Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♠ Sesenta y Siete ♠

Luego de tanto tiempo sin hacerlo, decidimos reencontrarnos todos.

No porque no hayamos querido, sino que nos encontrábamos ocupados. Aparte, tengo que amenazar a Jin hyung, si no cuida y ama a Jisoo lo voy a asesinar con mis propias manos; él supo las consecuencias de la última vez que osaron tocar a mi hermana, aunque aún no sepa de quién se trata.

Es increíble como he pasado de temerle a aquella tarde, a reírme de lo sucedido y bromear con eso. Definitivamente algo ha cambiado, lo cual me hace muy feliz.

Harmieh y yo hemos fortalecido demasiado la relación, tanto que confía lo suficiente en mí para mostrarse completamente desnuda, dejándome saber qué era lo que tanto la avergonzaba; –lo cual no puedo contar, porque es un secreto–  así mismo hice yo, porque también tengo una irregularidad en mi cuerpo que no quería contarle, porque temía que sintiera repulsión; mas ella terminó averiguándolo porque es muy observadora.

Hace unos días me descubrió.

—¿Tae?— la observé, viendo cómo sus ojos estaban puestos en una parte determinada de mi cuerpo.

—¿Sí?

Se acercó a mí, y alzó su mirada hasta llegar a mi cuello, donde abrió más sus ojos.

—¿Qué te pasó?

Fruncí el ceño confundido, ella rozó con sus dedos la zona que observaba alarmada, lo cual me causó comezón.

Abrí los ojos alarmado y caminé hacia el espejo rápidamente, percatándome de esa roncha que resaltaba en mi piel.

Mierda.

—Eso.. no, no es nada— negué nervioso, sin saber qué decir. Quise alejarme de ella, pero lo impidió.

—Taehyung. Cuéntame.

Nos observamos seriamente por unos segundos, para luego respirar profundamente y responder, lo cual no quería hacer, pero lamentablemente me ví en la obligación de finalmente contarle, así como ella me contó a mí acerca de su problemita.

—Tengo una enfermedad ¿vale?

Ella quedó paralizada, asimilando la información, por lo que quise tranquilizarla.

—No, no, tranquila, no es nada grave.

—¿Tienes una enfermedad que te hace ronchas?— indagó perdida.

—¿No conoces ninguna que cause eso?

—Además del sarampión y las intoxicaciones alimentarias, ninguna otra, y menos que hagan ronchas tan grandes como esa— señaló pero alejé su mano rápidamente— ay, perdón— dijo arrepentida— ¿te duele?

—No, no— sonreí levemente— da comezón.

—Ahora entiendo porqué te rasguñabas tanto la piel.

Asentí levemente, mordiendo la pared interior de mi boca.

—¿Qué enfermedad es esa?

—¿Has oído hablar de la urticaria colinérgica?

Ella pensó por unos segundos, desviando su mirada hacia el suelo para mejor concentración.

—No he oído sobre eso— me observó— ¿es muy grave, Tae?— cuestionó preocupada.

—No. Bueno, al menos no me he sometido a una operación de emergencia.

—¡¿Hasta ese punto puede llegar?!

—Sí, pero tranquilízate, que yo soy V, ¿vale?

Alza una ceja con una sonrisita.

—¿Eso qué?

—Tú sabes que puedo con todo, cariño— me recosté en la cama, y la invité a que me acompañara.

Se acercó y acostó a mi lado.

—¿Por eso no querías mostrarme?— inquirió y llevé mi mirada hacia el techo.

—La verdad, casi siempre esas ronchas aparecen, y se ve repulsivo— confesé.

—¿Crees que te quiero por tu apariencia, Taehyung?

La observé desde mi posición.

—Me he dado cuenta de que no.

—Me alegra que lo sepas, porque tú eres guapo, sí, pero lo que me enamoró de tí fue esto— señaló la parte izquierda de mi pecho, donde se encuentra el corazón.

El momento era lindo y romántico, pero lamentablemente la urticaria pudo conmigo, no quise apartar nuevamente su mano, debía contenerme, aunque la comezón me estuviese matando.

—Te quiero mucho, Taehyung.

—Yo más, princesita— dejé un besito en su frente— mi princesita— acentué fuertemente el pronombre posesivo, ganándome una mirada pícara de su parte.

—Posesivo— reprochó cariñosamente, y dejó un pequeño beso sobre mi hombro, ya que tenía su cabeza apoyada en dicha parte de mi cuerpo— mi posesivo— imitó mi acción, haciéndome sonreír.

Definitivamente la adoro con el alma.

Sonreí levemente, recordando aquel día donde la vergüenza entre nosotros desapareció por completo; una vez más, haciéndome sentir aliviado por dentro, sin nada que esconder.

De repente sentí unos brazos rodearme por detrás, tacto que reconocería en cualquier parte del mundo, por lo que tomé sus manos entre las mías, sin voltearme a verla, y acaricié su suave piel.

—¿Por qué sonríes?— cuestionó curiosa.

—Dame un motivo para no hacerlo.

—No sabes lo feliz que me hace verte bien, Tae.

Separé un segundo sus manos, para así girar sobre mis talones y quedar de frente con ella.

—La felicidad me la proporcionas tú, Harmieh— confesé con sinceridad.

Ella sonrió levemente y posicionó sus manos sobre mi pecho, así como yo en su cintura, acercándola más a mí.

—No sabes cuánto me alegra haberte conocido, Taehyung.

—No tienes idea de cómo me has hecho cambiar para bien.

—Tú..

—Tú..

Nos observamos intensamente, sin saber qué decir exactamente, pues eran demasiados pensamientos acumulados, demasiadas ideas que expresar.

El sonido del celular de mi chica nos hizo reaccionar nuevamente.

—Deja contestar— indicó y caminó hacia donde se encontraba su dispositivo, levantando la llamada entrante— Sí... —sonríe— ...¿en serio? No pueden ser más románticos ¿verdad?.. ah, era broma.. vale..¡¿En serio?!... ¡Perfecto!.. en tu casa entonces.. estamos allí en una hora. Vale te quiero mucho, Jungkookie— colgó la llamada.

—Escupe— indiqué, refiriéndome a que me informara.

—El encuentro será en la casa de Harin, la de la playa.

—Ahora sí estamos hablando serio, pensé que iríamos todos a pintar.

—De hecho, fue lo primero que me dijeron, por lo cual quedé como que..— se encogió de hombros haciendo una mueca incrédula, lo cual me hizo reír.

—¿Cuánto tiempo?

—O sea, es su casa, ella puede quedarse a vivir si lo desea, Taehyung. Supongo que esta vez nos quedemos unos días más allá.

Una pícara sonrisa no pudo evitar aparecer de mis labios.

—¿Y dormiremos en el despacho?— indagué tomando nuevamente su cintura.

Ya sabía por dónde iba.

—Bueno, inauguramos el despacho, así que es nuestro siempre que vayamos.

—¿Harin te dijo eso?

—No, pero lo digo yo, y ella no puede negármelo, soy su princesa caprichosa— bromeó divertida.

De repente me pude serio.

—Eres mía, no de Harin.

—Vale, vale, no discutiré esto, si quieres pelear con Harin ese es tu problema— interrumpió, por su poca paciencia y caminó hacia la cama nuevamente, donde se acostó, dándome la espalda, dejando ver un poco de sus bragas cuando accidentalmente su vestido se levantó.

Sonreí pícaramente, acercándome a ella. Comencé a dejar besos húmedos sobre su espalda al descubierto por el diseño de su prenda; ella comenzó a suspirar en respuesta.

—Tae..

—Shh— indiqué que guardara silencio y que se dejara llevar, pero quise subir un poco la intensidad, así que clave mis dientes, atrapando su piel.

—¡Ah!— apretó un poco las sábanas, sin poder evitarlo más— tenemos que estar en una hora en casa de Jungkook— recordó con dificultad para hablar.

—Tenemos tiempo.

—¿Has empacado algo?

Me detuve inmediatamente al escucharla.

—No.

Se volteó hacia mí, quedando ambos de frente y sonrió inocentemente.

—Vamos a empacar unas cositas— se acercó hasta que nuestros labios rozaron— allí continuamos lo que quisiste comenzar aquí.

Se levantó y salió de la habitación, dejándome como estúpido sonriendo por sus encantos que me enloquecen.

—Dios, pequeña, ¿qué diablos has hecho conmigo?— susurré para mí mismo, con esa sonrisa que se negaba a desaparecer de mi rostro.

Esta de más recordar lo enamorado que estoy de ella; la noche en la playa será la mejor que haya tenido nunca, y todas las noches en adelante. Lo aseguro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro