CAPÍTULO 43:
crisis mental
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Si algo le gustaba a Janne era pasar tiempo con Moon... a solas.

Estar con Yasmine no era de los más agradable para Janne, a pesar de que se había disculpado con ella por cómo la había tratado en el pasado, ella aún no se sentía del todo cómoda estando con Yasmine.

Pero Sam las necesita, estaba en una crisis romántica por el regreso de Miguel. Así que debía dejar de lado sus diferencias con la rubia por su amiga.

─ Moon, este lugar es muy tú─ Sam dijo mirando a su alrededor.

─ Es lo mismo que dije la primera vez que me trajo aquí─ Janne comentó observando el lugar.

Le agradaba estar ahí, transmitía una gran paz y relajación. Solo había ido un par de veces, pero las suficientes para que se volviera de sus lugares favoritos.

─ Cuando rompí con Eli la primera vez, había mucha energía negativa. Este lugar me ayudó a relajarme─ Habló mirando a LaRusso─ Por eso te traje aquí. Para que descubras quién eres realmente.

─ También hacen faciales─ Yasmine comentó apartando la vista de su teléfono

Siguieron a la castaña hasta una habitación sola, el único sonido era el murmullo del agua.

─ ¿Qué es esto?─ Sam preguntó viendo el artefacto frente a ellas.

─ Está es una cápsula de autorrealización

─ Básicamente un tanque de privación sensorial, pero aquí no le llaman así─ Janne agregó al ver la mirada de su novia

─ No se trata de privaciones se trata de conectar con tu ser más íntimo─ Moon comentó

─ Gracias, pero paso, en mis pesadillas me ahogo en aguas poco profundas.

─ Eso es deprimente─ Yasmine habló

─ Te va a ayudar, además nosotras estaremos para apoyarte─ Mathews le sonrió a Sam.

─ Solo esto te ayudará a descubrir quién eres, no es tan aterrador ¿O si?─ dijo mirando a LaRusso.

Por su parte, Janne observó la cápsula preguntándose si aquello también le ayudaría a saber quién era en realidad.

Sin duda alguna el sabor a cereza era el favorito de Janne, y más si estaba plasmado en los dulces labios de Moon.

La pelinegra se separó de inmediato cuando escuchó un sonido.

─ ¿Qué pasa?─ Moon preguntó al ver el miedo en los ojos de Janne.

─ Nada, solo... creí que alguien venía─ respondió

─ ¿Te sientes bien?─ preguntó mirándola con el ceño levemente fruncido─ Has estado bastante extraña desde que regresaste de México.

Janne se movió incomoda en su lugar, no podía apartar de su mente los momentos que tuvo con Robby, se sentía mal por haber sentido de nuevo esos cosquilleos y nerviosismo al estar cerca del chico.

─ Estoy bien, solo tengo miedo de que Cobra Kai se esté apoderando del valle, pensé que me sentiría mejor pero solo me siento terrible cada que recuerdo el torneo─ suspiró frustrada─ Creo que deberíamos de regresar antes de que Yasmine haga preguntas.

─ Si─ dijo un tanto desanimada.

Regresaron a la otra sala donde la rubia las esperaba con una toalla en su cabeza.

─ ¿Por qué tardaron tanto?─ Cuestionó

─ Creo que deberíamos ver qué pasa con Sam, ya pasó mucho tiempo, no creen─ Janne cambió de tema

Moon se acercó a la cápsula mientras Yasmine miraba curiosa a Janne que se mostraba nerviosa. Apartando su vista, siguió a su amiga mientras la otra chica soltaba un suspiro lleno de alivio.

─ ¡Dios mío, tuve una visión increíble!─ Moon dijo abriendo la cápsula─ Era una gota de rocío brillando a la luz de la luna.

Al interior, Sam jadeaba.

─ ¿Estás bien?─ Janne la ayudó a salir al tiempo que le daba su bata.

─ ¿Tú cápsula también se dañó? Mi agua estaba helada─ La rubia comentó

─ Yo ni siquiera he entrado, no lo necesito─ Mathews bromeó encogiendo sus hombros.

─ Claro que sí es necesario, sobretodo tú lo necesitas─ Su novia dijo mirándola─ ¿No fue esclarecedor? ¿Qué viste?

Pero Sam solo se quedó en silencio.

─ Está bien, no tienes porque decirnos─ Janne le sonrió con calidez.

─ Es tu turno─ Moon observó a la ojiazul.

─ No, de ninguna manera voy a entrar ahí.

Su pecho subía y bajaba con lentitud, sus ojos estaban pegados al techo mientras sentía el agua cálida recorrer su cuerpo.

Amaba los besos de Moon, pero odiaba que utilizará eso para convencerla de hacer cosas. Así que ahora ella estaba en la cápsula.

─ Esto es ridículo─ Murmuró antes de cerrar los ojos.

Al abrirlos se encontraba en un lugar completamente oscuro que parecía alargarse a varios kilómetros sin poder ver nada más a su alrededor.

Su corazón bombeaba con fuerza mientras el miedo crecía en su pecho, retrocedió sobre sus pasos hasta sentir como chocaba con alguien. Al darse la vuelta vio a su madre.

─ ¿Janne, qué haces aquí?─ Preguntó con un tono muy dulce.

─ Se supone que tengo que encontrar quién soy─ Respondió.

─ ¿No es obvio? Eres la persona que vino a arruinar mi vida─ El tono en el que lo dijo hizo quebrar el corazón de Janne.

─ No, esto no es real─ Cubrió sus oídos mientras corría en dirección contraria pero volvió a chocar con alguien más.

─ Es bastante real, Jannie─ La voz de Eli llegó a sus oídos─ Eres la chica que intentó matarme.

─ Eres una terrible amiga─ La figura de Demetri apareció a su lado─. Solo piensas en ti, en tus problemas, no te importan los demás.

Quería parecer fuerte, fingir que esas palabras no le dolían pero en su interior era tan frágil como el cristal.

─ Eres la que perdió el torneo, la que me decepcionó─ Johnny apareció frente a ella.

─ No es cierto─ Murmuró con la voz quebrada.

─ Eres la que rompió mi corazón─ Janne ni siquiera se atrevió a voltear, sabía que Robby estaría detrás de ella.

─ Tú también rompiste el mío─ Bramó con enojo dándose la vuelta.

Sin embargo, Robby no era quien estaba ahí. Sus ojos brillantes que siempre transmitían paz y ternura la observaban con cierto dolor y algo de rencor, su piel morena brillaba bajo aquella luz blanca que alumbraba sobre ella y su cabello rizado caía como cascada sobre sus hombros.

─ Eres la que me utiliza para olvidar a Robby─ Moon dijo.

De pronto todas las voces se escucharon a la vez Janne corría intentando escapar de todo eso pero aquellas voces la seguían y siempre llegaba al mismo lugar, parecía que corría en círculos, cansada de huir se quedó en el centro tapando sus oídos al tiempo que se dejaba caer de rodillas.

─ Basta ya, por favor─ Sollozo sin poder parar de llorar.

Entonces una fuerte luz pegó contra sus ojos al tiempo que daba una bocanada de aire. La sensación cálida del agua fue reemplazada por una brisa fresca de viento y la oscuridad se había ido.

─ ¿Cómo te sientes?─ Moon le preguntó.

Pero Janne solo se puso de pie, presa de miedo, la abrazó con fuerza mientras recargaba su cabeza en su hombro intentando encontrar una tranquilidad que era casi imposible de conseguir en ese momento.

─ Lo siento─ repitió varias veces enterrando su cabeza en el cuello de la chica.