Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

two. welcome to silver falls

OO2 | WELCOME TO SILVER FALLS

Durante la noche, Katherine había conducido hasta la casa de Sydney para dejar a Audrey en el lugar. Le había ofrecido desde un principio quedarse a dormir en su casa, pero la chica había rechazado la oferta amablemente debido a que no se sentía del todo cómoda aún.

Por esta misma razón, el par de amigas se desveló toda la noche ya que la rubia quería saber todos los detalles de su reencuentro con la familia Walter. Audrey le contó hasta la más mínima interacción que había tenido con los chicos; desde como conoció a Jackie, su opinión de la chica, la parrillada y hasta su reencuentro con Cole. Claramente no le iba a mencionar la pequeña conversación que había tenido con Alex. Ni siquiera ella sabía que significaba, o si siquiera significaba algo.

Durante la mañana, las chicas a penas y lograron ponerse de pie. De no ser porqué era lunes y que tenían clases, probablemente hubieran seguido durmiendo. Audrey prácticamente obligó a Sydney a que se despertara y a que las llevara a ambas hasta el instituto, ya que quería presentarle a Jackie. Por lo poco que habían hablando, le había pareció una chica realmente agradable, aunque algo distinta al tipo de chicas con las que ella solía hablar. Sin embargo, no iba a dejar que eso afectara una futura amistad con ella. Sabia su historia, así que de verdad quería hacerla sentir lo mas cómoda posible.

El camino al instituto fue bastante tranquilo, Sydney no suele hablar mucho cuando está conduciendo ya que a penas y tiene su licencia hace un par de semanas, por lo que aún se coloca bastante nerviosa. Después de unos minutos, el par de amigas finalmente había llegado al lugar, haciendo que Audrey sonriera.

Desde que era pequeña, había amado el colegio, por la simple razón de que estar ahí significaba estar lejos de su hogar. Sin contar que le hacía sentir bien la atención que le brindaban todos sus compañeros. Le gustaba sentirse aceptada.

Cuando la castaña visualizo a Jackie teniendo una conversación con algunos de los hermanos Walter, no dudo en acercarse, siendo seguida rapidamente por su mejor amiga.

—¡Jackie! —exclamó Audrey, moviendo su mano de un lado a otro para llamar su atención.

—Hola, Audrey —saludó de igual forma. Era buena con los nombres, así que no había tenido dificultades al acordarse del suyo.

—Te quería presentar a mi mejor amiga, Sydney —dijo, dándole una rápida mirada a la chica junto a ella—. Sydney, esta es Jackie. Jackie esta es Sydney.

—Es un gusto conocerte —habló la morena.

—Igual —continuó la rubia, sonriéndole levemente—. Audrey no dejó de hablar de ti toda la noche.

Jackie sonrió con algo de timidez, para después mirar su reloj con una mueca de preocupación. No quería llegar tarde durante su primer día de clases.

—Teníamos la intención de acompañarte a clases, pero parece que estas bien acompañada —murmuró Danny, haciendo que Nathan soltara una carcajada.

—Pueden venir con nosotras si quieren —Audrey se apresuró a decir.

—¡Cole! —exclamó una voz a lo lejos. Las chicas presentes rodaron los ojos al escuchar su nombre. Aunque la chica Chadwick se había alegrado al no haber notado la presencia del chico. Era un avance.

Erin se acercó rápidamente al grupo, con una sonrisa impregnada en sus labios. Una vez que estuvo frente al rubio, se apresuró a unir sus labios en un desesperado beso. Sydney hizo una mueca de arcadas al verlos, haciendo que los demás sonrieran con gracia.

—Buena suerte en tu primera día de clases, New York —habló Cole mientras se alejaba, causando que Erin se diera la vuelta para examinar a la chica. No parecía ser el tipo del rubio, ¿así que por que le estaba hablando?

—¿Es su novia? —preguntó Jackie después de unos segundos, siguiendo al cuarteto, quienes ya habían comenzado a caminar hacia la entrada del instituto.

—No, a Cole no se le da bien lo de tener novias —dijo Audrey con ironía.

—Hay chicas con las que se enreda, pero siempre vuelve con Erin —explicó Danny. Sydney se apresuró a negar con su cabeza.

—Básicamente es un mujeriego que no se puede conformar con una sola chica —habló con brusquedad. Sin duda era un código de chicas odiar al ex de tu amiga más que ella misma.

—Asqueroso —musito Jackie por lo bajo, haciendo que las chicas sonrieran levemente.

Después de unos minutos de explicarle ciertas cosas a la morena, finalmente habían llegado al salón de clases, logrando darse cuenta de que el trio de chicas compartía salón.

—¿Nos sentamos juntas?

—Claro...

—¡Me pido el asiento con vista a la ventana! —se apresuró a exclamar Olivia, corriendo hacia el primer lugar que vio libre. Audrey rápidamente las siguió.

—Te odio —bromeó, a ella también le encantaba ese lugar.

La castaña se dio la vuelta, notando que justo detrás de ellas se encontraba Alex leyendo algún libro, por lo que Audrey deicidio tomar asiento junto a él.

—¿Te molesta si me siento contigo? —murmuró, haciendo que el chico levantara la vista de su libro para prestarle atención.

—No, adelante —respondió con rapidez.

—Veo que estas en buenas manos —habló Danny con una sonrisa—. Así que nos iremos, las clases ya están por empezar.

—Buena suerte en tu primer día, Jackie —exclamó Nathan mientras él y su hermano se alejaban—. Y suerte con esas dos, son todo un caos.

—Fingiré que eso no me ofende —ironizó la rubia, haciendo que Jackie se sentara a su lado. Tenía planeado sentarse con su mejor amiga, pero no le haría mal conversar con alguien nuevo.

Cuando Audrey se acomodó en su puesto, Alex cogió un rotulador, lo encajó entre las hojas y cerró el libro de golpe.

—No lo dejes por mí —pidió.

—Ya lo he leído un montón de veces —se limitó a responder.

—¿Qué libro es?

—La comunidad del anillo —respondió, sonriendo levemente cuando notó el interés de la chica, aunque esta parecía realmente confundía—. ¿Tolkien? ¿No lo conoces?

—No... —murmuró, soltando una carcajada.

—¿No has odio hablar del señor de los anillos?

—¿Cómo la película? —preguntó con inocencia. Sydney, quien se encontraba atenta a la conversación, soltó una gran carcajada, sin embargo, no dijo nada y continuó hablando con Jackie.

Alex suspiró y estampó su cabeza contra la mesa como si no pudiera creer lo que oía.

—¿Por qué no me sorprende que no sepas nada sobre literatura fantástica?

—¿De qué hablas? A mí me encanta la literatura fantástica.

—Dime un libro que te hayas leído.

—Crepúsculo —respondió, sintiéndose completamente segura de su respuesta.

Cuando Alex comenzó a reírse entendió que probablemente se había equivocado.

—¿Qué? —cuestionó con una sonrisa—. No me digas que no has visto crepúsculo.

—He leído el libro, y por eso te puedo asegurar que no es literatura fantástica.

—Si pensar eso te dejar dormir tranquilo —ironizó.

Antes de que Alex pudiera decir algo al respecto, una voz masculina resonó por todo el lugar.

—De acuerdo, todo el mundo cálmese y tomen asiento —exclamó el profesor, colocándose en medio de la clase—. Al parecer tenemos una estudiante nueva en clases. Jackie, ¿podrías colocarte de pie y contarnos algo de ti misma?

Rápidamente todos los estudiantes desviaron su mirada hacia la chica que sería su compañera de clases por lo que restaba del año. Jackie dejó escapar un suspiro nervioso cuando se dio cuenta de toda la atención que estaba recibiendo.

—Hola, soy Jackie Howard y me acabo de mudar de New York —se apresuró a decir.

—¿Y qué te trajo de la Gran Manzana a Silver Falls? —preguntó el hombre, haciendo que Jackie se colocara completamente palida.

—Yo... —murmuró con algo de dificultad.

—Necesitaba un cambio de escenario —Audrey respondió por ella cuando notó lo nerviosa que se había colocado—. Todos necesitan respirar aire fresco del campo.

—Gracias, Jackie —murmuró el profesor con una sonrisa—. Quiero que todos la hagan sentir bienvenida, ¿de acuerdo?

Automáticamente luego de aquellas palabras, el profesor Piper dio comienzo a su explicación, haciendo que todos los estudiantes dirigieran su mirada al frente, algunos con mas interés que otros.

En ese momento, Audrey pudo sentir una mirada en ella, cuando se dio la vuelta para buscar quien la observaba con tanta intensidad, logró ver a Paige, quien estaba sentada en la otra esquina del salón, asesinándola con la mirada.

Audrey no lo dejo pasar, así que solamente la miro de arriba abajo con una mueca de disgusto, para luego acercarse aún más a Alex con una sonrisa juguetona en su rostro.

Si quería jugar más le vale prepararse porque Audrey no se deja ganar por nadie.































🪵🍂👢
































El resto de la mañana paso volando, hasta que finalmente había llegado la hora del almuerzo.

Audrey, Sydney y Jackie se dirigieron rápidamente hacia el comedor para luego formarse en la fila y así poder retirar lo que iban a comer.

—Audrey, ¿quieres tomar mi lugar? —un chico de primer año habló, llamando la atención del trio de chicas.

—Estoy bien aquí, gracias —respondió con una sonrisa. Jackie la miró con una mueca, le resultaba gracioso el hecho de que Audrey encajaba a la perfección en la típica chica popular de las películas, aunque a diferencia de ellas, la castaña si era amable.

—Hubieras dicho que sí, me muero de hambre —se quejó Sydney. Audrey solo negó con una sonrisa.

—¿Este lugar siempre esta así de lleno? —cuestionó Jackie, mirando con una mueca la larga fila que les esperaba.

—Lamentablemente —respondió la castaña.

—Y nos hubiéramos ahorrado esta horrible fila si tan solo Audrey aceptaba la propuesta de ese chico.

—Syd...

—Hola —la voz de Cole Walter hizo eco por detrás de las chicas, haciendo que estas se dieran la vuelta—. ¿Qué hacen?

—Haciendo fila para agarrar nuestro almuerzo, ¿qué te parece que hacemos? —respondió Audrey con ironía, logrando que el chico la mirara con las cejas alzadas.

—Siempre tan amable —dijo de igual forma, ganándose una sonrisa forzada por parte de la chica.

—Y tú siempre tan encantador —atacó. El rubio solo rodó los ojos para luego colocar su mano en la espalda baja de Jackie.

—Te ayudare un poco, New York —Cole murmuró, caminando hacia el frente de la fila y llevándose a la morena consigo.

—Y ahí va otra de sus presas —Sydney soltó un suspiro, mirando a la pareja alejarse cada vez mas.

—Jackie no se ve como el tipo de chica que cae bajo los encantos de Cole Walter.

—Tienes razón, no lo parece.

Luego de un par de minutos, las chicas finalmente habían llegado al frente de la fila y habían comenzado a servirse lo que iban a comer en sus bandejas. Cuando terminaron, se dirigieron rápidamente hacia la mesa que estaba guardada especialmente para ellas y las chicas "populares". Algo aniñado si me permiten decirlo, pero siempre había sido asi.

—Hola chicas —Amelia, una chica pelirroja de ojos verdes, saludo al par de amigas al notar que se acercaban a la mesa.

—Hola, Amelia —Audrey y Olivia saludaron al unísono, causando una sonrisa en las demás.

La mesa estaba completamente ocupada por las chicas que eran consideradas las más lindas del instituto, y entre ellas se encontraban las porristas, algunas chicas del club de teatro, y por supuesto, Audrey y Olivia. Y no, no eran como el típico grupo de amigas falsas que solo están juntas para aumentar su estatus social en el instituto, de verdad eran buenas amigas y se respetaban y querían antes de todo.

—No había querido mencionarlo —Sophia habló, carraspeando su garganta. Audrey rogo mentalmente para que ninguna tocara el tema de Jackie y Cole—. Pero se me hizo imposible no notar la forma en la que Paige te miraba solamente porque te sentaste con Alex en anatomía.

—¿Te sentaste con Alex? —una de las chicas preguntó con una sonrisa.

—Si, ¿por que?

—Por nada, solamente es inesperado —respondió, compartiendo miradas con algunas de las chicas. Alex les agradaba, era un chico tierno y estaba claro que tenia sentimientos por la castaña, aunque claro, esta no se daba cuenta.

—Volviendo al tema de Paige —Sydney exclamó, desviando el tema—. Esta loca.

—Sí, quiero decir, primero se mete con tu novio y ¿tiene el descaro de molestarse porque tu y Alex son amigos? —cuestionó Amelia, no dándose cuenta de lo que había dicho.

La mesa se quedó en silencio por unos segundos, no sabiendo si la mención de aquel recuerdo iba a molestar a Audrey. Aunque cuando la escucharon reírse, pudieron soltar el aire que habían retenido. Les hacia feliz saber que la castaña había superado el tema.

—¿Cierto? —ironizó con una sonrisa—. Es ridícula.

—Creo que aún le gusta Alex —Sophia murmuró, tomando un sorbo de su jugo.

—Puede ser.

—Siento que solo se metió con Cole porque quería atención.

—Es lo más probable —Sydney estuvo de acuerdo—. Me da igual, eso no hará que me agrade.

—Tampoco a mí —las demás chicas dijeron al unisono.

Y así fue como durante todo lo que quedaba del almuerzo las chicas hablaron sobre diversos temas, riendo y pasando un buen rato entre ellas. Sin duda se habían echado de menos.































🪵🍂👢
































Durante la tarde, Audrey se había dirigido hacía su casa con emoción, su madre le había dicho que iban a pasar tiempo juntas, así que le hacía ilusión tener algo de tiempo de calidad con ella ya que casi nunca lo hacían desde que sus padres se habían divorciado.

Una vez que llego a su casa, la castaña se apresuró a abrir la puerta.

—¡Mamá, ya estoy en casa! —exclamó, esperando una respuesta. Cuando no la obtuvo, una mueca se formó en su rostro—. ¿Mamá?

Nada. Audrey sabía lo que eso significaba, no era la primera vez que le pasaba. Ya debería de estar acostumbrada, al fin y al cabo su madre siempre promete cosas que al final no cumple.

La castaña suspiró, decepcionada, para luego agarrar su teléfono y escribirle a su mejor amiga, esperando que esta le respondiera para poder pasar tiempo juntas.

Audrey
Estás ocupada?

Syd
Estoy ayudando a mi madre en la cafetería
Por que? Sucedió algo?

Audrey
No, solo quería verte
No te preocupes, ya nos veremos mañana en la escuela

Syd
Esta bien
Te quiero

Audrey
Yo más

Resignada, Audrey arrojó su celular a su cama. Había pensando en escribirle a las chicas, pero sabía que todas estarían ocupadas, siempre tienen algo que hacer después de clases, a diferencia de ella.

En ese momento, cierto chico pecoso apareció en su mente, haciendo que sonriera. No sabía bien la razón, pero desde que volvió a hablar con Alex no había dejado de pensar en él. Era raro. Pensó que debido al tiempo en el que no habían hablado, todo iba a ser incomodo entre ellos, pero resulto ser todo lo contrario, la conexión que siempre habían tenido seguía ahí.

Después de pensarlo por unos segundos, Audrey llamó a Katherine, preguntándole si podía quedarse a dormir en su casa. Claramente la mujer respondió que sí. Ni siquiera lo había dudado.

Audrey hizo una mueca al escuchar la emoción en la voz de la mujer. Katherine parecía quererla más que su propia madre y eso le afectaba, pero no iba a permitir que eso le arruinara el resto del día. Odiaba preocuparse tanto por los demás.

Decidida, la chica se colocó de pie, dirigiéndose a su armario para poder cambiarse ropa. Estaba demasiado arreglada como para ir al campo, y con el tiempo había aprendido que no se puede usar la mejor de las ropas en la granja porque siempre terminan sucias. Así que finalmente se decidió por unos vaqueros de jeans azules, junto a un top de color blanco y sus converse del mismo color, acompañado por el suéter que Alex le había prestado el día anterior. Aun tenía su olor.

Cuando la chica estuvo lista, no perdió su tiempo y agarró las llaves de su auto. Una vez que se subió al vehículo, se dirigió a la pastelería más cercana para comprar unos cuantos pasteles para la cena. Terminó comprando dieciséis pasteles. Después de todo los Walter eran una familia grande.

Al llegar a la granja de los Walter, Audrey se bajó a toda velocidad para después entrar en la casa y dirigirse hacia la cocina para poder guardar los pasteles.

—¿Qué es eso? —un curioso Benny pregunto, colgándose de la pierna de la joven.

—Es una sorpresa, pero si te portas bien te diré lo que es —murmuró, colocándose a su altura para poder removerle el cabello con una sonrisa.

—Esta bien —el pequeño asintió, con una gran sonrisa que le alumbraba el rostro—. No le diré a nadie.

—Gracias, Benny —dijo, dándole un suave toque en la nariz para después caminar nuevamente hacia afuera.

Al parecer los chicos no estaban, porque la casa estaba demasiado silenciosa. Sabia que los adultos deberían de estar trabajando, así que decidió no molestarlos a ellos.

Audrey se paseó por el patio por unos minutos, hasta que vio a Natilla, el caballo de Cole, caminando libremente por su finca. La chica no lo dudo y se acercó al animal.

—Ven aquí pequeño —murmuró, llenándose la mano con algo de comida para que el caballo se acercara a él.

Al animal le tomó un tiempo reconocerla, pero cuando lo hizo rápidamente le lamio la mano, haciendo que la chica sonriera en grande y comenzara a acariciarlo con su mano libre. Natilla a los pocos segundos comenzó a comer de lo que ella le estaba dando.

—Hey —Cole habló a lo lejos, acercándose a paso rápido hacia donde se encontraba la chica.

Audrey no respondió, ni siquiera se molestó en darse la vuelta para poder mirarlo. Cole, al notar esto, se planteó nuevamente si de verdad era una buena idea hablar con la chica.

—Siempre le has agradado —murmuró el rubio, notando como su caballo se inclinaba hacia la chica para que esta continuara dándole caricias—. Mamá dice que tienes un don con los animales.

—Lo sé, me lo ha dicho a mi también —Cole suspiró.

El chico sabía que la había cagado en grande con Audrey, pero de verdad no soportaba estar de esa forma con ella. Antes de ser pareja, solían ser mejores amigos, y aunque suene extraño, el rubio extrañaba su amistad.

—¿Ese es el suéter de Alex? —preguntó cuando le prestó atención a lo que la chica estaba usando.

—Si —respondió, dirigiéndole la mirada por primera vez. Cole asintió con una mueca. No era tonto, sabía que su hermano siente, o que alguna vez sintió algo más que amistad hacia su ex pareja. Era demasiado obvio.

—¿Quieres ir a dar un paseo? —cuestionó después de unos minutos de silencio.

—¿Contigo? —Cole asintió—. Ni loca.

—¿Por qué? Te vas a divertir.

—Simplemente no quiero —se limitó a responder—. No vine aquí a pasar tiempo contigo.

Cole se llevó la mano al pecho, fingiendo estar dolido. Audrey sonrió levemente.

—Déjame adivinar —dijo, carraspeando su garganta—. ¿Vienes a ver a Alex?

Antes de que la chica pudiera responder, el recién nombrado apareció en el lugar, aclarándose la garganta.

—¿Qué sucede?

—Erin está aquí —respondió, dándole una rápida mirada a Audrey.

—Esta bien, me tengo que ir —murmuró, acariciando por última vez a su caballo—. Nos vemos luego.

Lentamente, Cole comenzó a caminar lejos del lugar, dejando solos a la pareja. Alex no sabía muy bien que decir, tenía demasiadas preguntas en su cabeza como para formular una oración de forma correcta. Audrey pareció notar aquello, ya que dijo;

—¿Quieres ir a dar un paseo a caballo?

Alex inmediatamente la miró, sintiendo como una sonrisa se formaba en su rostro.

—Sabes que nunca te negaría algo asi.




































































































JES'S NOTE !

segundo capítulo seguido que publicó... estoy pero bomba 💪🏻 voy a aprovechar que estoy de vacaciones y que estoy obsesionada con alex para terminar este fic lo más rápido posible y actualizar regularmente 🫡 (SE QUE SIEMPRE DIGO LO MISMO PERO AHORA ES DE VERDAD OK)

no le digan nada a mi niña si llega a perdonar rápido a cole okei, ella es demasiado buena para este mundo.

PD: audrey date cuenta de que le gustas a alex, estas más ciega que yo 😭

GRACIAS POR LEERME <3 luv u.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro