5. Bloody job
Se sentó al lado de Leroy, el hombre caballeroso y coqueto a su lado tenía su mano bien agarrada, le sonrió desviando la mirada como si estuviera apenado y cubrió su rostro con la mano libre.
El azabache beso el dorso de su mano, subiendo despacio por su brazo, se deleitó con la risita de July y sonrío, sin notar lo fastidiado que estaba en realidad su acompañante.
Rodeo sus hombros y beso su cuello, las parejas bailaban y el resto bebía conversando con los demás.
Vio el reloj de la pared y supo que era hora de salir de ahí, por lo que giró el rostro para besar los labios de Leroy.
—July, ¿te gustaría acompañarme a un ambiente más íntimo? —le preguntó al separarse.
Sonrió, agradecido de saber que todo lo que había hecho funcionó, y asintió.
—Por favor, Jean.
Asintió y se puso de pie, tendiéndole una mano. La tomó sin prisa y se enderezó, acomodándose el abrigo para poder salir del brazo de su pobre víctima. Se preguntaba qué estaría haciendo Otabek y como planeaba matarlo.
El camino fue eterno para el pobre Yuri que tuvo que soportar los besos y caricias en sus piernas bajo el vestido, fingiendo que le gustaba soltando jadeos que eran más de fastidio.
Bajaron en el estacionamiento del hotel y se dejó llevar al elevador, donde prefirió besarlo él para mantener sus manos quietas en su trasero. Maldita tortura, la noche se había sentido eterna.
Evito voltear hacia las cámaras, cubriendo su rostro con el cabello suelto. Leroy abrió la puerta dejándole pasar primero, Yuri sonrió y entro despacio, sus tacones resonaron por la enorme suite y admiro todo paseándose despacio.
—Ponte cómoda.
Asintió, retirándose despacio el abrigo, no veía a Otabek por ningún lado.
— ¿Jugamos? —preguntó desde su lugar, sentándose en la enorme cama.
— ¿Que tienes en mente? —preguntó acercándose despacio, sin poder borrar su sonrisa.
Rió y le tomó de la muñeca para hacer que se sentara, mientras él se levantaba y se quitaba la mascada del cuello.
—Cierra los ojos, te va a gustar —murmuró en su oído, poniendo la mascada como venda al comprobar que había hecho lo que le dijo.
JJ espero paciente, inocente también, Yuri sintió algo de lastima y se quitó los tacones para poder moverse libre y en silencio por la habitación.
No tuvo que buscar a Otabek, recibió un mensaje que decía que abriera la ventana y corrió a hacerlo, procurando usar las manos cubiertas para no dejar huellas.
Se alejó y camino despacio hasta la puerta del baño, escuchando la voz de su cita preguntar porque la demora. Se escondió para cambiarse, de ropa, debía esconder el vestido en su bolso y salir como usualmente se vestía, en dirección a la habitación que Otabek había rentado.
Trato de no tardarse y guardar todo bien, asegurarse que no dejaba nada suelto.
Salió y sintió algo de pena por el pobre Leroy, su cuerpo había caído de lado inerte sobre la cama. Sus manos temblaron al saber lo que tenía que hacer ahora.
Tragó saliva y se acercó luego de ponerse los guantes de látex, retiró la mascada con cuidado, asegurándose que no estuviera rota o dejado algún hilo suelto en el cuerpo de su víctima.
Busco en el bolso el bisturí, y abrió un poco más la herida, buscando a ciegas la bala que no había salido.
Cuando logró sacarla con las pequeñas pinzas que Otabek le había dado, la guardo en una bolsa con todos los instrumentos, recostando el cuerpo de JJ para dejarle algo de dignidad aunque sea.
Su dueño tuvo razón al decir que lo que Yuuri le había enseñado les iba a servir, casi no se veía que hubiera urgido en la herida.
Cuando se aseguró de dejar todo como debía, cerró la ventana y salió sigiloso del cuarto, era una ventaja que la cámara no alcanzará a ver el cuarto de JJ.
Tomó aire y camino con normalidad hasta su habitación, estaba vacía aún por lo que se puso un poco nervioso, ¿Otabek no vendría? ¿Tendría que quedarse solo?
Tragó saliva y se quitó la sudadera, su playera estaba batida de sangre por lo que seguramente tendría que deshacerse de ella.
Tocaron la puerta de forma muy suave, se asustó y corrió a ver por la mirilla, agradeció al cielo que fuera su compañero.
Abrió escondiéndose tras la puerta y cerró en cuanto él estuvo dentro.
— ¿Te aseguraste de limpiar todo?
Asintió, jugando con sus dedos.
— ¿Te tapaste al pasar por la cámara?
—Si, creo que no me falto nada.
Otabek esbozó una leve sonrisa y luego recuperó su semblante serio.
— ¿La bala?
Camino a la maleta y rebusco la bolsa donde había guardado sus instrumentos, la bala y los guantes.
—Lo hiciste bien —palmeo su cabeza y recibió la bolsa—. Guardemos todo y asegúrate de no manchar nada para no levantar sospechas.
Asintió quitándose la ropa sangrienta para guardarla en otra bolsa en la maleta más grande sobre la cama.
—Estoy temblando —murmuró, tenía la garganta seca—. Todo pasó tan rápido...
—Es la adrenalina y los nervios, tranquilo, no debes delatarte.
Asintió y se sentó en la cama con la ropa limpia puesta.
—Nadie sabrá que fuimos nosotros, ¿verdad?
—Nadie lo sabrá, tranquilo.
Asintió y cerró los ojos.
— ¿Por que no duermes un poco?
— ¿Estás seguro?
—Si, te lo ganaste, lo hiciste muy bien.
Sonrió ampliamente y asintió, quitándose los zapatos para entrar a la cama. Había recibido un halago de Otabek, eso era increíble.
Cerró los ojos, casi de inmediato percibió el aroma de su acompañante a su lado y se removió para quedar boca abajo. La cabeza del azabache se acomodó en la curva de su espalda baja, provocando que se sonrojara, dormían así desde ese horrible día del que no querían hablar.
— ¿Duermes? —preguntó Otabek luego de un rato, sin moverse.
—Aún no —respondió con la vocecita tierna que se le salía cuando estaba cansado.
—Viktor salió ayer de la cárcel —aviso con el mismo tono de voz—. Yuuri saldrá en un mes.
— ¿Por que me lo dices?
—Prepárate, tal vez te busquen, si comenzaron a instruirte seguramente querrán encontrarte para seguir, ten cuidado.
—No se enteraran donde estoy si estas conmigo, ¿verdad?
—Si, pero quiero que lo sepas, por cualquier cosa.
—Está bien, gracias —mojo sus labios y escondió el rostro en la almohada—. Buenas noches.
Yuuri miro a todos lados al salir, estaba cansado y solo quería encontrar a su esposo para volver a casa, había mucho que hacer.
— ¡Yuuri!
El grito llamo su atención y volteo para encontrarse con Viktor que agitaba la mano con entusiasmo, sonrió y corrió hacia él, abrazándole con fuerza. Un mes separados había sido una tortura terrible.
—Tardaste mucho en salir —se quejó el ruso, pegándolo a él, con tanta fuerza que cualquiera se sentiría asfixiado.
—Tarde lo que tenía que tardar —beso su nariz y sonrío al separase—. Vamos a casa, quiero dormir.
Asintió y le abrió la puerta del auto, dejando que subiera, corriendo a la puerta del piloto para comenzar a manejar.
— ¿Encontraste ya a nuestro pequeño? —preguntó, algo ansioso en cuanto el carro estuvo en movimiento.
—No, es como si la tierra se lo hubiera tragado —dijo preocupado—. No está por ningún lado en Rusia y comienzo a pensar que salió del país.
—Dijo que iba a quedarse en la casa de su abuelo, ¿revisaste bien?
—Si, mi amor, pero la casa está vacía, parece que nadie ha vivido ahí en años.
— ¿Donde podría estar? No es posible que desaparezca.
—Ya busque en hospitales, hoteles, en la morgue y en la carcel también.
—Debió haberse ido del país, no hay otra.
—No te preocupes amor —palmeo su pierna y giró en una calle—. Ya contacte a tu antiguo amigo, Pichit, dijo que iba a buscarlo y que nos avisaría si sabía dónde estaba.
Suspiro y miro por la ventana, haciendo una mueca.
—Debiste dejarme ponerle ese chip de rastreo...
—No, dijiste que no lo forzaríamos, que lo mejor era que viniera a nosotros por su cuenta.
—Es frustrante —sorbio la nariz, como si fuera a llorar—. Dos meses y jamás me visitó.
—Tranquilo, amor, es nuestro bebé, lo encontraremos pronto.
Yuuri sonrió, olvidando que iba a llorar segundos antes, volteando a ver a su esposo.
—Tienes razón, le daré tiempo, debe extrañarnos mucho.
—Por supuesto que si.
Suspiro y acaricio el rostro hermoso de su esposo, extrañaba verlo con esa expresión enloquecida y manchada de sangre...pero pronto podrían volver a aquello que tanto les gustaba.
Deseaba que encontraran a su niño pronto.
Me alegra odien y amen a Beka al mismo tiempo xD significa que el cap pasado lo hice bien xD
Aquí apenas introduje a Yuuri y Vitya, además de que ya mate a JJ xD pobre, ojalá les haya gustado
Gracias por leer, votar y comentar, les mando todo mi lof *smooches* el cap 6 el lunesito~ (iré subiendo uno de lunes a viernes, me da el fin de semana para irlos escribiendo xD)
Rave, la contenta~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro