Es cierto eso que dicen del tiempo. Él no cambia a las personas, te muestra como son en verdad. Pero hay veces que ni escuchando la verdad deja parecerse a otra nueva realidad.  Nos aferramos a lo que creemos porque a veces esa creencia es lo que nos queda, lo mismo para bien o para mal.
Sin embargo, cuando todo lo que creías de una persona que realmente amas deja de ser así, y la conclusión es una tú decepcionada, arrancarse el corazón del pecho resultaría mucho menos doloroso.

Soobin le pidió privacidad a su acompañante. Beom con una queja se marchó al coche que les pertenecía para esperar a que Soo volviera con él, claramente que luego de terminar de contarme eso de Yeonjun que no sabía. Quizás yo sabía muy bien en el fondo que este momento iba a llegar. No conocía a Yeonjun, pero le había entregado mi todo sin pedir nada a cambio.

– ¿Es mala persona, verdad? – Le pregunté nomás estar a solas con él.

Soobin me miró más no dijo ni que esta boca es mía. Su rostro era como un libro abierto. Aún no estaba seguro de esto. No obstante, ya había instalado la duda en mí. No me detendría hasta sacarle todo la verdad.

– Por eso reaccionaste de esa forma cuando se nos acercó en la exposición de arte, ¿verdad? Te marchaste al instante en que Yeonjun apareció.

– Malía… - Liberó un suspiro abrumado, despeinando su cabello en el proceso con una de sus manos libres – Todo esto es más complicado de lo que parece.

– No me importa. Ya no quiero que me cuentes, lo necesito.

Una parte de mi cabeza lo sabía. Siempre supo lo tan peligroso que podía ser Yeonjun, y aun así, desee pasar todo lo que hemos pasado e posiblemente, llegar a un día como hoy. Este día donde la realidad me dará una galleta sin manos. El “hoy” me demostrará cuan estúpida puedo llegar a ser, y por supuesto, en todo lo que estoy metida desde el momento cero que consentí todo prediciendo las consecuencias que alcanzaría atraer para mí.

– Si vamos a empezar desde el inicio, tal vez lo adecuado sea contarte que Yeonjun es… - Hizo una pausa mirándome todavía con afabilidad y comprensión – Mi hermano mayor.

– ¡¿Qué?! – Pegué el grito en el cielo.

Definitivamente de todo lo que esperé escuchar eso no se encontraba en la lista.

– Sí, y esta casa era en la cual vivíamos antes de que pasara el accidente que nos arrebató a papá y dio un giro a todos.

Inevitablemente tuve que voltear y mirar el retrato mullido por las llamas: la pareja con los tres hijos. Ahora puedo ver el parecido. Soobin se veía como el hijo menor, Yeonjun como el del medio y la señora Choi que recién conocí, como esa mujer con radiante sonrisa que enganchaba su brazo con el de un señor quien probablemente sea su padre.

– Os veías muy feliz… - No tengo que terminar la oración para cuando el más alto voltea a la dirección de mi cabeza y asiente con una sonrisa dolorosa - ¿Qué les pasó?

– Un incendio premeditado, los policías especularon que la muerte de mi padre fue un asesinato pero nunca dieron con el homicida. Todo fue muy rápido, ninguno de nosotros lo esperábamos ni las consecuencias que traería. Soy el único que ha logrado supéralo, ¿sabes?

– Entonces Yeonjun-

– Mi hermano vio a su padre caer hasta su habitación prendido en llamas. No lo defenderé, pero créeme, cualquier persona se podría traumatizar, imagínate un infante.

Me caí de hombros, cohibida por lo que pudiera haber sufrido el hombre que amo. Igualmente no quise preguntar más sobre él. Sentía que podría ponerlo de victima cuando esto no se trataba de “acusado y acusador” si no de que iba todo esto. Y por supuesto, por qué diablos me encuentro metida en semejante caos sin siquiera entender una mierda de todo.

– Vale, ¿y qué tengo que ver con todo esto? ¿Por qué me cuentas esto? ¿Tiene algo que ver con quien intentó degollarme? ¿Fueron algunos de ustedes?

– Una cosa a la vez, Malía. Esto es difícil para mí – Tomó una bocaza de aire aparentemente abrumadora – Luego de lo que nos ocurrió nos mudamos a otro lugar. Aparte de perder a papá también perdimos todo lo demás, además de lo rota que se encontraba mi familia que no permitió que pudiéramos sobrevivir. Mamá enfermó muy fuertemente psicológica mientras trataba de recordar lo que había pasado aquella noche para delatar al asesino, comenzó a tener otras lagunas mentales cada vez más frecuentes que hasta olvidó dónde vivíamos ahora. Mi hermano mayor le llegó el servicio militar donde tuvo que marcharse, y más tarde, por cuestión de política lo mandaron a una guerra en donde por su participación nos darían a nosotros una suma lo suficiente alta para sobrevivir hasta que las cosas mejorarán. Pero no mejoraron. Mi hermano mayor cayó en combate, otra despedida quizás más dolorosa que la anterior. Sin la fuente de ingresos para la supervivencia y a mamá culpándose por lo que pasó, Yeonjun tuvo que crecer y hacerse cargo de mí e mamá como un hombre. Hoy en día no puedo estar más agradecido con él. Estamos aquí gracias a él. Yeonjun dio la cara por nosotros, pero todavía no fue suficiente. La solución fue que mis tíos y los padres de Beom me adoptaran. Y mientras yo seguí siendo cuidado como un niño, Yeonjun siguió batallando, trabajó y cuidó a mamá. Mi madre nunca mejoró e Yeonjun tuvo que desde muy temprana edad cuidar sus traumas juntos a los suyos.

No quiero sonar fría ni apática pero, ¿dónde está mi lugar ahí? Solo he escuchado más razones para querer a Yeonjun. Y no creo que sea el punto de este dialogo.

– Soobin aun no entiendo-

– Mi hermano cree que fue tu padre…

– ¿Mi padre qué?

–…Quien mató al nuestro.

– ¡Eso es ridículo! – Me enervé al instante.

Chris podría ser muchas cosas pero un pirómano no está en la lista. Mi padre es una de las mejores personas que conozco, Jin heredó eso. Jamás podría hacer algo así a nadie. Y cuando digo “jamás” es jamás de los jamases.

– Lo sé Malía. Por eso estoy aquí de tu lado.

– ¿Qué le hace creer eso?

– No tengo idea, pero Yeonjun no va a por Chris. Mi hermano va a-

– Por mí…

Terminé por él. Sentí un nudo en la garganta, mis ojos picar, mi corazón destruirse cual vasija de cristal embistiendo al suelo y unas ganas de golpearme a mí misma inmensas.

¿Cómo logré caer tan bajo?

¿Cómo fui tan estúpida?

¿Cómo pude llegar a esto?

¿Cómo siquiera pude enamorarme de alguien así?

No era más que una niña ilusa que fue usada como muchas más. La misma insegura, inexperta e insegura que no había transmuto para bien.

Un trapo sucio. Así me sentí y me lo merecía ¿No querías ser envenenada por Yeonjun, estúpida yo? Pues ahí tienes las consecuencias de todo. Te lo mereces, sabes que sí.

¡Coño es cierto que uno no puede controlar a quien deja entrar a su corazón pero yo si pude hacerlo con Yeonjun! Sin embargo, fui tan estúpida que lo dejé hacerme lo que le diera la reverenda gana. Corazón roto y odio a mí misma, ni compadecerme de mí podía.

Con el tiempo todo se descubre, las razones más ciertas, las mentiras más ocultas y las personas más falsas.

Todos sabemos que necesitamos estar con una buena persona para ayudarnos a arreglarnos. Pero, ¿qué pasaría si se escogiera mal? Aquí tiene la respuesta…
Yo, y como estoy segura que nadie quiere seguir mis sosos caminos, es mejor que no se dejen llevar por palabras bonitas. Muchos tienen azúcar en la boca y veneno en el corazón. No permitan que vuestros impulsos ni caprichos sean quien los domine. Porque no hay cosa que más sabor amargo les deje en la boca que es saber como tenían la razón pero se dejaron llevar por la marea como un camarón dormido y se los llevó la corriente.

Salir llorando a su casa, aunque sea lo que hice y lo único que podía hacer, no sirve de nada si desde un principio todo se pudo evitar.

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Buenos días, madrugadas o noche. Aquí el próximo capítulo. Espero que les guste. Y por cierto, ¿qué tal con toda esa información? No está todo, lo sé, pero es solo para preparar lo que se viene😏