Jungkook estaba bailando al compás de la música y Taehyung estaba a su lado, viéndolo bailar. 

Pero sentado en el sillón. 

La realidad era que Jungkook bailaba muy bien: no eran movimientos tontos ni nada por el estilo, sino que se hallaban calculados uno por uno. Y es que Jungkook se había expresado toda su vida mediante el baile y el canto. Si estaba enojado eso era lo que hacia: sentirse libre. 

Taehyung se preguntaba por qué rayos había accedido a darle una oportunidad a ese joven que le provocaba mariposas en el estomago que, claramente no quería sentir, Jungkook era una persona linda y, a vista de Taehyung, diferente al resto. Había algo que Jungkook tenía y Taehyung no terminaba de entender muy bien de qué se trataba. 

— ¿Qué no bailas? — le preguntó Jungkook alzando su voz por sobre la música. 

Taehyung se alzó de hombros. No le apetecía bailar. Él ya no solía ir a fiestas, pero ese era el único lugar que se le había ocurrido ir para no quedarse completamente a solas con Jungkook. Taehyung tenía que evitar que su corazón se saliera de control. 

Pero había un problema: cada vez que su vista volvía a Jungkook, solo podía pensar en qué se sentiría tomarlo de las caderas y bailar pegadito con él. 

Intentó quitarse ese pensamiento de la cabeza, pero cuando Jungkook fue casi llevado por alguien más al centro del salón, Taehyung se levantó y lo tomó del antebrazo para guiarlo hasta la cocina de Jackson. 

Vaya, ahí sí que había gente alocada. 

—¿Quieres... un trago? —le preguntó Taehyung pero ya estaba tomando la botella de cerveza y dos vasos. 

— No sé sí... — pero Jungkook se detuvo al recordar que él mismo había dicho que ya había ido a muchas fiestas con anterioridad, tenía que aparentar seriedad — No sé si sea bueno para ti beber... tienes que majenar. 

— Medio trago no me hará nada — dijo Taehyung pasándole un vaso. 

Jungkook se lo quedó viendo y luego bebió la cerveza. Fue un sabor extraño, pero inmediatamente deseó más. 

— ¿Puedes darme otro? Mas lleno. 

Taehyung lo miró con la ceja alzada. 

— ¿Antes en tus otras fiestas bebías mucho o poco?

Jungkook lo miró ¿era bueno decir que bebía mucho o lo haría parecer un alcohólico?

Ó sea... Jungkook no había bebido alcohol en su vida. 

— Bebia lo justo y necesario. — dijo tendiéndole el vaso otra vez. Taehyung le sirvió y Jungkook lo tomó feliz — otro por fa. 

— El alcohólico mini Tony Stark —comentó una voz conocida al lado de Jungkook. 

Bien, Lisa ya se estaba tambaleando. 

— ¿Cuánto bebiste? —le pregunto Taehyung algo horrorizado. 

— ¡Ni idea! — y comenzó a hacer la risita de Ariana Grande en el programa "Victorius". — Tengan, jueguen Pepero — y les dejó una cajita completa antes de irse. 

Jungkook y Tae la miraron con cara de locos, ella siguió su recorrido hasta llegar con sus amigas  quienes la sostuvieron para que no se fuera de boca al piso. 

—Bueno, ya vemos quién es la alcohólica. — comentó Jungkook con una risita propia de un ebrio — ¿Pepero? — susurró mirando la cajita de chocolates. 

Tomó uno de la caja y se lo comió entero. 

— ¿Ahora vas a decirme que no sabes jugar al Pepero? — dijo Taehyung mirándolo con una ceja alzada mientras Jungkook se comía los chocolates de la cajita. 

Jungkook inclinó la cabeza. Había oído hablar del juego, pero no se esperaba que de verdad lo pondría en practica alguna vez. 

Taehyung no quería hacerlo, pero su cerebro estaba haciendo corto circuito en ese momento. Él no pensaba que no tenía que establecer una relación social y amistosa con Jungkook, simplemente su cuerpo se movía antes que su mente. No estaba en todos sus sentidos claramente. 

—¿Qué? — dijo Jungkook tomando uno de los últimos chocolates. 

— ¿Quieres jugar? — le dijo Tae agarrando el último. 

Jungkook se quedó de piedra, no le contestó nada. en vez de eso, lo evitó sirviéndose otros dos vasos mas de cerveza. 

— Si sigues así tendrás panza de alcohólico. — señaló Taehyung comiéndose el ultimo pepero al ver que Jungkook no se había molestado en responderle. 

— Haré gimnasia para recuperar mi six pack entonces. — comentó Jungkook ya con las mejillas sonrojadas. Tuvo unos momentos de hipo en los que  a Taehyung le apreció malditamente adorable.

— ¿Tienes un pack de seis abdominales? — preguntó incrédulo — ¿de verdad?

Y como Jungkook ya se encontraba en un estado de casi borrachera, tomó su camisa y la levantó. Hizo algo de fuerza con los músculos y se formó su pack de abdominales perfectos. 

Taehyung tuvo que contener sus manos a los costados de su cuerpo. 

— Vaya sorpresa — comentó bajito. 

— ¿Quieres tocar? — le preguntó Jungkook tomando otro vaso, pero ese no era cerveza, era Vodka.. hizo una mueca de asco y evitó escupir ese liquido espantoso. Aun así, eso provocaría que la borrachera le aumentara en unos cuantos minutos. Se había servido un vaso bastante grande. 

Tae miró hacia otro lado... Jungkook ya estaba mal y le estaba pidiendo que tocara sus abdominales, eso no era una buena combinación. Tae se percató de que algunas chicas estaban viendo a Jeon con ganas y algo en él, los celos, lo sacaron de ahí, bajándole la camisa en el trascurso de la cocina al living. Ellos se acercaron al grupo de Lisa y ella se emocionó al verlos. 

— ¡Hola hola! ¡Miren quién llegó! ¡Él mejor primo del mundo! — comentó contenta abrazando a Taehyung que le quedaba alto. Casi lo tira al suelo. — estábamos por jugar a "siete minutos en el cielo"

—Oh no, yo me voy... —dijo Tae, pero dos chicas lo agarraron del brazo y juntos se sentaron en el piso. 

Lisa preparó unos papelitos con los nombres de todos los que estaban en la ronda y sacó un par de seis papeles en total. 

Ella leyó los primeros. 

— Vaya, vaya. ¡Jackson y Rose! — dijo entregándoles los papeles a Rosé quien los tomó con las manos temblorosas, en parte por el alcohol y en parte por Jackson. Por favor, él apenas se daba cuenta de su existencia y ahora se tenían que encerrar por siete minutos ¿SOLOS? — AHHHH ¡HYUNJIN BEBÉ, TE TOCÓ CON FELIX! 

Eso no era buena señal. Hyunjin protestó, se llevaba por los pelos con Félix. Se odiaban desde el momento en el que se habían conocido. 

— Quiero objetar — dijo Félix golpeando su mano como si se tratara del martillo de un juicio. 

Lisa y otras chicas negaron con la cabeza y les dijeron que tenían que respetar las reglas. 

Una amiga de Lisa, Jennie, sacó los últimos papeles. 

— Jungkook y Taehyung. — les dijo entregándoles los papelitos a ambos. Jungkook soltó una carcajada porque no sabía de qué rayos se trataba el juego y aparte porque el alcohol ya lo tenía en la cabeza y él estaba volando en las nubes

— ¡Genial! — Lisa aplaudió varias veces — bien, estas son las reglas. Tienen siete minutos para encerrarse en algún lugar a solas. Las luces pueden estar encendidas o apagadas. La puerta debe estar trabada y pueden hacer lo que quieran siempre y cuando respeten la decisión de la otra persona ¿okey? — todos asintieron con la cabeza — ¡Genial, vayan a disfrutar de esos siete minutos! — y les guiñó un ojo a todos los pobres condenados. 

Félix y Hyunjin fueron por el camino empujándose mutuamente, Rosé y Jackson se encerraron en el baño de la planta baja sin decir absolutamente nada, y Taehyung y Jungkook se estaban levantando con toda la lentitud del mundo. 

Cuando Jungkook se pudo parar a Taehyung no le quedó otra opción más que obedecer las reglas del juego. él quería subir arriba pero al ver el estado de Jungkook optó por ir a un cuarto libre de la planta baja. Se notaba que era una sala de estudio, solo había un pequeño sillón, una mesa y una silla.

Taehyung trabó la puerta y se quedó apoyando en ella mientras que Jungkook miraba el cuartito. 

No sabía por qué rayos había aceptado ser participante de ese juego. Quería que la tierra se lo tragara.