—Jungkook ¿qué te he dicho de fumar?

Ese reclamo proveniente de la pelicorta llamó mi atención, por lo que lo busqué con la mirada, con una expresión fulminante.

—¡Jeon Jungkook!

Apretó sus labios y cerró sus ojos, preparándose psicológicamente para el sermón que preparé hace unos días.

—¡¡Te he dicho milésimas veces que no puedes fumar!!— reclamé.

—No es mi culpa, mis hyungs estaban fumando y me ofrecieron— se defendió.

—¿Quién?

Señaló detrás de mí, lo cual me hizo voltearme, quedando frente al pelinegro que conquistó mi corazón. Él nos observó confundido.

—¿Por qué Jungkook me señala?

—¿Le dijiste que fumara?

—No, él me pidió un cigarro— aclaró.

Blanqueé mis ojos girándome nuevamente hacia el travieso mejor amigo que tengo, preparada para gritarle barbaridades, pero este ya había salido corriendo.

—¡Jungkook, ven acá!

Estaba a punto de correr tras él, pero un agarre firme sobre mi cintura me detuvo.

—¡No lo salves!— exclamé forcejeando.

—Ya, tranquila, ven aquí— como si fuera poco, no le bastó con sostener mi cintura, sino que me acercó a él para abrazarme y así evitar que atacara al menor.

—¡Jungkook, de mí no te salvas!

—Ya, para— se quejó— ¿acaso me golpearías a mí si fumo?

—Tú no eres asmático, Taehyung.

Sentí como aflojó un poco su agarre, así que aproveché para voltearme y verlo a los ojos.

—¿Jungkook es asmático?

—Ah ¿no sabías?

—No me dijo nada, de todas formas es muy cerrado en cuanto a su salud— explicó.

—Deben cuidar de él— desvié mi mirada hacia el mencionado, quien continuaba alejándose— Jungkook es muy terco, créeme, es un hueso duro de roer.

—Eso lo sabemos— asintió en acuerdo.

—Ojalá entendiera que sólo lo hago por su bien.

—Harmieh, él es joven, como nosotros, creo que deberías de entenderlo a él también, ¿no sabes que lo prohibido es lo más atrayente?

Suspiré rendida.

—Es cierto.

—Bueno— tomó mi mano— olvidemos a Jungkook un rato, ya estamos aquí, y nos quedaremos dos días más.

No pude evitar sonreír un poco.

—Vale, lo dejaré vivir, pero Chan que se ocupe de alejarlo de los cigarrillos.

—Habla con ella, pero después— indicó.

—Vale— entrelacé nuestros dedos— ¿qué quieres hacer?

Sonrió tiernamente.

—Ven.

Sin soltar nuestra manos, me guío para comenzar a caminar hacia el despacho, por lo que una sonrisa pícara no pudo evitar aparecer en mis labios.

—Jimin..— llamó al más bajo, quien se encontraba acariciando el cabello de su novia.

—¿Sí?

—Cuando llegue Jin hyung ¿puedes avisarme?

—Hecho— afirmó y continuamos caminando.

Subimos las escaleras enroscadas y abrió la puerta.

—Pasa primero.

—¿Ahora eres un caballero?— cuestioné burlonamente mientras me adentraba en la habitación.

—Siempre lo he sido, cariño— asegura y la cerró detrás de él— pero pasa que tengo una novia que no le agradan los detalles.

—Sólo bromeaba, Tae— me acerqué con una sonrisa, y con mis brazos rodeé su  cuello; él mi cintura.

—Eres tan linda..

—¿Realmente lo soy?

Acercó su rostro al mío.

—Mucho— luego de reafirmar, atrapó mis labios en un beso apasionado, el cual correspondí inmediatamente.

Aquel cosquilleo en mi cuerpo apareció rápidamente, indicando que realmente deseaba sentirlo.

La perversión no me la quita nadie, eso ya lo sé.

Cuando comenzamos a desprender nuestras prendas..

La puerta fue tocada.

—¡Mierda!— maldijo en alto, haciéndome reír a carcajadas— ¿quién carajo es?

—Hey, no me culpes— contraatacó Jimin desde el otro lado— ya llegó Jin hyung, no quise interrumpir.

—Enseguida vamos, Jimin— indiqué en un tono más suave de voz. Y dirigí mi mirada hacia mi novio, quien se veía frustrado.

—¿Por qué siempre pasa esto?

—Tranquilo, cariño— me acerqué nuevamente, dejando un besito pequeño en sus labios— tenemos la noche completa para esto— guiñé un ojo pícaramente y caminé hacia la puerta, para salir; él me siguió.

Bajamos las escaleras, y entramos por la puerta trasera de la casa, encontrándonos con la imagen del más buscado por mi novio.

—Perdón por la demora— se escusa, ganándose la atención de todos los presentes— bueno, hoy quería presentarles a una chica que optó por venir conmigo a pasar los días, no somos.. novios, pero eso es porque aún no hemos formalizado nada. Bueno, sin más nada que decir..

—No tiene ni idea de que es tu hermana— susurré.

—Muero por ver su expresión.

Por la puerta principal se pudo apreciar la belleza de la hermana de Taehyung. Mientras todos admiraban los encantos de la chica, él y yo reímos disimuladamente, imaginando cómo podría reaccionar el mayor.

—Hola— se presentó tímidamente, así que todos la trataron amablemente.

—Hola, pequeña— saluda Hoseok, quien es muy social, lo cual no molesta a su novia.

Así la saludaban, mientras nosotros seguíamos parados, practicando la escena siguiente.

—Ahora te toca fingir— indiqué.

—Vale.

—Taehyung-shi, Harmieh-ah, no los había visto, les presento a Jisoo— habló Jin.

Taehyung se acercó a la menor, transmitiéndole ese aura bromista.

—Ah, pero qué coincidencia— fingió sorprenderse, lo cual causó una risa por parte de la castaña, y una mirada de confusión por parte del mayor— si es mi hermanita menor.

Los presentes quedaron sorprendidos con la confesión del pelinegro, tanto que se instaló un silencio incómodo en toda la casa. En cuanto al rostro de Jin, podemos afirmar que era toda una comedia; la expresión sorprendida más divertida que había visto. No pude evitar reír.

—¿Qué?

—En efecto— reafirmó sin dejar de observarlo— estás saliendo con mi hermana.

Desvió su mirada hacia el suelo, como si recordara algo vivido anteriormente.

—Esa pequeña chica de cabello castaño, tez pálida y apariencia de rata de la que hablabas ¿es ella?— cuestionó intentando comprender.

Jisoo golpeó el hombro de su hermano, haciéndolo soltar un leve quejido.

—¿Qué pasa, mocosa?

—¡Dijiste que parezco una rata!

—Fue broma, ratita— sonríe divertido.

—¿Ustedes realmente son hermanos?

—Sí, es cierto— afirmó esta vez, Jisoo.

—Tranquilos, no intervendré en su relación, pero si algo llega a ocurrirle a mi hermana menor, juro que no responderé por mí. Cuídala y trátala como la reina que es ¿de acuerdo?— advirtió.

—¿Quién diablos te crees para darme órdenes?— contraatacó.

Taehyung se acercó amenazante hacia él, tan intimidante que el mayor de vió obligado a dar un paso atrás, evitando la cercanía.

—¿Qué?— cuestionó seriamente el menor, alzando una ceja, transmitiendo más intimidación.

—Nada, que la cuidaré mucho— se limitó a decir.

Sonrió complacido.

—Vale. Ya sintiéndome más tranquilo, puede besar a la novia— bromeó, sacándole una sonrisa a todos los presentes, pero recordó algo y se puso serio repentinamente— no en mi presencia, pero bueno.

—Como me cuida mi hermano, ¿no?

—Demasiado— respondió el mayor, en tono bajo.

—Bueno, amigos— continúa Taehyung— esta es mi hermana Jisoo, de la que tanto les hablaba, sean buenos con ella o los asesino con mis propias manos— amenazó nuevamente— y nada, quisiera pasar el tiempo con ustedes, pero yo estaba ocupado— explicó, acercándose a mí, ya que no me había movido de mi lugar. Sin detener su paso, tomó mi mano, llevándome con él, nuevamente hacia el despacho.

Será una tarde plácida.