El lunes de la semana siguiente Jungkook y Taehyung entregaron el trabajo practico y ahora estaban deseando que cuando les devolvieran las correcciones estuviera bien hecho. 

Ahora estaban sentados en un parque discutiendo el exámen que tendrían mañana. Jungkook  se había pedido el día en su trabajo para poder estudiar y antes de irse a su casa quería pasar unos momentos con Taehyung. 

— ¿Quieres ir a algún lado este viernes? — le preguntó Taehyung animándose a ponerle una mano sobre la rodilla. 

— ¿Dónde quieres ir?

— Podríamos ir a algún lado a hacer un picnic ¿Qué te parece?

— Si, suena bien. — Jungkook se levantó del asiento y miró a Tae con una sonrisa algo triste — tengo que ir a casa para estudiar. 

— ¿Quieres que vaya contigo? Así estudiamos juntos. 

Jungkook se ruborizó. Eso era imposible. Taehyung no podía ver su casa, él tenía que seguir creyendo que tenía un hogar de lujo, así que Jungkook simplemente dijo:

— Mejor otro día... — se rascó la nuca — me concentro mejor cuando estoy solo. ¡Ya viste el desastre que fue el otro día en la cafetería! — dijo fingiendo una sonrisa — no pudimos estudiar casi nada.

Taehyung asintió con la cabeza, él también se concentraba mejor estando solo. Y aparte el otro problema sería estar al lado de Jungkook y no comérselo a besos mientras intentaban estudiar. 

Taehyung miró a Jungkook y le sonrió: veía en él cosas hermosas, le encantaba mirarlo. Lo rodeó con un brazo por la cintura y lo atrajo para besarlo un momento.

El mayor se levantó del banquito y le dio un abrazo a Jungkook. Le costaba hacer eso en público pero igual lo hizo. Mostraba confianza al demostrarle cariño. 

— Mañana llevaré algo para desayunar — le dijo Tae dejando un beso en su sien — ¿quieres pastelillos de chocolate o de vainilla?

— Mmm... ambos — le dijo sonriendo. Jugnkook miró hacia los lados, las personas en la plaza estaban distraídas, así que le dio un besito a su Hyung en los labios  y volvió a sonreír— nos vemos. 

Taehyung lo atrajo hacia él, dándole exactamente igual que las otras personas lo mirarán raro: lo tomó de esa cintura tan perfecta que tenía y con su otra mano lo atrajo de la nuca para besarlo con profundidad: Taehyung entendía que Jungkook no tenía muchas ganas de pasar tiempo con él en ese momento, pero lo atribuyó a que le molestaban las personas del parque y que quizás quería estar solo en su casa en vez de estudiar con él.

La lengua traviesa de Taehyung penetró la boca del menor y Jungkook sin querer soltó un gemido ahogado por la excitación que recorrió su cuerpo por la sorpresa de la lengua de Taehyung en su boca. El beso fue húmedo y rico, a Taehyung le fascinó hacer sentir a Jungkook de esa manera, pero ya era algo tarde y las nubes en el cielo indicaban que se avecinaba una tormenta.

— Nos vemos. 

Y cada uno se fue para su lado. 

Cuando Jungkook llegó a casa dejó sus cosas en el sillón y se fue a dar una ducha. Solo que al final se sentó en la bañadera y dejó que el agua se llevara sus penas. Jungkook estaba llorando y el agua se confundía con sus lágrimas. 

Jungkook estaba llorando por todas las mentiras que estaba diciendo. Ahora que Taehyung confiaba en él, se suponía que tenía que dejar de mentir. Jungkook tenia que decirle la verdad ahora que todavía no era tan tarde. 

Si le decía que solo estaba mintiendo para que no se burlaran de él como lo habían hecho muchos otros, corría el riesgo de que Taehyung tampoco lo quisiera. Jungkook suponía que la familia de Tae no iban a aceptar a un don nadie sin un centavo para su hijo. Él sentía que Taehyung era un príncipe lleno de riquezas y él solo era un tonto plebeyo sin nada que ofrecer más que su amor incondicional. 

Si soltaba la verdad su mundo se vendría abajo, y él no quería que Taehyung lo dejara por ser una persona que no tenía nada. 

Jungkook al igual que Taehyung, tenía miedo. Y lo que era peor ¿Qué pasaba si Taehyung lo descubría? 

¿Qué era peor? ¿Salvarse y dejarse descubrir habiéndoselo dicho o no decirle nada y que Taehyung se enterara por su propia cuenta. 

No... eso no podía suceder. 

Jungkook tenía que decirle ahora que todavía tenía tiempo.