T/N gime mientras coge otra tetera para limpiarla. Ella y George han estado cumpliendo su detención en completo silencio durante veinte minutos y su cerebro se siente como si fuera a hacer papilla. "¿El castigo es siempre tan aburrido?", pregunta, sin esperar que George responda.

"No. Pero sobre todo porque normalmente estoy con Fred, no contigo", responde George con dulzura.

"Oh, cómo me hieres, George", responde ella, burlándose del tono que él había utilizado con ella el primer día de clase.

Trabajan juntos en silencio durante unos minutos antes de que George deje la tetera que había estado fregando y tire su trapo a un lado. "Así que le pregunté a Ginny", dice, volviéndose para mirar a T/N.

T/N le echa una mirada mientras se gira también para mirarle, desechando lo que había estado haciendo. "¿Pedirle a Ginny qué?"

George pone los ojos en blanco, claramente molesto porque T/N había olvidado la conversación que tuvieron en el pasillo la noche anterior. "Por qué te contó lo de la reunión en el Hogshead, lo del Ejército de Dumbledore".

"Oh", responde ella en voz baja. Cuando se lo había dicho a George la noche anterior no esperaba que él le preguntara realmente, sólo intentaba que la dejara en paz. "¿Y qué dijo?" George la mira, haciendo que T/N ponga los ojos en blanco. "Bien, no me lo digas. Tú eres el que sacó el tema".

George se ríe de su frustración. "Oh, vamos, sólo estoy bromeando". Hace una pausa. "Ella dijo que Astoria Greengrass habla mucho de ti, de que eres diferente a los demás Slytherins. Dijo algo sobre cómo te peleaste con tus amigos, y decidió que si hablaba contigo y eras lo suficientemente genial, te invitaría".

"Entonces, ¿tengo el sello de aprobación de Ginny Weasley? Me siento honrada", dice riendo, con la sorpresa evidente en su tono. "¿Eso me hace bien entonces? ¿Ya que soy diferente a los demás Slytherins? Sea lo que sea que eso signifique".

George se encoge de hombros. "Creo que sé lo que quiere decir". Cuando T/N le levanta una ceja continúa. "Vamos, no actúes como si no lo supieras. Eres simpático".

T/N se burla, empujando ligeramente su brazo. "Que los Slytherins sean malos es sólo un estereotipo, George. Un montón de gente de mi casa es agradable. Daphne es agradable, y también lo son Marcus y Adrian".

"Déjate de tonterías, T/N", reprende. "Daphne, Marcus y Adrian son amables contigo y con los demás miembros de tu casa porque todos tenéis eso en común. Pero tú eres amable con, bueno, la mayoría de la gente, sinceramente. Con todo el mundo, excepto quizá con Fred y conmigo. Pero nosotros tampoco somos amables contigo, así que lo entiendo".

T/N abre la boca para responder, pero George levanta la mano para detenerla. "Por ejemplo, ayer. Te vi, con Neville. La forma en que le hiciste sentir mejor por su fracaso, cómo le animaste y le ayudaste a mejorar. Daphne o Marcus o cualquier otro Slytherin no habrían hecho eso. Se habrían reído en su cara y lo sabes".

"Supongo que tienes razón", admite suavemente, con un ligero rubor en las mejillas por las amables palabras de George.

"¿Así que estás tan preocupada por tus NEWTs que estás dispuesta a pasar horas practicando un hechizo que dominabas en 2º curso? ¿Creía que eras la mejor de la clase?", se burla él.

T/N juega con sus dedos y se mueve en su asiento. Sabe que la pregunta es inocente, pero tiene la sensación de que George puede ver directamente en su alma. Es él quien mira todos sus peores miedos. "Lo estoy, sí. Necesito por lo menos un Excede las Expectativas en mi defensa contra las artes oscuras NEWT para ser un Sanador y ya he trabajado tan duro, no puedo arruinarlo ahora, no cuando estoy tan cerca".

George guarda silencio por un momento y se gira en su silla para estar completamente de cara a T/N. Cuando ella hace lo mismo él habla. "No sabía que querías ser sanador".

T/N pone los ojos en blanco, pero sonríe. "Hay muchas cosas que no sabes de mí, Weasley. ¿Qué es lo que has dicho? No soy amable contigo y tú no eres amable conmigo. Siempre ha sido así".

"Sí, supongo que sí", admite. "Nunca te imaginé como sanador, si te soy sincero. Pero creo que serás increíble en ello".

T/N se sonroja y baja la mirada. "Gracias, lo aprecio. Es todo lo que siempre he querido ser, desde que era una niña. Solía fingir que curaba a mis muñecas todo el tiempo. Mis padres incluso me regalaron una vez una bata de médico muggle por Navidad, la llevaba todos los días", recuerda con una carcajada.

George se ríe con ella. "Me temo que te he juzgado muy mal, T/N".

"¿Qué quieres decir?", pregunta ella, empujando ligeramente su hombro.

George se sonroja y a T/N le parece entrañable. "Me imaginé que tú y tu familia eran como las otras dinastías de sangre pura de Slytherin. Que os preocupabais por vuestras notas para haceros una novia más atractiva o algo así".

T/N asiente en señal de comprensión. "Sí, no te culpo por eso. Eso es lo que piensa la mayoría de la gente. Mis padres fueron criados así y lo odiaban. Todas las reglas estúpidas, la falta de libertad. Tuvieron suerte, fueron capaces de encontrar el amor genuino entre ellos. Y siguen tan enamorados que es bastante asqueroso", dice riendo. "Pero acordaron que cuando tuvieran hijos no los criarían así. Que les dejarían pensar por sí mismos, encontrar su propio camino en la vida. Ha sido muy duro no enviarle una lechuza a mi padre y contarle todo sobre el Ejército de Dumbledore".

"¿En serio? ¿Lo aprobaría?", pregunta él, sin poder evitar lo sorprendido que suena.

"Oh, sí", confirma ella con una carcajada.

"Estuvo muy enfadado todo el verano, con lo que dice el Diario el Profeta sobre Harry y Dumbledore. Incluso me sugirió no tan sutilmente que ampliara mis horizontes, que hiciera algunas amistades y conexiones con gente de otras casas. Creo que le entusiasmaría lo que está haciendo Harry".

"Eso es realmente genial. Creo que definitivamente te juzgué mal entonces".

Ambos vuelven al trabajo entonces, pero T/N ya no se siente tan incómoda. Nunca se ha molestado en tener una conversación real con ninguno de los dos gemelos Weasley, y está bastante sorprendida al descubrir que realmente lo disfrutó.

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Cuando T/N y George salen del aula de transfiguración unas horas más tarde, ella está agotada y agradece en silencio a Merlín que sea una bruja, porque limpiar a la manera muggle es espantoso. A pesar de lo tarde que es, T/N se sorprende al ver que el pasillo no está vacío. Adrian y Fred están apoyados en la pared frente al aula de transfiguración, a unos metros de distancia, mirándose el uno al otro.

"¿Qué estáis haciendo aquí?" T/N pregunta con una risa suave, alterando a ambos chicos de su llegada.

"Quería asegurarme de que George estaba bien. Lleva toda la semana soltando su gran plan de venganza, quería asegurarme de que no intentaba hacer nada mientras estabais solos", responde Fred, apartando finalmente la mirada de Adrian para poder mirar a T/N.

T/N pone los ojos en blanco. "No estaba hablando contigo, Weasley. No me importa por qué estás aquí". Cuando Fred la fulmina, ella le devuelve el gesto.

"Para responder a tu pregunta", comienza Adrian mientras se acerca a ella. "He venido a acompañarte de vuelta a la sala común. Un caballero nunca deja que una dama camine sola por la noche".

"Pues entonces, ¿dónde está ese caballero?", se burla ella, mirando por el pasillo.

Antes de que Adrian pueda responder, Fred se ríe. "Sí, yo tampoco veo a una dama". La risa de George se une a la de sus hermanos y T/N vuelve a despreciarlos.

Cuando Adrian empieza a acercarse a Fred, T/N le agarra del brazo y lo atrae hacia su pecho. "Aquí no, Adrian", susurra. "McGonagall está ahí dentro", le recuerda, señalando con la cabeza la puerta abierta del aula.

"Tienes mucha suerte, comadreja", prácticamente le gruñe Adrian. T/N rodea la cintura de Adrian con sus brazos y empieza a tirar de él por el pasillo, lejos de Fred y George. Adrian los mira por última vez antes de volverse hacia delante y rodear su hombro con el brazo. "Deberías haberme dejado pegarle. Un buen golpe habría valido un mes de castigo".

"No, a estas alturas de la temporada de quidditch no lo es. En lugar de eso, dale un par de buenas bludgers", T/N hace una pausa y mira a Adrian con sus mejores ojos de cachorro. "¿Un paseo a cuestas? ¿Por favor?"

Adrián suspira fuertemente, pero se agacha frente a T/N, no obstante. Ella chilla encantada y se sube a la espalda de su amigo. Adrián le agarra los muslos con fuerza mientras se levanta. "¿Listo?" Una vez que siente que T/N asiente, se pone en marcha hacia la sala común. "Tienes suerte de que te quiera, mocosa".

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