-¡Mierda!- maldije cuando el celular de Jungkook dió apagado.

¿Ahora qué hago? No puedo ir a la estación.

Aún sigo en el último lugar donde ví a Taehyung, intentando llamar a alguien o hacer algo.

Marqué rápidamente el número de Jimin.

-Mieh..

-¡Jimin! Escúchame, esto es un problema.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué estás histérica?

-Se llevaron a Taehyung, dos policías.

Una risa amarga fue audible al otro lado de la línea.

-¿Qué hizo ahora ese idiota?

-No hay tiempo, Park. Hagamos algo.

-¿Dónde estás?

-En la famosa parada de autobuses- comenté sarcásticamente, pero al parecer había caído.

-Te veo allí en quince, iré con Yoongi.

-Está bien, no demores.

-Va.

Colgué la llamada.

No sé cómo debería sentirme en este momento, pero no puedo estar tranquila. Nunca he estado relacionada con la policía ni he cometido un crimen, así que no sé qué es lo que pueda pasar por pintar una pared.

Nada grave ¿verdad?

Sólo espero que las cosas no marchen tan mal, pero me siento impotente al no poder hacer nada para ayudar. Soy un fracaso.

♠ 착한 마음씨 ♠

-Espere un momento- indicó uno de los policías.

Estaba sentado en la mesa de interrogatorio, pensando qué inventarme en esta ocasión.

Llevaba un tiempo sin venir a un lugar como este, y siempre por lo mismo, aunque esta es la primera vez que vengo sólo.

La última vez fue con Namjoon, nos tomaron por sorpresa, pero nos liberaron rápidamente, no sin antes darnos una carta de advertencia o algo así. Ni siquiera sé qué decía, cuando salí la deseché.

Sería gracioso si dijera que mi nombre es Choi Minho, y usar una mascarilla. No, pero no haré eso.

Observé a uno de los policías, estaba parado en la puerta del lugar.

-¿No tienes fuego, hermano?- cuestioné.

-Ni siquiera tengo cigarros, ¿tú tienes?

Asentí y observé a ambos lados, asegurándome de que nadie más escuchara.

-Ten- le regalé uno, él se acercó y lo tomó en sus manos- hay que buscar un mechero.

Esta vez, él fue quien observó a los lados.

-No te muevas ¿vale?

Asentí dándole seguridad y este salió por la puerta.

Saqué mi celular para llamar a mi mejor amigo, pero en ese preciso instante se apagó por baja batería.

-Me cago en la puta- susurré entre dientes, y regresé el dispositivo hacia mi bolsillo.

Sentí la puerta abrirse, así que giré mi rostro, viendo al policía con un mechero en su mano.

-Toma, joven- lo lanzó y lo atrapé en el aire- tienes buenos gustos.

-En realidad, fumo de todo- comenté con confianza y encendí el cigarro- ¿Aquí se puede fumar?

Se encogió de hombros.

-Me agradas- afirmé y puse el porro en mis labios, inhalando aquel humo tóxico.

-¿Por qué estás aquí, niño?

Me encogí de hombros, restándole importancia.

-Por pintar en una parada.

-Nada grave- negó y continuó fumando- yo hice cosas peores cuando era joven, y mírame ahora; soy un policía.

Asentí levemente, interiorizando lo que intentó decirme indirectamente.

El futuro es indefinido.

-¿Estabas solo?

-No.

-¿Puedo saber?

-¿Por qué quieres saber?

-Niño, estoy fumando contigo en un lugar donde no deberíamos, y encima hablando contigo, no te dejo salir porque me despedirán y necesito dinero- explicó.

Rodé los ojos y chasqueé la lengua.

-Con mi novia.

-¿Te ayudó a pintar?

-Déjala fuera de esto, no hizo nada- mentí.

-Habría sido lindo- se encogió de hombros y continuó fumando.

No despegué mis ojos de él, fijándome en cada detalle de sus rasgos.

-Tú eres extranjero ¿verdad?

-¿También me juzgarás por mi nacionalidad?

Parece un hombre honesto.

♥ 착한 마음씨 ♥

-¿Dónde fueron?

-No tengo ni una idea- contesté.

-Por Dios, Harmieh, tienes ojos.

-Sí, pero no los tengo amarrados al vehículo ¡Lo perdí de vista, Park!

-Bien, tranquila, no pasará nada malo.

-No contesta- avisó Yoongi y apagó su celular.

-¿Qué carajos podemos hacer?- indagué frustrada.

-Mieh, he estado en estas situaciones antes, y lo único que podemos hacer es esperar a que regrese; no empeorar las cosas- explicó Jimin tranquilamente.

-Es muy fácil decirlo.

-¿Se te ocurre algo más?

-No pero-

-Nada. Sólo vámonos.

No me quedó más opción que retirarme con ellos, a volver a entrar en una crisis de nervios.

¿Estará bien?

♠ 착한 마음씨 ♠

Charlando como íntimos amigos con aquel policía, me dí cuenta de que no me resultaba una mala persona. Había sido un delincuente y actualmente trabaja para la justicia, digamos que supo reformarse.

-Buenas noches, jóven.

Un oficial se adentró en el lugar, pero cubría su rostro con un cubrebocas color negro, como muchos otros habitantes.

Se acercó, tomando asiento frente a mí en la mesa de interrogatorio.

-Puede retirarse- le dijo al policía que conversó conmigo, este nos dió privacidad.

Su voz me sonaba conocida, pero no lo tome en cuenta, pues existen muchas personas que hablan igual.

Mi mirada se clavó en sus ojos, sin intención de desviarla a algún otro lado, aquí no hay miedo existente por mi parte. Pero él, por su parte, se negaba a alzarla y mantener el contacto visual conmigo.

Y así exigen respeto; ¡No se dejen intimidar!

-¿Nombre?

Aclaré mi garganta antes de responder.

-Park Seojoon- mentí.

-¿Edad?

-Diecinueve.

-¿Identificación?

-No la traigo conmigo.

-Debes llevarla siempre contigo, joven.

Viendo sus ojos, sentí escalofríos repentinamente, como si conociera esos orificios de alguna parte.

Es cierto que soy extraño.

-¿Padres?

-No tengo.

Finalmente conecto por unos segundos nuestras miradas, y me observó extrañado.

-¿Con quién vives?- regresó su vista a la hoja de papel sobre la mesa.

-Con mi hermana menor.

Nuevamente, alzó la mirada y acercó un poco su rostro, como analizándome detalladamente. Juntó sus manos y frunció el entrecejo.

-¿Cómo se llama?

-No puedo dar esa información- bajé la mirada un momento, fijándome en sus manos, lo maltratadas que estaban.

-Es Kim Jisoo ¿verdad?

Al escucharlo sentí cómo todo se detuvo por un segundo.

¿¡Cómo carajos conoces a mi hermana!?

Totalmente confundido, alcé la mirada. Intentando descifrar de quién se trataba.

Él liberó una risa nasal debajo de la mascarilla.

-Es ella- aseguró- ¿sabes? Antes tenía mis dudas, pero ahora estoy totalmente seguro.

-¿Quién carajos eres? y ¿cómo conoces a mi hermana?- interrogué con un tono desafiante.

Él retiró lentamente su cubrebocas de su rostro.

Mi respiración se detuvo y sentí mi sangre helar.

Imposible.

Imposible.

Imposible.

Simplemente imposible.

Me repetía mentalmente.

No podía ser posible. Debía ser falso, un sueño, algo irreal, una pesadilla.

O alguna especie de Karma.

Él sonrió de lado al ver mi expresión de confusión e incredulidad. Le satisfacía verme mal.

Respiró hondo y se acercó, quedando más cerca de mí.

-Kim Taehyung, ¿cuánto tiempo sin verte..?

•••

Caray! Me moría por escribir este capítulo!!! Emocionante ¿No?