Capitulo 5
Al día siguiente Jungkook se estaba mirando en el pequeño espejo de su baño. Llevaba puesta una camisa blanca de segunda mano que le quedaba muy apretada al cuerpo y se lo marcaba por todas partes. No le gustaba usar algo así, pero era lo más "aceptable" que tenía. Si iba a mentir sobre su vida para encajar, tenía que hacer el combo completo.
Se peinó el cabello hacia atrás de la oreja y terminó de ponerse sus pantalones negros, también de segunda mano. Le sonrió a su reflejo en el espejo y salió para buscar su mochila.
Jungkook estaba pensando que en alguna tienda de segunda mano tendrían que vender mochilas, más tarde iría a buscar una que sea accesible para el poco dinero que tenía ahorrado, no le pediría a sus padres, no podía.
Sus padres le daban dinero de vez en cuando, cuando podían en realidad. Ya bastante que le daban para que comprara sus fotocopias y útiles escolares. No podían permitirse mucho más.
Jungkook suspiró y caminó las cuadras que lo separaban de la escuela. Tenía que hacer algo por su vida. ¿Quizás un empleo de medio tiempo que le diera la posibilidad de pagar sus propias cosas?
Tenía que hacer algo. Tenía que tener dinero propio y lo necesitaba con urgencia.
Al llegar a la entrada de la escuela se encontró con Taehyung. Estaba fumando apoyado contra la pared continua a la escuela, las chicas que pasaban lo saludaban como si fuera un rey o algo por el estilo.
Pero a Taehyung le daba igual.
— ¿Sabías que fumar puede traerte cáncer de pulmón? — le dijo Jungkook tomando las correas de su mochila mientras se acercaba a él.
— No fumo siempre. — contestó Taehyung mirando para otro lado, pero luego pasó su mirada a Jungkook: se veía bonito, (mejor que otros días) pero Taehyung quitó ese pensamiento de su cabeza, él mismo no se permitía pensar que una persona era linda porque luego caería como loco a sus pies, y él no quería volver a pasar por eso. — Veo que todavía no te dieron tu moto — susurró Taehyung inclinando la cabeza —¿En que vienes?
— Caminando — respondió Jungkook sin importancia — ¿Y tú?
Taehyung le dio una calada al cigarrillo y se lo quitó de la boca. Expulsó el humo hacia otro lado y luego le hizo una seña con la cabeza a Jungkook para que se volteara.
Jungkook se dio la vuelta y se quedó con la boca abierta. Estuvo a punto de gritar "¡¿Un Ferrari?!"
Pero no lo hizo. El auto era hermoso, y por muy impresionado que estuviera, se volteó a ver a Taehyung con su mejor cara de "eso es común para mí".
— Mis tíos tienen uno también. En color negro.
— Podrías pedirlo prestado para venir aquí ¿no lo crees?
— No sé manejar un auto.
— ¿Solo sabes manejar una moto?
— Y una bicicleta. — agregó Jungkook.
Sí sabía manejar una bicicleta, pero una moto ¡¿Acaso tendría que robar una?!
Lo de la bicicleta le sacó una pequeña sonrisa a Taehyung.
Pero al darse cuenta de que estaba sonriendo, se detuvo. Caló el cigarrillo por última vez y lo apagó.
Jungkook lo siguió dentro de la escuela hasta llegar al aula.
— Supongo que no vives en la residencia. — comentó Jungkook.
— No me gusta el lugar. Mi casa es enorme y tengo un cuarto gigante ¿para qué querría vivir en un cuartito diminuto, compartiendo habitación con alguien más?
"Vaya, este chico sí que tiene dinero" pensó Jungkook mirándolo de reojo. Sacó sus apuntes mientras que Taehyung lo miraba también.
— ¿Qué? — le preguntó Jungkook.
— ¿Por qué sigues con esa mochila? todos te miran raro.
— Mañana la cambiaré. — contestó Jungkook rápidamente.
Jungkook le dio un pequeño vistazo a la clase, muchos se estaban fijando en su mochila. Taehyung tenía razón, atraía las miradas de todos.
"¡Maldito Iron Man!" maldijo Jungkook con toda la bronca encima.
— Trajiste la camisa sucia, Jeon. — comentó Taehyung mirándolo de reojo.
Jungkook buscó una respuesta rápida.
— Una paloma hizo del dos cuando venía para aquí. Je je.
Taehyung lo miró de arriba abajo y levantó una ceja.
— Eso no parece la cagada de una paloma, Jungkook. Es café.
Y Taehyung tenía razón. A Jungkook se le había caído café hacía un tiempo, había lavado esa camisa con toda la fuerza posible, pero la mancha había seguido ahí, más clarita, pero aún estaba.
Jungkook chasqueó la lengua mientras miraba a Taehyung que estaba con el celular jugando un extraño juego en donde el personaje color rojo mataba a otro y se ocultaba por una alcantarilla.
Jungkook se acercó para ver a qué rayos estaba jugando Taehyung. Parecía muy interesante.
Taehyung giró la cabeza para ver a Jungkook, sus rostros quedaron muy juntos.
En ese momento Taehyung olió el perfume de Jungkook. No era un perfume para nada caro, de hecho olía muy pero muy barato. ¡Y a bebé!
Se quedó viendo a Jungkook por un momento, mientras el menor (un año menor que Taehyung) seguía con la vista fija en el juego.
Taehyung pensó que Jungkook era hermoso.
— ¿A que estás jugando? — le preguntó Jungkook levantando la mirada. En eso sus narices rozaron y Taehyung se alejó como si hubiera visto un fantasma.
Oh, no... no quería que su corazón volviera a dar vueltas. No iba a sufrir una traición otra vez. Al fin y al cabo, todos los hombres eran iguales.
Jungkook no sería la diferencia.
— ¿Acaso no conoces el juego? — contraatacó Taehyung con una mueca — Among Us.
— Se ve bueno.
Taehyung le clavó la mirada con insistencia.
— En serio, ¿vives bajo una roca?
Jungkook inclinó la cabeza.
— ¿Por qué?
— Este juego está por todos lados, Jeon.
— ¿Y como se juega? — preguntó con los ojos brillosos. Emocionado.
Taehyung soltó un suspiro, todavía faltaban veinte minutos para que la clase empezara.
El mayor chasqueó la lengua y le pasó el celular a Jungkook.
— Tienes que matar a los demás, sin que te vean.
Bien, sonaba fácil. Al menos lo era para Jungkook.
Lo difícil era manejar un celular táctil. Jungkook se quedó congelado frente a la pantalla.
— Ehh... ¿Cómo se mueve esta cosa?
El muñequito estaba quieto, escondido en la sala de electricidad.
— Solo espera a que alguien entre. Te mueves y lo matas con éste. —le señaló el botón de "Kill"
Jungkook puso el dedo en la pantalla para practicar, el muñequito se movía de un lado al otro y a Jungkook le hacia gracia lo muy adorable que se veía.
Por fin entró un inocente muñeco azul y Jungkook se le acercó. El azul se lo quedó mirando y Jungkook hizo una "kill" perfecta, luego se fue a esconder a la alcantarilla al momento en el que entraba un muñeco rosado y reportaba el cuerpo.
— Por un pelo. — le dijo Taehyung volviendo a tener el celular en sus manos.
Jungkook le sonrió y mientras los tripulantes discutían la muerte del inocente, Taehyung miró a Jungkook.
— ¿Por qué me miras así? — le preguntó Taehyung calmado.
Jungkook estaba feliz porque por fin una persona no lo trataba mal. Bueno, eso era producto de que estaba aparentando tener una segunda vida. Una vida que a sus ojos era mucho mejor que la que tenía.
— Te estoy hablando... — Taehyung le pasó la mano frente a su cara y Jungkook dejó estar en su trance.
— Nada... ¿Me dejas jugar otra vez?
Taehyung rugió en respuesta, pero terminó por pasarle su celular otra vez. Jungkook era como un niño adorable.
Y ese pensamiento no le gustaba. Cuando Taehyung comenzaba a pensar así era porque las cosas irían de mal en peor.
Al fin y al cabo, dicen que puedes enamorarte de una persona en tan solo cinco minutos.
Y Taehyung no quería eso.
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