♥ Veintiocho ♥
—¿Estará bien?— sentí aquella profunda voz masculina, pero aún no abrí los ojos.
—Sí— afirmó otra femenina conocida— ella siempre se pone así cuando tiene el período, tranquilo— explicó.
—Pero se ve fatal, ¿qué hacen para hacerla sentir mejor?
—Entre el conejo y yo intentamos animarla y evitar que se sensibilice demasiado— contestó.
—Te he oído— anunció su llegada y cerró la puerta.
—Perdón si te ofendí, conejo— reiteró sarcásticamente— ¿trajiste la pastilla?
—Aquí está.
—Bueno, despertémosla— indicó.
—¿Cuánto tiempo estará sin asistir a clases?— interrogó.
—Ninguno— respondió— esos dolores sólo le duran un día, a partir de mañana comenzará a sentir molestias, pero podrá resistirse.
—¿Y tú por qué preguntas?— indagó la segunda voz masculina— ¿acaso te gusta mi mejor amiga?— continuó burlonamente.
—Muy gracioso—contestó sarcásticamente— sólo hagan que despierte.
—Ahora que lo pienso, creo que deberías hacerlo tú— aportó la fémina.
—¿Y yo por qué?
—Despertará totalmente desorientada, sé que sentirá más tranquilidad si lo haces tú— explicó.
—Me visualizo con una bofetada en el rostro— comentó.
—Tranquilo, anda. Es mi prima, la conozco de maravilla, y sé que su reacción será la mejor— animó la chica— vámonos, Jungkook— indicó y posteriormente sentí la puerta cerrarse.
El único presente soltó un suspiro rendido y sentí cómo se acercó hasta sentarse en un lado de la cama.
Silencio.
Sólo podía escuchar su respiración, seguro estaba cuestionándose si despertarme o no.
O creer despertarme, porque ya lo estaba.
—Hey— susurró— despiértate.
Luces, cámara, ¡acción!
—¿Qué?— murmuré fingiendo irritación por haberme despertado, me estiré y abrí lentamente mis ojos.
—¿Cómo te sientes?— preguntó preocupado.
—Mejor que hace un rato, gracias— sonreí al final.
—Es bueno saberlo— afirmó.
—¿Qué haces aquí?— indagué curiosa.
—Me estoy aburriendo de esa interrogante, Harmieh— confesó— ¿acaso quieres que me vaya?
—No— negué.
—Entonces deja de preguntar eso. Estoy aquí y listo.
—Vale, lo–
Fui detenida por otra incómoda punzada en una de mis zonas bajas, esto hizo que llevara mi tacto a mi vientre y me doblara. Liberé un chillido ahogado y apreté mis ojos con fuerza; incluso sentía deseos de llorar.
Posteriormente una mano se colocó sobre la mía, para luego entrelazarlas. Dirigí mi mirada hacia esos ojos oscuros y aquellos labios los cuales me sonreían.
—Está bien...— habló brindándome resistencia y confianza— yo estoy aquí..
"Estoy aquí"
Mis ojos se negaban a moverse, querían pasar el resto de sus días perdidos en aquella preciosa mirada; oscura pero un nivel de expresión único.
Sonreí levemente sintiendo aquel dolor calmarse un poco.
—Gracias— susurré débilmente.
—Ten— me extendió la pastilla y la tomé para ingerirla.
Una mueca de desagrado se coló en mi rostro al hacerlo, provocándole una sonrisa al chico a mi lado.
—En serio, Taehyung..¿qué haces aquí?— indagué.
Su sonrisa desapareció y desvió su mirada, pensando en qué decir. Luego de un suspiro rendido continuó.
—Jungkook fue a disculparse conmigo, prometiendo que algo así nunca volvería a ocurrir. En eso lo llamaste, y conoces su costumbre del altavoz, escuché la conversación y..— se detuvo.
—¿Y...?— cuestioné dándole paso a que continuara.
Apretó sus labios negándose a continuar, pero mi expresión tan intensa no ayudaba, así que puso los ojos en blanco y bufó.
—Vale, lo admito— replicó rendido— me preocupé.
—Aww— hice un sonido de ternura acompañado de aegyo, lo cual lo hizo ponerse serio con una expresión incrédula.
—Eres una tonta ¿lo sabías?— comentó.
—Sí— afirmé sin problemas— pero admite que me tienes cariño— hablé burlona.
—¿Qué? Eso nunca— negó— sabes bien que eso no es cierto.
—Mentira. Estabas preocupado por mí y viniste con Jungkook a verme para–
—¡Calla!— me interrumpió sonrojado— tú ganas, estaba preocupado.
Sonreí complacida y las ganas de abrazarlo me invadieron, sin embargo me resistí a tiempo y no lo hice.
—¿Qué ocurre?— inquirió confundido.
—Nada— negué rápidamente y le dediqué una sonrisa forzada, asintió y desvió su mirada hacia alguna otra parte de la habitación.
• 착한 마음씨 •
El segundo día del período es mejor que el primero, o al menos ese es mi caso. Hoy asistiría a clases, aunque sepa que no voy a sonreír como lo hacía cuando las chicas estaban presentes.
—Buenos días— saludé con pocos ánimos a mi prima quien estaba en la cocina.
—¿Es el período u ocurre algo más?— indagó al notar mi expresión tan deprimente.
—No lo sé— me limité a hablar, realmente no quería hacerlo.
—¿Segura?— volvió a preguntar.
—Que sí— afirmé, agarrando una tacita de café.
—Como digas. Oye ¿ocurrió algo ayer con Taehyung?— inquirió curiosamente.
—No— negué firmemente mientras bajaba dicha taza— y me voy. Ese debe de ser Jungkook— mentí, con tal de irme de una vez.
—Yo no escuché nada.
• 착한 마음씨 •
—Nos vemos a la salida, Kookie— indiqué bajándome de la motocicleta.
—Vale. Te quiero— recordó cariñosamente.
—Yo también. Anda, llegarás tarde— apresuré y me dirigí a mi salón.
Estando dentro, me dirigí a mi lugar y como era de costumbre saqué mis auriculares pero cuando estaba a punto de colocármelos una mano encerró mi muñeca, impidiéndolo.
—¿Estarás otro día sin prestar atención a clases?— cuestionó cuando alcé la mirada.
—Como si tú prestarás atención, Kim— contraataqué divertida.
—Tú no eres yo, Harmieh— aclaró— eres una chica muy responsable y buena— halagó, pero estoy consciente de que la intención fue sarcástica.
Soltó lentamente mi muñeca y tomó asiento a mi lado.
—Puedo hacer todo lo que haces tú, Taehyung— dejé claro.
—Tenías miedo a brincar una cerca, dudo que puedas hacer todo lo que yo— dudó.
—Para todo hay una primera vez, además, ¿quién mejor que tú para enseñarme?
—¿Sabes que eso no sonó nada bien?— comentó fingiendo asco.
Mi mirada se tornó fulminante sobre él.
—Pervertido.
—Bien, silencio. Ya estoy aquí— anunció su llegada el profesor..
Eunwoo.
Las alumnas suspiraron como tontas al verlo, siendo yo la excepción de todas aquellas ordinarias.
—No podré aguantar una clase con ese hombre— murmuré entre dientes sin apartar mi fulminante mirada de su encima.
—Hey— me llamó Taehyung para que lo viera. Una vez totalmente concentrada en él decidió seguir hablando— tranquila, que más ganas de romperle el rostro que yo no tienes.
—Tranquilo, fiera— hablé burlonamente, haciéndolo reír levemente.
—Veo que se divierten mucho, alumnos— interrumpió ese idiota, haciéndonos observarlo de manera fulminante— ¿pueden aportarle algo a la clase?— preguntó con una sonrisa hipócrita.
—Lo único que puedo aportarte es un golpe en el rostro ¿lo quieres?— contraatacó Taehyung, claramente enojado, los alumnos inmediatamente guardaron silencio.
Abrió sus ojos por la respuesta inesperada del castaño, pero no demostró temor; sonrió falsamente en su lugar.
—Bien, gracias a tu declaración la señorita Finn saldrá perjudicada— condenó.
—¿Qué?— interrogué molesta.
—El problema es conmigo, no con ella, ¿por qué ser tan capullo?— contraatacó.
—Kim Taehyung, a la dirección— ordenó.
—Muero de miedo— habló sarcásticamente y se levantó para salir del salón, pero no sin antes chocar contra su hombro en forma de provocación.
Eunwoo sacó provecho de eso.
—Finn, nos vemos después de clases— volvió a meterse conmigo.
Su orden llamó la atención del castaño, y se dirigió nuevamente hacia él.
—Pero si no ha hecho nada, eres un–
—Tranquilo, Taehyung— interrumpí restándole importancia.
Él me observó y le regalé una sonrisa, indicando que todo estaría bien. Posteriormente se vio obligado a salir del salón, así que dirigí una mirada asesina a Eunwoo quien sonrió falsamente en respuesta.
Espero que no le pase nada a Taehyung.
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