Desde que era un niño solo una persona hábito en su corazón, lamentablemente nunca le hizo caso ni amigos llegaron a ser. Se dio por vencido cuando vio a esa chico de cabellos verdes feliz con alguien más.

Que importaba podía encontrar a alguien mil veces mejor que él.

Con el paso del tiempo pudo lograr su objetivo, otra persona lleno su alocado corazón, solo había un pequeño detalle: el precioso castaño era casi veinticuatro años mayor que él, fácil pudo ser su padre, tan pequeño de estatura, esa carita tan tierna, y lo añiñado de su apariencia podía confundir a cualquiera y no fue la excepción.

- Kardia, en verdad, si esto será algo serio entre nosotros, debes conocer a mi hijo te guste o no.

Hay estaba la pequeña piedra en su zapato, no quería, ese hijo debía tener su edad más o menos.  Sin embargo es importante para su enanito que conozca a su mocoso y aunque no le agrade demasiado debe hacerlo.

- Dices que es como de mi edad. Pues bien, ¡Prepárate para un pequeño berrinche! No le va a gustar que su padrastro tenga tan poca diferencia de edad con él.

- No me lo recuerdes.

Krest masajeó su frente, ni siquiera los presentaba aún y ya le estaba dando dolores de cabeza.

- Oye tranquilo enano.- rodeo su pequeño cuerpo con sus brazos- todo saldrá bien.

Horas después no sabría decir si las cosas salieron mejor o peor de lo que creyó, solo pasaba por su cabeza que ahora sería el padrastro de su amor de la infancia.

Cuantos giros da la vida.

🍎❄️

¡No pregunten solo gozenlo!

ScorpioNoMilo. 💕