Una llamada entrante interrumpió mi plácido sueño. Sin siquiera abrir los ojos atendí.

—¿Sí?

—¿Cómo amaneciste?

¿Por qué tú?

—Me despertaste, Taehyung— reproché.

—Niña dormilona, despierta, pasaré por tí en media hora.

—Espera, ¿acaso olvidas lo de ayer?

—Nos vemos más tarde— canturreó ignorando mi comentario.

—¡Kim Taehyung, estoy hablando en serio!— reclamé pero colgó la llamada.

Solté el dispositivo y tallé mis ojos para luego levantarme completamente.

—¿Ahora qué quiere ese idiota?— murmuré para mí misma y me adentré en el baño.

♥ 착한 마음씨 ♥

D

emoré unos veinte minutos en estar presentable, no tenía tantas ganas de salir si esa era su intención.

Bajé las escaleras y me extrañó escuchar sonidos de platos chocar en la cocina, así que me acerqué.

¿Ahora vuelves?

—¿Cuándo llegaste?— me recosté de la pared mientras la observaba preparar algo.

—Hace un rato— replicó y luego se giró para verme, ya que estaba de espaldas a mí.

—¿No crees que me debes unas disculpas?

No dijo nada, simplemente se acercó a mí y luego de soltar un suspiro rendido, me abrazó.

—Me equivoqué, demoré mucho en darme cuenta de lo egoísta que estaba siendo, lo siento— expresó.

—No pasa nada— resté importancia, deshaciendo el abrazo. Al observarla sonreí levemente— ¿pasó algo con Namjoon?

—No, Nam es increíble— negó— sólo que conoces mi orgullo, y admito que demoré mucho en venir.

—Tranquila, todo ha marchado bien, supongo.

Sonrió al escucharme y examinó mi cuerpo, de seguro para saber si he estado alimentándome bien. Su expresión cambió al posar sus ojos en mi cuello.

—Veo que te has estado divirtiendo ¿eh?

—¿Qué?

—No me vengas con eso.

Confundida caminé hasta llegar al living, donde se encontraba un espejo y observé mi cuello.

Kim Taehyung, juro que te mato.

Regresé a la cocina con mi prima, quien tenía una sonrisa malévola pintada en su rostro.

—Puedo explicarlo..

—No expliques nada y cúbrete esa marca, hazme el favor— interrumpió y señaló las escaleras.

Reí y subí a mi habitación a cubrirme la marca con maquillaje, y de paso me observé una vez más en el espejo.

No sé qué Taehyung ve en mí.

Volví y me encontré a mi prima hablando con alguien, así que me recosté de la pared viéndolos.

Conversaban animadamente hasta que sus ojos voltearon a verme.

Él realmente me tiene en sus manos.

—Hablando de la reina de Roma— habló Nathalie con una sonrisa burlesca en su rostro.

—¿Qué hablaban de mí?— cuestioné y me acerqué.

Mi prima se encogió de hombros y Taehyung sonrió, así que me dirigí hacia él.

—¿Qué hablaban?

—No le hagas caso, es mentira.

—Ustedes dos ¿dónde van?

—Chismosa— desaprobó el castaño.

—¿Chismosa? ¡Váyanse a la mierda los dos!— exclamó fingiendo insulto.

—Hey ¿yo también?— pregunté ofendida.

—Tú por no defenderme.

Miré mal a Taehyung, fingiendo molestia.

—¿Por qué le dijiste semejante insulto a mi prima?

—¿Qué harás al respecto?— provocó viendo mis labios y con una sonrisita traviesa.

—Te morderé el labio inferior si vuelves a meterte con ella— amenacé burlonamente.

Abrió sus ojos y rió al escuchar mi amenaza tan conveniente.

—Nathalie, chismosa— repitió burlonamente.

Sin previo aviso, me aproximé a sus labios, atacándolos de manera violenta. Un beso el cual correspondió rápidamente, aproveché su debilidad para morderlo.

Soltó un jadeo al sentir mis dientes clavarse en la carne de sus labios, y no pensaba soltarlo por ahora.

—Detente— pidió comenzando a sentir dolor, y negué con la cabeza.

—Discúlpate— ordené sin soltarlo.

—Nathalie, perdón.

Liberé su labio de una sola, y me miró de mal modo.

—¿Qué pasa?

—Soy vengativo, que lo sepas— avisó.

—Ay, princesa, no sabes con quién te metes— intervino mi prima— en fin, los dejo— se retiró de la sala.

Desvié nuevamente la mirada hacia el chico a mi lado.

—Bien, ¿dónde vamos?

—Donde tú quieras.

—¿A una peluquería?— propuse sarcásticamente.

—¡No! Prefiero mil veces que me cambies el cabello tú— negó rotundamente.

—Bien, entonces vamos a tu casa— indiqué y me levanté para buscar el tinte— ah, ¿Jimin está en casa?

—No, con su novia— explicó— oye, Harmieh..

—¿Sí?

—¿Te gustan los piercings?

—Mucho, ¿por qué?— afirmé sonriente.

—¿Te gustaría tener uno?— cuestionó.

Me interesó el tema, así que me acerqué nuevamente al sofá.

—¿Cómo?

—A ver, Jungkook, Jimin y yo nos pondremos piercings en el mismo lugar; conocemos a alguien que nos facilitará el trabajo, y no habrá que pagar nada.

Sonreí al imaginarlo.

—A tí te quedaría super bonito un piercing, ¿En dónde?

Se señaló la boca y asentí levemente.

—¿Quieres?

—¿Puede ser más de uno?— indagué curiosa.

Abrió sus ojos sorprendido y sonrió.

—Vale, por supuesto— afirmó— ¿dónde?

—Un aro en la nariz, y otro en la lengua.

Rió pensativo y asintió nuevamente.

—¿Qué causa risa?— pregunté portando una sonrisa pequeña.

—Te quedaría bien. Es lindo tener a una novia con piercings— opinó.

¿Qué dijiste?

—¿Somos novios, Kim?— cuestioné incrédula.

—Venga ya, te lo propuse y afirmaste— recordó.

—Y yo recuerdo haberte dicho que no quería secretos— me levanté dispuesta a buscar las cosas pero él me detuvo sosteniendo mi mano.

—Te lo contaré todo.

¿En serio? ¿Lo haría? ¿Se dejaría ayudar finalmente? ¿Por mí?

Regresé lentamente y por milésima vez volví a sentarme.

—¿En serio?

—Lo haré— aseguró.

Sonreí ampliamente ante su afirmación y lo abracé por impulso.

—Gracias por confiar en mí.

Él no respondió nada, debe ser algo difícil, pero no me rendiré, quiero ayudarlo.

—Ahora sí— me separé— novios— sonreí victoriosa y me dirigí hacia la habitación para buscar las cosas.

♥ 착한 마음씨 ♥

—¡Quédate quieto!— exclamé por milésima vez cuando se movió.

—Me duele el cuello— se quejó.

—Aguanta, ya casi termino.

Rodó los ojos y se mantuvo quieto.

—¿Desde cuándo sabes cortar cabello?

—Cállate, estás quedando bien.

Finalmente, acabé con el flequillo e indiqué que ya podía verse.

—Listo.

—¿Ya?— afirmé y se levantó dirigiéndose al espejo de su habitación.

Abrió sus ojos sorprendido al ver el cambio y una sonrisa pequeña apareció en su rostro. Me posicioné detrás de él, observándolo a través del cristal.

—Si no te gusta lo entenderé perfectamente.

Se giró quedando frente a mí y besó tiernamente mi frente.

—Me gusta mucho— afirmó.

Tomó mi mano y me posicionó delante de él, viéndonos ambos frente al espejo. Me abrazó por detrás y posó sus ojos en nosotros.

—¿No nos vemos bien juntos?

Lo pensé unos segundos y una sonrisa no pudo evitar salir.

—Sí.

Dirigió su mirada a mi cabello y sopló suavemente mi cabeza para molestarme.

—¿Y si te cortó el pelo a tí también?— propuso, obteniendo una mirada fulminante por mi parte— ¿Qué?

—Yo puedo hacerlo, tú me das miedo.

Liberó una risa nasal y caminó conmigo hasta llegar a su cama, donde hizo que me sentara en su regazo.

Y yo que no me negué.

—¿Cuándo iremos a por los piercings?— indagué curiosa.

—Llamaré a Jungkook, dame un segundo.

Sin moverse de lugar, tomó su celular y comenzó a marcarle a mi mejor amigo.

Hay algo que siempre he querido hacer, te pondré a prueba, Kim.

Levanté un poco mi cuerpo y volví a sentarme relajada, apreté mis labios intentando contener la risa al ver su reacción ante mi acción.

—Hola, Jungkook..—suspiró cuando repetí mi acción, sonreí maliciosamente— ..¿recuerdas nuestro trato?..¿cuán— tapó la bocina del celular y se acercó a mí para susurrarme— quédate quieta— retiró su dedo de la bocina y continuó hablando— ¿cuándo iremos?...¿mañana mismo?...vale...sí, tranquilo, estoy bien. Adiós— colgó la llamada y su mirada se tornó intensa sobre mí.

—¿Qué dijo?— cuestioné inocentemente, como si no hubiera pasado nada.

Alzó una ceja y sostuvo mi cintura para levantarme y cambiar de posición, quedando debajo de él.

—Traviesa— sonrió pícaramente.

—¿Princesa, dijiste?— fingí no haber escuchado.

—Traviesa— susurró sobre mis labios y capturó mi inferior de un mordisco que me hizo jadear— ¿te dolió?— indagó preocupado al escucharme.

—¿Dolerme? No— negué pícaramente.

—Dios, qué traviesa— dicho esto atacó mis labios de manera apasionada.

Este chico me trae verdaderamente loca.

Nota:
El cambio de Taehyung está en la foto multimedia :).