♥ Diecisiete ♥
-Es mi prima, RM- expliqué directamente.
El chico rubio me observó sorprendido, pero no desconocía esta información, sino le impresionó mi reacción posesiva.
-Entiendo, Harmieh- contestó evitando un problema.
-No, no lo decía con esa intención- negué rápidamente.
-Cállense- ordenó en un tono tranquilo mi prima, haciéndonos guardar silencio. Sonrió complacida para luego poder sentarse.
Noté cómo Jungkook me observó de reojo, notando que Yechan estaba pendiente realizando alguna acción desde su celular y aprovechó la situación.
-Déjame sentarme ahí- articuló sin emitir sonido alguno, señalando mi lugar.
Puse los ojos en blanco y me levanté de mi lugar para poder dejárselo a mi mejor amigo, pero una mano encerró mi muñeca evitando que continuara con mi acción. La observé inmediatamente.
-¿Dónde vas?- cuestionó nerviosamente.
Tuve que pensar fugazmente en alguna excusa para poder librarme de ella sin que se enojara y cederle el puesto a Jeon.
-Es que tengo que hablar una cosa con..- me detuve pensándolo bien, observé a Jungkook quien me miraba suplicante, bufé y continué con mi hablar- tengo que hablar una cosa con Taehyung- concluí.
El mencionado despegó su mirada de su celular para verme confundido, y no lo culpo; yo habría hecho lo mismo.
-¿Conmigo?- preguntó confundido.
-¿Hay algún otro Taehyung por aquí?- indagué irónicamente observando dramáticamente a mi alrededor.
Sin darle importancia a mi comentario rodó sus ojos y regresó su mirada a su dispositivo. Jungkook se levantó de su puesto dándome paso a continuar y así intercambiamos asientos.
-¿Cómo estás?- saludé ya que me ignoró cuando tomé asiento a su lado.
No respondió, es como si no hubiera dicho nada; como si no estuviera a su lado. Suspiré en busca de paciencia y recorrí con mi mirada el lugar desde otro ángulo, percatándome de la elegancia que predominaba en él.
-Díganme que aún hay espacio para nosotros- suplicó aquella voz masculina que reconocería ya en cualquier parte.
Sonreí antes de enfocar mi campo de visión en el chico de cabello ahora castaño, con el cual me comencé a encariñar.
-Harmieh-ah- me saludó cariñosamente, extendiendo su brazo derecho para tomar mi mano y plantar un delicado beso en ella, lo cual me hizo sonreír levemente.
-¿Todo bien, Jimin-shi?- cuestioné simpáticamente- te ves bien con cabello castaño- halagué.
-Gracias, hermosura. Tú también te ves genial- contestó y en el lugar se escuchó un cambio de música repentino, llamando la atención del chico- ¡esa es mi canción!- exclamó emocionado- en un rato vuelvo- avisó y caminó hasta la pista de baile con J-Hope; ni siquiera lo pude saludar.
-Ay, estos chicos de hoy en día- comentó en negación Jin, quien tomó asiento junto a Suga colocando dos sillas vacías junto a la mesa.
-¿Cómo están?- saludé ladeando mi cabeza, intentando que me vieran mejor porque Taehyung estaba en el medio de los tres.
-De maravilla, así como te respondió el otro ridículo ese- respondió graciosamente el mayor.
-Normal, ya sabes- añadió el chico que también había teñido su cabello de castaño, con un tono cool al hablar. Luego de responderme no hubo más conversación, pues mantuvieron otra entre ellos.
Ni siquiera sabía qué hacer, me sentía interviniendo entre los que ligaban, no podía entrometerme en una conversación ajena, y no, no hablaría con Taehyung tampoco.
Opté por acompañar a Jimin y J-Hope en la pista de baile, aunque no sepa bailar, es mejor que estar incómoda en aquella mesa.
Quiero pensar que Nathalie y RM no se acostaron.
Al levantarme conseguí ganarme las miradas de todos los presentes, incluyendo la del castaño a mi lado.
-¿Dónde vas?- inquirió mi mejor amigo curioso.
-Me voy con Jimin y J-Hope- avisé señalándolos.
-Ok- asintió poco convencido- ten cuidado- pidió.
-Lo tendré- afirmé para comenzar a caminar hacia la pista.
Mala idea.
Preferiría estar sentada en la mesa sin hacer nada que estar parada como un poste de luz sin moverme en un lugar donde todos lo hacen; qué incómodo.
Creo que los chicos no alcanzaron a verme, pero yo desde mi posición si puedo hacerlo, percatándome de lo bien que se les da el arte y lo increíble que trabajan juntos; se les da bien el dubstep.
Viendo que no pintaba nada en ese lugar comencé a retroceder con pasos cortos, dando marcha hacia atrás pero sin voltearme; caminando de espaldas, para ser más específica. Pero sentí posteriormente unos brazos detrás de mí, un toque un poco descarado para mi gusto; el tacto desconocido enfrió mi sangre.
Mala idea, otra vez.
Giré sobre mis talones, observando el rostro de la persona que osó tocarme atrevidamente, como si estuviera escrito en mi espalda que tenía el derecho de acceso.
-Perdón, es que casi te caes- se justificó apenas notó mi expresión de insulto ante su insolencia.
Fijándome en su rostro verifico que es un chico joven y de muy buen aspecto, pero eso no significa que por su físico voy a ignorar su roce.
-Está bien- afirmé- espero que no vuelva a ocurrir- amenacé, al escucharme se sorprendió y dió un paso atrás.
-Tranquila, lo siento- reiteró educadamente.
-Vale- afirmé aburrida de esta comunicación.
Me regaló un asentimiento y tímidamente mostró una mueca torcida para luego respirar profundo e interrogar.
-¿Bailas?- preguntó apenas la música se tornó más suave.
Simplemente me encogí de hombros, en estos casos prefiero estar haciendo algo que quedando parada como farol chismoso observando a los demás.
-Podría- hablé.
-¿Conmigo?- inquirió y extendió su mano hacia mí, esperando mi respuesta para comenzar a bailar. Luego de esperar unos segundos terminé asintiendo.
Entrelazó nuestras manos y acercó un poco su cuerpo al mío, para comenzar a movernos suavemente al ritmo de la música.
-¿Estudias o trabajas?- indagó curiosamente.
-¿Qué crees tú?- repliqué.
-Bueno, cuando ví tu rostro supuse que estudiabas- comenzó a decir- pero cuando hablaste de manera tan firme mil dudas se colaron en mi cabeza- concluyó.
-¿Por qué es importante saber eso?- interrogué y me dió una vuelta como parte de la coreografía improvisada.
-Curiosidad- comentó sin más- por cierto, Cha Eunwoo.
-¿Te llamas Eunwoo?
-Afirmativo- aseguró, esperando a que imitara su acción y le diera mi información.
-Harmieh Finn- mencioné con posterioridad, alzó una ceja impresionado.
-Eres extranjera- concluyó- una extranjera muy bonita- halagó.
-Gracias- agradecí tímida.
Pero admito que en el fondo percibí una sensación extraña cuando noté cómo me observaba tan fija e intensamente; quería irme de ahí.
-Ehm..- intenté pronunciar- bueno, un gusto haber compartido contigo- mentí con una sonrisa incómoda, no había sido ningún gusto- pero tengo que irme- avisé intentando sacarme de encima sus manos, pero lo evitó, volviendo más fuerte su agarre y acercándose peligrosamente hacia mí.
-¿Tan pronto?- susurró cerca de mi rostro, admito que quedé tan impactada que no hice ningún movimiento brusco- ¿no prefieres quedarte y disfrutar la noche? ¿Conmigo?- murmuró nuevamente, pero sobre mis labios.
Esta vez el coraje tocó mi puerta y tuve la fuerza suficiente para apartarlo un poco de mí, lo cual fue en vano porque en menos de tres segundos volvió a encerrarme en su agarre. Hubiera gritado, pero no quería armar un problema en el bar y arruinar la fiesta de los demás.
-Suéltame- pedí educadamente.
-¿Y por qué lo haría, hermosura?- halagó tiernamente, haciéndome fruncir el ceño asqueada y querer alejarme de él.
-La chica dijo que la soltaras- se escuchó esa voz salvadora detrás de nosotros, y volteé con una sonrisa pequeña en mi rostro, viendo a Jimin con una expresión amenazante.
-¿Qué te hace pensar que te escucharé?- inquirió incrédulo.
-Suéltala- amenazó.
-¿Que la suelte? Vale- afirmó y soltó su agarre bruscamente- a mí no me gustan las ofrecidas como ella- su insulto hizo que mi sangre comenzara a hervir.
Este idiota no sabe con quién se metió.
Iba a romperle todos los huesos, pero Jimin se me adelantó y le proporcionó un golpe de puño cerrado en el rostro, el cual hizo girar la cara del afectado. Con rabia lo fulminó con la mirada e intentó devolverle aquel golpe cuando otra persona se entrometió en la pelea, estrellando su puño contra el lado intacto de su rostro; la diferencia fue la siguiente: este otra chico no sólo volteó su rostro, sino que lo dejó en el suelo.
Y no le bastó, continuó golpeándolo como si el problema hubiera sido con él y su vida dependiera de eso. Estaba todo tan oscuro que no había alcanzado a ver bien quién era, sólo sé que Jimin me posicionó detrás de él, evitando que algo ocurriera conmigo.
-¿Estás bien?- indagó una vez delante de mí.
-Sí, estoy bien- afirmé- que alguien lo detenga, lo va a matar- comenté comenzando a desesperarme por los quejidos del afectado.
Muchas personas se acercaron -incluyendo a nuestros acompañantes- intentando separar aquel chico de Eunwoo. Pero fue RM quien pudo alejarlo completamente de aquel insolente débil en el suelo.
Alcé un poco la mirada y esquivé a Jimin para poder observar de quién se trataba, lo cual no pudo sorprenderme más.
-Taehyung..
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