𝚇↬¿υnnιe conocía a yeonjυn?
El mensaje me deja un poco ida de la realidad. Parecía una amenaza y a la vez una advertencia. Lo primero que pensé fue que se habían equivocado de número telefónico. Nadie tenía nada en contra de mí, ¿no? No tengo ningún enemigo. Bueno, al menos ninguno que conozca.
Releerlo me hacía pensar en su significado. No solo me preguntaban si estaba lista para "su juego", si no que habían afirmado que era una "perdedora" en él.
– Me dijeron que si no me juntaba con más unicornios me volvería un caballo – Las palabras de Jin mientras hablaba con Sunoo a unos metros me hicieron carcajear. Él seguía con lo de los unicornios. Desde que retorne mi casa me los encontré en esas mongolorias.
– ¿Quién te dijo eso? – Inquirió el menor riendo mientras huía de él.
– Mi hada guardiana me lo dijo.
Mis hermanos mayores, Sunoo y yo estábamos todos juntos en el jardín de la mansión Agreste. El mayor y el menor de los hermanos estaban jugando a "tú la llevás". Taeyong y Taehyung se reían de sus propias malas bromas en uno de los bancos del bar. Y yo andaba únicamente con un audífono en mis oídos.
Tarareaba Tattoo de Loreen mientras igualmente miraba el asombroso jardín de mi familia. El pasto era a una altura moderada para hacerlo ver lindo y cómodo. Se podría pasar un día entero acostado en el herbaje mientras mirabas a las figuras que hacen las nubes. Los arbustos eran variados en forma y especie, las flores coloridas y perfumadas de los más dulces esencias. Las abejas, mariposas e insectos no se podían resistir a cabalgarlas como un jinete con su caballo.
En la entrada encontrabas una fuente con una vistosa muchacha cargando una cesta de flores y una regadera de donde salía el agua. Un camino que tomaba dirección al puente estructurado al estilo chino estaba sobre el estanque. Mis piernas se dirigieron a ese lugar. Utilice mis manos a para apoyarme al barandal trenzado con enredaderas adornadas de pequeñinas florecillas de color celeste como el agua del estanque. Hablando del lago, este se encontraba tan cristalino como siempre. Pequeños pececillos hacían ondas en el agua, la tortuga de agua dulce se encontraba tomando el sol en la roca de más grande de la orilla. Ese animalito le había llamado señora tortuga de pequeña. Ajá, el nombre más horroroso para una tortuga.
Cruzando el puente ibas al bar. Justo donde los gemelos Tae se encontraban carcajeando con basos de whisky en sus manos. Me senté al lado de Taehyung y enfrente de Taeyong, quién estaba detrás de la barra como un dependiente.
– Bubu puedes alcanzarme una bebida de esas.
– Ni loco – Suelta Taeyong junto a una risilla de borracho, va al cristal de bebidas exhibidas e toma una cocacola, la sirve en una copa con dos hielos y me la extiende – Aún eres muy pequeña para esas cosas.
Besa mi frente y pone la bebida en mis manos al ver que mi enfuruñada cara de "No soy pequeña, estúpido". Definitivamente ya no soy pequeña. Pequeña.
Pequeña...
De esa misma manera me llamaba Yeonjun. Recuerdo como usaba esa palabra para ordenarme a gemir su nombre, entre otras cosas más. Mi rostro comienza a arder y tengo que largarme antes de que alguno de los chicos lo note.
Corro de vuelta a la casa, subo las escalones y doy mi habitación. Me tengo que lanzar a la cama e enterrar mi cabeza en la almohada. Tengo que liberar la tensión gritando contra ella. Es extraño estar sola en tardes como esta. Cuando mis hermanos se dividen como hoy, suele tocarme siempre con Lizzy. Pero ella no está aquí.
Todas tenemos a alguien con quien hablar y contarle todo de nosotros. Lizzy unnie es la mía. Ni siquiera con Evageline siento lo mismo que con mi hermana. Si existe una persona que me comprenda es ella. Quizás debería llamarla. La extraño un montón.
Hoy en día un "te extraño" pesa más que un "te quiero" porque a mucha gente quieres pero solo a pocos extrañas y quieres a tu lado.
¿Debería contarle lo que pasa con mi psiquiatra?
Tres, cuatro, cinco timbres. Al sexto constesta. La emoción de volver a hablar después de una semana entera crecía en mí.
No hablaba con ella desde todo es tiempo porque nosotros, sus hermanos, nos propusimos a hacerlo para no distraerla. Últimamente estaba muy extresada con sus estudios.
– Unnie–
– Hasta que al fin te acuerdas de mí – Me interrumpe mientras cruza sus brazos – Estaba esperando a que me extrañarás.
– Pues funcionó porque te extraño un montón – Dramatizo un lloriqueo cubriendo mi rostro con las manos, veo su cara a través de una apertura en ellos y esa linda sonrisa que tanto adoro – ¿Qué cuentas de nuevo?
– Realmente nada, ¿y tú? ¿Cómo siguen esos sueños?
– Mucho mejor, ayer gracias a mi nuevo psiquiatra no tuve ningún episodio.
– Ahora que sacas el tema, recuerdo que precisamente quería hablarte de él.
– ¿Qué? ¡¿Cómo que de él?! – ¿Cómo es posible? No puede ser que de solo verme conozca ya todo. Ese nivel sobrepasa el nivel en psíquico. Es demasiado improbable.
– ¿Por qué te sorprendes tanto? – Una de sus cejas se enaltece – Quería hablarte de Yeonjun porque los conozco.
– ¡¿Lo conoces?! – Vuelvo a impresionarme.
– ¿Podrías parar de hacer eso? No entiendo porque te sorprendes tanto. Lo conozco porque estudió conmigo.
¿Yeonjun estudió con unnie? Eso quiere decir que ella conoce mucha información suya.
Ahora la que sonreía era yo. Podía descubrir más cosas sobre él, ampliar mis conocimientos.
Mi psiquiatra es más interesante de lo que creía. Posiblemente estoy a punto de descubrir muchas cosas. No solo su capacidad para exitarme o su asombrosa habilidad para mover la lengua. Cualquier otra cosa, por insignificante que parezca, es un dato de Yeonjun más.
– ¿Y qué te parece Yeonjun? – Inquiero sonriendo emocionada.
– Pues de eso mismo quería hablarte, no lo soporto.
– ¿Qué?
Quedó boquiabierta ¿Eso era lo que tenía que decir de él?
No de otra persona, pero venir de Lizzy Agreste, tiene que ser demasiado grande. Mi hermana no es juzgadora. Para que alguien le desagrade algo muy negativo deberá venir en el paquete.
– Ese chico tiene algo, pero algo oculto, desde que estudiamos juntos, no sé. Tengo una corazonada. Creo que no es buena persona. Tambien actuó de una forma en una situación que presencié, la cual no me agradó.
– ¿Una corazonada? – Intento no mostrar molestia con esa estupidez, sin embargo, el timbre sarcástico en mi voz no lo disimula mucho.
– Exactamente. Me sorprende que te haya ayudado como dices. Podría ser hasta peligroso.
¿Peligroso? ¿Acaso se está escuchando a ella misma? Es lo más estúpido que he escuchado en mi vida saliendo por su boca.
– Sí, y hazme caso. Deberías cuidarte...
¿Cuidarme de Yeonjun?
Bueno, ¿qué puedo decir? Ah, claro. Ya en el próximo capítulo vuelve a aparecer Yeonjun🙃
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