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50 | JUEGO DE BALONCESTO

Al entrar al gimnasio de la Secundaria Hawkins, Lauren recordó su tiempo en la escuela, y mientras ella y Steve caminaban hacia las gradas, Lauren vio a Robin entre la banda. Saludó a su amiga y Robin sonrió en respuesta, y antes de que Lauren pudiera acercarse a ella, Steve la estaba arrastrando hacia las gradas.

—¿Te molesta saber que quizá ganemos un campeonato después de que te graduaste? —preguntó Lauren.

—Sí, ese es un tema interesante —dijo Steve—. Muchas gracias por mencionarlo, Lauren.

—De nada —dijo Lauren, mientras Connor se unía a ellos en las gradas.

—¿Ves a Lucas? —preguntó Connor, poniéndose de puntillas para escanear el equipo de baloncesto—. ¡Oh, espera! ¡Lo veo!

—Por favor, pónganse de pie para el himno nacional —dijo el director—. Esta noche cantará una invitada muy especial. Desde Nashville, ¡aquí tenemos a Tammy Thompson!

Lauren se quedó boquiabierta cuando escuchó el anuncio, volteándose hacia Steve mientras él la miraba con la misma expresión estupefacta en su rostro—. Tienes que estar bromeando.

—Oh, Cielos —dijo Lauren.

—¿Quién es Tammy Thompson? —preguntó Connor.

Lauren palmeó su hombro—. Ya verás.

Tammy estaba de pie en el centro de la cancha, sonriendo y saludando mientras la multitud vitoreaba su nombre. Hizo una pausa por un momento antes de comenzar a cantar el himno nacional con una voz horriblemente desafinada.

Inclinándose hacia Lauren, Steve susurró—: Te lo dije. Muppet.

—Nunca estuve en desacuerdo contigo —dijo Lauren—. Suena como Kermit.

—Se parece más a Miss Piggy —respondió Steve.

—De cualquier manera, esto es una tortura —murmuró Lauren.

Una vez que Tammy hubo concluido su actuación, salió de la cancha y comenzó el juego. Fue un juego reñido, ya que ambos equipos estuvieron prácticamente empatados en puntos durante todo el juego, pero Lauren solo estaba preocupada por Lucas. Había estado en el banquillo durante toda la temporada, así que cuando Lauren lo vio ponerse de pie y unirse a sus compañeros de equipo en la cancha después de una falta particularmente agresiva contra uno de los jugadores de Hawkins, Lauren vitoreó con más fuerza.

—¡Vamos Lucas! —gritó Lauren.

Estuvo muy cerca, pero los Tigres iban un par de puntos detrás, así que cuando Lucas buscó el rebote y atrapó la pelota, moviéndose más lejos para evitar la multitud de jugadores, Lauren agarró la mano de Steve mientras el reloj contaba.

3.

Lucas saltó.

2.

Soltó la pelota.

1.

Lo vieron volar por el aire hacia la base, golpear el tablero, luego el borde, luego rebotar nuevamente antes de caer a través de la red. Lauren dejó escapar una ovación cuando vio a Lucas subirse a los hombros de sus compañeros de equipo. El subidón de la victoria duró mientras la multitud comenzaba a salir del gimnasio, vitoreando y felicitando al equipo mientras regresaban al vestuario. Lucas, sin embargo, corrió hacia Lauren y Connor, sonriendo de oreja a oreja.

—Hola, campeón —dijo Lauren, abriendo los brazos para un abrazo. Lucas se lanzó a sus brazos—. ¡Lo hiciste tan bien! ¿Dónde aprendiste a jugar así?

—Estuve practicando —dijo Lucas, alejándose del abrazo y chocando los cinco con Connor—. No sabía que vendrían tan temprano.

—Bueno, Steve y yo lo arreglamos —dijo Lauren, sonriendo—. ¿Dónde están los demás?

La cara de Lucas cayó—. Probablemente haciendo su campaña.

—¿Qué? No puede ser —dijo Steve—. ¿Ni siquiera vinieron al juego?

Lucas negó con la cabeza—. Pero está bien, fue una gran campaña. Eddie no iba a posponerla.

Lauren jadeó—. ¡Eddie Munson!

—¿Qué tiene? —preguntó Steve.

—Le di clases de matemáticas y química —dijo Lauren, frunciendo el ceño—. Mierda, ¿todavía está en la escuela?

—Sí —dijo Lucas.

Lauren puso los ojos en blanco—. No me sorprende —se volvió hacia Steve—. Te dije que el nombre me sonaba familiar.

—Sí, lo hiciste —respondió Steve, palmeando a Lucas en el hombro—. Buen tiro, Sinclair.

—Gracias —dijo Lucas, sonriendo—. Escuchen, tengo que ducharme y cambiarme. Si no los veo esta noche, los veré pronto.

—Definitivamente —dijo Lauren, viendo a Lucas correr en dirección al vestuario. Luego se volvió hacia Connor—. Voy a pegarle a esos idiotas por perderse el juego de Lucas.

Connor sonrió—. Claro que lo harás.

Cuando salían del gimnasio, Lauren escuchó vítores que no tenían nada que ver con el juego. Al ver a Mike Wheeler y Dustin Henderson saliendo por una puerta diferente, rodeados de estudiantes de último año, soltó la mano de Steve y se dirigió hacia ellos.

—¡Mike Wheeler y Dustin Henderson! —dijo Lauren, sonriendo mientras captaba su atención—. Mucho tiempo sin vernos, perdedores.

—¡Lauren! —gritó Dustin.

Corrió a sus brazos y Lauren se rió, dándole a Dustin un abrazo largamente esperado—. Oye. ¿Me extrañaste?

—¿Si te extrañé? ¡Por supuesto que sí! —exclamó Dustin, alejándose de Lauren con una sonrisa—. Todo ha sido tan aburrido sin ti.

Mike, que se había quedado atrás cuando Dustin saludó a Lauren, escuchó a Eddie preguntar—: ¿Quién es esa?

—Lauren Carter —explicó Mike—. Se mudó a California el año pasado.

—Oh, espera. ¿Lauren Carter? —preguntó Eddie—. ¿La hija del jefe?

—Sí —dijo Mike—. Y ese es su hermano —señaló a Connor, quien estaba abrazando a Dustin—. Regresaron para las vacaciones de primavera.

—Ella solía ser mi tutora —dijo Eddie, riéndose—. Dios, eso se siente como hace mucho tiempo.

Lauren se acercó a Mike, ignorando a los otros chicos a favor de avergonzar al chico Wheeler—. Vamos, perdedor. Dame un abrazo.

—Oh, no. Yo...

Las protestas de Mike se ahogaron cuando Lauren lo abrazó, alborotándole el pelo mientras él aceptaba la derrota a regañadientes y la abrazaba. Cuando ella se apartó, procedió a mirarlo—. ¿Y por qué no estuviste en el juego de Lucas?

—Me temo que fue culpa mía —dijo Eddie, acercándose con una sonrisa—. Desafortunadamente, la campaña no espera a nadie.

—Eddie Munson —dijo Lauren, sonriendo mientras ponía los ojos en blanco—. ¿Sigues dando vueltas por estos pasillos?

—Evidentemente —respondió Eddie—. Aunque no tengo a mi tutora favorita para que me ayude.

—No es como si haya ayudado mucho —dijo Lauren—. Estoy segura de que casi no me prestabas atención.

—Bueno, no, pero es la idea lo que cuenta —dijo Eddie, encogiéndose de hombros.

Lauren volvió a poner los ojos en blanco cuando Steve apareció detrás de ella, alcanzando su mano—. Oye, deberíamos irnos.

—Harrington —dijo Eddie.

—Munson.

Lauren, una vez más, puso los ojos en blanco, señalando a Mike—. Le debes una disculpa a Lucas.

—Sí, lo sé —dijo Mike.

—Asegúrate de disculparte —dijo Lauren—. Lo sacaron del banquillo, ¿sabes? Anotó el punto ganador.

—Fue increíble —dijo Connor, apareciendo junto a Lauren.

Steve miró a Mike y Dustin—. ¿Alguno de ustedes necesita que lo lleve a casa?

—Sí —dijo Dustin.

Mike asintió—. ¿Está bien?

Steve asintió—. Sí, vamos.

Eddie dijo—: Oye, Lauren, fue bueno verte.

Ella asintió—. Lo mismo digo.

Steve tiró de su mano, pasando un brazo alrededor de sus hombros—. Vamos.

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