Me moví nervioso de pie a pie, incomodo en la chaqueta de cuero por el calor que hacia, el guión estaba doblado como un churro y estaba contra mi labio inferior, la profesora blue sincronizaba la música y los sonidos, probaba los micrófonos, se movió fuera del escenario y me miró con una sonrisa, las ganas de vomitar estaban instaladas en la boca de mi estomago.

Brooke estaba cerca de mi, a unos pasos, sentado en el escritorio que se supone era el escritorio de su habitación, él estaba tranquilo, recargado en la silla, con el codo en su escritorio y la mejilla en su puño.

-Muy bien, los micrófonos ya están y los sonidos igual -comenzó la profesora Blue, se sentó en la silla detrás del escritorio que estaba hasta enfrente de las bancas de acolchonado rojo y movió la lampara que estaba frente a ella, acomodando su propio guión frente a ella.- Ahora es cuando Yuyan y Lihan discuten como siempre, pero esta vez, ya saben, hay un besito sincero.

La profesora estaba tan emocionada que aplaudió, me hacía pensar en el hecho de que era bien otaku y pensaba en sus animes yaoi o algo por el estilo -que yo también he visto y dusfruto-, pero era como que tenía su propio anime yaoi. No sé, como si fuera su novela favorita y ella pudiera ver los capítulos antes de su publicación.

Los que estaban demás acomodando la escenografía que aún estábamos terminando se bajaron del escenario, dejándonos a Brooke y a mi para estar en escena. Me senté en la cama que tenía rueditas y dejé el guión sobre ella.

-Acción.

Brooke se movió, sentándose correctamente en el escritorio y fingiendo que hacía el proyecto por el cual se supone estábamos juntos en su casa, un alebrije, ya que teníamos que hablar de alguna cultura y habíamos decidido México, porque la chica que le gustaba a Yuyan era de ahí. Mientras tanto, yo me acostaba en su cama e intentaba soplar los cuadritos de papel china para que flotaran.

De un momento a otro, Yuyang -Brooke- se movió exasperado en su silla, mirándome con expresión enojada.

-¿No piensas ayudarme? -dijo con amargura.

Yo seguía mirando al techo, que eran las luces, barras de metal yendo de extremo a extremo, habían cables, había incluso una telaraña bien grande. Deje de jugar con el papelito un momento y me preparé para responder.

-Yo no voy a hacer nada para esa-respondí, desinteresado pero amenazante al mismo tiempo.

-¿Para esa?, es nuestro proyecto sobre México, para la clase.

Me levanté de repente enojado, mirando a Yuyang, mis fosas nasales estaban enormes, mostrando los celos que se supone mi personaje tenía.

-No te hagas el imbécil, Yuyang. Escogiste México sin preguntarme, porque Natalia es de ahí y después de que nos califiquen vas a regalarselo. Entonces, como quieres darle nuestro proyecto, hazlo tú solo. Yo haré la exposición.

Volví a tirarme en la cama, jugando con el papel, Yuyang se giró para seguir con el alebrije, entonces, muy bajito, que en realidad se escuchó bien en el micrófono, dijo;

-Yo no sé porque haces tanto drama, Lihan. No somos nada.

En ese momento yo me levantaba, giraba su silla, ponía mi brazo detrás de él, acercando mucho mi cara a la suya, exhalando ira. Su mirada impresionada sobre mí, su respiración acelerada.

-¿No somos nada, Yuyang?-pregunté-. Te hice mío en mi cama, en tu cama en muchos lugares y no solo era la tensión sexual.

-El sexo no significa nada, Lihan-respondió descaradamente.

En ese momento, Lihan se acercaba más, poco a poco, hasta que podía contar el número de pestañas que delineaban sus ojos. Mi nerviosismo borrandose, fijandome detenidamente en los ojos de Brooke, él sabía actuar tan jodidamente bien. Pensé en mi siguiente frase.

-¿Sexo?-mi mirada fue de sus labios lentamente por todo su rostro-. ¿Me vas a decir que no amabas la forma en la que te hacía mío?-pensaba que eso era demasiado, la audiencia reaccionaría extraño-. ¿Me vas a decir que no te hacia feliz despertar en mis brazos cuando resultaba te quedabas dormido? ¿Cuando te hice de desayunar? -Brookee me miraba, su expresión iba cambiando de desafiante a extrañamente dolorosa-. Cada que te robaba un beso, cuando te acariciaba, cuando te abrazaba, cuando te molestaba. ¿No estás enamorado de mi, Yuyang? -mis dedos fueron a acariciar su piel, su rostro inclinándose a mi tacto.-Estoy terriblemente enamorado de ti, Yuyang. Y si me dices que no lo estás de mi después de todo lo que hemos compartido, me vas a romper el corazón. ¿No estás enamorado de mi?

Brooke relamió sus labios, viendo los míos, sus labios temblando, sus ojos mostrando lo que se supone Yuyang sentiría en esos momentos y aunque yo ya me sabía el guión esperaba que Brooke respondiera. La profesora Blue también se sabía el guión y por la vista periférica podía notar como seguía lo que decíamos pero sin voz.

-No tienes que gustar de Natalia, no tienes que demostrar nada a nadie, Yuyang. Podemos ser felices juntos.

-Lihan-llamó -. Soy heterosexual, lo que tuvimos fue una fase, por favor, superalo.

Yuyang se movía en la silla para seguir con el alebrije, pero Lihan no lo permitía, lo giraba tomándolo de la cara y estrellando sus labios. Pero eso no lo íbamos hacer, no en los ensayos, por lo que pusimos nuestra mano y fingimos besarnos, luego nos reímos en la cara de la profesora Blue, estaba tan emocionada.

Brooke me había ayudado a superar lo de las escenas de beso, al principio me quedaba quieto o me movía muy lejos, lo que me dijo que era muy extraño. Burlarnos de ello era una mejor manera de reaccionar y algunos lo tomaban bien, gracioso.

-En algún momento van a tener que besarse de verdad-dijo la profesora Blue, llamando nuestra atención al parar nuestras risas.

-Y en ese momento lo haremos, profesora. Pero en los ensayos no tenemos que hacerlo.

La profesora refunfuñó, seguimos riendo y continuamos con nuestros papeles. Después del beso, con los ojos cerrados y las frentes juntas yo hablaba.

-No puedes ir siempre en contra de tu corazón. Me cansé, no voy a hacer más esto, Yuyang-mis dedos acariciaron su piel, me alejé lentamente-. Tomaste tu decisión.

Me moví lejos, tomé mi mochila junto a la mochila y caminé cerca de la puerta -que solo era un marco con apoyaduras en la base-, Brooke continuaba mirándome, todo bien dramático. Se supone que Lihan esperara que Yuyang se arrepintiera, la esperanza de su amor.

-Yo llevaré la exposición de México, te daré una de las tarjetas para que la profesora no sospeche nada.

Salí por la puerta y Yuyang se giraba sobre la silla, mirando al alebrije, preguntándose si valía la pena, luego el telón se cerraba, pero regrese al escenario y la profesora Blue comenzó a aplaudir junto con otros de nuestros compañeros.

-¡Bravo! -celebró-. Son mis mejores actores.

[...]

Estaba arreglando mis cosas en el casillero, mis libros hundiéndose en mi mochila a medida que verificaba lo que tendría que estudiar hoy, sentí una mano en mi hombro y me giré mirando a Brooke. Me sonrió, le sonreí y continúe guardando mis libros.

-Hey, ¿cómo vas?-dijo.

-Bien, supongo. Tenemos mucha tarea.

-¿Tenemos?

-El ensayo, las operaciones de matemáticas, el resumen de los siete libros en literatura.

-¿Lo dejaste todo para el último, Jimincito?

Mi cara se mostró un claro "¿yo?, nooooo" pero en vez de contestar busque mi celular, el cual sonaba en llamada, el nombre de Sandy se mostraba en la pantalla, conteste con una sonrisa llevándolo a mi oreja.

-Hey, Sandy. ¿Todo bien en el ultrasonido?-dejé de sonreír cuando escuché llanto y al instante me asusté -. ¿Qué pasó?

-Papá llegó-respondió y me temí lo peor.

-Voy para allá, no tardaré, seguía en la universidad pero voy en camino.

Terminé la llamada y guardé lo último que tenía que meter, cerré la puerta de mi casillero y miré a Brooke, su expresión decía que lo entendía, por lo que me despedí y salí corriendo.

El padre de Sandy estaba de viaje en Japón, siempre había sido un hombre reservado, con ideas cerradas y muy duro. Tuvo la suerte de tener una hija rebelde con gustos fuera de lo común, encontra del machismo y muchas otras cosas a las que su padre era fiel. Pero ambos eran la adoración del otro.

La cosa era, que siendo su padre como era, no aceptaría que Sandy estuviera embarazada antes del matrimonio. Tenía que llegar virgen al altar.

Menuda mierda.

Llegué tan rápido como humanamente permitido estaba en cuanto a no tener una multa, el auto del padre de Sandy estaba estacionado fuera y miré como la puerta se abría, Sandy saliendo de la casa con una maleta de ruedas, con su gran pansa visible mente dificultosa para bajar los escalones, baje rápido, su padre discutiendo con su madre y Sandy.

Puro drama en mi vida.

─¡Ni se te ocurra dar un paso más!

─¡No me quedaré compartiendo casa con un machista asesino!

La vena en mi cuello creció, la idea de que le haya dado la posibilidad del aborto me generó ira. Era imposible, Sandy ya estaba demasiado adelantada para abortar.

─ ¡Jimin! ─dijo el hombre ─. ¿Cómo puedes apoyarla?

─Ella es mi mejor amiga, señor. Ella es mi familia y ella tiene un hijo en espera de nacer, cambiar al mundo de ideas tan erradas y estúpidas como las que tiene usted.

Tomé la maleta, la mano de Sandy y comenzamos a movernos hacia mi camioneta.

¿Qué más pasaría ahora?

Sandy tenía suficiente con las burlas que ya habían en la universidad y ahora no tenía el apoyo de su padre.

Jodido infierno.