CAPÍTULO 18;
disculpas

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El primer paso para cambiar su persona era pedirles disculpas a sus padres por cómo se había comportado en las últimas semanas. Necesitaba reunir el valor para cruzar esa puerta y enfrentarlos, no habría sido tan valiente de llegar hasta sus oficinas de no ser por Robby quien la acompañó.

─ ¿Segura que no quieres que me quede?─ preguntó mirando sus manos entrelazadas.

─ ¿Lo harías?─ Janne alzó su vista para mirarlo a los ojos─ No me gustaría hacerte pasar un mal rato si las cosas se salen de control.

─ Puedo manejarlo─ Robby respondió con una sonrisa que contagió a Janne

Tomando una respiración profunda antes de entrar, Janne se preparó para lo que estuviera por afrontar. En cuanto llegó a la recepción la recibió Fanny con una expresión de sorpresa pues hacía mucho tiempo que no la veía.

─ ¡Janne! Es bueno volver a verte─ Se acercó a abrazarla con emoción─ ¿Cómo estás?

─ Una lombriz nadando en sal está mejor que yo─ Hizo una mueca─ Oh, por cierto, él es Robby

─ El famoso Robby, eres más lindo de lo que esta chica te describió─ Fanny comentó para molestar a Janne quien se ruborizó al igual que el chico.

─ Mucho gusto, Janne también me ha hablado de ti─ Robby habló con amabilidad.

─ ¿Puedo ver a mis papás? ─Janne intervino─ Sé que es mucho pedir cinco minutos, pero en serio necesito verlos.

─ No es el mejor momento─ Susurró la mujer─, vino un hombre, Johnny Lawrence, y tu mamá está algo alterada por su presencia.

Los dos adolescentes compartieron una mirada quedando desconcertados por la presencia del hombre en las oficinas de los Matthew. Tomaron asiento en las sillas de afuera, Janne mordía sus uñas y su pie temblaba impacientemente, por su parte Robby intentaba calmarla tomando su mano y dando leves caricias en su dorso. Incluso con el ruido en el lugar, se podía escuchar una discusión al otro lado de la puerta, sin poder con los nervios, la chica se acercó a la puerta para pegar su oído en ella.

─ Espiar conversaciones ajenas no es de buena educación─ dijo Robby acercándose

─ Lo sé, pero necesito saber qué es lo que...─ La puerta se abrió haciendo que Janne por poco cayera al suelo. Frente a ella se encontraba Johnny con una mirada de lástima y arrepentimiento, le dedicó una débil sonrisa

─ ¿Robby?─ El rubio comentó al ver a su hijo ahí─ ¿Ustedes dos?

─ Deberíamos dejar esta plática para después─ el castaño respondió con sequedad para después seguir a la chica al interior de la oficina

─ Necesito hablar con ustedes, solo les pido cinco minutos.─ El matrimonio Mathews compartió una mirada. Edward se hizo a un lado dejando pasar a su hija a la sala quien tomó asiento en el sillón de la oficina. Sus manos se frotaban con nerviosismo y su pierna se movía de arriba a abajo, con el mismo nerviosismo y bajo la atenta mirada de Hazel, Robby tomó asiento junto a Janne.─ Él es Robby, mi novio─ soltó sin más y aquello tensó el cuerpo del chico, pero también formo una sonrisa.

─ Edward, su padre─ el hombre se presentó amablemente y estrecharon sus manos.

Por su parte Hazel no podía dejar de mirar a ambos adolescentes, en especial a Robby que desde que había entrado llamó su atención, había algo en él que le recordaba al pasado, quizá era el nombre o que tenía gran parecido a cierta persona que ella había conocido muy bien, todo eso le removía sentimientos nostálgicos.

Todos se dieron cuenta de como lo miraba, Robby se movió incomodo mientras Janne temía que se pusiera a gritarle ahí mismo, por su parte Edward se acercó con cautela a ella mientras la llamaba por su nombre.

─ Eres hijo de Lawrence─ hablo con seriedad cruzando sus brazos sobre su pecho, tras darle una rápida mirada a Janne, Robby asintió─ Espero que seas mejor que tu padre.

El silencio se instaló en la sala, Janne estaba buscando el valor para hablar y aquello lo notó Robby quien la tomo de la mano y le dedico una sonrisa.

─ Quiero disculparme con ustedes─ Habló sin titubear─. Solo pido que me escuchen, sé que merezco una consecuencia por lo que hice, pero escuchen lo que tengo que decir y después pueden regañarme todo lo que quieran─ Pidió mirando a su madre.

─ Te escuchamos─ Hazel dijo

Los labios de Janne se entreabrieron y sus cejas se elevaron, no pensó que fuera tan fácil que su madre accediera a escucharla sin antes armar un escándalo.

─ En un principio había tomado las clases porque quería defenderme de quienes me molestaban en el colegio─ Admitió por fin─. Después se convirtió en un pasatiempo que me distraía de los problemas que tenía y me hacía feliz, con el tiempo se volvió una obsesión. Ahora sé que estuve mal al comportarme así, estaba muy enojada y tú quisiste advertirme antes de que pasaría, pero no hice caso y estoy viviendo las consecuencias de eso─ Dijo mirando hacia su madre─. En las últimas semanas hice cosas horribles que jamás imaginé que haría. Quiero cambiar mi comportamiento, quiero que en verdad me disculpen.

Hubo una gran pausa llena de silencio que hizo que los nervios en Janne incrementaron, el agarre hacia Robby se volvía más fuerte, pero eso la ayudaba a mantener la calma, no sabía si estaba haciéndolo bien o sus padres estaban tan enojados con ella para llegar al punto de ignorarla.

─ No quería que tomaras las clases porque Johnny y yo fuimos mejores amigos en la infancia─ Hazel aceptó causando un gesto de sorpresa en Janne─. Fui testigo de cómo ese hombre, Kresse, lo convertía en alguien lleno de rabia, alguien sin piedad. Tenía miedo de que te volvieras igual a él y solo te orille a qué lo hicieras. También mereces una disculpa de mi parte. Tenías razón en el festival, tienes problemas y no hemos estado para ti por nuestro trabajo.

─ Lo siento, ¿Usted y mi padre se conocían?─ Robby interrumpió

─ ¿Por qué no me dijiste desde un inicio?─ Janne comento igual de sorprendida que Keene

─ No es algo de lo que me guste hablar─ Hazel respondió haciendo saber que sería lo único que diría, aquello hizo que ambos adolescentes compartieran miradas.

─ Queremos arreglar eso, Janne─ Edward interrumpió─. Habrá consecuencias por tu comportamiento y espero que aprendas de tus errores.

─ Créeme que lo hice─ la menor asintió mirando sus manos

─ Todo esto hizo que tu papá y yo habláramos y nos diéramos cuenta de que necesitamos terapia─ Hazel dijo mirando a su esposo

─ ¿Esto es real?─ Exclamó con sorpresa

─ Si, necesitamos sanar primero para ayudarte a ti─ Edward respondió─ Queremos lo mejor para ti.

Janne se acercó a abrazarlos mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Aun siendo abrazada por sus padres volteó a ver a Robby que los miraba con una sonrisa de satisfacción.

─ Gracias─ gesticuló con la boca.

Estaba feliz de que sus padres quisieran mejorar, podía presentir que las cosas también estarían mejor.

Que equivocada estaba.

Aquella noche acordó tener una cita con Robby, sus padres le dieron permiso de ir siempre y cuando regresara temprano, a Janne no le gustaba mucho que tuviera una hora límite, pero era parte de su castigo.

Era la noche de los 80 's en la pista de patinaje y Janne se había disfrazado de Verónica Sawyer de la película Heathers. Podía sentir las famosas mariposas en su estómago cuando se iba acercando a Robby quien lucía un traje blanco, que lo hacía ver realmente bien.

─ Hubiera sido mejor que vistiéramos disfraces a juego─ Janne bromeó acercándose a él.

─ Te ves increíble─ Elogió con una sonrisa

─ Tú no te quedas atrás─ Dijo─ Sigo sin creer que mi mamá y tu papá fueron mejores amigos en su infancia, ¿tú puedes creerlo? Es muy loco. 

─ Creo que algo debió de haber pasado para que tu mamá deteste tanto a mi padre─ Robby comento caminando junto a ella─ también para que odiara tanto el karate.

─ Deberíamos averiguarlo─ Janne afirmo

Juntos se adentraron al lugar siendo recibidos por la música disco y olor a banderillas y papas fritas. La gente se movía alrededor de la pista luciendo disfraces increíbles.

Ambos recogieron sus pares de patines para después entrar a la pista entrelazados de las manos.

Janne hacía reír a Robby mientras hacía extraños pasos al ritmo de la música. Estando juntos perdían la noción del tiempo, se divertían intentando hacer que Robby aprendiera algunos pasos de baile sobre patines.

Pronto, el hambre los invadió haciendo que salgan de la pista para acercarse a una mesa vacía.

─ Podemos pedir unos nachos para compartir, ¿Qué te parece?─ Janne asintió ante la propuesta de su novio─ De acuerdo, vuelvo enseguida.

El chico se fue dejando a Janne sola en la mesa mientras mantenía una boba sonrisa en su rostro.

─ Así que no fuiste a clase por estar con ese galán─ Escucho una voz quisquillosa frente a ella

─ ¡Tory! No sabía que trabajabas aquí─ Exclamó con sorpresa al ver la bandeja en sus manos─ Que genial. Es bueno verte.

─ Espero que regreses pronto a las clases, extraño burlarme de Rollos contigo─ Dijo la rubia haciendo reír a Janne─. Tengo que regresar a trabajar, podemos vernos después.

─ Seguro, nos vemos─ Sacudió su mano en su dirección.

A lo lejos pudo ver a Miguel acercarse a Tory y depositar un beso en sus labios, aquello sorprendió a Janne.

─ Así que, ¿Tú y Tory? ─Cuestionó sonriente cuando Miguel pasó a su lado─ Felicidades

─ ¿Y tú sales con Robby?─ Enarcó una ceja

─ Es lindo conmigo─ Se encogió de hombros.

─ ¿Por qué no fuiste a clase hoy?─ Preguntó cambiando de tema

─ ¿Acaso no viste lo que pasó en Coyote Creek?─ Exclamó─ Si no hubieras llegado quizá... ya no quiero seguir con el Karate, esta vez es definitivo y no pienso volver.

─ Puedes volver, el sensei Kreese ya no forma parte de Cobra Kai─ Intentó convencerla─ Halcón no está enojado contigo...─ dijo no muy convencido de sus palabras

─ Es que... aún no puedo creer que haya robado la medalla, lo que hizo estuvo mal y yo también─ Hizo una mueca─. No voy a regresar

─ ¿Te está molestando? ─Robby preguntó acercándose con ellos.

─ No, solo estábamos platicando─ Janne respondió mirando al moreno─. ¿Seguimos siendo amigos?

─ Por supuesto─ Miguel le sonrió─. Lucen bien con esos disfraces─ Comentó antes de irse.

─ ¿Segura que está todo bien? ─Preguntó sentándose frente a ella.

─ Si, solo estaba diciéndole que no volvería a Cobra Kai, esta vez es real, nada de karate.─ Le sonrió─ Quiero darte algo─ Habló llevando su mano hacia la bolsa de su saco─. Es algo sencillo, pero espero que te guste

Janne mostró dos brazaletes con un dije de corazón que se unía al juntarlos.

─ Son muy lindos─ Robby dijo tomando uno entre sus manos─ ¿Y esto por qué? ¿Hay algo especial?

─ No, es solo porque estoy feliz de tenerte a mi lado─ Respondió sonriente─ Y agradecerte por estar conmigo a pesar de todo, es un detalle pequeño pero significativo

─ Te quiero─ Admitió depositando un beso en los labios de la chica

─ Yo también─ Dijo al separarse.