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Capitulo 28

Jungkook terminó de bañarse y se vistió con una remera blanca, pantalones negros y sus zapatillas antiguas. Afuera estaba lloviendo y no quería que las zapatillas nuevas se le ensuciaran con el barro. Salió de la casa abrigándose con una campera que no era tan grande como la otra que lo hacia parecer un osito y se dirigió unas cuadras resguardándose bajo el techo de algunos negocios para llegar a un puesto de flores. Compró unas rosas que estaban bastante caras a su parecer. 

Y luego de eso comenzó a caminar dándose tiempo de pensar en todo lo que le iba a decir a Taehyung. 

Tenía que prepararse mentalmente para lo que venía. No sería fácil decírselo y tenía tanto miedo... tanto miedo a ser rechazado que ni siquiera sabía por qué sus pies se estaban moviendo en dirección a la casa de Taehyung. 

Jungkook caminaba y caminaba y caminaba... con el corazón latiéndole fuertemente y con la lluvia mojándole el cabello negro de vez en cuando. Por suerte toda esa zona estaba repleta de negocios con techos muy amplios y Jungkook se quedaba parado varios minutos hasta que la lluvia cesaba. Por suerte en un momento la lluvia dejó de caer y él  tuvo que apresurar su paso para llegar a la casa de Taehyung. 

Siguió caminando y siguió pensando. ¿Qué iba a ser de ellos luego de eso?

Jungkook no sabía lo que sucedería, había muchas posibilidades. Pero de algo estaba seguro: y era que nunca tuvo que haber mentido desde un principio. Desde un principio tuvo que haberles dicho que no tenía una moto, que no había ido nunca a fiestas, que jamás se había puesto ebrio y que la había pasado muy mal en la escuela. 

Él desde un principio tuvo que haberles dicho que no tenía una casa lujosa de dos pisos... les tuvo que haber dicho que era uno de los pocos becados que podían entrar a esa universidad. 

Jungkook soltó un suspiro muy grande y se acercó a la casa de Taehyung con una expresión bastante fea. ¿Qué estaba a punto de hacer?

Estaba a punto de arruinarse. 

De arruinarlos a ambos. 

Jungkook llamó al timbre de la casa y esperó bajo el techito a que Tae apareciera por la puerta. Aguardó y aguardó varios minutos hasta que Taehyung por fin apareció. Tenía el cabello mojado y una toalla al hombro. Sus rizos negros ahora eran cabellos lacios producto de ser mojados por la lluvia. 

— Hey... Creía que estabas en tu casa. —le dijo queriéndolo dejar pasar, pero Jungkook se quedó en la entrada.

— Tengo que decirte algo... Tae. — le dijo mirando hacia abajo. Taehyung se apoyó en el marco de la puerta, aun queriendo que Jungkook pasara dentro de la casa, pero el menor seguía con los pies clavados al suelo. — te he mentido. 

Al principio Taehyung creyó que no lo había oído bien, pero luego Jungkook volvió a repetirlo con lágrimas en los ojos y Taehyung lo entendió a la perfección. 

Su mundo volvió a venirse abajo en un solo segundo. 

Jungkook sorbió su nariz y lo miró a los ojos, con lastima. 

— No tengo una motocicleta — fue lo primero que dijo — no tengo ni idea de cómo conducir una... — le caían lágrimas por los ojos y estaba apretando las flores con fuerza — no soy lo que te hice creer. 

— Jungkook... —esa era la primera vez que Taehyung pronunciaba su nombre y no su apellido. 

Y eso le dolió aun más. 

— Mis padres no tienen dinero. — continuó — ni siquiera terminaron sus estudios secundarios. Mamá me tuvo cuando era adolescente y desde ese momento su economía fue de mal en peor... A pesar de todo, hoy tenemos una casa que tiene las paredes algo feas. No tengo wifi, no tengo un plasma de tv, ni DVD, ni Netflix. — Jungkook sacó su celular del bolsillo y se lo mostró a Taehyung que lo miraba con los labios entreabiertos — este es mi celular... No es un IPhone ¿sabes? Yo... yo trabajo en una panadería del barrio, pero aun así la dueña me paga bien para que yo pueda comprar mi propia comida y no molestar a mis padres pidiéndoles dinero que no tienen...

Jungkook se mordió los labios mientras veía cómo el rostro de Taehyung cambiaba a medida que le contaba la verdad. 

— Soy uno de esos estudiantes becados, la posibilidad de que yo entrara a nuestra universidad era una en un millón. Pero tuve la surte de poder conseguir ese lugar... solo que jamás me esperé que todos fueran tan asquerosamente ricos. — Jungkook miró hacia el cielo, empezaba a llover otra vez. Su corazón dolía. — Tuve que mentir para que los demás no se burlaran de mi por no tener nada de lo que ellos sí tienen. Otras personas me han hecho mucho daño en un pasado y he tenido que vivir con eso toda mi vida... — Jugnkook lo miró, Taehyung estaba molesto — lamento haberte hecho creer que yo tenía una vida parecida a la tuya y la de los demás, pero la verdad es que no tengo ni una trigésima parte del dinero que tu tienes en tus bolsillos. No tengo nada para darte... solo cariño. 

— Tú dijiste... — susurró Taehyung con la voz quebrada. No podía creerlo. No quería creerlo. Había caído otra vez — dijiste que confiara en ti... te dije que me habían hecho... hecho daño... — las lágrimas estaban empezando a caer por sus mejillas. El corazón le palpitaba con fuerza y se sentía muy triste y enojado. ¿Cómo podía haber sido tan iluso?

—Pero Tae... yo siento algo por ti — Jungkook le ofreció las flores que estaban un poco mojadas, pero Taehyung apenas le dirigió una mirada de enojo. Estaba muy decepcionado. — yo te quiero.

Taehyung intentó tomar aire, pero no pudo controlar la rabia que crecía en su interior. Estaba sintiendo exactamente lo mismo que había sentido hacia dos años, cuando encontró a su ex y a su mejor amigo teniendo relaciones y lo peor era que su ex le había echado la culpa a él porque no le era suficiente. 

Había sido engañado otra vez. 

— ¡¿COMO QUIERES QUE CONFÍE EN ALGUIEN QUE DICE AMARME Y QUÉ HA MENTIDO SOBRE TODA SU VIDA?! — Taehyung estaba cabreado y las lágrimas se le caían por las mejillas.

Jungkook estaba plasmado frente a la puerta. Bajó el ramo de rosas que tanto le había costado comprar y miró hacia abajo, pero luego decidió hacerle frente a Taehyung a pesar de tener miedo y sentirse dolido le dijo:

— Sé que te he mentido a ti y a todos... — Jungkook tragó saliva y las lágrimas cayeron de sus ojos hasta sus zapatillas baratas y agujereadas — pero no miento cuando digo que de verdad te quiero y que siento algo bonito cuando estoy contigo. Y lo que siento por ti es más fuerte que todo lo demás. — Jungkook suspiró con fuerza pero el labio empezó a temblarle. Estaba perdiendo a Taehyung y no había peor precio que pagar que no fuera ese. Era su culpa por haber mentido — Lamento haberte mentido, yo solo quería encajar, era la única manera en la que me iban a aceptar sin juzgarme por mi posición económica.

Taehyung negó con la cabeza.

— Lo siento, pero en este tiempo lo único que has demostrado es que eres un mentiroso. — Taehyung se mordió el labio, estaba por soltar un grito ahogado y lleno de rabia, lleno de frustración y enojo con el mundo entero — Ya he sufrido lo suficiente como para hacerme una esperanza contigo. ¡Lárgate de mi vista!

— T-tae...

— Vete. No quiero tener que cerrarte la puerta en la cara.

— No me eches. Yo de verdad siento algo por ti y... Y estoy seguro de que tú...

Pero Taehyung no quiso escucharlo y le cerró la puerta en el rostro. Sintiéndose una mierda por hacerle eso. 

Jungkook se quedó ahí parado sin hacer nada. La lluvia se confundía con sus lágrimas.

Después de varios segundos, se dio la vuelta. La lluvia lo mojaba de cabeza a pies, ya no le importaba resfriarse. Ya no le importaba nada. Lo había perdido todo.

Comenzó a caminar todas las cuadras que lo separaban de esa lujosa casa con su humilde y pobretón hogar.

Lloraba a mares mientras caminaba a paso lento. Estaba recordando un cuento que había leído cuando era pequeño: trataba de un muchacho que decía ser atacado por un lobo feroz, pero solo gritaba pidiendo ayuda para bromear con las personas y acatar la atención de los demás...

Para que los demás se preocuparan por él. Pero un día, un lobo feroz apareció y lo atacó. El niño pidió ayuda, pero nadie le prestó atención.

Por que había mentido tantas veces que cuando dijo la verdad, nadie le creyó. 

Las mentiras es el peor tipo de traición para perder la confianza de alguien. Y ya no había vuelta atrás. Una vez que la confianza se pierde, es muy difícil que alguien vuelva a depositar su fe en ti. Y eso era lo que Jungkook había logrado solo por querer aparentar tener una vida como todos los demás y no conformarse con la humilde y linda familia que le había tocado. 

Por no estar orgulloso de la vida que le había tocado vivir. 

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