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Capítulo 01

— ¡No pueden hacer una maldita entrega bien!

El ambiente era muy tenso, la mayoría de todos los cambias formas que se encontraban en la habitación no movían un solo musculo. Todos estaban perfectamente formados en cinco hileras de ocho hombres cada una. No hablaban, no se miraban entre ellos, solo miraban hacia adelante en el centro donde se encontraba el Alfa puro que tenían como jefe. 

Los ojos dorados que este traía, hacia que mas de uno tragara en seco intimidado hasta los huesos por esa felina mirada. 

Todos le tenían miedo. No por algo se había vuelto supervisor del GM. 

Con la miraba los evaluaba a todos, no importándole nada, su mirada despectiva y de desprecio no la sacaba en ninguno momento, no importaba a quien miraba, todos se merecían ser tratados como basura. 

Mientras tanto los demás híbridos no respiraban fuerte temiendo de que el jefe los regañara y tuvieran que pagar las consecuencias de tales actos.

Consecuencias que iban mas halla de una simple golpiza.

La muerte era lo mas efectible.

Mientras que el Alfa de cabellos negros, conocido como Min Yoongi caminaba por los reclutas matándolos de miedo con la simple mirada, detrás de todos los hombres que estaban formados se encontraba el supervisor de ese escuadrón con la mandíbula tensa y apretando los dientes unos contra otros.

Sus ojos bañados en un carmesí daban la sentencia de muerte a cualquiera que los viera. Se mantenía sereno a pesar de estar con los brazos cruzados, su rostro serio y estoico, su cuerpo tenso y su mirada detonando odio a cualquiera que lo mire.

Y dicha vestía encontró víctima.

Un gruñido resonó en todo el lugar haciendo que mas de uno de los presentes se dieran la vuelta inmediatamente para ver que estaba pasando.

Se encontraron con un Alfa totalmente degollado en medio de un gran charco de sangre, con un gigantesco lobo de melena café oscuro, encima del cuerpo, con el hocico chorreante de sangre fresca y con la cabeza del otro entre sus dientes. Sus patas delanteras levemente flexionadas y su cuerpo inclinándose hacia adelante daba toda la señal de que el lobo atacaría si alguno se acercaba.

— ¿Qué mierda pasa ahora? —gruño molesto Yoongi observando como Hoseok aún en su forma lobo empezaba a olfatear el cuerpo el hombre que acaba de matar.

El lobo luego de unos segundos sacó de uno de los bolsillos de la chaqueta una radio que aparentemente estaba encendida y le gruño apuntándola con el hocico.

Min aún sin entender la situación tomó el aparato del suelo y todo se aclaró en su mente. ¿Cómo pudo ser tan estúpido? Maldijo golpeándose con su mano en la cabeza.

Habían algún traidor.

— Mierda, mierda y ¡DOBLE MIERDA! —rugió haciendo que la mayoría que se encontraba a su alrededor temblara, miro a sus subordinados con sangre inyectada en su mirada. Estaba muerto — ¿¡QUIÉN MAS!? ¿¡QUIEN ES EL OTRO U OTROS HIJOS DE PUTAS TRAIDORES!? —gritó haciendo que unos cuantos retrocedieran unos pasos alejándose de el.

— ¡MAL AGRADECIDOS! —rugio el hombre desnudo que al cual le entregaban rapidamente una bata— ¡YO LOS SAQUE DE LA MIERDA DE LA CALLE, LES DI COMIDA, UN TECHO Y ALGO A LO QUE PERTENECER! —exclamó furioso y dolido Hoseok mirando a los hombres que se suponía que eran SUS hombres— ¡SON BASURAS! ¡ESO ES LO QUE SON!

El conocía a todos esos Alfas, Betas y Omegas. Sabía perfectamente las mierdas que tuvieron que pasaron para poder tener un digno plato de comer, como mas de uno no tenia un misero plato para sus parejas u hijos. Y Hoseok, como alma generosa que siempre fue, les dió lo que más pudo.

¿Y de que sirvió eso?

Con una maldita traición.

— Aún no sabemos quiénes son 

Hoseok aún furioso se dió vuelta de mala gana y vió los ojos azules oscuros de su compañero Namjoon, el cual no estaba de manera mas relajada. 

Tanto Kim, Jung y Min en ese momento estaban que en cualquier momento se cagaban en las patas. Si en ese momento no estaban temblando era porque primero tenían que matar al o a los traidores de la manada, para luego rogar y suplicar porque su jefe los dejasen vivos luego de ese terrible error que dejaron pasar.

No saben cuanto escucho ese Alfa o sus compinches, ni cuanto saben los demás que están detrás de todo ese encubrimiento.

Llovería balazos si no daban con los traidores. 

Quizás, solo quizás esa era la manera de salvarse de que el GM no los aniquile.

— No importa, todos deben morir —dijo Hoseok aun asimilando la gran traición por parte de las personas a las que ayudo de corazón y no necesitando algo a cambio.

Inútil, impotente, inservible, Imbécil... Esas eran las palabras con las que se describía en ese momento el castaño Alfa líder del escuadrón. Debió suponerlo, debió ser mas astuto y vigilarlos mejor, no darle tanta libertad como lo hizo. No se iba a perdonar que haya habido una traición frente a sus narices y nunca se dio cuenta de eso.

Solo espera que el jefe GM lo deje hablar y no solo le dispare.

Yoongi miró a Namjoon y negó, no había nada que hacer con Hoseok y ni Kim ni sus sabias palabras iban a hacer algo con lo que tenia en mente Jung. Cuando algo se le metía a la cabeza ahí quedaba.

De pronto un celular sonó haciendo que todos quedarán en un silencio sepulcral que terminó cuando Min saco su aparato de su bolsillo.

— Oh mierda... —exclamó casi espantado al verificar quién lo llamaba. Eso es malo, muy malo. Luego de mirar su celular el cual seguía sonando trago en seco mirando fijamente a la cámara de seguridad que estaba encima al gigantesco cuadro que había en la enorme habitación. Tomando una onda de valor atendió la llamaba— Hol-

Ocho, quince, veinticinco, veintiocho y treinta y cuatro —fue lo único que dictó la gruesa voz detrás del aparato antes de cortar la llamada dejado a Yoongi desconcertado.

Min miró a sus dos colegas que estaban en sus lugares y luego a los reclutas como si quisiera obtener respuestas de ellos hasta que se prendió la bombilla.

¡TODOS EN ORDEN! ¡YA! —exclamó con su voz gruesa y de Alfa, viendo como todos entre empujones se volvían a los lugares que antes habían ocupado en un principio.

El ambiente era asfixiante, no era para nada respirable sentir como mas de diez alfas largaban feromonas de nerviosismo y miedo, como los Omegas que se encontraban ahí por poco tiritaban y segregaban aun mas miedo y pánico  haciendo que los demás Alfas tuvieran la mira en ellos.

Intentando recordar los números que su jefe le había dictado miro a sus compañero y con un asentimiento los hizo acercarse a el y los tres se alejaron unos pasos de todos los demás.

— ¿Quien era? —preguntó Hoseok aun sabiendo la respuesta.

— El jefe... y creo que me dijo quienes son los que le van a seguir al Alfa que mataste Hoseok —dijo serio mirando las expresiones duras de los otros dos contrarios.

Hoseok bajo la mirada al suelo triste y desanimado y aunque el ya haya matado a uno de sus subordinado fue por un ataque de ira y ahora hacer eso con un par mas... No le gustaba ni un poco.

— ¿Quien jalara el gatillo? —indagó Namjoon intercalando la mirada entre el castaño que poco a poco largaba aroma a furia y nostalgia y a Min que solo estaba en blanco— Si gustan puedo ser yo, no es que me agrade. Pero ya saben, gajos del oficio.

— Tu Namjoon quédate en la puerta para que nadie salga por si les agarra la histeria y quieran escapar. Min tu solo ve diciendo los numero y yo... yo acabare con esto así recibiré mi castigo —explico totalmente resignado.

Ambos Alfas se miraron y asintieron de acuerdo. Namjoon se colocó en su posición bloqueando la puerta junto a dos Betas que se encontraban a ambos lados, Min se colocó junto a Hoseok en en frente centro de todos los demás mirando a todo el escuadrón.

Mierda... enserio estaban por hacer eso.

— Cuando digas Min —exclamó casi con dolor Hoseok apretando el mango del revolver que sostenía en su mano, aun dentro de su cinturón. Contó hasta tres y quitando el seguro del cinturón tomó el arma cargándola rápidamente— Lastimosamente hoy habrá mas de una defunción. Asique, desde ya, lo siento por sus familiares, amigos y conocidos. No es de mi agrado dejar a niños sin padres, a parejas destruidas y a amigos desolados pero y...

— Cinco —interrumpió Min ya no queriendo escuchar el discurso motivacional de su amigo que de seguro luego se entristeseria aun mas con todo lo que pasaba.

Y sin esperar un segundo mas luego de escuchar el primer numero, Hoseok disparó sin vacilar al Alfa que estaba en primera fila viendo como el cuerpo caía de golpe al suelo y poco a poco brotaba sangre del orificio que tenia en la frente.

No se hicieron esperar los pequeños chillidos y sustos por parte de los Omegas y algunos betas que estaban ahí, mientras que los Alfas, aun mostrando lo poco que tenia de orgullo seguían con su vista al frente respirando pesadamente.

Hoseok miró al Alfa que había disparado y sintió su corazón doler, era su amigo desde hace años.

— Quince —continuó Min mirando como su amigo elevaba el arma y se movía unos pasos para darle al hombre en cuestión y disparó. Esta vez un Beta— Veinticinc-

— ¡NO! —gritó el Omega en cuestión— ¡Lo juro yo no fui! ¡Me obligaron a hacer! —exclamó aterrado de ser el siguiente. con cada palabra que decía mas asfixiante era el aroma de temor del Omega.— ¡LO JURO JEFE! —dijo con lagrimas en los ojos y corrió hasta donde se haya el Alfa con una pistola y se arrodillo a sus pies.

— Levántate —gruñó  Hoseok mirando hacia otro lado que no sea al Omega que lloriqueaba y largaba quejido a sus pies.

Su lado Alfa queriendo salir a flote para consolar a ese Omega no le estaba ayudando en lo mas mínimo.

— Win, levántate —ordenó esta vez pero solo vio como este negaba entre sollozos— Mierda deja de llora- 

Quedo en silenció cuando el cuerpo inerte el Omega cayó en sus pies y un fuerte estruendo resonó en la habitación.

No se atrevió a abrir los ojos porque sabia lo que se iba a encontrar. Solo agradecía que Min fuera mano fácil para esas cosas en las que el no era bueno.

El primero que se mueva a partir de ahora recibirá un balazo en medio de la frente —exclamó Namjoon haciendo que todos se quedaran con la respiración atascada. No todos podían soportar la voz de Alfa de un Alfa Puro como Kim. 

Había veces hasta que los mismo Alfas se ponían sumisos.

— ¿En que me quede? —habló Yoongi mirando a los demás.

— Veinticinco —contestó Hoseok mirando como corrían el cuerpo del Omega de sus pies. Sintió un revoltijo en el estomago al olfatear el aroma a cinta que tenia ese Omega. Eso no lo iba a dejar dormir.

— Ah, gracias —dijo casi divertido Yoongi, hizo sonar sus nudillos y paso su peso de una pierna a la hora casi exasperado de la situación para luego tomar aire y continuar— Veintioch-

No termino de pronunciar el numero que el disparo ya había resonado.

"Alguien esta ansioso por terminar con todo eso" pensó Yoongi arrugando la nariz al sentir el aroma a miedo con mas intensidad.

— Treinta y cuatro.

Y luego del ultimo disparo todos los Alfas se sintieron raramente aliviados. 

— Esto es todo por hoy.

[...]

Nadie se atrevía a dar el primer paso para lograr pasar a esa enorme puerta de madera oscura que los separaba a ellos de su Jefe.

Joder, nunca en sus vidas tuvieron tan presente ese miedo como en ese momento.

Si, eran tres Alfas, dos puros y un hijo de un Alfa y un Beta los cuales temían por sus vidas.

No es que les era nuevo lo que encontrarían detrás de esas puertas. Ya que, habían ido mas de una vez y aunque hubieran salido con las piernas temblando y sus lobos totalmente alterados y sumisos sabían lo que había ahí. 

O mas bien quien había ahí.

— ¿Quien pasa primero? —preguntó Yoongi aspirando una calada del cigarrillo que tenia entrar sus dedos de la mano derecha, cosa que le hizo reír en alto de repente al percatarse de algo.

— ¿Y ahora que carajos Min? —preguntó Namjoon con una ceja alzada, no entendiendo la gracia a esa aterradora situación.

Yoongi siguió riendo mas por nervios que por la gracia misma y miro a los otros Alfas que lo miraban como si estuvieran loco.

— Estoy temblando como la mierda —pronunció el Alfa de cabellos negros con una sonrisa cínica, se sentía deplorable y hasta le causaba gracia toda esa escena de él temblando, casi orinándose encima. Con diversión fue elevando su mano derecha la cual tenia el cigarrillo y la misma que se movía inquietamente casi mostrando les a los otros dos su estado— Ademas, olemos como si fuéramos a mearnos encima.

— A mi no me queda mucho para eso... —murmuró con pánico Hoseok siendo consiente que no podía controlar sus feromonas.

La carcajada de Namjoon hizo que el ambiente se destensara un poco. Los betas que habían alrededor de esa enorme puerta, solo los veían como tres lunáticos que sufrían por tener que entrar a la oficina del jefe GM. 

Nadie se atrevía a abrir la boca a decirles algo porque era mas preferible recibir una golpiza de un Alfa puro como ellos que del Jefe. Aunque la mayoría sabe que no hay golpiza sin muerte, o muerte sin golpiza.

Cuatro Betas dos a cada lado de las dos gigantescas puertas, dos frente a la enorme puerta en la pared contraria, cuatro guardias que caminaban por ese pasillo cada veinte minutos y a cuatro o cinco metros también había dos Betas mas de cada lado.

En resumen, ese lugar esta infectados de Betas. 

Y no era ni mas ni menor porque los Betas eran los únicos que no sentían ese fuerte y penetrante aroma a wisky con fresas. Si, un aroma sumamente raro y único, pero bueno, no se lo podía pedir menos a un Super Alfa que lograba controlar a los Alfas Puros como si fueran simples marionetas.

Y ese era el principal problema de todos los que pisaban ese pasillo, el olor a Whisky era demasiado fuerte y hasta aveces amargo haciendo que ningún Alfa se atreva a dar un solo paso en esa dirección.

— ¿El jefe no toma supresores? —preguntó Namjoon sintiendo un escalofríos cuando de repente el aroma a Whisky se colo por sus fosas nasales haciendo que su Alfa se recostara en el suelo en sumisión— Joder, ese aroma me embriagara sin haber tomado una pizca de alcohol.

— Nunca toma supresores. 

Los tres saltaron en su lugares como gatitos asustados y cuando voltearon vieron a Jackson, un Beta musculoso, piel morena, múltiples tatuajes y perforaciones, que era uno de los mas fieles al gran GM. 

El Beta era demasiado conocido por ser uno de los pocos lobos privilegiados con la suerte de que han visto como era GM en persona.

GM, o como se llamaba la empresa, la manada y el mismo, Golden Maknae. 

Nadie lo había visto en persona, bueno, quizás dos o tres personas las cuales podrías torturar por horas y horas y no soltaran una sola palabra sobre su jefe. Al principio se creyó que era un Omega, por eso mismo nunca se mostró ante nadie. La mayoría suponía que siendo Omega ,los aromas de los Alfas y Alfas puros le debían marear y hacer estragos en su interior. Luego se desecho esa posibilidad por las múltiples de veces en las que GM había usado su voz de mando, dejando en claro que no era ni un Omega, ni mucho menos Beta.

Con todas las suposiciones que hacían los demás, dejaron en que el gran GM, era un Gran Alfa Puro por semejante aroma y actitud dominante superior a los otros Alfas.

Las personas que estaban ahí en ese lugar realmente no sabían ni como era personalmente. No sabían como era físicamente, cosa que hacia que la creatividad de todos volaran.

Se podía escuchar como se día que GM era un enorme Alfa, muy musculoso, con múltiples tatuajes y miles de perforaciones. O, su contra parte en la que muchos decían que GM no era mas que un pequeño Alfa puro, con apenas la escasa edad legal, que se cuidaba de esa forma para que los demás Alfas de mayor rango lo lastimen.

Fuera cual fuera la razón, el aroma a Whisky hacia flaquear hasta el Alfa mas pesado y rudo.

— Solo me acerque para decirles que al Jefe no le agrada el aroma que largan ustedes tres, ademas de que el los esta esperando hace mas de diez minutos. —comentó Jackson con un rostro neutro intercalando la mirada entre los tres Alfas— Y por ultimó y mas importante, al jefe odia que lleguen impuntuales.

Los tres Alfas se tensaron escuchando esas palabras y sintiendo el intenso aroma a Whisky cada vez mas amargo, casi como si ellos mismo lo tomaran y sintieran la quemazón en sus gargantas.

Sin decir una palabra Min, se atrevió a dar el primer de los interminables pasos que los separaban de ellos hasta la puerta que estaba a unos pocos metros de distancia. 

Okey, respira" pensó el peligro aspirando una calada de su casi inexistente cigarro ya que de los nervios casi se olvide hasta de eso, dejando que se consuma casi en su totalidad.

Una vez que estuvo pegado a la puerta junto a Namjoon y a Jung detrás de el tomo una onda de respiración y golpeo dos veces la enorme puerta.

Se sentían nerviosos, porque ellos ya hace mas de unos cinco u ocho años que entre los tres trabajan en ese lugar y nunca pudieron, ni tuvieron la oportunidad de ver al hombre que era su jefe. Siempre recibían mensajes y hasta llamadas de ese sujeto, haciendo que con solo escuchar su voz entraran en pánico.

Y luego de unos interminables segundos la respuesta llego haciendo que todos tiemblen en anticipación.

— Pasen.

Y todo se fue al infierno luego de que las puertas fueran abiertas por los Betas.





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060521

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