Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝚇𝚅𝙸𝙸𝙸↬ιnυѕυaleѕ ιnтencιoneѕ









Uno no sabe cuánto extraña a una persona hasta que quieres contarle las buenas noticias y recuerdas que ya no está ahí.

Recuerdo esa frase pero no en dónde. Pero no podía tener más razón...

Desde que nací mi hermana y yo hemos sido inseparables. Siempre juntas. Como uña y mugre. Y tenerla tan alejada fue un martirio. Todo nos lo contábamos, todo lo compartíamos, para todo juntas, todo lo apoyabamos, el todo del la otra, todo, todo, todo, tooodo. {Todo para una y una para todas} como el emblema de los mosqueteros.

Ahora que está junto a mí una ola de despreocupación y armonía había en mi interior. Ya el asunto del acosador o del desconocido del móvil, desapareció de mi mente. Simplemente me encontraba a mis aires.

No habíamos parado de reír en la casa. El ambiente de hoy era alegría, sonrisas y mucho amor. Mi familia y yo estábamos gozando de felicidad por tener a ese par de miembros tan importantes junto a nosotros. Las anécdotas de los chicos respecto a los Ángeles e sus vivencias eran el tema principal en aquella mesa familiar.

– Es bueno ver que te encuentras bien. Nos habías preocupado tanto que adelantamos nuestra llegada a Seúl – Contó Kook dándome una mirada comprensiva en aquel grupo de personas tan queridas.

– Jungkook hasta lloró todo el camino – Comentó su pareja riendo levemente – Pero yendo al tema principal: ¿todo está bien, Malie?

No tuve la oportunidad de contestar, un enérgico Jin saltó súper emocionado al respecto de la pregunta.

– ¡Malie ha mejorado muchísimo desde que empezó a ir con su psiquiatra!

– ¿Yeonjun? – Discrepó mi hermana.

Joder ese hombre me sale hasta en la sopa.

– ¡Exactamente!

Lizzy me miró fijamente mientras yo me hundía muy disimuladamente en la silla. Por alguna razón me incomodé, la simple mención de su nombre creo corto circuito en mis neuronas. Valla, creo que hasta mis hormonas se alborotaron. Es increíble como Yeonjun concibe una revolución en pleno auge en mí hasta en su ausencia.

– Tiene razón. Ese chico la ha ayudado demasiado. Malía ha logrado dormir en paz – Siguió Sarah.

– Pues deberíamos invitarlo a cenar, ¿no creen? – Opinó la otra madre.

– Por mí está bien – Accedió el cabeza de la familia.

– Alto... – Lizzy detuvo toda la movilización con el rostro muy severo – No.

Unos minutos se crearon en absoluto silencio. Toda la familia miró a la hija mayor de los Agreste raramente por la manera tan rotunda y firme en que se negó. Jungkook estaba enalteciendo una ceja con actitud vacilante. Y yo, yo sentí la ansiedad procrear en mí, más por sospecha y desconfianza que cualquiera otra cosa.

No había olvidado que mi hermana conocía a Yeonjun y por una acción del chico a ella le caía mal. Una acción que debió ser demasiado negativa en algún sentido, mi hermana no estaría en resentida por cualquier cosa. Además, lo más raro sinceramente es que ella no me lo contara.

– ¿Por qué niegas la visita del psiquiatra de tu hermana, hija? – Inquirió Chris usando tono intrigante pero profundo.

– No... – Lizzy dejó la frase al aire, exhaló y frotó su sien – Él... olvídalo. Pueden invitarlo.

Por primera vez en todo el rato que llevamos aquí se formó un ambiente incómodo, lleno de miradas extrañadas y confusión. La necesidad de descubrir lo que había oculto lo compartimos en una mirada Jungkook y yo.

Sunoo cambió el tema a las galletas que aprendió a hornear. Todo volvió a ser ameno excepto por los tres más unidos, Lizzy, Kook y yo. Algo estaba muy claro... esta conversación no se quedaba aquí.

Subiendo a las habitaciones, Lizzy y Jungkook iban a la suya uno al lado de la otro, y justo cuando cerraban la puerta de la habitación, desvíe a la suya y me planté frente a la puerta. El pelinegro que era quién la cerraba, asintió comprendiendo mi presencia y me permitió entrar, colocando una mano en mi hombro para guiarme a sentar en la cama.

– Malie... – Soltó la pelinegra al verme.

Se acomodó frente a mí, mirándome detenidamente. Kook se acostó en la cama, reposando su cabeza en mi regazo para ver a su pareja. Al parecer no era la única deseosa de saber qué había sucedido.

– Unnie necesito saber – Son mis palabras.

– Lo sé. Tampoco tenía la intención de ocultarte nada. Yo nunca lo hago, no quiero que esta ocasión sea la primera.

– Algo me dice que me acomode y saque las palomitas, señoritas – Mofa el chico de la habitación.

Una pequeña risilla de cada una a tan mal chiste, logra mejorar la atmósfera. Tanto que para cuando nos damos cuenta ya estamos listos y cómodos como si lo que íbamos a hablar era del estado del tiempo.

– Yeonjun y yo nos conocimos desde muy pequeños, como tenemos la misma edad compartimos aula y además, también éramos vecinos. El tiempo nos hizo mejores amigos, Yeonjun era un chico increíble pero todo eso cambió... luego de la muerte de su padre.

Primero que nada acabo de descubrir la edad de Yeonjun, tiene veinticuatro años y con por consiguiente, me lleva ocho. Segundo, fue mi vecino y en algún momento el mejor amigo de Lizzy, llevándome a cierto punto que estoy segura que lo debí conocer. Y tercero, cambió luego de la muerte de su padre.

» Cuando digo que éramos los mejores, me refiero a que contábamos el uno con el otro para todo, pero él empezó a distanciarse tras lo que pasó a su padre. Esa situación duró unas semanas en las que por consideración le di espacio, luego dejó de hablarme y hasta me ignoraba. Sentía que por alguna razón me odiaba aunque por más que le di vuelta al asunto no encontré una razón. Nunca le hice nada excepto apoyarlo, darle mi amistad más sincera y una persona en quien confiar para ayudarlo a salir de esa funesta situación. Siempre lo consideré un chico grandioso, con buen corazón, una mente privilegiada y una de las mejores personas que existan ¡Hasta era tan ordenado como yo y meticuloso! ¡¿En dónde encuentras a un hombre que sea así hoy en día!?

– Fingiré que eso último no me ofendió tanto como lo hizo – Chasqueó su pareja con alias “desorden” su lengua.

– ¡No me interrumpas, Jungkook! – Riñó la que comparte mi sangre apuntándolo con su dedo acusador.

– Ay mi amorcito – Le besó la mejilla – No te enfades con este simple mortal que te ama con el amor más inmortal que pueda existir.

– ¡Yah! – Chilló ruborizada – Sabes que no me gusta tu papelito de Romeo enfrente de las personas.

– Claro, a ti te gusta más en el momento de–

– Y la acción que te dije, Malie, la que me hizo ponerle una cruz vino más tarde que temprano – Siguió ignorando a su pareja.

» Un día como si nada se presentó en mi casa por mi cumpleaños doce, o sea, un año después sin hablar, dijo que era para pedirme las disculpas por sus mala actitud y le invité a pasar a mi habitación para charlar más tranquilos. Cuando subíamos las escaleras nos encontrábamos contigo, tú venías corriendo para huir de papá que no paraba de hacerte cosquillas. Chocaste contra él e Yeonjun te cargó en sus brazos para evitar que tropezaras. Con dificultad e timidez te disculpaste, él no te respondió, sin embargo, te vio directamente a los ojos. Realmente no sé qué fue lo que encontró ahí, pero lo hiciste sonreír por primera vez desde lo que le pasó a su padre. Papá apareció agradeciéndole por la acción, Yeonjun dejó de sonreír y sin apartar la mirada de tus iris grises, murmuró un “de nada” y siguió contigo en bazos hasta mi habitación, dejándome hasta detrás.

Justo como pensaba, sí conocí a Yeonjun pero era muy chiquilla para acordarme. También deduzco que si él tenía ya doce años yo portaba unos cinco. La razón que sonriera por mí no la comprendo, pero si pasó un año entero sin sonreír por lo de su padre hasta conocerme tuvo que significar algo. Algo que yo misma debo preguntarle por mi cuenta.

» Se sentó en mi cama contigo arriba aún. Tú estabas algo tímida y sorprendida, era la primera vez que veías a un chico que no fuera uno de tus hermanos. Te preguntó directamente si Chris era tu padre y quién era tu madre, respondiste certeramente ambas cosas, entonces él empezó a hablar contigo sobre tus gustos, ignorando completamente mi presencia y la disculpa que nunca llegó. 

– No entiendo a lo que quieres llegar – Murmuré pensativa mientras me encogía de hombros – Quizás solo se encariñó conmigo. Muchas personas son así con los niños.

– Lo raro vino después, Malie. Ni yo intuí sus intenciones que no me daban buena espina.

» La cosa es que me pidió que saliera por agua para él. Al principio dude, no estaba muy segura de dejarte a solas con mi amigo actuando de esa manera. Si bien tal vez estaba sobrepensando una cosa sin sentido y realmente no tenía malas intenciones, mi mente seguía con el beneficio de la duda, finalmente salí dejándote a solas con él. Cuando volví seguía hablando contigo pero no como antes, tú llorabas abrazándolo y susurraste un “lo prometo”. Yeonjun te limpió las lágrimas y asintió sonriendo otra vez. Entré en el último momento luego de ver como te asentaba delicadamente en el suelo. Se despidieron ustedes, tú repitiendo que lo prometías y él sonriendo mientras agradecía.

No recordé absolutamente nada de eso. No tengo idea de qué demonios hablamos ni nada. Parecía algo muy importante, algo que olvidé y que a estas alturas jamás recordaré probablemente. Solo tenía pequeñísimos flashes de lo que contaba Lizzy, solo lo que ella me contaba como si mi mente me afirmara que sí aconteció.

» Te cuento que Yeonjun se despidió disculpándose conmigo pero con estas mismas palabras ese mismo día: Lo siento Lizzy, no ciento lo que hice sino lo que haré, tampoco me disculparé contigo cuando lo haga porque no sentiré remordimiento. Lo único que puede darte lo que queda del Yeonjun que conociste es esta disculpa por lo que este hará. Y si puedes detenerme, no lo intentes. No quiero incluirte en eso. Solo me queda decir, hasta pronto, my best friend».

– Llámame loca o insensata pero algo me dice que la razón por la que él te conociera ahora no es casualidad – Exhaló mirándome profundamente – Malía soy tu hermana, no me gustaría que nada te pasara. Ese día fui poseída por el miedo y mandé al olvido a Yeonjun. Ten mucho cuidado. No confíes mucho en él.

Esa noche tardé en dormir por pensar en toda la mueva información. No sabía qué pensar. Todo era tan raro como un perro verde. No obstante, de algo estoy muy segura...

Siempre he tenido conocimiento de que mi psiquiatra era un veneno y aún así decidí ser envenenada por él. Me gusta lo que tengamos sea lo que sea. Hasta he llegado a sentir sentimientos profundos por Yeonjun. Ya es muy tarde para deter esto. Eso me empezó a asustar. Únicamente espero que Lizzy este equivocada. No soy lo suficiente fuerte para afrontar que mi primer amor sea un fiasco.

Al próximo día cuando Jin me dejó frente a la puerta de mi psiquiatra, un SMS de Yeonjun interrumpió mis pensamientos mientras miraba pensativa la puerta principal sin saber si entrar o huir por mi vida.

Doctor Yeonjun:

Pequeña hoy te estaré esperando en mi cama para el próxima turno. Así que ya sabes dónde debés venir directamente...
😉🙃😏

Tragando en seco y con mis nervios de punta, tomé la dirección hacia el lugar. No, no soy tonta. Sé perfectamente lo que haremos en ese lugar y no será precisamente hablar éticamente como doctor a paciente. Probablemente todas las reglas de la ética que él debe seguir serán rotas, y yo destruiré la poca poca dignidad que me queda.

– ¿Pue-puedo pasar? – Inquirí tartamudeando luego de tocar la puerta de su habitación tras decidir enfrentar eso que más que miedo, me gusta. O me encanta... él, Yeonjun.

– Solo si vienes lista para obedecerme – Expresó con cierto asento juguetón y perverso – ¿Vas a ser obediente, pequeña?

– Sí.

Y entré para entregarme en cuerpo y alma al chico que me ha revolucionado por completo.


















Holis, primero que nada ¡Muchísimas gracias! Millones de graaacias en serio. Estoy teniendo apoyo en esta historia como nunca con mis anteriores. Gracias las sms de aliento, los botos y las vistas, gracias por dejarme saber lo que les parece y lo tanto que les gusta. Estoy demasiado feliz con ello. Tanto que ya me hicieron hasta llorar.

La semana pasada había tenido un día de mierda. No había transporte para ir a la escuela por más de madrugada que me levanté, llegué tarde dos horas y en un camión de tres metros que me arañó completa al bajarme. Por si fuera poco, la profesora del primer turno no me dejó entrar, vi a mi crush con nueva novia y no tuve tiempo ni para merendar en el receso por estar copiando las clases que me retrase ya que en el próximo turno tenía prueba de lo que habían repasado en mi ausencia. Pensé que "no era mi día" pero al abrir el wattpad presencié 1K de vistas en esta historia. No pueden ni imaginarse lo contenta que me puse. En medio de esas negativas situaciones, pude estar feliz. Gracias de corazón y perdón si los aburrí con esto. Es que estoy demasiado feliz en serio. En recompensa por mi atraso y este final tan "tentativo" del capítulo, voy a tratar de actualizar esta noche nuevamente.

Y gracias nuevamente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro