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Capitulo 17

No habían pasado ni cinco segundos de que se habían quedado encerrados ahí adentro y Taehyung ya estaba de los nervios.

Jungkook estaba casi en las nubes y Taehyung no podía reírse de él. Era gracioso ver a un Jungkook ebrio, y lo que era peor: eso aumentaba sus ganas de acercarse a él y tocarle esa cintura tan diminuta que tenía.

Entonces, mientras Jungkook estaba entretenido mirando las cosas que había sobre el escritorio a Taehyung se le vino una gran idea en la cabeza. Quería tocarlo y acercarse a él ¿Cierto? Pues, lo haría: Jungkook estaba borracho y tenía un 90 por ciento de probabilidades de no recordar absolutamente nada.

Y de esa manera, Taehyung tampoco saldría lastimado. Se libraria del pensamiento de que Jungkook le atraía, lo tocaría, lo besaría y listo. Fin del asunto.

Después de todo, Jungkook no iba a acordarse de nada.

— Oye Jeon...

—  ¿Mmm?

Jungkook se volteó y caminó hasta él tropezandose con su propio pie. De suerte no se cayó.

— ¿Sabes cómo se juega esto, verdad?

Jungkook le negó con la cabeza y una sonrisa propia de un borracho.

— Podemos hacer lo que nos plazca en siente minutos. ¿Que quieres hacer?

—  Ni idea —  Jungkook se alzó de hombros y le dió hipo por un momento — ¿Sabías que los caballitos de mar machos quedan embarazados?

Okey... Jungkook no estaba con sus cables puestos. Taehyung soltó una risa y se acercó a él, y poco a poco fue posando sus manos en su cintura con delicadeza.

—  Tae... —  susurró Jungkook — ¿Sabías que... Tu también me gustas?

Y comenzó a reír tiernamente.

Esas palabras habían tomado a Taehyung desprevenido. Hacia más de dos años que nadie le decía algo semejante y por más que él ya se hubiera dado cuenta de que a Jungkook le pasaban cosas con él, sabía que no era su deber corresponderle. Él no quería volver a ser dañado.

Pero ahí estaba Jungkook: con esa sonrisa en la cara y acababa de confesarle sus sentimientos estando ebrio. Y todos saben que los ebrios no mienten.

Taehyung lo agarró con más fuerza y pegó el cuerpo de Jungkook al suyo. A Taehyung también le pasaban cosas con él, pero si podía evitarlo lo haría.

Solo sería un beso. Un roce, un mimo y luego haría como si nada de eso hubiese pasado.

Jungkook no se acordaría de nada.

El menor miró a Taehyung a los ojos como en un trance y el mayor se acercó para rozar sus narices. Sintió el aliento de Jungkook y quiso alejarse porque solo apestaba a cerveza. Genial, ese beso sería horrible.

Pero todo cambió cuando Jungkook fue quien se acercó para acortar la distancia entre los dos. Los labios de Jungkook eran tan suaves y apetecibles que a Taehyung le dió exactamente igual el sabor a alcohol en sus labios.

Esos labios de verdad eran el cielo y Taehyung estaba negado a quedarse allí arriba por mucho tiempo.

Solo sería un beso.

Solo uno.

Las manos de Jungkook estaban apoyadas en los hombros anchos de Tae y lo apretaban con fuerza, pues todo su interior estaba haciendo corto circuito a pesar de la borrachera que tenía. La lengua de Taehyung se animó a adentrarse en la boca del menor y Jungkook se sorprendió por un momento: Taehyung le estaba dando un primer beso más que excitante y duradero.

Por Dios, le estaba fascinado.

Jungkook sonrió al escuchar latir su propio corazón en los oídos. Besar a Taehyung le estaba provocando ansiedad, quería más, quería tocarlo. Quería tenerlo.

Y en ese momento entendió que de verdad le gustaba él. Sentía cosas raras cada vez que lo veía.

Taehyung acariciaba la espalda de Jungkook y lo atraía hacia su cuerpo para tenerlo todavía más cerca. Su lengua bailaba con la del menor y en un descuido soltó un jadeo ahogado. Lo quería tener más cerca. Quería tocar tu piel, no se aguantaba.

El mayor se aventuró y colocar sus manos por debajo de la tela de la camisa de Jungkook y el menor casi se desmaya ahí mismo. Las palmas de las manos de Taehyung acarciaban la piel de Jungkook. Se sentía suave y cálido, Jungkook estaba caliente, en parte por el alcohol y en parte por tener a Taehyung pegado a su cuerpo.

Jungkook subió sus manos a la nunca del mayor y profundizó el beso. Necesitaba aire, pero le daba igual. Siguió disfrutando de la suavidad que Taehyung le ofrecía.

Se suponía que solo sería un besito.
Pero aún así se besaron los minutos faltantes, sin siquiera soltarse. No se habían dado cuenta de todo el tiempo que había pasado hasta que alguien vino a tocarles la puerta diciéndoles que ya se había acabado el tiempo.

Taehyung no quiso soltarle la cintura. Le sorprendía lo bien que encajaban sus manos ahí. Lo tomó de la barbilla y le dió un último beso, esta vez haciendo uso de su lengua para rozarla con la super inexperta de Jungkook. Estuvo así unos cuantos y largos segundos más hasta que finalmente tuvo que soltar a Jungkook con lentitud.

El menor terminó por chupar el hilo de saliva que todavía los unía. Sus labios dieron un último roce con los de Taehyung y el mayor lo besó más.

Con más ansias. Con más necesidad.

Con el corazón hecho un tambor dentro del pecho.

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