(Día 29: Champagne)

Las fiestas de la alta sociedad a la que pertenece las odia, las detesta con toda su alma, son tan aburrida su repetitivas que de ser desición suya jamas de los jamases asistiría a ellas, sin embargo lo hacía por dos grandes razones, la primera: que su extracto secretario no lo dejaría enviar alguien a reemplazarlo y la segunda: un jovencito que se presentó a los demás no hace mucho tiempo tendría unos veinte y tres años cuando mucho si no es que menos.

Un jovencito de cabellos lilas, mirada tierna y de aparente personalidad tranquila, claro como si esa mascara casi perfecta fueras engañar a sus ojos.

Con una copa de champagne en sus manos de acerco al muchacho con obvias intenciones, si se secretario pudiera verlo se llevaría una buena regañada por ser tan obvio. ¡Que importaba! Ya toda esa gente falsa conocía sus malos modales, uno que otro chisme más sobre su persona no le interesa.

Cuando llego a su objetivo la mirada que le regalaron ese par de ojitos claros le dejo muy en claro que no estaba para sus juego.

- ¿Puedo acompañarte?

- Viniste a eso de todos modos, no es como si no hubiera notado tu mirada en mi. Tendrás que esforzarte más.

Perfecto, un desafío, sintió su sangre arder.

🍏🌌

¡Kardia asaltacunas!

ScorpioNoMilo.💕