23. Debería ser libre para elegir
LUNES POR LA MAÑANA
Los diarios naciones se habían hecho eco de la noticia muy pronto. Todos querían opinar pues se había filtrado el malestar de Diana con la convocatoria de la selección inglesa, siendo el Real Madrid el primero en manifestarlo, a través de un comunicado donde, sin dar mucha información, apoyaban la decisión de su jugadora y pedían respeto para ella y su elección, la cual deseaban que fuera algo libre.
Estaba claro que en esas líneas estaban implícitas que Diana no acudía a la llamada de los ingleses por propia decisión, algo que sabía la selección Española, quien también estaba muy enfadada con sus homónimos ingleses, algo que les hicieron saber con un par de llamadas a sus máximos representantes.
-Estoy nerviosa -le decía Diana a Jude bajándose ambos del coche en la misma puerta de St. George Park, en Burton, lugar donde se encontraba la Ciudad del Fútbol inglesa.
-No contestes preguntas. Sonríe y nada más. No les des pie con una palabra o un gesto a nada. Estoy a tu lado, no lo olvides -tomó Jude la mano de su chica y la apretó un poco sin poder hacerle ningún gesto cariñoso más.
Las cámaras ya apuntaron a ellos en cuanto caminaron hacia la puerta principal. Aunque los periodistas tenían prohibido hacerles preguntas a los seleccionados fuera del Edificio, todos parecieron olvidarlo en cuanto Diana apareció delante de ellos.
Hizo la rubia lo que Jude le aconsejó. Se limitó a mirar hacia el frente con gesto serio intentando hacer oídos sordos a toda clase de incómodas preguntas, que llegaron a molestarla y tuvo que disimular el efecto que causaban en ella.
"Diana, ¿estás contenta de estar aquí?"
"¿Porqué has elegido a los ingleses en vez de a España?"
"¿Es verdad que no quieres estar aquí?"
"¿Todavía quieres jugar con España?"
"¿Qué piensa tu padre de que hayas escogido a su país?"
Intentó Diana hacer oídos sordos pero cada pregunta era como un puñal que se le clavaba en el estómago. No fue hasta que entró dentro del Edificio que respiró algo aliviada, aunque sabía que lo peor, estaba por llegar.
Algunos de los seleccionados así como miembros del cuerpo técnico, estaban en la entrada. Había un par de cámaras allí y esto imposibilitaba que Diana pudiera hablar libremente, incrementando así su enfado.
-¡Jude!
El mejor amigo de su novio, Trent Alexander, fue el primero en saludarlos. Ambos se fundieron en un cariñoso abrazo intercambiando algunas palabras. El muchacho miró a la chica, quien se sintió algo cohibida por su presencia, pues Trent si era conocedor de la relación que ambos mantenían.
-Esta es Diana, Trent -le presentó Jude a su amigo con cierto orgullo en su voz al hacerlo.
-Ya tenía ganas de conocerte. Jude no deja de hablar de ti -se dirigió el muchacho a Diana dándole un par de besos y un abrazo que la rubia recibió con agrado. Sabía que Trent sería un gran apoyo aquí, como le había hecho saber a su novio.
-Yo también. Jude ya me ha contado todas las travesuras que hacéis aquí -le contestó ella intentando relajarse un poco, pues con el paso de los minutos se sentía más nerviosa.
-A las que te pido encarecidamente que te unas si lo deseas. Aunque Jude dice que eres muy responsable.
-Bueno, tengo aún Jude no me conoce del todo. Tengo que tener algo de misterio o se me aburre -le guiñó Diana a su novio uno de sus ojos, sonriéndole él con bastante amplitud, algo más aliviado de ver que ya no se encontraba tan nerviosa.
-En la vida me voy a aburrir contigo -fue la respuesta de Jude, quien tenía que hacer verdaderos ejercicios de contención por no abrazarla para poder tranquilizarla.
Conoció Diana al resto de componentes de la selección, esperando ese momento en el que tuviera que hablar con los dirigentes de la Federación y poder expresarles su malestar por estar aquí. Ese momento llegó pronto cuando el seleccionador inglés, Gareth Southgate, se dirigió a ella para saludarla.
-Diana, bienvenida a la selección, es un placer tenerte aquí -fueron las palabras que él le dedicó intentando la mencionada ser amable cuando en realidad estaba muy enfadada.
-Gracias, pero precisamente de eso quería hablar, ¿a quién tengo que preguntarle porque me han convocado sin preguntarme si yo quería que lo hicieran?
La pregunta de Diana fue alta y clara, para que no solo el seleccionador fuera consciente de su enfado, también el resto de los jugadores que se encontraban alrededor suya.
-Bueno, eso ya lo hablaremos más tarde, ahora acomódate y conoce al resto de tus compañeros -le pidió él en un tono bastante condescendiente que la molestó más todavía.
-Con todos mis respetos, míster -le habló Harry Kane, el capitán de la selección- creo que deberíamos hablar antes. Diana se merece una explicación de porque han hecho caso omiso a sus peticiones, ¿o dejamos que la prensa le siga preguntando?
Las palabras del capitán causaron en el seleccionador el efecto que buscaba. El míster les hizo una señal tanto a él como a Diana para que lo siguieran a su despacho, tomando Jude la iniciativa de acompañarlos también, pues, aunque deseaba tener a su novia en la selección, también quería ser ella la que decidiera.
Fue entrar en el despacho, y varios miembros del cuerpo técnico hicieron lo mismo, intentando tener Diana toda la calma que podía.
-Entiendo que estés enfadada, Diana -empezó a decirle tanto al seleccionador como al resto del equipo.
-No, no lo entiende porque si fuera así, no estaría hoy aquí. Les pedí tiempo para pensarlo, unas semanas y no han pasado ni dos cuando me habéis convocado, sin darme opción a negarme -le rebatió ella intentando no alzar su tono de voz, buscando a Jude con la mirada quien le pedía calma con sus ojos.
-Ella debería ser libre para elegir si quiere jugar con nosotros o con España. No deberíais haberla obligado a venir -las palabras de Kane resultaron demoledoras para el seleccionador quien no parecía dar su brazo a torcer.
-¿Y no puedes simplemente estar en ésta convocatoria y comprobar de primera mano si nos prefieres a nosotros en vez de a los españoles? -siguió insistiendo el míster para desesperación de Diana.
-Le estará enviando una señal equivocada a España -añadió Jude saliendo en defensa de su novia- ella es la que debería elegir, no nosotros.
-Pues lo siento, pero, estás convocada y quiero que te quedes aquí -respondió Gareth con una arrogancia innata en él.
-Muy bien -contestó Kane agarrando la mano de Diana, pues veía que la chica estaba bastante alterada- si dentro de un rato la prensa empieza a hablar de que ella está aquí obligada y que no la tenemos aquí en contra de su voluntad... en vez de pedir Gibraltar, español, la van a pedir a ella. No tenéis ni puta idea de la que se va a liar cuando se sepa la verdad de la convocatoria de Diana. Ni puta idea.
Agarró Kane la mano de Diana y la sacó del despacho sin darle opción a réplica. Jude hizo lo mismo, dirigiéndose ambos hacia el comedor, donde los esperaban el resto de compañeros. No tardó la rubia en buscar los brazos de su novio, derrumbándose por la impotencia que sentía a causa de la impotencia cometida con ella.
-Ei, empollona, ¿recuerdas lo que te dije? -le preguntó Jude apartándola de sus brazos y queriendo que él la mirara.
-Me dices tantas cosas a lo largo del día... -le contestó Diana intentando sonreírle a su novio sin mucho éxito.
-Cariño, lo de Bale, recuerda lo de Bale.
MÁS TARDE
Gareth y el resto del equipo técnico inglés se frotaban las manos, regocijándose con la jugada que habían realizado. Convocar a Diana había sido un plan muy elaborado cuyo fin era robarle a España una de sus jugadoras más prometedoras, y al no poder negarse la chica, se aseguraban su continuidad en la selección, pues, una vez debutara con la absoluta, no podría volver a hacerlo con España.
El primer entrenamiento prometía. Mucha prensa expectante por ver a Diana con el resto de los ingleses.
No se hizo mucho de rogar cuando salió a calentar con sus compañeros. Llevaba la indumentaria oficial de la selección, y aunque admitía que le sentaba muy bien, no era lo que ella quería.
-Me alegro de que por lo menos te hayas hecho una foto conmigo con la equipación, así podremos decirles a nuestros hijos que mamá y papá entrenaron juntos una vez -le dijo Jude a su novia guiñándole uno de sus ojos, ante la cara sorprendida que ella le mostró.
-Puto, Bellingham, no tengo edad para entrar en una discoteca en Estados Unidos pero tú quieres hacerme un hijo -le regañó ella escondiendo lo que decía tras su bufanda.
-¿Sólo uno?
Acabó Diana por darle un pequeño puñetazo al chico, que él respondió cogiéndola en brazos. Se colocaron junto a los demás para comenzar el entrenamiento, compartiendo Diana una cómplice mirada con Trent.
Al principio se limitaron a hacer algunas carreras y a realizar estiramientos, y cuando llegó la hora de tocar balón, Diana lo hizo con muchas ganas.
La jugada no era difícil. Solo tenía la rubia que coger el balón y pasarlo a su compañero de al lado intentando que no se la quitaran. Pero, ese intento, desembocó en Trent, quien, sin balón de por medio, arroyó a Diana, tirándose ella al suelo, rota de dolor.
Se interesaron varios compañeros por el estado de la chica, quien chillaba y se lamentaba de su mala suerte, llevándose la mano al muslo.
El equipo médico la examino e intentaron que caminara, haciéndolo ella con mucha dificultad. Tras la primera valoración, dictaminaron que Diana tenía una lesión muscular y un hematoma subdural.
Para la rubia se había acabado la concentración con la selección.
Debía volver a España inmediatamente.
Esperaba Diana en una de las camillas que le dieran la valoración, cuando Jude entró en la pequeña sala. Por suerte, no había nadie y pudo el jugador británico abrazar a su novia sin que nadie los molestara.
-Dime que estás bien porque Trent está que le va a dar un ataque pensando que te ha hecho daño -le preguntó Jude agarrando sus mejillas.
-Estoy bien. Solo me ha hecho un hematoma a causa del golpe y nada más. Lo demás, ha sido exagerado.
-Ojalá hubieras estado aquí de otra manera.
-¿Estás enfadado? -le preguntó ella buscando en su mirada algún signo de lo que ella le decía.
-No, no lo estoy, Diana, pero, después de esto, y si yo fuera tú, no elegiría jugar con nosotros nunca más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro