CAPÍTULO 15;
grieta en una amistad
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Oficialmente Janne Mathews odiaba a su madre.

Quizá había soportado que haya roto su trofeo frente a ella, pero el haber ido a hacer un escándalo al dojo había sido el detonante de la bomba de caos que había estado creciendo dentro de ella. Jamás había tenido vergüenza de aceptar que Hazel era su madre, pero en el momento en que entró soltando gritos hacia Jonnhy siendo que aún no terminaba la clase y había unos cuantos alumnos en el lugar.

Miguel había sido el único que había tenido el valor para quedarse junto a Janne a esperar.

El moreno miraba a su amiga que caminaba de un lado a otro mordiendo sus uñas mientras escuchaba la pelea entre su madre y su sensei en la oficina del rubio, Miguel había intentado de todo para calmarla, pero ella seguía soltando maldiciones cada que abría la boca.

Fue entonces que se dio cuenta que algo estaba pasando con Janne, pues a quien él conocía jamás le faltaría al respeto a algún adulto, mucho menos a su madre.

Janne perdió los rieles de la cordura, así que se acercó a la puerta a escuchar la conversación, de inmediato se arrepintió de haberlo hecho pues los gritos cesaron.

─ Escúchame bien,─ la voz de Hazel llegó a sus oídos─ o cierras este lugar repugnante o yo misma haré que lo cierren y tu vida se vuelva miserable desde hoy, y bien sabes que esto no es ninguna amenaza, es una advertencia.

La respiración de Janne se volvió pesada y sus puños se apretaron con fuerza encajando sus uñas en las palmas de sus manos, dio media vuelta y salió del lugar dando un fuerte portazo. Miguel la siguió gritando su nombre y pidiendo que se detuviera.

─ Una vez tú me dijiste que los abrazos ayudan─ Dijo estirando sus brazos, pero Janne soltó un grito

─ Lo único que me va a ayudar es que Hazel desaparezca de mi vida─ Exclamó pateando una roca y conteniendo las ganas de llorar debido al coraje

Poco después, los dos adultos salieron encontrándose con los adolescentes. Janne se acercó dando pasos largos hacia su madre.

─ Que maduro de tu parte amenazar a Jonnhy con fastidiar su vida─ se burló─. Si tú haces que Johnny cierre el dojo, yo filtrate los videos de las cámaras de seguridad de nuestra casa y tu imagen de la mujer perfecta quedará arruinada─ Amenazó acercándose a ella para que solo Hazel pudiera escuchar

─ Janne─ Johnny intento acercarse a ella para calmarla

─ No serías capaz de eso─ Hazel dijo cruzando sus brazos

─ Pruébame─ La retó alzando su mentón─.  Eres la peor madre del mundo

Tras esas palabras se fue dejando sorprendido a los dos varones que juraban que Janne jamás se habría atrevido a decir algo como eso.

─ Tienes esta semana─ Advirtió la mujer antes de subir a su coche

Edward y Hazel Mathews no eran los más indicados a la hora de saber poner límites, al menos no sin ser agresivos o ceder a los ojos de cordero que Janne ponía cuando quería escapar de un problema.

Habían sido muy permisivos siempre, inconscientemente querían que Janne no sintiera su ausencia debido a sus trabajos y ambos habían creído que se habían comportado como buenos padres dándole todo lo que su hija quería cuando lo pedía. Pero aquello ahora trabajaba como un arma de doble filo para ellos, Janne estaba descontrolada y no obedecía ni la mínima orden que ellos le daban. Justificaba sus acciones culpando a sus padres por no estar con ella.

Cada que Hazel intentaba castigarla terminaba en una pelea llena de gritos para que al final Janne desobedeciera a su madre pues la mujer no podía vigilar las veinticuatro horas del día a su hija.

El dolor de cabeza de Hazel se volvía insoportable con el paso de los minutos, había decidido trabajar desde casa para vigilar que su hija se quedará ahí cumpliendo su castigo. Pero en menos de cinco minutos ya se había arrepentido de haber tomado aquella decisión.

─ ¡Bájale a tu maldita música!─ Hazel bramó al otro lado de la puerta por décima vez

Pero Janne al interior de su cuarto solo mostró una sonrisa llena de gracia mientras se acercaba a la bocina y subía más el volumen de su música.

El enojo de Hazel crecía con cada segundo que pasaba y solo podía culpar a Johnny Lawrence de volver a su hija, que siempre había obedecido las reglas al pie de cañón, en una adolescente rebelde.

─ Quedas castigada─ Gritó por encima de la música a lo que Janne se acercó a abrir la puerta

La menor se recargó en el marco de la puerta de brazos cruzados retando a su madre con la mirada.

─ Ya estoy castigada─ soltó un suspiro pesado─ ¿Algo más que decir?─ Alzó sus cejas esperando su respuesta sin apartar la mirada

─ Estás castigada toda esta semana─ Habló con irritación─, sin salir de casa.

─ Bien, veamos si aguantas─ Comentó con burla antes de volver a cerrar la puerta y subir al máximo el volumen de la música.

Caminó hacia el espejo para atar su cabello en una cometa despeinada y maquillar su delineado, colocó un poco de brillo en sus labios quedando lista.

Dejó la música de su cuarto prendida antes de salir por la ventana.

─ ¡Creí que no vendrías!─ Moon exclamó acercándose a Janne en cuanto la vio

─ Mi mamá piensa que estoy en mi habitación─ comentó sentándose junto a Aisha dejando su limonada en la mesa─. Es un verdadero dolor de cabeza

─ ¿Cómo te fue después de que se enteraran que te emborrachaste?─ Tory preguntó con diversión

─ Solo tuve que llorar diciendo que estaba muy triste porque nunca estaban en casa conmigo y mi papá convenció a mi mamá de dejarme en paz─ Habló con gracia

─ Cool─ Dijo la rubia

─ Me quitó el teléfono, pero se olvidó de esto─ Comentó señalando el reloj inteligente en su muñeca─ me lo compraron para compensar que olvidaron de nuevo mi cumpleaños pasado

─ Dios mío─ Moon exclamó atrayendo la mirada de todas─ Yasmine tiene el mismo bikini que yo─ Habló mirando su teléfono.

─ A ti se te ha de ver más bonito─ Janne dijo inconscientemente por lo que Moon elevó las cejas pero mostró una linda sonrisa

─ Dile que se quede en Francia─ Aisha habló cortando la tensión

─ Si, ojalá su vuelo pase por el triángulo de las Bermudas─ Janne dijo tomando de su limonada─ ¿Miguelito está bien?─ Preguntó al ver a su amigo tecleando en la computadora con un rostro que parecía desesperado

─ Intenta arreglar las cosas con Sam─ Aisha explicó

─ No debería hacerlo─ Janne murmuró─. Después de que haya acusado injustamente a Tory, no creo realmente valga la pena─ Dijo─ Vamos a tomarnos fotos

Moon miró a Janne con una sonrisa antes de abrir la cámara fotográfica de Instagram y comenzar a jugar con los filtros.

─ ¡Oh dios! Me parezco a Shrek en esta─ Janne se carcajeo al ver las fotos

─ Te ves muy bien─ Moon comentó soltando una risa

─ ¿Podrías enviarme todas las fotos?─ Preguntó con una sonrisa

─ Claro─ Acepto la chica

Janne estaba consciente que su madre tenía su teléfono y le fastidiarla escuchar el sonido de muchas notificaciones.

» Deberías abrir de nuevo tu cuenta de instagram así puedo etiquetarte─ Moon propuso

─ Lo haré en cuanto llegue a mi casa─ Dijo sin apartar su mirada de ella─. Quizá me convierta en la próxima influencer más famosa de instagram y puedas presumir que me conociste antes de la fama

─ Entonces debería aprovechar─ La castaña dijo riendo

─ Por supuesto, más tarde cobraré por tomarse fotos conmigo─ bromeó─. Tengo que irme─ Dijo al ver la hora en su reloj─, quizá podamos salir luego, ¿Qué piensas?

─ Me gustaría─ Aceptó con una sonrisa

Janne se despidió dándole un beso en la mejilla antes de salir del restaurante y dirigirse hacia el parque donde solía patinar y encontrarse con Robby.

Al haberse concentrado en fastidiar a sus papás, Janne había olvidado por completo salir a patinar que es lo que la ayudaba a relajarse en momentos como aquellos y más si Robby se encontraba junto a ella.

Solían encontrarse a la misma hora siempre, pero Janne se quedó esperando por varias horas mientras patinaba de un lado a otro sin muchos ánimos, pensó en llamarlo, pero se arrepintió a último minuto pensando que estaba ocupado en algo más.

Sus patines se deslizaron por la acera automáticamente, sus pies tenían el control sobre ella llevándola hacia el lugar donde la hacía sentir segura: Cobra Kai. No se había dado cuenta de lo tarde que era en aquel momento; el sol se había ocultado trayendo consigo la noche estrellada y fría.

Cuando Janne alzó su mirada pudo ver la camioneta roja de Moon irse mientras Halcón estaba de pie frente a la puerta del dojo.

─ ¿Todo bien?─ Preguntó al notar la mirada furiosa de su amigo.

─ Moon me terminó por culpa del idiota de Demetri─ Bramó

─ ¿Cómo dices?─ Preguntó sorprendida pensando que Moon había dejado a Halcón porque comenzaba a gustar de su otro amigo.

─ Al parecer no le gustan los "bravucones"─ Murmuró con molestia

─ Espera, no estoy entendiendo nada─ Se cruzó de brazos─ ¿Qué te pasó en el ojo?─ Preguntó al ver el moretón

─ El idiota de Keene fue lo que pasó

─ ¿Qué pasa con Robby?─ Frunció su ceño

Con cada palabra que Halcón contaba sobre como Robby y Sam los habían atacado por querer golpear a Demetri en la plaza, el enojo en Janne se avivaba. Su molestia hacia el chico frente a ella la había hecho omitir el detalle sobre que su novio se encontraba en una plaza con otra chica y por eso no había ido a su encuentro.

─ ¿Le pegaste a Demetri por una reseña?─ Exclamó─ ¿En qué carajo pensabas?

─ Se unió a Miyagi-Do

─ ¿Y eso que tiene? Es nuestro amigo─ Gruñó

─ ¡No, es un maldito ñoño!

─ Tú también lo eras─ Le respondió─, no tenías amigos, ni novia, ninguno de nosotros era reconocido más que por nuestros defectos hasta que entramos a Cobra Kai y esto está genial pero no tienes porqué comportarte así.

─ ¡Insulto a Cobra Kai!

Janne no podía creer que su amigo estuviera tan enloquecido por el comentario que Demetri había hecho sobre el dojo.

─ Moon tiene razón─ Habló negando con la cabeza─. Te has convertido en un idiota─ Dio media vuelta y comenzó a patinar.

─ Si, lo dice la niña que finge ser rebelde para tener la atención que sus padres no le dan─ Gritó debido a la distancia.
Janne se dio media vuelta dándole una mirada severa llena de ira.

─ Eres un maldito idiota─ Bramó con ira.