017. fear of herself
CAPÍTULO 17;
miedo de sí misma
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Aquella mañana se había levantado más temprano de lo habitual para ir a casa de los LaRusso y pedirle disculpas a Robby. Todo en su vida estaba siendo un verdadero desastre y él había sido lo único bueno y seguro que tenía en esos momentos, no quería perderlo por un error.
─ ¿Qué haces aquí?─ Sam cuestionó con brusquedad al verla en la puerta.
─ Vine a ver a Robby, ¿Puedes decirle que venga? Por favor─ Intentó mantener la calma pues no quería pelear con ella─. También quiero disculparme por llamarte perra, estaba borracha y no sabía lo que decía pero tampoco debiste acusar a Tory de ser ratera.
─ Robby no quiere verte─ La cortó de golpe─. Le advertí sobre ti, no quiso hacerme caso y al final lo hiciste sufrir.
─ ¿Le advertiste sobre mi?─ Janne cuestionó con ironía mientras reía sin gracia─ Robby te gusta, ¿no es así? ¿Samantha LaRusso no puede soportar no tener lo que quiere con solo poner sus ojos de cordero? No se que le hayas dicho a Robby sobre mi, pero tú no eres mejor persona que yo.
─ Vete de aquí
─ Dile que vine a verlo─ Ordenó sin apartar la mirada─. Quizá regrese otro día.
─ Será mejor que no vuelvas─ dijo LaRusso haciendo que Janne apriete sus puños y muerda su labio.
─ Bien, ten un buen día─ Sonrió con falsedad antes de irse
La molestia de Janne era notoria en su rostro y Miguel se había dado cuenta mientras hacía sus estiramientos. Algo en ella lo inquietaba, su comportamiento era extraño y un tanto agresivo, estuvo por preguntarle que sucedía con ella cuando Johnny entró al dojo.
El moreno le hizo una seña a su amiga para que se acercaran a él pues se habían enterado de la reciente muerte de uno de sus amigos de la adolescencia.
─ Sensei, mis condolencias─ dijo Miguel.
─ No sé que esté sintiendo en ese momento, sensei─ Janne habló─, pero cuenta con nuestro apoyo.
─ Gracias─ Dijo el rubio
─ ¿Qué tal el funeral?─ Janne miró con incredulidad a su amigo.
─ Igual que cualquier funeral─ Respondió─ ¿Qué tal las cosas aquí?─ Preguntó a lo que Miguel observó de reojo a la chica a su lado.
─ Genial─ Ella se adelantó a responder─. El sensei Kreese es duro pero sabe cómo ganar.
Johnny dio un asentamiento mirando a Janne quien lucía cansada. Una pizca de preocupación nació en su interior queriendo preguntar si se encontraba bien, en cambio se quedó en silencio y caminó hacia su oficina. Sin duda le inquietaba la situación de ella y Hazel Mathews que lo había presionado para cerrar el lugar mandando al dueño del local a que aumentara la renta, una cantidad que no era capaz de pagar, pero no podía correr a Janne de Cobra Kai, aunque no lo admitiera, le tenía cierto aprecio a la chica y no quería lastimarla, no quería arrastrarla junto a sus problemas con Hazel.
─ ¿Está todo bien entre tú y Halcón?─ Miguel preguntó al notar las miradas cargadas de enojo que se dedicaban.
─ Es un verdadero idiota─ Respondió en un murmuro
─ Pónganse los gi─ Johnny ordenó al salir de su oficina─. Comenzamos en cinco minutos─ Todos se miraron con confusión antes de acercarse a los hombres─ ¿Qué pasa?
─ Nada, solo pensamos que iríamos al bosque a una clase especial─ Miguel respondió a lo que Johnny miró a Kreese esperando una respuesta.
─ Pensé que ya era hora de convertirlos en hombres─ Respondió a lo que las tres chicas alzaron sus cejas─. Y en mujeres, supongo.
─ ¿Y que se supone que eramos antes? ¿Unos malditos Teletubbies?─ Janne susurró muy por lo bajo haciendo reír a Tory y Aisha.
Los profesores mantuvieron una plática en susurros a la cuál Janne no prestó atención pues a su mente le parecía más importante saber cómo le pediría disculpas a Robby.
─ Estamos listos, sensei, queremos ir─ Escuchó decir a Halcón
─ Eso depende del sensei Lawrence. Solo iremos cuando a él le parezca bien.
─ Muy bien, qué esperan, vamos─ Dijo el rubio.
Hacía mucho que Janne no estaba en el bosque, pero ahí se encontraba en Coyote Creek junto al resto de sus compañeros formados en dos hileras frente a frente esperando las instrucciones. El frío golpeaba su cuerpo erizando los vellos de sus brazos.
─ Caballero, damas─ Kreese habló─. Bienvenidos a Coyote Creek. Los dividimos en dos equipos. El rojo─ Alzó su mano dejando ver cintas rojas─ Y Negro─ señaló a Johnny─. La meta es conseguir tantas cintas del otro equipo como sea posible. Hoy, los de enfrente no son sus amigos. No son sus hermanos. Son el enemigo. El equipo que más resista. Gana.
─ ¿Cómo conseguimos las cintas?─ Janne preguntó
─ Por cualquier medio, no hay reglas.
─ Sean prudentes, solo es un ejercicio─ Johnny advirtió mirando a Mathews.
─ Si, pero recuerden: esta es su vida─ Kreese señaló la cinta en su mano─ Si la pierden... Mueren.
El ejercicio inició, todos se expandieron a lo largo y profundo del bosque, Janne estaba en el equipo de Johnny así que comenzó a buscar personas con el cinto rojo.
Escuchó hojas secas crujir detrás de ella por lo que dio media vuelta poniéndose en posición encontrando a un contrario.
─ Espero que no haya rencores─ Dijo acercándose a atacar y lanzando un puñetazo directo a su rostro.
─ ¡Hey! Eso no está permitido─ Se quejó el chico llevando su mano hacia su pómulo.
─ Esto no es un torneo. No hay reglas─ Janne pateó sus piernas tirándolo al suelo antes de patear sus costillas y quitarle la cinta de su cabeza.
No muy lejos Johnny observó a la chica, se había vuelto violenta y no había rastro de aquella Janne a quien él le había enseñado.
El tiempo corría y Janne ya había derrotado a otros dos contrincantes. Caminaba buscando a más personas que atacar, por mucho que intentará ser sigilosa sus pies hacían ruido con el crujir de las hojas debajo de ellos.
A metros más adelante pudo ver a Halcón mostrando una medalla de honor que colgaba de su cuello, era la misma que habían robado del dojo Miyagi-Do. Así que no dudó en acercarse a él y sorprendiendo al chico con una patada en la espalda.
─ Así que ahora te dedicas a atacar por la espalda─ Halcón soltó una risa sin gracia
─ Tú destrozaste Miyagi-Do y no dijiste nada─ Respondió con enojo─. Eres un cobarde─ Dijo lanzando una patada en su dirección.
─ Son el enemigo, los puse en su lugar─ Bloqueo el ataque y lanzó un puñetazo
─ ¿Y creíste que destruir su dojo y robar la medalla era buena idea?─ Golpeó su abdomen haciéndolo retroceder.
─ ¿Qué te importa?─ Habló con brusquedad─ Solo porque tu novio está en ese dojo, ¿No es así?
─ Esto no es por Robby─ Volvió al ataque, está vez con más intensidad en sus golpes
─ Por supuesto que no─ Respondió con ironía deslizándose a un lado para evitar los ataques de la chica─ Si quieres la medalla, ven por ella.
Janne lanzaba ataques rápidos que apenas le daba tiempo al chico de bloquearlos. Mientras golpeaba a Halcón descargaba todas las emociones negativas que se acumularon en los últimos días: las peleas con su madre, la decepción en el rostro de Robby, su madre amenazando a Johnny, todo. La patada que él le dio en el rostro fue el detonante para que Janne no midiera la fuerza de sus golpes y comenzara a atacar con más violencia, si eso era posible.
Lo tomó por la sudadera estrellando al chico contra el árbol detrás de él dejándolo anonadado, aquella vulnerabilidad la aprovechó Janne para tirarlo al suelo y tomar su brazo torciendolo, su rodilla la colocó en la tráquea del chico haciendo presión en su cuello, estaba cegada por la ira que no se había percatado que Halcón intentaba salir de su agarre pues el oxígeno que recibía era cada vez menos.
─ ¡Janne!─ Miguel llegó y la jaló hacia atrás separandola del Halcón─ ¿Qué estás haciendo?─ Exclamó con alteración.
Janne pasó su vista hacia Halcón quien aún estaba sobre la tierra intentando recuperar el aire, su rostro estaba rojo y tenía moretones en su rostro, la chica bajó su vista hacia sus nudillos que estaban hinchados y llenos de sangre.
Sintió su respiración entrecortada y un fuerte picor en sus ojos, se había dejado llevar por el enojo y por poco mataba a quien una vez fue su mejor amigo, no podía controlar el temblor de sus manos ni el nudo creciente que se instaló en su garganta.
Tenía miedo de quién se había convertido.
─ Yo... Lo siento, Eli─ Balbuceó con voz rota─. Perdón, yo... no estaba pensando, lo siento─ Se quitó la cinta y la lanzó en su dirección antes de correr lejos de ellos y regresar con los demás.
─ ¿Estás bien?─ Johnny se acercó a Janne al verla bajar con la respiración agitada y sus ojos vidriosos.
Sin pensarlo, Janne se lanzó hacía Jhonny buscando consuelo desesperadamente en sus brazos, el hombre había quedado desconcertado al notar que ella estaba llorando y sus lágrimas mojaban su playera, no sabía qué hacer así que la abrazó de vuelta como si quisiera protegerla de cualquier mal.
─ ¿Qué pasó?─ Preguntó el rubio
─ Si te contara, estarías muy decepcionado de mí─ Sollozó sin apartarse─ Solo quiero irme a casa
Nada lograba calmar a Janne en ese momento, estaba tan asustada que no sabía a quién acudir, ir con sus padres definitivamente no era buena idea y tenía tanta vergüenza como para quedarse con sus amigos. Así que decidió ir a buscar de nuevo a Robby con la esperanza de que pudiera disculparla y ayudarla.
Caminó por la casa buscando al chico, esperaba que no la encontrarán pensando que estaba hurtando el lugar, pero quizá eso hubiera sido mejor que ver la imagen que sus ojos cristalinos estaban viendo en ese momento.
Sam se había acercado a besar a Robby, pero este se había apartado con una mirada llena de confusión, solo que en su tristeza Janne no lo había visto.
Con el corazón latiendo en sus oídos, Janne dio un paso atrás con la intención de irse, pero hizo caer una maceta atrayendo la atención de los dos chicos en el lugar.
─ Janne─ Robby exclamó con sorpresa.
─ No debo estar aquí, lo siento─ Comenzó a caminar pero fue detenida por el chico Keene.
El dolor de la traición de Janne se disipó cuando sus miradas se conectaron demostrando lo rota que la chica estaba en ese momento provocando que la preocupación invada el cuerpo de Robby.
─ ¿Qué te pasó?─ preguntó al ver sus ojos rojizos, los raspones en su rostro y heridas en sus nudillos, su cabello despeinado y la tierra en sus prendas.
A Janne no le importó lo que había visto antes, se lanzó a abrazar al chico como si su vida dependiera de ello comenzando a llorar en el pecho de Robby bañando su camisa de lágrimas saladas.
─ Lo siento, Robby, fui una completa idiota─ Sollozó en su pecho
─ No, Janne, está bien, yo... yo debería de disculparme por lo que pasó hace un momento.
─ Esto no es porque Samantha te haya besado─ Dijo separándose─. Tengo miedo de mi misma─ Sollozó─; fue un error haber vuelto a Cobra Kai y no solo porque te traicione, el enojo me cegó y lastimé a mi mejor amigo, ya no tengo medida de mis golpes, no se que hacer, no quiero seguir siendo así, no quiero ser una persona llena de enojo.
La desesperación en la voz de Janne hizo que el corazón de Robby se sintiera como si lo apretaran sin compasión. Ver a la chica tan vulnerable lo hacía sentir mal así que se acercó a abrazarla otra vez.
─ Yo voy a ayudarte─ Dijo acariciando su cabello─. Has dado un gran paso, estás consciente de lo que pasó y quieres cambiarlo.
─ ¿Qué pasa si no puedo?─ Sollozó
─ Estaré a tu lado para ayudarte a lograrlo─ La apegó más a su cuerpo.
─ Perdón por no haberte dicho sobre las clases─ Aceptó atreviéndose a mirarlo a los ojos─, tenía miedo a perderte, no quiero hacerlo.
─ No va a pasar─ Robby afirmó volviendo a abrazarla y depositando un dulce beso en su frente.
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