parte uno: sentir un poco más
Está historia NO es de mi autoría. Créditos correspondientes a samolovere.
A Jennie le gusta que su novia la trate con delicadeza, a Jennie le gusta recibir flores sin ser una fecha especial. A Jennie le encantan los besos dulces por la mañana en el desayuno y los besos entre películas románticas por las tardes.
A Rosé le gusta tratar a su novia con delicadeza, a Rosé le gusta darle flores a Jennie sin ser una fecha especial. A Rosé le encanta regalarle besos dulces por la mañana a Jennie y besos entre películas por las tardes.
Rosé y Jennie siempre han sido Rosé y Jennie, desde que fueron mejores amigas en la escuela secundaria y hasta el día de hoy siendo una pareja que comparte un pequeño pero acogedor departamento y crían a dos perros.
Rosé y Jennie son la una para la otra, ellas están seguras de eso, desde que tuvieron ese viaje a Hawai y compartieron su primer beso en la vida así como caricias inocentes para dos jóvenes de dieciocho años en ese entonces.
Ninguna de las dos había tenido una relación antes, juntas tomaron experiencia y gracias a su amistad la comunicación nunca fue un problema, hasta ahora. Jennie quería algo más de Rosé, algo que descubrió hace poco viendo una película sobre un tema en específico. Jennie no quería tener una conversación de ese estilo con su novia.
Si bien, Rosé siempre la ha escuchado y comprendido, tiene miedo de que esta vez las cosas no salgan como ella espera, pues el tema del sexo aún es un tabú para ambas. Jennie suele tomar las riendas en la cama cuando su rubia le da besos en el cuello, pero Jennie quiere experimentar. Ella quiere sentir un poco más.
En este momento, Jennie no puede dejar de pensar en lo que investigo sobre en BDSM esa misma tarde esperando a que Rosé llegará de su trabajo. Ambas mujeres están compartiendo la comida que Rosé trajo de paso a casa. La rubia observa detenidamente a su novia; su cabello despeinado y con la mirada perdida mientras sostiene una pieza de pollo frito. La salsa bbq está chorreando entre sus dedos y Rosé comienza a preocuparse por la actitud de su novia, algo la está molestando y Rosé quiere saber qué es.
—¿Qué pasa, Jennie? —Rosé rompe el silencio que inunda la sala de estar, Hank y Kuma ya están dormidos en alguna parte del departamento, así que el ruido se había ido hace ya unos minutos. Jennie parece salir de su trance y mira a Rosé, quien espera una respuesta viéndola fijamente, Rosé conoce muy bien a Jennie.
—¿Cómo que "qué pasa"? —Jennie le responde con una pregunta y ahí es en donde Rosé sabe que Jennie le está ocultando algo, usualmente Jennie le diría lo que hizo en el día y como Hank la saca de quicio cuando no está la rubia. Curiosamente, solo Rosé tiene control sobre Hank.
—Algo tienes, Jennie. Habla conmigo —Jennie por fin le dirige la mirada y se siente atravesada por su mirada, Jennie quisiera que algo más de Rosé la atravesara en este momento, ante el sucio pensamiento Jennie pasa saliva y Rosé nota dicha acción.— ¿He hecho algo malo? ¿estás enojada conmigo?
Por un momento, Jennie se siente terriblemente mal por hacerle creer a su novia que ha hecho algo malo, cuando es Jennie quien se rehúsa a hablar de eso. Jennie por fin muerde su trozo de pollo y se mancha los labios de salsa bbq. Rosé sin hablar otra vez se acerca a ella para limpiarle los labios, ella pudo haber utilizado una servilleta que estaba sobre la mesita, pero no, ella decidió usar sus dedos. Lentamente y bajo la antena mirada de Jennie, Rosé utilizó su pulgar para limpiar el labio inferior de su novia, Jennie cierra los ojos ante el contacto y todo pasa tan rápido que no sabe en qué momento ha abierto la boca y ha succionado poco a poco el pulgar de Rosé, vuelve a la realidad cuando un gemido vergonzoso sale de la boca de Rosé y por fin abre los ojos, sin soltar su pulgar.
Mientras tanto Rosé se encuentra inquieta, inquieta y mojada. La sensación de la lengua de Jennie debajo de la parte interna de su pulgar le envía descargas eléctricas a su clítoris, haciéndolo palpitar dolorosamente, y la mirada de Jennie no la ayuda, pues la ve a los ojos con los propios tan brillosos como anhelando que Rosé introduzca más su pulgar en la boca de Jennie. Rosé lo hace y poco a poco su pulgar llega más profundo en la garganta de Jennie a quien le brillan más los ojos por las lágrimas que se forman debido a la incomodidad del pulgar tan profundo en su boca, pero parece no importarle pues preciosa sus mejillas y lame el dedo con fervor.
Mientras Rosé se encarga de follar la boca de Jennie se acomoda en las piernas de Jennie y cruzando las suyas por detrás de la espalda de Jennie, olvidando su cena. Nunca habían hecho algo como eso, el sexo era tranquilo y límitado en la comodidad de su habitación, pero ninguna parecía incomoda con la situcaión.
Jennie lentamente deslizó el pulgar fuera de su boca haciendo un pop al soltarlo y tomó la cintura de Rosé, quien la veía fijamente esperando una respuesta de su comportamiento. Rosé ahora no sabía donde poner su dedo empapado de la baba de Jennie, así que decide cerrar su mano sintiendo ahora su palma con rastros de saliva.
—Yo quiero intentar algo contigo —Rosé espera a que Jennie siga, por la manera que la pelinegra baja la mirada Rosé sabe que no está siendo fácil para ella expresarse. —Me gustaría que tu tomaras las riendas en la cama, solo algunas veces si tu no quieres hacerlo. Vi una película e investigue sobre lo que es BDSM —la rubia cierra los ojos al escuchar la última parte, su novia quería que la dominara y al imaginarse a su novia atada a la cabecera de su cama Rosé sintió una punzada directo en su entrepierna y le agradó la idea.
—No me gustarían cosas demasiado violentas y crueles, pero tal vez uses un poco de fuerza y algunas otras cosas que sean placenteras para ambas.
Rosé lo medita por un momento, todos los riesgos que podría traer comenzar algo así, pero también medita que últimamente sus relaciones sexuales se han tornado aburridas y monotonas. Algo surge dentro de Rosé cuando Jennie aprieta las manos alrededor de su cintura esperando por una respuesta.
—Hagámoslo, la palabra de seguridad será aguacate —Jennie soltó una pequeña risa que inmediatamente ahogó al ver la cara de seriedad de Rosé, aparentemente su novia entró en el papel demasiado rápido.
—Está bien —Jennie dice y Rosé toma su barbilla apretando un poco demasiado fuerte.
—¿Te permití hablar? No quiero que me hagas enfadar o tendré que ponerme dura.
Jennie sintió la húmedad aumentando en su entrepierna, el agarre de Rosé y las palabras de esta hicieron que sintiera mariposas en el estómago.
—Ve a la habitación, te quiero desvestida. No olvides lavarte las manos, te apestan a salsa bbq. —Jennie frunce el ceño, Rosé nunca le hablaba así, era diferente pero le gustaba. Jennie se fue a la habitación e hizo lo que su novia le había dicho. Se sentó en la orilla de la cama, completamente desnuda esperando por su novia.
Cuando la puerta de la habitación se abrió, pudo ver a su novia completamente vestida. La boca se le secó y traga saliva al sentirse expuesta.
—¿Serás una buena chica para mí, Jennie? —Rosé pregunta cuando se acerca a Jennie y le abre las piernas para posicionarse entre ellas de manera que Rosé es superior a Jennie en todo sentido, viéndola como si fuera inferior y a Jennie se le inflo el pecho de anticipación.
Jennie asiente, pues aún no se le permite hablar y Rosé la recompensa con un beso que es el inicio de la noche.
voteeeen.
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