— Jeon... — lo llamó Tae jalando de la manga de su camisa — creo que ya has bebido suficiente. 

— ¡Pero la cerveza está deliciosa! —le gritó él por encima de la música. Ya habían pasado un par de horas desde que se habían besado y casi no habían hablado sobre eso porque Jungkook se había dedicado a probar traguitos de todas las bebidas habidas y por haber, pero al final había optado por seguir con la cerveza. 

No estaba con sus cables puestos. De hecho... ya casi no le quedaba ninguna neurona. 

Taehyung suspiró, él apenas había probado medio vaso de cerveza porque tenía que conducir y no podía permitirse estar ebrio. 

— Bien, creo que ya deberíamos ir a casa. — dijo Taehyung haciendo que Jungkook dejara el vaso de cerveza en la mesa. Jungkook, a regañadientes, salió de la casa de Jackson y el frio de del aire lo tomó desprevenido. A pesar de que tenía mucho alcohol en el cuerpo, estaba tiritando del frío. 

Caminaron rápidamente hasta el auto y Taehyung comenzó a conducir. Para distraer a Jungkook le dio su teléfono y Jungkook intentaba jugar al Among Us. 

Era increíble que hubiese hecho una doble kill con su compañero amarillo en el momento preciso.

— Mierda, no voy a dejar que bebas nada que no sea agua la próxima — comentó Taehyung mirándolo de reojo. 

— ¡¿Habrá próxima?! Wooohoooo ¿De verdad tendremos una segunda cita?

Taehyung casi choca el auto por oírlo decir esas palabras. 

— Esto no fue una cita, Jeon. — comentó doblando una esquina. 

Jungkook hizo pucherito, pero luego con una sonrisa de oreja a oreja le dijo:

— No me hubieras dicho "¿Quieres venir conmigooo a la fiessssta?" ¡Es una cita! 

Genial ahora Jungkook empezaba a hablar mal. Genial. 

Taehyung negó con la cabeza. Lamentablemente era verdad, Taehyung había accedido a darle una pequeñísima oportunidad, pero la realidad era que ir a esa fiesta, no tenía nada de pinta de cita: Jungkook y Tae no habían platicado de nada para conocerse más, simplemente se habían dado un beso muy pero muy apasionante. 

Eso no era una cita, era un fracaso. 

Pero para Taehyung era mejor así. Un fracaso no duele tanto como enamorarse de alguien y que luego te sean infieles y te echen la culpa. 

Taehyung siguió conduciendo durante un largo tiempo en el que Jungkook no dejaba de jugar Among Us. Llegó a su casa y tuvo que cargar a Jungkook escaleras arriba. Decidió que era demasiado trabajo dejarlo en otra habitación, así que le quitó sus convers nuevas y lo acostó debajo de las frazadas para que se mantuviera calentito. 

Taehyung iba a cambiarse su ropa por un pijama, cuando Jungkook se quitó la campera, el suéter y la camisa. dejó todo en el suelo y se acomodó para quitarse los pantalones. 

— ¿No esperaras que te dé un pijama o sí?

Jungkook le sonrió. 

— Uno con ositosss pol favoh. — le dijo en tono de borracho y eso casi provoca que Taehyung soltara una sonora carcajada que sin dudas despertaría a sus padres y a su hermana. 

Taehyung negó con la cabeza y sacó una remera gigante, se la lanzó a Jungkook y él se la puso cómodamente, luego volvió a cubrirse con las mantas y se acomodó de lado. Taehyung se cambió y apagó todas las luces. 

Se acostó al lado de Jungkook, dándole la espalda para no tener que verlo sonreír de esa manera tan boba, y cerró los ojos. 

Ah... pero Jungkook estaba mimoso y se giró para abrazar a Tae por la cintura. 

— Me gusta esta remera... — le susurró bajito como si fuera un secreto — huele a ti. 

Taehyung tragó saliva y no le contestó nada. Jungkook se apretó todavía más contra la espalda de Tae y apoyó su mejilla en esa blandita espalda tan suavecita. Apretó el agarre en su cintura y le hizo cucharita. 

A Taehyung casi le da un ataque de pánico. 

¿Cómo era posible que estuviera dejando a Jungkook abrazarlo de esa manera tan intima, tal como si fueran amigos de toda la vida?

Eso no estaba pasando ¿o sí?

Jungkook en una de esas, se animó a dejar un besito en el hombro casi descubierto de Taehyung, y con eso sólo consiguió que el mayor tuviera un escalofrío. 

— ¿Sabes, Hyung? —le susurró cerrando los ojitos, oliendo el perfume carísimo del mayor — Ese beso fue... increíble. Me gustaría que nos demos otro. 

Genial, las mariposas que Taehyung no quería sentir en el estomago volvían a estar ahí. ¿Por qué tenía la maldita necesidad de decirle esas cosas? ¿Por qué rayos le gustaba oír esas palabras de su menor? 

¿Por qué tenía que haber llegado él para joderle la vida?

Taehyung suspiró y se volteó. Se dijo a si mismo mas de diez veces que en unas cuantas horas Jungkook no recordaría absolutamente nada. Tenía una borrachera más que impresionante, las posibilidades de que recordara aquel beso eran pocas...

Pero nunca cero. 

Taehyung se acercó a él y lo tomó de las mejillas. 

Y volvió a disfrutar de aquel beso como si fuera el último. 

Taehyung se colocó encima de Jungkook, no quería tener esperanzas con él, pero aún así solo por unos segundos necesitaba sentirlo.

Necesitaba tener a alguien.

Tae sintió como Jungkook sonreía entre beso y beso, así que lo profundizó. Jungkook tomó con delicadeza la nuca de Taehyung y lo atrajo más contra él. Sintió todo su peso encima de su cuerpo y, no sabía si había sido por el alcohol u otra cosa, pero eso lo puso un poco hot.

Taehyung también sintió la energía que desprendía Jungkook, así que decidió acostarse en su lugar otra vez y seguir besandolo sin provocarlo. Le acarciaba las mejillas y a veces daba algún que otro beso en su cuello. Jungkook estaba cálido y apetecible.

Todo estaría bien, a Jungkook se le borraría la memoria al día siguiente. Taehyung no saldría herido. Era imposible. 

Solo que... una persona jamás olvidaría su primer beso. 

Y mucho menos una persona como Jeon Jungkook