JAKE.

Tres meses después...

—¿Recuerdas dónde empezó todo, eh? ¿La primera vez que te tuve?—Heeseung me arrinconó contra la pared de la ducha, con sus manos recorriendo mi pecho.

Normalmente pasábamos el tiempo a solas en su casa, ya que sus padres nunca estaban cerca, pero los míos habían vuelto a Australia de visita y pensaba aprovechar al máximo nuestra noche juntos. Nos reuniríamos con ellos mañana para la última parte de su viaje, pero por esta noche estábamos solos.

—Mmm. La primera vez que me tuviste fue técnicamente en mi cama—mis palabras terminaron en un gemido, mientras él se agachaba entre nosotros para rodear nuestras pollas juntas, pasando sus dientes por mi mandíbula mientras el agua llovía sobre su espalda.

—Detalles—jadeó, moviendo su mano más rápido—. Joder, te  sientes tan bien contra mi.

Mis pelotas se tensaron mientras me acercaba en espiral al borde, y mi cabeza cayó hacia delante hasta su hombro, donde le hundí los dientes. De repente, Heeseung se detuvo y se giró en mis brazos, empujando hacia atrás para que mi miembro se rozara contra su culo, haciéndome reprimir un gemido.

—Te deseo—girando la cabeza, me pellizcó la mandíbula, y yo me apreté contra él cuando extendió su brazo por detrás para acercarme—. Quiero que me jodas—dijo, su voz era grave y decidida.

Mi boca se abrió y se cerró varias veces. Habíamos experimentado con los dedos, de los que, sí, se había convertido en un gran fan, especialmente cuando le chupaba la polla al mismo tiempo, pero en cuanto a todo lo demás, sólo había dicho que quería llegar a ello. Nunca había forzado la situación.
—¿De verdad? ¿Estás seguro?

—Sí—dudó—. A menos que... ¿tienes alguna preferencia?

Dejé caer mi cabeza sobre su hombro y besé su piel húmeda.—La verdad es que no. Antes de...

En un instante, su vacilación desapareció y gruñó, dándose la vuelta y empujándome de nuevo contra la pared.

—No hay un antes. Sólo yo.

—Maldita sea. Eres tan sexy cuando te pones posesivo—agarrandolo, lo atraje hacia mí, besándolo con fuerza. Nuestros dientes chocaron, las lenguas se batieron, el agua llovió sobre ambos mientras rebotábamos contra la pared de la habitación húmeda.

—Realmente lo quiero—Heeseung apartó la boca, jadeando las palabras, y sus ojos se oscurecieron hasta volverse negros mientras me miraba fijamente.

Asentí, antes de volver a besarlo una vez más.—Está bien. Lo haremos.

(...)

HEESEUNG.

Recostado en la cama, contemplé cómo mi novio bajaba su cabeza entre mis muslos y sus dedos cubiertos de lubricante se deslizaban hasta mi entrada. Se detuvo un momento, con su boca tan cerca que pude sentir su aliento en la cabeza de miembro y me miró por debajo de sus pestañas.

—Si en algún momento quieres que pare, dímelo, ¿vale?

—No quiero que te detengas. Si no tienes tu boca en mi  en el próximo...

Mi chico de oro me dedicó la sonrisa más hermosa que jamás había visto, y entonces envolvió mi miembro en su caliente boca, haciéndome jadear.

—Joder, sí...—mis caderas se agitaron mientras echaba la cabeza hacia atrás, aferrándome a su cabello.

Introduciendo cuidadosamente sus dedos dentro de mí, de uno en uno, Jake me lamió y chupó mi ereccion, alternando el ritmo y la presión hasta que me empujé dentro de su boca, desesperado por liberarme. La presión de sus dedos dentro de mí era tan jodidamente buena, pero necesitaba más.

— Te necesito—gemí, tirando de su pelo.

Jake levantó la cabeza y se lamió los labios hinchados, con los ojos pesados al encontrarse con mi mirada. Entonces se levantó sobre mi cuerpo, retiró lentamente sus dedos y bajó la cabeza para pasar su lengua por el piercing de mis labios.—¿Puedo tenerte así? Quiero ver tu cara.

—Como sea que quieras. Te necesito ahora—mi voz estaba llena de lujuria, la fricción de su cuerpo contra el mío me estaba volviendo loco. Lo había deseado así durante tanto tiempo que me mataría tener que esperar más.

Subiendo a sus rodillas, Jake pasó sus manos por mis muslos, antes de colocarme de manera que mis rodillas estuvieran dobladas con las piernas levantadas.—Si pudieras verte ahora mismo...—enrolló un condón sobre su miembro, cubriéndolo generosamente con lubricante, antes de deslizarlo por mi agujero—. Voy a ir despacio. Relájate, ¿vale

Entonces, la cabeza de su ereccion estaba en mi entrada, y mi aliento se quedó atrapado en mi garganta cuando empezó a moverse. Había una presión mientras empujaba dentro en incrementos lentos, sus músculos se tensaban mientras se contenía para no empujar hasta el final.

—Respira—me indicó en voz baja—. Eres increíble. Te amo.

Respiré, intentando relajarme, pero joder, era tan grande. Sus dedos no me habían preparado para el estiramiento y el ardor cuando se introdujo en mi interior.

—Respira—repitió, manteniendo sus ojos en los míos—. ¿Estás bien?

—Es... no-no te detengas...

—Te sientes tan bien—agarró mi miembro palmeando la longitud hasta que estaba completamente dura y palpitante bajo su mano
—Hee, Tú... tú...

—Sin palabras, ¿eh?—Intenté sonreír, pero joder, estaba tan perdido en él. La mirada en sus ojos, la sensación de plenitud mientras se hundía hasta las pelotas en mí, su mano en mi cadera—. Te amo—levanté la mano y atraje su cabeza hacia la mía, besándolo, mordiéndolo, tocándolo, y él respondió mientras la parte inferior de su cuerpo permanecía quieta, permitiéndome acostumbrarme a la sensación de su interior.

—No te contengas—jadeé, arrancando mi boca de la suya—. Fóllame. Con fuerza—me agarré a el y lo acerqué para que no hubiera espacio entre nosotros—. Quiero sentirte tan jodidamente profundo que no pueda sentarme mañana.

Sentí que se estremecía mientras levantaba su cuerpo.—Puedo hacerlo—tragó grueso, y luego empujó sus caderas hacia adelante. Y otra vez. Y otra vez.

—Más...—fue todo lo que logré decir, mientras me clavaba en el lugar justo. La sensación era casi insoportablemente buena.

Jake gimió, mirándome con las pupilas completamente dilatadas, mientras nos empujaba a los dos cada vez más cerca del límite. Me apreté a su alrededor, y él palpitó dentro de mí, su respiración se volvió inestable mientras se agitaba contra mi cuerpo. Su mano se sacudió sobre mi miembro, y yo moví mi mano para unirla a la suya, hasta que ese liquido balnco y vizcoso aparecio sobre nuestros estómagos mientras él se desplomaba sobre mí.

Pasando los dedos por su cabello, todavía jodidamente tembloroso y sin aliento, conseguí por fin regular mi respiración. Jake se acercó más a mí, enterrando su cara en mi hombro.—Eso fue increíble...

Levanté su cabeza para que nuestros labios se encontraran.

No hacían falta más palabras.

(...)

Las luces del aeropuerto brillaban bajo nosotros mientras el avión daba vueltas, bajando en el cielo a medida que nos acercábamos a nuestro destino. Jake me agarro de la mano y los dos estiramos el cuello para contemplar la vista a través de la pequeña ventanilla del avión.

—Una vez que nos pongamos en marcha, sólo deberíamos tardar una hora más o menos en llegar a casa de mi tía—repitió la información que ya me había dicho al menos seis veces, pero la emoción en su voz era contagiosa y no pude evitar sonreír.

Sólo tuve que girar ligeramente la cabeza para alinear mi boca con su oreja.—¿Te he dicho alguna vez lo mucho que te amo?

Se estremeció cuando tiré del lóbulo de su oreja entre mis dientes, antes de soltarlo.—Sí, pero no me importa que me lo digas otra vez—nuestros ojos se encontraron, y su humor se apagó—. Yo también te amo. Mucho—llevando su mano libre a mi cara, me pasó el pulgar por la boca, rozando mi piercing, antes de inclinarse hacia delante y besarme suavemente.

Cuando el avión bajó por la pista y se detuvo, Jake se volvió y me sonrió, con los ojos brillantes.—Bienvenido a Australia amor. Estoy deseando enseñarte todo.

Fin.

Por fin llegamos al último capítulo de la adaptación, espero les haya gustado y la hayan disfrutado<3
Lxs invito a pasar por mi perfil, puede que haya otra historia de su agrado!