CAPÍTULO 32:
lo mejor que puedes ser
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Una vez más, Janne estaba en el dilema de hablar sobre Karate con sus padres, estaba en duda si decirles sobre su regreso (por tercera vez) a las clases. Sabía que podía arruinarlo todo, pero ya no quería seguir ocultando cosas; si quería que la relación con sus padres mejorara tenía que empezar a fortalecer esa confianza que era casi inexistente.

Aunque tal vez les contaría después del entrenamiento de ese día.

Al llegar al dojo, le extrañó el no ver a nadie en el lugar, corrió a la parte trasera cuando escuchó un fuerte golpe. Lo primero que vio fue a Halcón con un mazo a punto de golpear la cerca, rápidamente, Janne se acercó y tomó con fuerza el objeto para evitar que destruyera algo más.

─ ¿Qué estás haciendo?─ Cuestionó con coraje

─ Confía en mí─ Le respondió pero ella lo miró con incredulidad y le arrebató el mazo

─ ¿Por qué debería hacerlo?─ Lo retó de manera tajante.

─ Porque ha diseñado algo que nos ayudará a entrenar─ Demetri se acercó a ellos─. Ten cuidado, Harley Quinn─ Bromeó mirando a su amiga quien lo miró sin gracia.

El pelinegro se acercó a mostrarle unos gráficos en una tableta. Janne los miro con atención y sorpresa.

─ ¿Tú lo hiciste... solo?─ Halcón asintió con un deje de timidez en sus ojos y en ese momento pudo darse cuenta de que su amigo, Eli Moskowitz estaba de vuelta─. Tal vez deberías dejar esas cosas de nerd─ Bromeó sonriente

Y con eso, la tensión que había entre ambos se disipó en segundos arreglando cualquier diferencia del pasado que tuvieron, era obvio que se habían extrañado mutuamente, pero los dos habían sido muy orgullosos para aceptarlo hasta ese momento.

Hubo un tiempo en el que Halcón pensó que cualquier lazo con Janne y Demetri se había roto por su culpa, que los había perdido para siempre. Pero ahora que estaba ahí, siendo abrazado por su mejor amiga, sabía que había estado equivocado. Pues ellos dos lo habían querido incluso antes de volverse popular y había cometido un error al alejarlos por acercarse a otros que quizá sólo estaban con él por miedo.

Sin duda nadie se comparaba con Janne y Demetri.

─ De acuerdo, creo que esto ya duró mucho─ Demetri palmeó el brazo de la chica para que los soltara

─ Muy bien, retrocedan─ Halcón advirtió tomando el mazo─. Va a caer.

Los otros dos tomaron su distancia al tiempo que el tercero golpeaba la cerca.

─ ¡Oye! ¿Qué haces?─ Daniel llegó junto a Johnny

─ Tenían razón. Hablar no sirve de nada─ el chico habló─ Así que construiré un puente

─ Más específicamente, la plataforma de entrenamiento okinawense─ Demetri explicó acercándose y mostrando la tableta─ Eli, es un genio del diseño─ comentó palmeando su hombro provocando una sonrisa en el chico

─ Lo revisé y la física funciona

─ El Señor Miyagi usaba esto para almacenamiento─ Sam agregó─, pero en la plataforma podríamos entrenar

─ Todos la construiremos─ Miguel que se encontraba a lado de su novia comentó─, si nuestros senseis lo aprueban

Al fondo se podía ver a los chicos de ambos dojos trabajando en conjunto, cargaban hojas secas y limpiaban la tierra con palas, todos trabajaban cómo si de un equipo se tratase.

─ Suena bien─ Daniel habló mirando al rubio

─ Si, suena increíble─ Johnny aceptó

Había sido una larga mañana de trabajo, poco después de medio día habían regresado a sus casas, muy cansados, pero aquello no evitó que el antiguo Trio de Oro saliera un rato a divertirse como en los viejos tiempos.

─ ¿Segura que es una buena idea ir a tu casa?─ Demetri preguntó obligando a qué Janne apartará su vista de su teléfono─ Creía que tu madre nos odiaba

─ Ella ni siquiera los conoce─ Respondió─ además, ella me dijo que los invite

─ ¿Estamos hablando de la misma Hazel que olvidó tu cumpleaños por tres años seguidos?─ Demetri cuestionó con incredulidad a lo que se ganó una mala mirada de parte de Janne.

Al llegar a la casa, Hazel abrió la puerta con una sonrisa, aún Janne no se acostumbraba a esa nueva actitud pero no se quejaba.

─ Así que ustedes son los amigos de Janne, bienvenidos, pasen─ Dejó un espacio para que los adolescentes pasen─. La comida está lista

Los tres pasaron al comedor, los platos estaban servidos y bien acomodados, Hazel se despidió dejándolos solos para que no sintieran incomodidad. Estaba yendo a terapia donde le habían hecho ver qué necesitaba darle espacio a su hija, ella sola se acercaría al notar su cambio y ella estaba dispuesta a hacerlo.

─ Tu mamá está cambiando─ Eli habló con sorpresa

─ Si, y yo también quiero hacerlo─ los dos chicos la miraron esperando una explicación─. Quiero dejar de ser la Janne enojada y ser la mejor yo que puedo ser─ Explicó apagando su teléfono y dejándolo sobre la mesa

─ ¿Cómo planeas hacer eso?─ Demetri cuestionó

─ No lo sé, ya veremos─ Se encogió de hombros─. Tengo que hablar con mi mamá, ya vuelvo.

Tras eso, Janne se encaminó hacia la habitación de sus padres donde Hazel descansaba sobre su cama bebiendo una copa de vino y leyendo una revista.

Tomó el valor para acercarse y contarle.

─ Regrese a las clases de karate─ Soltó sin dudar─. Antes de que digas algo...

─ Janne, está bien, si eso te gusta no te lo puedo prohibir, pero prométeme que vas a tener cuidado─ La interrumpió tomándola por sorpresa

─ Si, estoy probando con el señor LaRusso, ayuda a manejar mis emociones y controlarlas─ Explicó

─ Eso está muy bien─ dejo la revista de lado

Janne quedó confundida y miró a ambos lados como si buscará una cámara que grabara la situación para después decirle que era una broma, pero eso no sucedió así que se apresuró a salir de la habitación pero volvió a regresar.

─ Una cosa más─ Dijo asomando su cabeza por la puerta─ ¿Puedo pintarme el cabello?─ Hazel hizo un sonido de afirmación─ ¿Y hacerme un tatuaje?

─ Los tatuajes en la costilla y la clavícula duelen mucho─ Avisó─ Deje algo de dinero en la cocina, tómalo.

Sin perder el tiempo, Janne salió corriendo hacia la cocina siendo seguida por la mirada confundida de sus dos amigos que se encontraban en el comedor a dónde poco después, ella se acercó a recargarse sobre la mesa.

─ Mi mamá se volvió loca─ Murmuró─ ¿Me acompañan a hacerme un cambio de look?

─ Creo que esto fue una terrible idea─ Janne murmuró observándose al espejo.

Hazel tenía razón, los tatuajes en la costilla dolían hasta el alma.

Habían pasado el resto del día en la estética donde Janne se había pintado mechones de color azul marino, para la noche, fueron a dónde Eli se había hecho su primer tatuaje para que Janne se hiciera uno, ahora tenía un lindo fénix trazado en la parte inferior de su costilla izquierda, según ella, era porque los fénix representaban el renacer y era una linda metáfora.

Pero ahora se estaba arrepintiendo de haberlo hecho.

─ ¿Sabían qué hacerse tatuajes es adictivo? ¿Que tal si me vuelvo adicta? Ay no, qué he hecho─ Habló paranoica.

─ Janne, cálmate─ Demetri puso los ojos en blanco

─ Te ves muy bien─ Eli la animó con nerviosismo pues Janne llevaba puesto un top deportivo y un short que resaltaba su cuerpo

─ ¿Puedes dejar el teléfono por un minuto?─ Exclamó alterado─ Llevas toda la tarde revisándolo

Demetri estaba en lo correcto, Janne no había parado de checar su bandeja de mensajes y llamadas con la esperanza de encontrar el nombre de Robby entre sus notificaciones, con su respuesta hacia su carta, sin embargo, no había ningún mensaje de él cosa que la desanimaba por completo.

─ ¿Por qué no me dijeron que era estúpido hacer esto?─ Se quejó dejándose caer en su cama

─ ¿Hola? Te lo dije muchas veces─ Demetri la regañó

─ Además, un cambio de imagen es bueno para iniciar a cambiar en ti

─ Mi mamá va a matarme─ Volvió a quejarse tapando su rostro con una almohada

─ Tu mamá te dio permiso─ El pelinegro le recordó

─ ¡Eso es peor aún!