Taehyung estaba sentado con la cabeza en las rodillas, llorando por lo que había pasado. Las lágrimas le mojaban los pantalones y se sentía deplorable. 

¿Por qué todo el mundo le mentía? ¿Por qué lo hacían sufrir de esa manera? ¿Por qué a él?

Jungkook no tenía la necesidad de haber mentido sobre toda su vida. A Taehyung le hubiera gustado igual por más que no tuviera ni un centavo. Y si Jungkook no tenía ni un centavo él le hubiese dado de todo para que tuviera. 

Pero ahora que había perdido totalmente la confianza en él no planeaba hacer nada al respecto. 

Pero al no hacer nada, solo provocaba que su dolor se incrementara. Lo pudo haber comprendido, le pudo haber dicho que todo estaría bien y agradecerle por haberle contado la verdad. Pero no. Le gritó y no confió en él. 

Y ahora se sentía hecho un desastre. Quería ver a Jungkook, decirle que lo sentía que no tenía que haberle gritado. 

Pero él le había fallado. Le había mentido ¿Cómo era posible que confiara en que lo quería después de eso? 

Se sentía terriblemente mal.

Taehyung ahogó un grito de frustración y se tiró de los pelos. ¿Qué hacía? ¿Estar sin Jungkook? ¿Arriesgarse a perderlo una vez que se había enamorado de él?

No. 

Taehyung se levantó del suelo, se puso su chaqueta y tomó un paraguas. Salió de su casa. 

Y empezó a correr.