(Día 7: compañero enfermo)

- ¿Me dejas levantarme?

Andreas tenía que contar hasta mil, no, ¡Hasta diez mil! Para no darle con la cuchara en la cabeza a Aioros.

¡Odín!

No sabía cómo podía tenerle tanta paciencia a ese hombre, lo amaba y todo pero aveces en verdad le daban unas ganas enormes de tirarle una oreja para que se preocupara más de su salud.

- No, no te voy a dejar. O ¿acaso debo recordarte la brillante idea que tuviste?

Aioros solo le sonrió de la manera más inocente que pudo, como si no se le hubiera ocurrido meterse a agua helada del lago cercano a la media noche. Inevitablemente termino pescando un resfriado que lo llevó a estar en cama.

- Por favor, ya me aburro de estar acostado.

- Lo hubieras pensado antes.- dejo el plato vacío en en velador de al lado antes de volver a mirarlo con algo de enojo.

- Pero si no estoy tan mal.- hizo un puchero.

- Aioros, por favor. Ni los niños pequeños a los que atiendo se portan tan mal como tu.

Cruzó sus brazos en señal de que no cedería a sus berrinches, no le quedaba de otra más que obedecer. Después de todo ¿Cual es los dos es más llevados a sus ideas cuando de salud se trata?

- Además el médico aquí soy yo, se lo que es mejor para ti cariño.

🐴🩺

Quien diría que ese pony era tan porfiado 😅

ScorpioNoMilo. 💕