004. start with classes
CAPITULO O4:
comenzar con las clases
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Una parte de Janne presentía que lo que estaba a punto de hacer, era mala idea, tenía que consultarlo con sus padres antes de hacerlo. Miró hacia el local frente a ella, el logo de una cobra con el nombre del dojo se encontraba en el gran ventanal. Sin dudarlo más, entró dispuesta a tomar clases de karate.
La campanilla sonó, el lugar estaba solo, pensó en salir de ahí pero un hombre rubio salió de la oficina.
─ Oh, no voy a darte dinero─ Janne frunció el ceño ante el comentario─. Bastante tengo con la loca sin hogar de allá afuera.
Janne hizo una mueca al escuchar que la había confundido con un indigente, bajó su vista hacia sus prendas, era un pants gris junto a una playera holgada y su cabello atado con una trenza despeinada.
─ En realidad vine aquí por las clases─ Comentó en voz baja mirando con atención el lugar.
Había algo peculiar en aquella joven que a Johnny le llamaba la atención, la manera en la que sus grandes ojos brillantes se desplazaba como si se encontrará en su mundo propio, su cabello color carbón desaliñado pero con un toque de elegancia, aquellas características le recordaban a alguien de su pasado.
─ Las clases de yoga son hasta las cinco─ Respondió
─ Vine por las de Karate─ Dijo mirando al hombre─. Un amigo me recomendó el lugar
─ Lo siento pero no hay chicas en cobra kai─ Janne enarcó su ceja cruzándose de brazos
─ Eso es machista─ Comentó
─ Sensei─ La voz de Miguel detrás de ella llamó su atención─. Oh, ella es Janne
─ ¿Es tu novia acaso?─ Cuestionó a lo que ambos adolescentes voltearon a mirarse sonrojados
─ ¡No! Ella no es...
─ Él no es... No somos nada─ Balbucearon a la vez─ ¿Por qué no permite mujeres?
─ Por lo mismo que en el ejército─ Respondió dejando confundida a Janne─. No tiene sentido.
─ Para el resto del mundo sí─ Comentó─ ¿Ha escuchado de Marisa Rozalén?─ Johnny compartió una mirada con su alumno que negó con la cabeza─ Ella demostró que en esta disciplina cuenta la pasión y no el género. Fue 15 veces Campeona de España, siete veces Campeona de Europa y tres veces Subcampeona Copa del Mundo. ¿Aún cree que las mujeres no pueden practicar karate?
─ ¿Y eso de que me sirve?─ El rubio atacó provocando que Janne ponga los ojos en blanco
─ Necesita alumnos, ¿No es así?─ Habló con propiedad pues no quería que la echara del lugar o pensara que era una maleducada.
─ Sensei, necesito mostrarle algo─ Miguel dijo
Los dos varones se retiraron hacia la oficina mientras Janne esperaba ansiosa en la puerta. Sus manos se movían inquietas y se meneaba de un lado a otro. A los pocos segundos Miguel regresó junto al hombre.
─ Está bien después de pensarlo aceptaré mujeres, quítate los zapatos y a la colchoneta─ Ordenó─. Permitiré mujeres─ Una sonrisa de autosuficiencia se formó en los labios finos de Janne─, pero, en Cobra Kai, no te comportes como una chica
─ ¿Y cómo se supone que se debe comportar una chica?─ Cuestionó cruzando sus brazos
─ No me vengas con eso─ La chica miró a su amigo que se encontraba detrás de Johnny pero él solo negó con la cabeza─. Ya sabes, sensible, chillona, quejosa...
─ Si le desconecto la consola a un chico en medio de una partida verá que se comporta igual que una "chica"─ Lo retó con irritación
─ ¡Silencio!─ Gritó exaltando a Janne─ Mi estudiante me dijo que te acosan en la escuela─ La ojiazul miró acusadora a Miguel
─ Si─ Aceptó finalmente, tenía que ser sincera para cooperar con el proceso─, sobretodo en línea, suelo recibir mensajes desagradables
─ ¿Quién te envía esos mensajes?─ Preguntó el mayor caminando de un lado a otro frente a ella
─ Generalmente son anónimos─ Respondió despues de un momento de silencio─, suelen decirme que debería suicidarme... y que parezco una hippie vagabunda aunque eso no lo tomo como insulto porque los hippies llevan un estilo de vida bastante agradable y...
─ ¡Silencio!─ Volvió a gritar haciendo que Janne deje de hablar al instante─ Dios mío─ Dijo mirándola fijamente─ Son unas nenitas. En mi época, si molestabas a alguien, se lo hacías en la cara. Había honor y respeto
─ ¿Qué hay de respeto en qué te insulten de frente?─ Cuestionó pero fue ignorada olímpicamente
─ Estos son raros tras la computadora, fracasados sin carácter. No les temes, ¿No?─ Se detuvo a mirarla
Janne pensó en todas las veces en las que sintió que no podía respirar cuando Kyler se acercaba a molestarla, o en cómo su voz temblaba cuando,inútilmente, intentaba defenderse de las burlas de Jazmine. Definitivamente les tenía miedo.
─ No─ Mintió con voz temblorosa.
─ ¿Dejarás que te insulten?─ Ella negó con la cabeza sin estar muy segura de su respuesta─ Bien, porque, cuando termine contigo, les responderás, pero no con el teclado. Será con los puños
Una débil sonrisa se formó en sus labios con un deje de incomodidad. Volteo a ver a Miguel quien le devolvió la sonrisa alentando a Janne, pero ella solo sentía que estaba cometiendo un error.
Las manos de Janne no se mantenían quietas, estaba frente a frente con Miguel, obligó a que sus manos se quedarán a sus costados pues no quería recibir otro regaño de parte del Sensei.
─ Veamos que tienes, Señorita Mathews─ El hombre habló─. Frente a mi, saluden─ Con confusión, Janne imitó la acción de su amigo─ De frente a ustedes, Saluden─ Janne hizo el saludo sin apartar la mirada de Miguel─ Señor Díaz, muéstrele que aprendió
─ Espere, no me parece bien, Sensei─ Miguel habló
─ ¿No te parece bien?─ Cuestionó con incredulidad
─ Es una chica. No voy a...
─ Dijiste que las mujeres eran iguales a los hombres─ Johnny se excusó ganándose una mirada cansada de parte de Miguel
─ Si, lo dije pero no de esa manera
─ Estaré bien─ Janne interrumpió─, aunque es mi primer día y...
─ A tus enemigos no les importa que día es─ Johnny la cortó─. Se aprovechan del débil, para ganarles vence tus miedo y lánzate al fuego ─ Janne paseó su mirada de Miguel hacia el hombre─ ¿Lista, señorita Mathews?
A lo largo de su vida Janne había recibido varios golpes -accidentales y por otras personas-, en el colegio, en sus clases de patinaje, en todos lados, podía soportar una vez más.
─ Supongo─ Respondió encogiendo sus hombros
─ Señor Díaz─ Miguel negó con la cabeza─ ¡A pelear!
Ambos se quedaron de pie sin saber qué hacer. Janne sabía que se encontraba en confianza y Miguel no se molestaría por lo que aprovechó su distracción y se acercó a golpearlo pero él bloqueó su ataque, el chico pateó el abdomen de su amiga lanzándola lejos de él.
Janne se quedó en el suelo llevando sus manos hacia su abdomen mientras soltaba un jadeo e intentaba recuperar el aire.
─ ¡Oh por dios! Janne, ¿Estás bien?─ Exclamó Miguel acercándose preocupado
En cuanto Johnny había aceptado a Janne ingresar al equipo tuvo bajas expectativas sobre la chica pues su cuerpo era muy delgado y era pequeña, todo lo opuesto al estereotipo de un atleta.
Pero cuando la vio jalar del brazo de Miguel tumbándolo al suelo quedando ella de pie lanzando una patada desordenada hacia las costillas del chico supo que se había equivocado sobre ella y quizá su rapidez era una gran ventaja. En cuanto el cuerpo del chico cayo, Janne tomó entre sus manos su pié para sobar pues aquella patada mal empleada le había provocado un dolor agudo.
─ Las costillas─ Miguel se quejó desde el suelo
─ Estamos a mano─ Janne se burló con una sonrisa divertida seguida de una mueca de dolor
─ Eres una cobra innata─ Johnny admitió─. Muy rápida por cierto─ Janne sonrió
Escucharon una discusión a las afueras del local. El mayor salió dejando a Miguel a cargo.
─ ¿Estás bien?─ Janne hizo una mueca sentándose frente a Miguel
─ Mis costillas no lo están─ Bromeó
─ No se si podré soportarlo─ Bufó recargando su cabeza sobre su mentón
─ Seré menos rudo la próxima vez─ Se apresuró a decir
─ Los golpes están bien, no es la primera vez que recibo uno─ Intentó reír─. Me refiero al sensei, es machista y muy grosero, estoy segura que discutiré todos los días con ese hombre
─ Al menos sabrás defenderte─ Comentó haciéndola reír
─ Soportando todo por defenderme─ Afirmó
La perspectiva que Johnny tenía sobre Janne cambiaba cada cinco minutos, podía sentir que el coraje y el miedo acumulado en ella sería de ayuda en un futuro, sin embargo, en el momento en que la vió totalmente roja y sudorosa, con mucha dificultad para respirar y tumbada en la colchoneta, cualquier rastro de esperanza sobre ella se había esfumado.
Janne había perdido la noción del tiempo después de hacer veinte abdominales, según el sensei, necesitaba calentar antes de entrar al verdadero entrenamiento. El cuerpo de la chica estaba adolorido y sentía que no podía moverse.
─ Llevas menos de diez minutos y ya no puedes─ Dijo de brazos cruzados mirándola desde arriba
─ El tiempo es relativo.─ Jadeó intentando retomar el aire que hacía falta en sus pulmones─ Si muero, díganle a mi mamá que morí de un paro porque vi a Leonardo DiCaprio de joven sin camisa, así le dolerá menos mi muerte a que si se entera que morí por tomar clases de karate
Miguel hizo una mueca mirando a su amiga que parecía que se desmayaría en cualquier momento, esperaba que Janne no desertara a las clases después de su primer día, en verdad quería que ella supiera defenderse y así acabar con todas las burlas que recibía.
─ Suficiente, levántate y ven acá─ Johnny habló con un deje de irritación en su voz
─ Creo que estoy en el plano astral, no siento mi cuerpo─ Se quejó aún tumbada en la colchoneta.
El moreno se acercó a ayudarla a levantarse y a sostenerla para que logrará mantenerse de pie por sí sola sin caer de nuevo al suelo. Janne le agradeció con la mirada antes de caminar hacia el sensei.
─ No golpees primero si no sabes cómo─ El hombre le explicó a su nueva alumna quien miraba con curiosidad el maniquí torso frente a ella─. El golpe cobra consta de dos partes, la arremetida, que requiere de todo el cuerpo─ Dijo deslizándose hacia adelante─ y la mordida─ Lanzó un puñetazo hacia el muñeco─. Lo que pasa luego de hacer contacto ¿Si? No paras dónde el nudillo golpea el hueso, lo atraviesas─ Estiro aún más su mano hundiendo el rostro del maniquí─ como para pegarle al que está atrás de este idiota, ¿De acuerdo?
Janne asintió torpemente mientras centraba toda su atención en los movimientos de su nuevo sensei. El mayor hizo una demostración moviéndose tan rápido que la chica apenas pudo captar cómo tenía que hacer el golpe.
» Golpea aquí y harás sangrar la nariz─ Explicó lanzando un puñetazo lento hacia el tabique del muñeco─. Aquí, rompes los dientes─ Estiró su mano hacia la boca. Si pegas aquí, podrías dañar la tráquea─ Mostró llevando su puño hacia el cuello─. Obviamente, en casos extremos─ Aclaró al ver el rostro asustado de Janne─ Bien, prepárate─ La chica se puso en posición frente al maniquí─ Concéntrate y práctica.
La mirada azul de Janne se encontró con la de Miguel que alzó sus pulgares dándole ánimos. Ella volvió su vista hacia el muñeco frente a ella y comenzó a dar golpes, sin embargo, eran débiles y descuidados.
─ No, no, no─ El rubio se quejó acercándose a ella─. Lo estás haciendo mal. ¿Quieres que te sigan tirando mierda? ¿Qué los chicos piensen que eres una débil fracasada?─ Janne iba a hablar pero prefirió mantenerse en silencio, no quería contradecir de nuevo a un adulto─. No entrenes más, vete, y que el mundo sepa que eres una fracasada.
Janne se mordió la lengua para no lanzarse a llorar en ese momento. Miguel se percató de lo cristalinos que se habían vuelto los ojos de la chica y como su labio había comenzado a temblar delantando el dolor que le provocaban aquellas palabras.
─ Sensei─ Miguel intentó interrumpir
─ ¡Silencio!─ Exclamó haciéndolo callar─ O puedes plantarte, mirarle a los ojos a tu enemigo ¡Y golpearlo en la cara!─ Dijo hacia Janne quien volvió a ponerse en posición─ Imagina que es tu enemigo.
La mirada serena de Janne se transformó en cuanto el maniquí ya no era solo goma, si no que en él podía ver a Kyler y Jazmine. Fue notorio el cambio en su humor, su rostro estaba tenso y sus ojos brillantes transmitían el enojo y la rabia que sentía.
» ¿Ya lo imaginaste?
─ Si─ Janne respondió en breve.
─ ¿Qué vas a hacer?─ Cuestionó pero Janne solo se quedó en su lugar sin mover sus brazos, estaba nerviosa y sentía que no le saldrían bien los golpes─ ¿Qué vas a hacer?─ Repitió en un grito.
Reunió el valor y lanzó un puñetazo descargando el enojo y coraje que le tenía hacia sus agresores. Aún faltaba mejorarlo pero ya no eran tan flojos como antes. La chica golpeaba una y otra vez el maniquí intentando imitar lo que su sensei le había mostrado.
De alguna manera y extraña razón para Janne, se había sentido bien golpear el maniquí. Le había gustado.
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