(Día 30: castigo)

Días Como este se repetía con muy poca frecuencia.

Si, días en los que podía dar rienda suelta a sus caprichos y fetiches, pero para su mala suerte su querido gruñón no estaba de animos de someterse a su deseo.

Bien, por hoy lo dejaría pasar, aunque eso no quería decir que su querido Hades de quedaría sin recibir su merecido castigo.

Espero, con la mayor paciencia que había tenido nunca a que el otro hombre se durmiera lo suficientemente profundo, con cuidado y en silencio busco entre sus cajones su pequeña venganza, su adorada castigo. Fuertes cuerdas de un negro tan oscuro como los cabellos del hombre que ama fueron atadas en las muñecas y tobillos de Hades sin que él se enterara siquiera.

Uno a otro, objetos de dudosa procedencia comenzaron a aparecer. Milo medito unos segundos con que le gustaría jugar esta vez y que mejor que estrenar a su nuevo bebé, un bonito látigo rojo.

La fina tela de deslizó  por el pecho al descubierto de Hades fue enrollado sin ningún cuidado a uno de sus pezones, y sonriendo casi con verdadero sadismo tiro con fuerza del látigo despertando a su pareja.

- ¡Maldita sea, ¿Porque me despiertas...!?- Hades no tardó demasiado en ver su posición.

- Listo para tu castigo, cariño.

Ni siquiera fue una pregunta.

☠️🍎

¡Como amo a los ukes dominantes!
🤤

Mañana terminamos con broche de oro 😉

ScorpioNoMilo.💕