13
Caminé hasta mi camioneta, me subí a ella y golpeé el volante reiteradas veces mientras gruñía, paré, saqué mi teléfono celular.
Abrí el borrador.
Tal vez no sea el mejor plan de todos, pero estaré lejos, bajo una presión diferente, tendré en mente una idea clara. Estoy pensándolo mucho, tal vez más de lo que quise alguna vez, pero ciertamente parece la mejor idea justo ahora.
Una alternativa, por si les digo y no me aceptan, si es que me armo el valor de decirles.
Porque, sinceramente estoy cansado de la imagen de la persona que creen que soy. No estoy listo para contarles, no estoy listo para salir del closet y recibir sus reacciones.
Pero estoy tan cansado, me he dado cuenta que siempre he estado huyendo de ellos. Por eso te mandé el correo, quería liberarme de alguna manera. Fucionó, pero, no tanto como quería.
¿Por qué bloqueaste los comentarios?
Solo es curiosidad, me desconcertó un poco, ver que no habían comentarios y el gif del bailarín sin rostro en blanco y negro. No sé, esperaba ver mucho hate o algo por el estilo y no hubo nada
Gracias por leer.
Atentamente, un desesperado Big boss.
Presioné enviar, encendí el auto, boté el celular después de sincronizarlo, peiné mis cabellos y aceleré hacía atrás; para reunirme con el camino, una oportunidad de estar solo conmigo, mi secreto y la dirección del club grabada en mi memoria.
[...]
Era la primera vez que me salía de casa así. Normalmente le avisaba a mis padres días antes de salir, además que siempre salía con la compañía de Sandy y André, siempre me preparaba, me arreglaba especialmente para el lugar e iba a lugares conocidos o me informaba del lugar nuevo que visitaría.
Esta vez, no avisé días antes, no tenía a Sandy o André conmigo, no me había preparado bien y solo conocía al lugar por una recomendación de un blog el cual era dirigido por un autor o autora en anónimo.
Pero no sé porque en mi pecho parecía tan buena idea, por mas descabellada que era, había algo que me decía que hacía lo correcto.
Estacioné la camioneta junto a varios autos, de entre ellos reconocí algunos mi valiosos, otros no tanto; mientras iba caminando para acercarme al club, la bonita, que digo bonita, una preciosa e inigualable harley 2018 iron 883 estaba parada en la punta de la fila de motocicletas, esta motocicleta era carisma y joder.
¿Qué tipo de gente llenaba este lugar?
Caminé teniendo el club como objetivo y despidiéndome de la motocicleta que nunca tendré, ya podía escuchar la música golpeando fuertemente las paredes de ladrillos; había una gitarra y una voz, una jodida y sexy voz de hombre cantando en inglés. Sonaba ambientado y las personas entraban y salían del lugar con bebidas y sonrisas. Llegué a la entrada, me metí y la imagen de las personas en grupo frente a un esenario fue lo primero que vi; el vodka, wisky y otras bebidas lo primero que olí. Observé el lugar, ladrillo, posters de grupos de rock y logos adheridos a la pared, luces retro colgando del techo y paredes, rojo y azul dando en los rostros de las personas; se veía rápidamente que era un lugar de rock y música alternativa.
"She got two little horns
And they get me a little bit..."
Me paseé por el lugar, dejando al grupo de personas a un lado para caminar hasta la barra, me recargué sobre ella. Comencé asentir y a golpear con mi pie sobre el suelo de madera; sonaba la batería, la guitarra, el bajo y ahora la voz del hombre.
"Oooooh ooo-oooh oooh ooh...
- Una sangría.
"She's the find in the sin
And I burn breathing her in
N
ow it's left suicide
And I sell my soul for the hive"
Exhalé por la nariz cuando el barman me miró levantando una ceja, sus ojos fueron deslizandosé por mi, subieron de nuevo a mis ojos y asintió. Junté mis cejas, me encogí de hombros y decidí girarme para ver a la multitud y prestar atención a la música.
"Truth be told, I don't mind
'Cause she helds my paradise
She can crush every horn
Got her heels tapping down my throat..."
Las personas asentía y golpeaban, llevaban el ritmo en sus movimientos, no era una canción tal cual para bailar, pero habían personas que si meneaban su cuerpo al ritmo, la cabeza llenado de un lado a otro, las mujeres haciendolo con sus caderas.
Mis ojos se posaron en la banda, en el cantante. Cabellos rojos iluminándose ante mi, labios moviéndose frente a un micrófono, dientes de conejo percibiéndose velozmente de entre los otros.
"She got blood cold as ice
And her heart made of stone
But she keeps me alive
She's the beast in my bones
She gets everything she wants
When she gets me alone
Like it's nothing
She got two little horns
And they get me a little bit ..."
Tenía una camisa a cuadros rojos con negro, una cahqueta negra encima que era larga y llegaba hasta la mitad de sus muslos, estaba abierta y hacia lucir su pantalón negro con rasgaduras en todas sus piernas, terminaba en unas grandes botas de color negro, parecidas a las que los militares usan, con la diferencia de que éstas estaban decoradas con una especie de pinchos. Tenía el cabello despeinado, casual, sexy; sus labios estaban rojos, rojos natural, se veían así por la iluminación y lucían apetecibles sin duda.
"She got horns like the devil
Pointed at me, and there's nowhere to run
From the fire she breathes
She got horns like the devil
Pointed at me, and there's nowhere to run
From the fire she breathes..."
Parpadeó, sus ojos se encontraron con los míos mientras cantaba, sus manos estaban sobre su guitarra rasgando las cuerdas, entonces, la luz roja dio en su rostro mientras seguía pronunciando palabras y luego desapareció. Una sonrisa apareció.
Me reconoció.
"From the fire she breathes..."
Sus ojos volvieron a la multitud con otro parpadeo, comenzó a soltar "wuu" y las palmas de la gente se escuchaban, entonces, el pelirrojo se encontró saltando y muy emocionado termino la canción con su manzana de adán yendo de arriba hacia abajo, pronunciando lo último.
"She got two little horns
And they get me a little bit..."
Aplaudieron, se sacó la guitarra y otra canción comenzó a sonar.
Daddy Issues de the neighbourhood.
El pelirrojo se acercó a los demás que salían de sus instrumentos, su banda, suponía. ¿Esta era la banda que Neptuno decía?, deslicé mis ojos a la batería, un mal pero estético logo pintado en rojo decía "Angel of death", entonces sí, esta era la banda. El pelirrojo rio, asintió y bajó por las escaleras del lado izquierdo, su mirada se encontró conmigo y sonrió, venía hacia a mi.
- Hey, chico de los cicles. - Dijo él, haciéndome recordar mi mal chiste. - Por lo visto, eso de las sabanas era cierto, no te vi hoy en la escuela.
Y al parecer, a él también.
- Uhm, sí. Hola.
Lo miré cuando se postró frente a mi, su ropa le lucía jodidamente mejor, se notaba su cuerpo en esos ajustados pantalones, piernas fuertes y aunque su camisa era un poco grande, le quedaba bien, mostrando parte de sus clavículas y la cadena colgando de su cuello.
- Enfermé. - Continúe antes de que se me escapara.- Pero estoy mejor.
Sus ojos estaban puestos en mí sin alejarse o moverse, una sonrisa seguía en su rostro como si estuviera muy alegre de tenerme ahí, había delineador en sus ojos y juraría que mascara de pestañas también. Y aunque algunos lo vieran raro, contrasta con la ocasión, siendo el vocalista y guitarrista de una banda de rock, iban con su tema y sobre todo, con su caliente atuendo.
"I taste you on my tongue..."
La sangría se posó junto a mi en la barra, su mirada se deslizó a mi bebida, después a mi y de ahí descendió por mi ropa. Su rostro me decía que no había visto mi ropa y que no le gustaba nada lo que usaba. Tampoco lo que iba a tomar.
Sí, mi ropa era un asco. Unos amplios vaqueros, unas botas cafés timberlan, una camiseta blanca metida al pantalón y una chaqueta de mezclilla. Algo que iba bien cuando quería quedarme en casa sin hacer nada, parecía que iría a montar al toro o a cortar leña. Y sí, algo de eso, pues estas ropas a excepción de las botas, eran de mi padre.
- Amigo, tu ropa dice golpeamé duro, y ¿sangría? -Habló el pelirrojo, sus ojos de nuevo incrustados en los míos. -Se nota que es tu primera vez aquí. Ven, acompañenme, vamos a cambiar tu ropa de leñador.
"I'd do whatever I could do
I'd run away and hide with you..."
El pelirrojo se dio la vuelta y comenzó a caminar, sin saber como reaccionar, suspiré y le seguí. Caminó hasta adentrarse en un pasillo de luces neón azules, giró a la derecha y comenzó a subir por unas escaleras, miró hacía atrás para ver si lo seguía, al verme dudar sonrio y habló por encima de la música.
- Prometo que no voy a drogarte y secuestrarte. -Hizo una equis en su corazón mientras mi mostraba la palma de su otra mano.
Sonreí con los labios cerrados y comencé a subir las escaleras, él hizo lo mismo. Giró a la izquierda, más escaleras, llegamos a una puerta, sacó una llave y la insertó, giró, la perilla rodó, la puerta se abrió, se deslizó por ella y me dejó pasar.
Cerró la puerta.
La música apenas se escuchaba.
Era una gran habitación, ladrillos, una sala de estar, también había una enorme armario y casilleros, al fondo una enorme ventana llena de recuadros que eran vidriosos entre negro y cosas como vasos, bebidas. Era algo como un almacén, camerino y habituación de empleados.
Los pasos se escucharon ir hasta el armario, mi mirada viajó hasta el pelirrojo, ya no tenía su chaqueta y estaba dándome la espalda, abrió la puerta del armario y comenzó a hurgar por las ropas.
- Me alegra verte por aquí, Jimin. - Comenzó a decir.
Me sentí incómodo, porque me aproveché que me daba la espalda para mirar su trasero, era redondo y grande, tenía caderas anchas y piernas fuertes. Debía contenerme.
- Pero si vienes de nuevo, si es que te ha gustado la música. Primero, vistete de una forma que no sea "Golpeame ahora y muy duro"; segundo, la sangría es sabrosa, pero normalmente es una bebida de chicas en este lugar.
Sacó un pantalón negro rasgado de las rodillas, lo miró durante unos segundos mientras mordía su labio y checó la talla, con un chasquido de lengua lo dejó sobre el sillón. Volvió al armario, cerró la puerta donde buscaba y abrió otra donde habían varias secciones, comenzó a hurgar en ese lugar.
- Yo soy delgado, a comparación de ti soy un fideo. - Bromeó. En lo absoluto, tiene un cuerpo de infiernos. - Pero creo que te quedará mi ropa.
Sacó un cuadrado de tela de color rojo y comenzó a desdoblarlo, era una playera roja con abertura en los hombros, lucía de ese tipo de playeras que se adhieren a la forma de tu cuerpo, una mueca se mostró en mi rostro.
- ¿No es tan varonil como tú? - Preguntó él. - ¿No va con tu estilo de vaquero?
- No creo entrar ahí.
Asintió y regresó a revisar, sacó con nuevo cuadrado, pero ahora de color negro, lo desdobló y me lo mostro. Una camiseta negra de manga corta, el logo de la banda estaba de nuevo en ella, pero lucía muy bien.
Asentí, metió el cuadrado rojo, dejó la camiseta sobre el pantalón rasgado de las piernas y se giró por el sillón para dejarse caer en él.
- Cambiate.
- ¿Aquí? - Dije rápido, demasiado nervioso por la mirada del pelirrojo sobre mi.
- Pues sí, amigo. - Habló el restándole importancia. - Somos hombres.
Como si fuera tan fácil, siendo hombre o mujer, siempre he tenido algo con que me vean desnudo o semi-desnudo.
Suspiré y comencé a quitarme la ropa, hasta que la dejé toda sobre una sillón y quedé en boxers. Tomé el pantalón.
- Venga, Jimin. Perdón, pero, debajo de toda esa ropa grande... estás en forma, hermano. - Soltó, despegué la vista de mi objetivo y me encontré con sus ojos, algo brillaba en ellos.
Perdí la vergüenza.
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