Cuando alguien está débil va a continuar estando débil hasta que aprenda a sobreponerse a su debilidad. Es un hecho. También que cuando se encuentra así es más propenso a cometer los mismos errores anteriores de su vida. Esto se debe a que donde fuiste feliz siempre regresarás porque es sencillo confundir dolor con la felicidad.

El ser humano es muy débil y su confianza se rompe más fácil aún. Tan solo es necesario inducir un poco de dolor en lo que más quiere para hacerlo buscar otro lugar donde fue feliz, vuelvo a repetir, aunque confunda ese lugar de dolor con el que fue felicidad alguna vez.

Leer a las personas es una de las cosas que se me dan perfectamente. Manipularlas tampoco es un problema. En fin, tratar con una destruida Malía no se me complica para nada. Además que ya había tratado con ella lo suficiente para reconocer los patrones de su personalidad. Sin embargo, no sé si lo nuestro me hace bien o mal. Es extraño lo que empieza despertar en mí esa chica.

Primeramente, si no lo han notado ya y son muy primerizos en el tema, yo, Choi Yeonjun, aclaro que soy un psicópata. Y no, no todos los psicópatas están entre rejas ni forman parte de un peligro a la sociedad. Los que nos lleva a esa condición no son la sangre ni los deseos obsesivos de matar. No todos vamos a cortarlos en pedacitos como en esas pelis de terror donde alimentan ese tabú. Los rasgos característicos en nosotros son la manipulación, la falta de remordimientos y la incapacidad por sentir emociones significativas saludables como el amor. Es muy raro ver a un psicópata enamorarse o sentir algo por alguien más.

Somos malditamente inteligentes y muy meticulosos en cada uno de nuestros actos, esa es la razón de la facilidad con que alcance mi notorio puesto de psiquiatra a tan temprana edad.  A diferencia de los sociópatas quienes son impulsivos e están en lugares de mala vibra, nosotros somos muy comunes en los altos rangos de la economía. Un dato curioso es que uno de cada vente CEOS es un psicópata.

La forma en que canalizamos nuestros sentimientos es sencilla para nosotros. Sabemos perfectamente lo que sentimos y como varían. Somos incapaces de sentir amor pero no inmunes a lo que nos llega a causar una persona especifica.

Bueno, he aquí el punto final, lo que siento por Malía. Es todo lo contario al amor. Es un vínculo simbiótico absorbente, posesivo y aniquilador para ella. La necesito para mí porque ya me imprimí en ella. Desarrollé la necesidad de tenerla como mi objeto favorito e vivir persiguiéndola cual cuervo a una brillante alma. Es mía, toda mía, no permitiré a nadie más que no sea yo poseerla.
Y esto mis señores, es lo más cercano a enamorarse que puede sentir un psicópata.

Veo a Malía removerse a mi lado. Una sonrisa surca mis labios por lo tierna e pura que se ve con los ojitos cerrados. Utilizo mi mano para quitar un mechón negro de su rostro sereno, ganándome un gruñido de su parte.

– Yeonjun – Suelta con voz adormilada mientras talla sus ojos.

– Buenas noches, pequeña – Sonreí aún más al ver sus ojos abiertos – Por cierto, feliz cumpleaños. Mejor tarde que nunca, eh.

Frunce su ceño profundizando una mirada analizadora a mi persona antes de dar un brinquito en su lugar, abrir los ojos como platos y comenzar a ver todo su alrededor con miedo.

Nos encontramos sobre una cama en uno de los cuartos que pertenecen a una de mis casas bajo una identidad falsa, no soy anormal, no la llevaré a mi casa. Mi casa será el primer lugar que la policía revisará desde que Malía sea dada por desaparecida.

– ¿Dón-dónde estoy? ¡¿Qué más hecho?!

– Nada, aunque ganas no me han faltan – Contesté con burla, corriendo la distancia que había entre ambos en la cama para pegarla a mí. Una escurridiza mano se deslizó bajo la tela de la camiseta que traía puesta de las mías, jugando entre mis dedos con el elástico de sus bragas entre mis dedos – Me he aguantado porque es más delicioso escucharte pedirlo.

– Yeon-Yeonjun lo siento… yo no debería ni estar aquí.

– Deja el orgullo, pequeña. Si alguien no debería estar aquí soy yo ¿Sabes lo delictivo que suena follarte a tu paciente o a una menor? Podría ir preso pero acá me tienes, atrayéndote a mi lado de donde nunca debiste salir.

– Esto es mal. Deberíamos estar lejos el uno del otro.

– ¿Intentas convencerte? Porque si lo pretendes hacerlo conmigo quizás te hiciera más caso sin ropa, bueno, no el tipo de atención que pides ahora pero si tendrías tanta atención como antes cuando te quite aquella ropa mojada para vestirte.

Como si un terremoto moviera su faz cambio la mirada a una tímida. Se miró a sí misma, chilló despavorida y para terminar su acto reflejo se movió tan abruptamente para separarse de mí que cayó al suelo sentada mientras cubría sus pechos por encima de la ropa.

– ¡¿Me viste desnuda?!

– Por Dios, ni que fuera la primera vez. Ni la última, claro está. Pero si te molesta puedo desnudarme así volveríamos a estar a mano, ¿te gusta la idea? – Insinué bailando mis cejas de arriba abajo.

– No.

Fue su respuesta bajando la mirada al suelo, señal de que tampoco le desagrado mucho la idea. Eso fue como una señal para continuar con mi plan.
Irguiéndome frente suyo empecé a desabrocharme el cinturón, una acción que la hizo tartamudear y retroceder tanto hasta pegar su espalda a la pared. Soltando una risilla nasal volví a encorvarme a su altura, esta vez para atar sus manos ante una mirada inquieta suya.

– Yeonjun no, no, por favor.

Ignorando su petición me coloqué entre sus piernas, poniéndome duro al instante porque esa mirada de corderito herido solamente consigue aumentar mis deseos.

–  Shhh. Es el momento de mostrarte para qué te traje aquí, pequeña – Siseé escabulléndome por su cuello, besando la piel, robándole un jadeo cuando mis dientes dejaron una marca – ¿Te diste cuenta? Tú me deseas también pequeña.

–  Yeonjun para – Susurró removiéndose, dejando claro que su cuerpo no piensa lo mismo que su boca – Esto se puede considerar como abuso.

– ¿Abuso? Puedes llamar abuso a esto – Besé su mandíbula, haciendo todo un camino de besos hasta su boca, deteniéndome en esta sin besarla, sin embargo, ella cerró los ojos, deseosa, aumentando sus nervios al verse a sí misma de esa forma – ¿Ves, pequeñita?

La hice rodear mis caderas para cargarla y conducirla a la cama. Allí la comencé a desudar sin tener ninguna objeción de su parte, lo que me hizo sonreírle torcidamente, no obstante, todavía recordaba el plan.

– Pues como te iba diciendo, Malía, emh, te traje aquí conmigo para-

– ¿Secuestrarme porque estás obsesionado conmigo? – Inquirió atemorizada.

– No, ni tampoco para que seas mi esclava sexual como debes estar creyendo – Mofo junto a una pequeña risa que la hace desviar la mirada con vergüenza – Estas aquí porque quería matarte para obtener venganza por lo que tu padre le hizo al mío. Ya no. No te alarmes ni me abras tanto los ojos, mi amor.

– Entonces, ¿qué es lo que quieres?

– ¿Ahora? Pues aún la idea es la misma, claro que sin matarte, eres mía. No voy a permitir que coexistieras con el diablo, capaz quiera tomarte para él.

– Yeonjun esto no es un juego. Aún te tengo miedo.

– Y deberá ser así para siempre. No confíes en mí de nuevo, soy mala gente.

– ¿Cómo puedes decir eso y esperar qué crea tu historia?

– Porque no tienes más opciones, pequeña, puedes incluso despreciarme toda tu vida pero será a mí a quien tendrás toda tu vida junto a ti.

– Ya entiendo – Habla mientras se recompone alejándose de mí a una distancia prudente – Pretendes tenerme aquí encerrada toda una vida.

– Es la manera más fácil de hacerle creer a tu padre que estas muerta.

– Basta, déjalo, mi padre no mató al tuyo Yeonjun – Afirmó sin titubear.

– Ya veo que mi hermano Soobin se fue de la lengua, aunque no me preocupa. Tú misma viste la real cara de toda tu familia, ¿aún crees que son tan inocentes como hacen pretender?

– Sé que mi padre no es un asesino.

– Claro, lo dice la hija favorita de su mujer favorita – Sonrió irónicamente – ¿Por qué crees que te escogí a ti antes que a Lizzy? Lizzy era mi amiga, tiene mi misma edad y me entendía mejor que nadie.

– Quizás porque aún respetas a mi hermana por todo lo que hizo por ti para ayudarte.

– En parte sí, pero no es esa la respuesta. Te escogí a ti porque eres la hija de Sarah, su esposa favorita, convirtiéndote en la hija favorita de Chris. Luego fui a tu casa para despedirme de Lizzy, obviamente era una excusa para verte ¿Y sabes qué? Cumpliste todas mis expectativas.

– Estás loco, Yeonjun.

– Pero te gusta mi nivel de locura…. – Enfoqué al instante – Por eso tu cuerpo se excita conmigo, tu boca me desea y tú no te esfuerzas muchos en alejarme. De hecho, te conozco tanto que sé que lo vas a cumplir hasta lo que te voy a proponer para terminar de ser completamente mía.

– ¿Y eso es?

– Casarte Malía. Vengo a proponerte matrimonio.

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Ustedes: No, ya, se tufo. Manden a esta loca de escritora para el manicomio por amor de Dios. Peligra nuestra estabilidad mental por su culpa.

🤣🤣🤣🤣

Bueno, pero bueno, cómo es posible este suceso, ¿qué creén que de Malía? Quedó certificada su estado de locura como la del Yeonjun. Voy a explicar porque Malía está actuando así en la próxima actualización. Sí, tiene un porque y no es solo porque está enamorada de él.
Ya pueden matarme antes de que yo sea la que acabé con ustedes.

YA NADIE SE ESPERA LO QUE VIENE.
Wajajajajaja *Risa de bruja malvada*