♥ Catorce ♥
La reunión no fue nada entretenida, todo lo contrario; más aburrido que la física.
Pero nada dura para siempre, así que afortunadamente concluyó temprano.
-¿Vamos?- indagó Jungkook apenas llegó a mi lado.
Asentí luego de guardar los auriculares y el celular en mi bolso, me levanté del asiento y alcé la mirada para verlo.
-Andando- indiqué señalando su suculenta motocicleta, así que comenzamos a caminar.
-¿Sabes? Algún día iré a buscarte sin la moto- informó.
-Si haces eso prepárate para no hablarme durante unos meses, Jeon- advertí fingiendo seriedad, con mi vista hacia el frente.
-Pequeña interesada- contraatacó, pero sin ser pesado.
-Esta pequeña es la que manda, así que respétame mocoso- recordé divertida, deteniéndome justo donde se encontraba el vehículo.
-Lo que digas, anciana- comentó aburrido- ponte el casco y sujétate bien.
-¿Sabes que te amo mucho?- expresé con una sonrisa burlona en mi rostro, pero él me observó de manera neutra.
-Yo también, y tú no tienes motocicleta- avisó ofendido, regresando su mirada al casco.
Me dió demanda ternura verlo así. Si se creía que lo nuestro era puro interés estaba muy equivocado; lo amo mucho, por ser él y sólo él.
-Kookie- lo llamé tiernamente y volvió a dirigir su vista hacia mí, sonreí para luego envolverlo entre mis brazos- te amo mucho. Nunca pienses que te quiero por interés- pedí- te recuerdo que cuando nuestra amistad comenzó no éramos nadie en la vida, aunque aún no lo somos- añadí burlonamente haciéndolo reír levemente- el punto es que eres el mejor amigo que se puede tener; no te abandonaría por nadie, Jeon.
Quedó callado, escuchando atentamente mis palabras. Al concluir nuestro abrazo de tornó más fuerte; no quería separarme de él.
-Te amo, princesa- murmuró cerca de mi oído, para luego dejar un pequeño beso en mi mejilla, el cual me hizo sonreír.
-Yo más, Jungkookie- recordé- eres mi niño inmaduro.
-Tú mi hermosa princesa infantil- contraatacó, proporcionándome una risita.
Lentamente deshicimos aquella muestra de afecto. Habíamos disfrutado cada segundo juntos, solíamos hacer estas cosas cuando nos extrañábamos y yo realmente lo extrañaba.
-Harmieh-ah- me llamó tiernamente, posteriormente hice un sonido interior dándole a entender que estaba escuchándolo- ehm..- habló tímido- nos vamos a ver a..- no concluyó- ya sabes..
-Ah. A Yechan, tú futura mujer- molesté divertida.
-No te burles, maldita- negó insultado- llevamos el mismo tiempo de no tener relaciones amorosas- recordó.
-Yo no quiero una relación amorosa, Jeon- negué.
-Pero yo sí- afirmó poniéndose el casco- así que vámonos, mejor amiga- ordenó.
• 착한 마음씨 •
-¿Pink Fantasy?- pregunté antes de entrar en la empresa.
-¿Nombres?- interrogó inexpresivo aquel hombre de gran altura, parado en el medio de la puerta.
-Kim Harmieh y Jeon Jungkook- informé mintiendo- soy la hermana de Kim Yechan y él es un amigo de nosotras.
Nos observó en detalles por unos segundos para luego asentir y dejarnos pasar.
La empresa era realmente grande, nunca había estado antes, por lo cual tenía otras expectativas del lugar.
-¿Dónde crees que estén?- inquirió Jungkook, sacándome de mis pensamientos.
-Deben estar en la sala de prácticas- deduje.
-Mira, por allá- señaló luego de haber leído el cartel que indicaba cada parte del lugar.
Comenzamos a caminar hasta sentir cómo retumbaba cada vez más fuerte el bajo, indicando que nos encontrábamos cerca de una sala con música.
La puerta estaba semiabierta, pero optamos por no entrar todavía. Observamos desde fuera la buena coordinación de las chicas al bailar, y de paso lo buena que se escuchaba la canción.
El desenlace de la coreografía llegó y la música cesó. Un silencio se instaló en el lugar hasta que sintieron unos aplausos de mi parte, haciéndolas sobresaltar a todas.
-Increíble- opiné adentrándome en la sala; Jungkook quedó afuera escuchando.
-¡Princesa!- exclamaron mis tres alocadas amigas y se acercaron rápidamente para posteriormente dejarme en el suelo luego de regalarme ese abrazo afectuoso con tanta euforia y alegría.
-¿Harmieh, estás bien?- se acercó preocupada Heesun al ver cómo me habían derribado- tengan cuidado, niñas intensas- regañó.
-Tranquila Sunnie- expresé suavemente- estoy bien, feliz de verlas.
-Nosotras más, cosita hermosa- informó Harin y pellizcó mi mejilla cariñosamente.
-¿Y eso que viniste, princesa?- cuestionó Yechan ayudándome a levantarme del suelo.
-Vine a verlas, así que es una visita corta- expliqué.
-Bueno, entonces te presentaremos a las demás presentes- avisó SeeA acercándome a las otras chicas que descansaban en el suelo. Cerca de ellas, les dediqué una sonrisa agradable y una reverencia- chicas, ella es Harmieh, nuestra pequeña princesa- me presentó la rubia.
-¡Hola!- saludaron animadamente.
-Ella es Momoka- señaló a una chica muy mona y pequeña de estatura, la cual hizo el símbolo de paz al verme- esta Miku- señaló a otra de ellas, la cual noté un poco más seria, pero sin dejar de ser agradable a primera impresión- esta Arang- presentó esta vez a otra que me llamó mucho la atención su cabello; era mitad rubio, mitad negro. Era además una chica muy sonriente y alta de estatura- y la última, pero no menos importante, nuestro pequeño conejito Daewang- no pude ver el rostro de la última integrante, pues estaba cubierto por una máscara de conejo que cubría todo menos su boca, pero tenía pequeños agujeros dejándome ver sus ojos.
-Es un placer- expresé agradablemente y volteé mi vista hacia Yechan- Yechannie.
-¿Qué ocurre, pequeña?- cuestionó.
-Acompáñame un segundo- pedí tomando su brazo y apartándola- se las devuelvo enseguida- informé antes de sacarla de la sala.
-¿Qué ocurre?- indagó confundida, pero guardó silencio al ver a Jungkook fuera de la sala de prácticas, pude notar además cómo tragó en seco poniéndose nerviosa al verlo.
Él comenzó a acercarse a ella, mientras quedó paralizada, asimilando su presencia.
-Hola- saludó con un tono cálido.
-Hola, Jungkook- respondió con un poco de dificultad al hablar, admito que me dió risa.
-Bailaste increíble- halagó tiernamente, e inmediatamente la chica se sonrojó.
-Gracias- agradeció tímidamente.
-Bueno, bueno- intervine un segundo- los dejo solos para que hablen- avisé.
-No, Harmieh- negó nerviosamente mi amiga, haciéndose ver tierna.
-Por favor. Ustedes se quieren desde que se conocieron, así que relájense y aprovechen el poco tiempo que tienen para decirse lo que quieren y hacer lo que tengan en mente- aconsejé- estaré en la sala con las demás- informé y señalé a Jungkook- y tú, mocoso, no demores mucho que tenemos cosas que hacer hoy- avisé amenazante.
-Tranquila, fiera. Dame un momento ¿sí?
-Concedido, Jeon Jungkook- afirmé y le guiñé un ojo pícaramente a Yechan para adentrarme nuevamente en la sala.
Espero que puedan ser felices juntos, y no en otra vida.
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