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♥ Treinta ♥

Más de setenta y dos horas han transcurrido desde mi último encuentro físico con Taehyung; sin embargo, no fue nuestra última conversación.

Ese mismo día, cuando llegué finalmente a casa, comencé a llamarlo con intensidad; debía responderme, tenía que hablar con él.

—¿Qué quieres?

—Taehyung, no tienes porqué enojarte contigo mismo por comenzar a sentir cosas por mí, es normal que–

—Espera, espera— interrumpió— ¿qué?

Tranquilo, vale. Confesaste tus sentimientos, y ahora yo quiero confesar los míos así que–

—Yo no he confesado nada, Harmieh. Ni siquiera sé porqué te dije todo eso, quizás estaba frustrado por desahogarme. Ah, y déjame aclararte una cosa: nunca dije que sentía algo por tí.

Un silencio se instaló en la llamada por mi parte, así que decidió concluir la llamada.

Bien, sin nada más que agregar, adiós.

Y colgó la llamada.

¿Normal que me haya dolido escucharlo?

Taehyung es un buen chico, pero se niega a aceptarlo; es reservado porque quiere evitar que le hagan daño.

¿Qué habrá sucedido en su pasado que no le deja vivir en paz el presente?

Aunque me haya dolido, no estoy enojada con él, al contrario. Lo entiendo perfectamente si quiere que le dé su espacio, si quiere que me aleje y más si prefiere guardar silencio. Haría todo por que se sintiera cómodo conmigo, no quiero agobiarlo. Pero ahora..

¿Cómo mirarlo a los ojos?

• 착한 마음씨 •

Iba caminando hacia mi vivienda, luego de haber dado por concluida la jornada de estudio cuando de pronto me encontré con un chico que desde hace más o menos una semana no veía.

—Pequeña— me llamó al verme y una sonrisa se formó en su rostro.

—Jimin-shi— corrí hacia él, para regalarle un cálido abrazo; lo echaba de menos.

—¿Por qué tan solita, Mieh?— cuestionó curioso una vez deshecho el abrazo.

—Jungkook se fue antes— informé— a ver a Yechan, ya sabes.

—¿Y... V?— interrogó inseguro.

—¿Por qué me preguntas por él?

—Ustedes se llevan bien, y estudian en la misma clase— justificó.

—Y ustedes son mejores amigos, deberías saber qué carajos le ocurre— repliqué con un tono de reproche que no pude evitar liberar.

Pensé que iba a responder, en cambio guardó silencio y desvió su mirada hacia cualquier otro lado.

—¿Tú sabes algo, Jimin?— cuestioné observándolo atentamente.

—No— negó rápidamente, evitando el contacto visual.

—Hace unos días ocurrió un hecho que–

—Sé lo que ocurrió— interrumpió, haciéndome callar— Ese idiota te citó después luego de clases, pero no te dió el sermón que todos pensábamos; te quería violar— explicó dejándome atónita.

—¿Y tú cómo sabes eso? ¿Fue Taehyung?

—Yo llamé a Taehyung cuando ví lo que ocurría, distraje al profesor que le estaba dando tremendo sermón y le conté que ustedes dos estaban en el salón de profesores. Posteriormente lo ví alarmarse y salir corriendo del salón para dirigirse hacia ustedes.

Entonces Jimin era el chico del celular.

¿Me cuentas qué pasó?— indagó atentamente.

—Nada, Taehyung llegó justo a tiempo— expliqué— y ¿sabes? No quiero hablar más sobre ese tema, así que salgamos de aquí— indiqué y comenzamos a caminar.

—Mieh— me llamó, rompiendo el silencio que se había generado.

—¿Jimin?

—Tengo algo que contarte— avisó intrigante, haciéndome frenar y posicionarme frente a él.

—Escupe.

Observó hacia ambos lados, percatándose de un buen número de personas en las calles, así que susurró.

—¿Podemos hablarlo en un lugar más privado? Es algo que no se debe gritar a los cuatro vientos.

—Vale, vamos a tu casa y me cuentas.

• 착한 마음씨 •

—¿Qué estás saliendo con SeeA?— chillé emocionada al escucharlo.

—Basta, que me romperás un tímpano— pidió cubriendo sus oídos dramáticamente.

—¿Pero cómo y cuándo? Cuéntame.

—Por eso es que estaba ausente y casi no los veía— justificó— y eso no es nada, no soy el único que sale con una amiga tuya.

Abrí mis ojos sorprendida como par de platos y una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.

—¿Quienes y con quienes?— indagué.

—J-hope y Suga— replicó en un susurro.

—¡No me jodas!— exclamé emocionada.

—Como oyes, incluso yo me sorprendí.

—Espero que no sean unos heartbreakers porque los voy a asesinar con mis propias manos— amenacé, haciéndolo reír.

—Tranquila, ellos son buenos, en serio.

—Más les vale, igual tendré una charla con ellos cuando los vea— avisé.

—De hecho, quería contarte que nos escaparemos todos mañana; es viernes, así que creímos que estaría bien una salida todos juntos, en pareja— contó.

—¿Pareja? Explícate.

—Ya sabes, no pareja necesariamente formal, pero algo así como yo y SeeA, J-hope hyung y..¿Harin, no?— preguntó y asentí— Suga hyung y tu otra amiga, Jungkook y Yechan, Taehyung y tú–

—¿Y por qué me emparejaste con Taehyung?— pregunté sintiéndome rara.

—Oh, pensé que te gustaba.

—Pensaste mal, Jimin-shi— negué— ¿y quién más?

—Bueno, y luego está RM hyung y Jin hyung.

—¿Sabes que Namjoon está saliendo con mi prima?— informé.

—Ahh, por eso no tenía casi tiempo para nada, lo supuse, pero no lo sabía.

—Como oyes, así que descarta eso que mi prima va de seguro. Y ¿Jin no tiene pareja?

—No, y no quiere una— negó claramente.

Fruncí el ceño confundida y me atreví a preguntarle.

—¿Ocurrió algo con Jin? ¿Le fueron infiel? ¿Es gay?

—No puedo darte esa información. Lo siento, Mieh— explicó— pero te aseguro que no es gay.

—Yo lo habría aceptado igualmente— repliqué con honestidad.

—No, no es— rió levemente— venga, te llevo a casa, ya chismeamos un rato— indicó mientras se levantaba del sofá.

—Oye, Jimin— lo llamé y me observó atentamente— ¿puedo pasar al baño antes?

—Claro— afirmó— sólo sube las escaleras y lo verás.

—Gracias.

Subí las escaleras y me dirigí hacia el cuarto de baño. Luego de expulsar todo el que traía dentro me levanté y me observé un segundo en el espejo, percatándome que estaba roto. Pero no era una grieta normal, parecía más bien provocada.

Observé a mi alrededor viendo lo maltratado que estaba aquel lugar, como quien lleva años sin entrar luego de haber causado estragos dentro. Me giré quedando frente a frente con una tina desocupada; estaba sucia y parecía vieja. Todo se veía tranquilo, hasta que uno de mis peores miedos invadieron mi cuerpo al ver aquel espeluznante arácnido.

No pude evitar gritar con todas mis fuerzas, y era tanto el temor que corrí hacia la puerta, sin acordarme que estaba cerrada y me golpeé la cabeza con el metal más cercano.

Caí en el suelo desorientada pero aún atemorizada. Inmediatamente la puerta se abrió dejándome ver a Jimin, quien rápidamente se acercó a mí mientras aquel dolor se expandía por toda mi zona craneal.

—¿Qué ocurrió?— preguntó alarmado y examinó mi estado.

Apenas podía abrir los ojos, también me estaban comenzando a sensibilizar los niveles de iluminación del baño.

—Una tarántula— contesté casi en un murmullo.

Rápidamente alzó su vista hacia la bañera y noté cómo cambió radicalmente su expresión, era aterrada.

Se levantó y logró que la araña se fuera, sin necesidad de acabar con ella por las malas. A continuación se acercó nuevamente a mí.

—Aigoo, tu sien— comentó dando un leve masaje en la zona afectada— ven, te ayudaré— indicó y me tomó entre sus cálidos y bien definidos brazos con dirección a su habitación.

Hizo que me acostara en su cama y me acomodó cuidadosamente; a diferencia del baño, la habitación se veía muchísimo más organizada y bonita.

—Traeré una bolsita de hielo, ¿Va?

—Vale— afirmé y se dirigió hacia la cocina, dejándome sola.

Observé atentamente todo a mi alrededor, viendo numerosas fotos de lod chicos, pero las más predominantes eran de Jimin con Taehyung.

—Qué lindos— susurré para mí misma y sonreí inconscientemente.

Definitivamente eran más que sólo mejores amigos; eran familia.

—¿Quién está lindo?— entró burlonamente haciéndome desviar rápidamente la mirada.

—Nadie— negué.

—Vamos, sé que soy yo— alardeó— soy el más encantador de todos.

—Quizás— afirmé indirectamente y ambos intercambiamos sonrisas, él se acercó y colocó aquel fomento en mi sien— Jimin..

—¿Sí?

—¿Puedo preguntarte algo?— indagué.

—Claro.

—¿Por qué la bañera está tan horriblemente maltratada?

Su mirada se tornó helada, incluso retiró su mano de mi sien y evitó el contacto visual conmigo.

Mi cuestión no solo le había tomado por sorpresa, sino que lo había hecho asustarse.

—Jimin.. ¿estás bien?

No respondió, simplemente quedó paralizado con su mirada perdida.

¿Acaso pregunté algo grave?

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