida alguna— aseguro —¿Y tú?
Asiente al igual —Casi me caigo con esa rama.
Miro al árbol que señala, haciéndome reír y suspirar de alivio.
—¿A dónde fuiste?— Michonne se pregunta y prestó toda mi atención.
Yo también quiero saber a dónde se había ido.
—La escuela— Gabriel respira con pesadez —Tenía que ir... y verlo.
Justo en ese momento la madera de la iglesia se rompe y los muertos comienzan a salir. De inmediato la adulta se coloca frente a nosotros, sacando su espada en el proceso.
—¿A dónde corremos?— me preguntó, si corremos quiero saber que no me voy a equivocar de dirección.
Michonne mira a su alrededor, pues recién llega un camión de bomberos a cubrir la puerta de un golpe.
—¿Qué fue...?— frunzo mi ceño.
De este camión se bajaron Abraham, Tara, Rosita, Maggie y Glenn.
Le sonrió a la ojiverde, mientras ella suspira con alivio y me abraza con fuerza, lo cual al inicio me confunde pero después me dejo.
—Hola...— me saluda.
—¿Estás bien?
Ella asiente ante mi pregunta —Sí, sí, ¿Y tú?
—Llena de tierra pero viva, ya es algo.
Ella ríe ligeramente, mientras Glenn se acerca al igual, dándome un medio abrazo. Lo único que puedo pensar es que aquí ya todos somos una pequeña familia y me encanta ser parte de ella.
—¿Qué paso? ¿Cómo es que llegaron a eso?— señala el chico.
Miro la iglesia —Eh, ah sí, sí, eso, bueno es una larga historia.
—¿Qué tan larga?— alza una ceja.
—Tanto para darme la hueva de contarla toda— aseguro.
—Volvieron a salvo— afirma Michonne.
El chico frente a mi asiente, mirando un segundo a Eugene, quien viene inconsciente en el camión.
—Nos engaño...— mi ceño se aligera al escucharlo —No tiene la cura, no hay nada en Washington.
Coloco ambas manos sobre mi cintura —Bueno, era demasiado bueno para ser real.
Él asiente de acuerdo, mirando luego hacia todos nosotros —¿Dónde están los demás?
La sonrisa de Michonne se vuelve ancha, mirando específicamente a Maggie. Da unos pequeños pasos hacia ella y dice:
—Beth está viva, está en un hospital en Atlanta, la secuestraron pero fueron a salvarla.
Maggie sonríe de lado a lado —¿En un hospital?
La mujer asiente —El Grady Memorial.
Es una escena muy linda a decir verdad, Maggie festeja con una sonrisa de lado a lado y respirando con pesadez de la emoción.
Ella y su hermana finalmente se reunirían ¿Cierto?
Es demasiado bueno para ser verdad.
Dije.
Y creo que acerté, pues dicha noticia de que la hermana de Maggie estaba viva es totalmente falsa. Cuando Daryl camina hacía nosotros con ella en brazos y sin vida es lo que le destroza totalmente a la castaña y yo lo vi todo.
No puedo evitar sentirme mal por los que la conocieron, a como Maggie hablaba de ella realmente sonaba agradable.
—Lamento mucho lo de tu amiga— le menciono a Carl durante nuestro camino de regreso.
Él no me observa, mantiene la mirada abajo, como si observarme lo hiciera echarse a llorar.
—Debió haber sido una buena persona— añado.
Niega —No tienes idea.
Formo una pequeña mueca —Las mejores personas reciben el peor destino.
—No lo merecía— suelta un pequeño sollozo —Se supone que estaríamos todos juntos de nuevo.
Asiento —Bueno, no muchas veces obtenemos lo que queremos, Carl, por más que roguemos por ello... sé que... decirte esto no hará que ella vuelva pero realmente lo siento.
Cierra los ojos unos segundos, mientras limpia las lágrimas que se escaparon hasta sus mejillas.
Nunca he sido alguien de contacto físico hasta ahora, quizá nada lo arregle pero un abrazo te ayuda a quedarte unos segundos en silencio para analizar tu dolor.
Es así como paso mi brazo sobre los hombros de Carl y lo atraigo hacia mi, de inmediato me acepta, como si esperara que hiciera aquello. Por el retrovisor, Rick nos observa a ambos con una expresión seria, me encogí de hombros cuando hicimos contacto y escondí más mi mejilla sobre el hombro del chico.
—Gracias— el adulto susurró al notar mi mirada.
Le asiento con la cabeza —No es nada.
━━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: holi, casi no hablo por acá ya see, en fin, espero les guste el cap.
Ya tengo escrita la mayoría del vol por lo que no me voy a desaparecer tanto tiempo para actualizar :D
Si me siguen en instagram les doy una galleta 🥠
User: same.izzie
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