Los quince días que Jimin estuvo hospitalizado pasaron tortuosamente lentos, pero para su alivio, Jungkook no lo dejó solo en ningún momento a excepción de cuando debía ir a su departamento para darse una ducha rápida y cambiarse de ropa, solo ahí abandonaba la clínica pero siempre y cuando estuviera Taehyung u otro de sus amigos que iban a visitarlo cada día.

—Amor, ¿estás seguro que este es nuestro bebé y no un camarón que te comiste? —preguntó Jungkook, con la pequeña foto cuadrada en blanco y negro que tenía en una de sus manos. Era la primera ecografía oficial en la que ambos vieron por primera vez a su pequeño bebé.

Estaba recostado cómodamente en la cama, mientras esperaba a que Jimin terminara de vestirse en el baño ya que se acababa de dar una extensa ducha para poder relajarse. Habían llegado hace unas horas de la clínica y Jimin tenía la orden de reposo absoluto, más toda la medicina que debía ingerir cada cierta hora.

Salió con su pijama ya puesto del baño, su cabello revuelto y húmedo, su cuerpo aún caliente y humeante.

—Idiota. Claro que lo es, estuviste conmigo cuando el doctor nos mostró la pantalla y se veía claro, hasta escuchamos sus latidos —bufó mientras se acercaba a él y le quitó la imagen de las manos— Ahí se ve claramente... —la miró frunciendo el ceño unos minutos— Mierda, realmente parece un camarón.

—Es lo que dije.

—Ya, pero no lo es —Jimin tiene actualmente nueve semanas de gestación, el bebé se encontraba bastante bien luego del incidente, sin anomalías genéticas visibles dentro de esas semanas y eso le aliviaba bastante, lo hacía feliz.

Jungkook sonrió al ver cómo veía la imagen con su ceño fruncido.

—Ven —palmeó la cama, invitando al rubio a recostarse a su lado— Quiero acariciar a mi bebé.

—Nuestro —corrigió.

—Nuestro —repitió con una hermosa sonrisa.

Jimin se dejó caer a su lado, Jungkook sin perder tiempo, levantó la camiseta de pijama para tocar suavemente su vientre plano

—Tengo hambre...

—¿Qué quieres comer? —preguntó, sin dejar de acariciar el vientre de Jimin.

—Sandía.

—Acabas de comer sandía.

—Quiero más —Jungkook lo miró y tocó sus mejillas para aplastar los gruesos labios de Jimin con los suyos, dando un delicioso beso que no duró mucho, pero fue perfecto.

—Bien, acomodate y traeré un trozo.

-No - lo apretó junto a su cuerpo antes de que pudiera moverse, Jungkook sonrió de lado. Jimin había creado cierto apego por él y eso le gustaba.

—Vengo en menos de cinco minutos.

—No.

—¿Me quedo aquí entonces?

—Sí.

—Pero tienes hambre.

—No te vayas y dame amor, quiero amor, necesito amor.

—Te lo doy todo el tiempo.

—Quiero más... - se acurrucó en el pecho de Jungkook y se deleitó con ese aroma natural de él. Dios, amaba el olor corporal de Jungkook y ahora con lo del embarazo parecía que era más sensible y pocos aromas toleraba, pero el de Jungkook definitivamente lo amaba.

—¿A quién crees que se parezca? —preguntó Jungkook, dejando pequeñas caricias en su espalda, por debajo de la camiseta.

—Por supuesto que a mí, soy yo quien lo lleva dentro por lo tanto debe parecerse a mí.

—Toda la razón, amor —besó su frente— Saldrá tan hermoso como tú —aseguró con una sonrisa.

Amor. Maldición, Jimin amaba cuando Jungkook lo llamaba así. Dios, se sentía realmente como un estúpido enamorado.

Su madre siempre tuvo razón, el amor te vuelve verdaderamente un estúpido. Pero era un estúpido muy enamorado que era feliz, muy feliz.

—¿Qué nombre le pondremos? —preguntó Jimin sacando la cara del pecho para mirarlo.

—Camarón sería una buena opción.

—Tú, idiota. No le pondré así —sonrió mientras frotaba su mejilla en el pecho del mayor buscando poder sentir más de su aroma, mientras que este acariciaba sus curvas con las llemas de sus dedos, haciendo que Jimin experimentará un leve escalofríos y sus vellos se erizaran.

Estaba más sensible que de costumbre y no tenía idea si era el embarazo o qué, pero deseaba ser tocado, ser besado, se mimado, deseaba que Jungkook recorriera todo su cuerpo dejando caricias en él.

Deseaba a Jungkook todo el tiempo.

—Humm... podría ser algo nuestro, una combinación de nuestros nombres —dijo Jimin mientras enterraba levemente sus dientes en el cuello de Jungkook.

—¿Jikook?

—Ay no, está feo.

—¿Jungmin, Minjung?

—Minjung me gusta, pero ¿Y si es una niña?

—Uhm... —pensó— Tendremos que buscar uno bonito si es que es una niña.

—Sí. Aún hay tiempo, no... no debemos emocionarnos aún...

—Amor —alzó el rostro del rubio con delicadeza— Claro que debemos, nuestro hijo nacerá y será gordito y bonito —le sonrió.

—Y... ¿Y si no pasa?

—Pasará, estoy aquí para cuidarte, cuidarlos —llevó una de sus manos al vientre de Jimin— Ya verás que todo saldrá bien.

Jungkook trataba de sonar lo más seguro posible, pero en el fondo sentía un poco de miedo, no quería equivocarse y se aferraba a creer en sus palabras.

Jimin suspiro y se enterró más en el pecho de Jungkook mientras recibía caricias, cerró los ojos un momento y logró relajarse como no lo había hecho durante esos quince días.

—Jungkook...

—¿Mmm?

—Te amo.

—Yo también —dijo con una gran sonrisa.

—Dilo —ordenó mientras sacaba su rostro del escondite para mirarlo. Jungkook sonrió ampliamente.

—¿Que diga qué? —bien, a veces era divertido molestar un poco a Jimin, sólo un poco.

Jimin bufó con su ceño fruncido.

—Bien, no lo digas si no quieres —se intentó alejar, pero Jungkook se lo impidió.

—Te amo —dijo mientras soltaba una risita. Últimamente estas eran sus "grandes discusiones".

—Ya, me alegro. Ahora suéltame.

—Te amo, Minnie —dijo mientras dejaba besitos cortos en sus mejillas.

—Bien por ti —intentó no reírse, pero le era difícil.

—Te amo, te amo, te amo —finalmente dio un lametón en la mejilla y esto hizo que Jimin soltara una tierna risita.

—Jungkook... eso es sucio —lo miró y se mordió el labio inferior, Jungkook sonrió de lado, alzando ambas cejas.

—Eres... Eres demasiado perfecto, Jimin —apegó aún más al rubio contra su cuerpo y lo besó, un beso lleno de amor y pasión, el cual fue respondido inmediatamente— Eres todo lo que necesito en la vida, te amo —Jimin subió sus manos y las enterró en los cabellos castaños de Jungkook, obligándole a profundizar más en beso.

El sonido húmedo que salía de sus bocas era música para ellos, sumergidos en su burbuja de amor que pronto se volvió una llena de placer, el calor en sus cuerpos aumentó y la erección en ambos no se hizo esperar.

—Minnie... —susurró contra los pomposos labios que se negaba a soltarlo— Amor, no podemos... —intentó detener la situación usando todo su autocontrol.

—Quiero... —jadeó— Por favor...

—El bebé... —esas simples palabras bastaron para que rompieran definitivamente el beso.

Ambos tenían sus mejillas coloradas y calientes, sus respiraciones eran irregulares y la entrepierna les dolía.

—Mierda... —maldijo sonriendo y llevó sus manos a las nalgas de Jimin para amasarlas.

—Ugh... - gimió— Ju-Jungkook... —se removió y escondió su cara en el cuello, soltando un jadeo cuando sintió las grandes manos del castaño amasar sus nalgas por debajo de la tela.

—Solo así, no puedo hacer más, ¿bueno? —Jimin asintió rápidamente con la cabeza mientras abandonaba el cuello y alzaba la vista.

La mano de Jungkook bajo el pantalón de pijama de Jimin, dejando expuesta su dura y húmeda erección, y comenzó a masajearla lentamente. Con la mano libre, desabotono su pantalón y liberó su grasa hombría para masajearla junto a la de su rubio. Movimientos lentos que se tornaron cada vez más rápido.

—Aaah... —gimoteó Jimin, enroscando los deditos de sus pies.

Jungkook se encorvó levemente y dejó su cara en el cuello expuesto de Jimin, donde dejó varios mordiscos y pálidas.

—Umm... —tarareó ronco y aumentó la velocidad de los movimientos— Mierda...

—Agh... —Jimin se aferró aún más al cuerpo del castaño al sentir que todo el calor se concentraba en su vientre, avisando que el orgasmo ya estaba cerca— No puedo... agh... —volvió a gemir.

Solo unos movimientos más y Jimin terminó por derramar toda su viscosidad en la manos y pecho de Jungkook, aún cuando el castaño no detuvo los movimientos y gimoteo a causa de la sobre estimulación.

—Ah... —gruñó en el cuello de Jimin cuando terminó por correrse y los movimientos en los miembros comenzaron a disminuir— Umm... —se quedaron así por un largo rato hasta que lograron calmar la necesidad de tenerse el uno al otro, Jungkook suspiro satisfecho aunque no del todo y beso nuevamente a Jimin— Jimin...

—¿Mmm?

—Vivamos juntos —susurró cerca del oído, haciendo que se le erizara toda la piel.

—Ya lo hacemos, prácticamente - sonrió.

—No aquí, me refiero a que compremos una casa, una donde nuestro hijo pueda recorrer y tener todo el espacio que necesite.

Dios, ¿puede ser Jungkook más perfecto?

—Bien —ni siquiera lo pensó, no había que hacerlo.

—¿Sí? —preguntó confundido, pero feliz.

—Sí, vivamos juntos. Quiero tenerte todo el día para mí, todos los días —sonrió mientras enrollaba sus piernas con las de Jungkook.

—Es lo que también deseo, tenerte conmigo.

—Ya me tienes... —susurró, mientras sus mejillas se volvían aún más rojas.

—Pero te quiero todos los días de la semana, las veinticuatro horas del día.

—Tonto... —sonrió nuevamente— Te amo.

—También te amo —respondió de inmediato— Iré al baño, ya vuelvo.

Bien, ¿desde cuándo se habían vuelto tan meloso? Aunque daba igual, eran felices y eso era lo que importaba.

—Tengo sueño... —murmuró luego de un rato, cuando Jungkook volvió del baño y consigo traía un paño húmedo para limpiarlo— Agh... está frío —puchereó. Jungkook sólo sonrió y lo limpió, le pasó un pijama limpio y lo ayudó a ponérselo.

—Duerme —dijo una vez Jimin quedo cambiado y acostado nuevamente en la cama— Me quedaré contigo hasta que te duermas.

—Incluso si me duermo, no te vayas —se aferró a él como un pulpo y Jungkook le acaricio el cabello y la espalda.

—¿Y si quiero hacer pis?

—Te aguantas —Jungkook soltó una risita divertida.

Luego de un breve momento, logró sentir a Jimin más relajado y con la respiración más calmada. Se había dormido.

Salió lentamente de la cama y se fue al baño para darse una ducha, se afeito, lavo sus dientes y se puso ropa cómoda para estar en casa.

Cuando se sintió finalmente cómodo y bien aseado, se asomó por la puerta del dormitorio y logró ver a Jimin aún plácidamente dormido, aprovechó el momento y fue hasta la entra a colocar sus zapatillas, su chaqueta, tomó las llaves y su billetera y salio del departamento para ir a comprar algo para comer ya que en el refrigerador sólo había sandías y muchos potes de yogur sabor fresa, definitivamente necesitaba más que eso.

***

No sabe exactamente cuánto rato pasó, pero de qué se demoró, se demoró.

El supermercado había estado masivamente lleno y apenas dos cajeras trabajando de las diez cajas que habían, pero apenas logró pagar y salir del lugar se fue lo más rápido que pudo al departamento.

Cuando ingresó la clave y logró abrir la puerta, fue recibido por un bonito rubio que prácticamente se colgó sobre él.

—¿Minnie? —dijo en sorpresa, no esperaba que Jimin estuviera esperándolo, al menos no de esa forma.

—Te fuiste —reclamó, alejándose del cuerpo del castaño— Dijiste que te quedarías —sorbió su nariz y Jungkook se alarmó.

¿Había estado llorando?

—Amor —dejó las bolsas en el suelo y avanzó hasta abrazarlo— Lo siento, necesitaba ir a comprar cosas para que puedas comer bien, si esperaba a que estuvieras despierto no me dejarías ir.

—Claro que no, no necesitas comprar nada.

—Lo necesitaba, también debo comer y la sandía no me gusta tanto.

Jimin no dijo nada y Jungkook se alejó del abrazo para mirarlo.

—¿Por qué estás llorando, bebé? —secó las mejillas del rubio.

—No sé, c-creo que estoy hormonal —hizo un puchero.

—Dios, te ves tentador cuando haces pucheros —sonrió y se inclinó a besarlo.

—Vamos a la cama —pidió jalando la ropa de Jungkook, él sonrió.

—Ve a acostarte, déjame acomodar las compras y voy, ¿bueno?

—No.

—Amor.... —tomó sus mejillas para acuñar su rostro— Necesito guardar las cosas o se van a echar a perder, te llevaré un trozo de sandía y luego comida

Las manos de Jimin se realizaron por debajo de la ropa se Jungkook y comenzó a acariciar su pecho, estaba tan caliente y se vio tentado a poner su rostro directo en la piel.

—Quítate la ropa —ordenó y Jungkook alzó las cejas.

—¿Qué?

—Quítate. La. Ropa.

—Deja que acomode las cosas.

Jimin suspiró resignado. 

—Bien, pero no tardes —pidió. Se dio media vuelta y fue hasta la habitación.

Jungkook no tardó demasiado en ordenar todo, se lavo las manos y fue hasta el dormitorio. Jimin estaba acurrucado en su lado de la cama mirando alguna cosa en el televisor.

—¿Tienes hambre?

—Sí.

—¿Qué quieres comer?

—Sandía —respondió rápidamente, Jungkook sabía la respuesta pero espero a que quisiera comer otra cosa. No fue así.

—Bien, ya vengo —Jimin lo miró y Jungkook sonrió, esa cara de "No tardes" era algo que ya había aprendido a descifrar sin necesidad de escuchar las palabras— No tardaré —le aseguró y Jimin se relajó.

—Bien.

Realmente no tardó, cuando volvió a la habitación traía un pocillo con la fruta picada en cubos, para que fuera más fácil de comer y no derramara nada en la cama.

—Creo que vamos a tener un bebé sandía - sonrió mientras le acercaba el pocillo con los trozos picados.

—Es lo más probable - llevó un trozo a su boca— Mmm... —tarareó cuando se deshizo en su boca y saboreó el dulzor de la fruta.

—¿Rico? —Jimin llenó su boca con más sandía.

—Dico —respondió con sus mejillas llenas.

Jungkook le limpió los labios con un trozo de papel y se acercó a besarlo. Se quedó a su lado y vieron películas, series hasta que les dolió la cabeza. Luego se durmieron y cuando despertaron comieron comida nutritiva, sin dejar de lado la sandía.

—Mañana vendrá Taehyung —le recordó Jungkook a Jimin, quien ya estaba acurrucado en su pecho.

—Sí, no lo olvide —metió las manos por debajo de su camiseta y apoyó su mejilla en la piel tibia del castaño.

Jungkook lo abrazó y apoyó su mentón con cuidado en la cabeza de Jimin, cerró los ojos y se permitió finalmente descansar, había sido un día en el cual no hicieron nada mas que ver televisión y comer, demasiado agotador.