-¡Habérmelo dicho, mujer!- exclamó alterada luego de escuchar mi explicación.

Habían transcurrido dos horas después de haberme levantado, y me llevé una enorme sorpresa al ver a mi prima sentada en el sofá del living. Luego de verme decidió que lo mejor era conversarlo todo en la habitación. Y ahí estábamos, teniendo una plática civilizada.

-Nath, tu presión- avisé preocupada.

-¡Me importa una mierda ahora mismo mi presión, Harmieh!- replicó sin cambiar su tono, pero esta vez se acercó a mí- no sabes lo preocupada que estaba. Pensé que algo te había pasado, pensé que iba a quedarme totalmente sola, sin la chica que más amo en el jodido planeta- confesó y su voz comenzaba a entrecortarse- así que no me pidas que me relaje- finalizó en un tono apenas audible.

Escasas veces la veía derramar una lágrima, y definitivamente dolía mucho. Me sentía muy mal por ella, y lo único que deseaba mi cuerpo era el poder consolarla.

No lo pensé dos veces, en un fugaz movimiento la envolví entre mis brazos formando un abrazo reconfortante. Dicho acto causó que sus lágrimas fueran más constantes.

-Lo siento- susurré cerca de su campo auditivo.

-Entiende que lo que no quiero es perderte- confesó en un susurro dificultado.

-Lo sé- afirmé acariciando su brazo derecho sin deshacer la muestra de afecto- yo tampoco.

-Te quiero- estimó y me estrechó más entre sus brazos.

-Yo te quiero más.

• 착한 마음씨 •

-Me voy- informó- nos vemos en unas horas. Ante cualquier malestar puedes llamarme ¿vale?

-No arruinaría tu cita con Namjoon- negué burlonamente.

Inmediatamente sus mejillas se tornaron rojizas. Se veía tan tierna que casi ni la reconocía.

-Pues..- se detuvo sin saber qué decir o hacer y aclaró su garganta- nos vemos después, te quiero- avisó como toda una bala y salió casi volando de la habitación.

Sonreí ante su actitud y me acomodé mejor en la cama. Mi cuerpo estaba muy lastimado, y la gripe no había mejorado del todo.

Nath quería quedarse a cuidarme, pero insistí en que saliera con Namjoon, así que mentí diciéndole que me sentía mejor y no me dolía el cuerpo.

Encendí mi celular, percatándome del número de mensajes en él.

"¿Enferma?"

"¿Estás bien?"

"Perdóname"

"Iré a verte al salir"

"Te quiero"

Todos enviados por Jungkook. Suspiré pesadamente y lo apagué sin escribir respuesta alguna; estaba adolorida así que opté por descansar.

• 착한 마음씨 •

Abrí los ojos lentamente y posé mi mirada sobre la puerta abierta de la habitación, lo cual me llamó la atención porque juraría haberla cerrado.

Me levanté cuidadosamente, evitando alguna molestia al hacerlo. Caminé hacia la puerta y bajé las escaleras con dirección al living. Esto era un déja vu ¿verdad? Recuerdo haber vivido esto antes.

-¿Otra vez tú, Kim?- cuestioné detrás de él, pero esta vez no se sobresaltó.

-¿Cómo te sientes?- indagó girándose para verme.

-Mal- hablé sinceramente- me duele el cuerpo.

Se acercó a mí y comprobó mi temperatura corporal tocando mi frente. Asintió para regresarla a su lugar de origen.

-Por lo visto no tienes fiebre- comentó tranquilamente.

-¿Qué haces aquí?- reiteré mi pregunta.

-Cuando Nathaile iba saliendo yo llegaba con los apuntes, para entregártelos- explicó- y me pidió que me quedara un rato para cuidarte.

-Es una sobreprotectora- negué con una sonrisa.

-¿Quieres que me vaya?- inquirió atentamente.

-No- negué.

Unos toques en la puerta interrumpieron nuestra conversación. Caminé hacia ella y abrí dejando ver la figura de mi mejor amigo. Antes de poder pronunciar alguna palabra me observó alarmado al percatarse de las vendas sobre mi cuerpo.

-Kook, esto-

-¿Qué carajos te pasó?- cuestionó alarmado, adentrándose en la casa luego de haberme esquivado.

Corrí detrás de él y se detuvo en el living al ver a Taehyung. Intercambiaron miradas duras, a continuación me observaron a mí.

-¡¿Acaso le pegaste?!- exclamó estallando de la furia.

-¿Qué?- replicó totalmente confundido- ¿en serio me crees capaz?

-No lo dudaría- negó con seguridad y caminó hacia él, pero rápidamente intervine, posicionándome en el medio de ambos, antes de que pudiera reaccionar.

-¡Jungkook!- lo llamé haciéndolo entrar en razón- no me golpeó, no me lastimó, no hizo nada ¿vale?- aclaré. Noté cómo se relajó un poquito- Vino a cuidarme.

-¿Y cómo explicas lo de las vendas?

-Tuve un accidente por las escaleras- conté.

-¿En serio crees que me lo voy a creer?

-¿Y tú en serio crees que yo le pegaría a una mujer?- contraatacó el castaño detrás de mí.

-Ya te dije que no lo dudaría ni un segundo- habló entre dientes.

-Mira, Jungkook, no digas o hagas algo de lo que te puedas arrepentir- advirtió tomando mis hombros y colocándome delicadamente lejos de ellos, evitando que me lastimaran.

-¡Te juro que si le tocaste un pelo a mi mejor amiga te voy a matar!- exclamó totalmente furioso, pero el detalle que hizo enojar al contrario fue que el menor lo señalara con su índice, no como advertencia, sino como amenaza.

Taehyung apartó su dedo bruscamente, buscándose así un golpe en el rostro por parte del menor. No pensé que ocurriría, y no podía permitir que continuaran; debía intervenir.

-¡Jeon Jungkook!- alcé la voz enojada y caminé hacia él, volviendo a colocarme en el medio de ambos- si vuelves a golpearlo tendremos problemas graves- avisé seria.

-¿Ahora lo defiendes?- indagó insultado.

-Tú te precipitaste, ya te dije que Kim no me ha puesto un maldito dedo encima.

-Pero lo de las escaleras no me convence nada- admitió.

-Está bien- intervino Taehyung, haciéndome girar a verlo, percatándome de su labio inferior lastimado, consecuencia del golpe reciente- puedes quedarte aquí- habló con Jungkook y se dirigió hacia la puerta.

-¡No! Vuelve- intenté detenerlo, yendo tras él.

Se giró para verme con una mirada inexpresiva, la que luego alzó a su altura para ver lo que posiblemente era al pelinegro detrás de mí.

-Me molesta que pienses que lastimaría a una mujer, Jeon- confesó aún molesto- te recuerdo que fui yo quien la defendió cuando intentaron tocarla en ese bar.

Su comentario logró confundir al menor.

-¿Que la intentaron tocar?- inquirió perdido.

-Como oyes, amigo- afirmó- y ya te digo que por culpa de tus impulsos y suposiciones acabarás en grandes problemas- advirtió- como los que ya has vivido antes.

El contrario no pronunció una sílaba más. Interiorizaba las palabras expresadas por el mayor, percatándose del gran error que acababa de cometer al desconfiar de él, y faltarle el respeto de esa forma.

Su mirada expresaba arrepentimiento.

-Hyung-

-¿Ahora soy tu hyung?- interrumpió incrédulo y liberó una risa amarga- no me vengas con eso, Jeon- negó y me observó- nos vemos después, Harmieh- finalizó para retirarse completamente de la casa.

Volteé a ver al pelinegro con ganas de regañarlo por su mala actitud, pero prefería conservar la calma.

-Yo..- comenzó a decir, pero se detuvo- me voy- y caminó hacia la puerta para salir, en dirección contraria al rumbo que había tomado Taehyung.

¿En serio me había defendido a mí?

Era algo que me tomaría tiempo asimilar.