thirteen. just you and i
O13 | JUST YOU AND I
Al día siguiente, Audrey se levantó llena de energía, al final todo había resultado bien, Jackie había decidido no irse a New York y quedarse a vivir con los Walter. Si bien estaba bastante feliz por su decisión, aquello no era lo único que la emocionaba; Alex la había invitado a una cabalgata, así que ahora se encontraba preparándose para esto.
Cuando estuvo lista, se dirigió rápidamente hacia los establos, en donde habían acordado reunirse. Cuando llego ahí, la chica logró ver a Alex acariciando a Athena, la yegua que llevarían con ellos.
—Hola —saludó con una sonrisa, acercándose a él.
—Hola —dijo de igual forma—. ¿Estas lista para tu sorpresa?
—Honestamente estoy algo asustada. La última vez que uno de ustedes me hizo una "sorpresa" —habló, haciendo comillas con sus dedos—. Termine empapada entera.
—En mi defensa, yo no sabía que te tirarían al río —Alex se justificó, riendo ante el recuerdo—. Y por si se te olvidaba, te cuide todo el día porque tenía miedo a que te enfermaras.
—Touche —canturreó, acariciando a Athena—. De todas formas, ¿no me quieres decir a dónde vamos?
—Si te digo perdería todo el sentido, por algo es una sorpresa.
—Soy impaciente.
—Entonces vámonos ya, así no tendrás que esperar tanto —recomendó, haciendo que Audrey asintiera con una sonrisa.
Alex tomó la mano de la chica con delicadeza, para luego darle impulso y así ella pudiera subirse al caballo con comodidad. Una vez que el pecoso se aseguró de que Audrey estaba bien, se subió justo detrás de ella, dejándola entre sus brazos para poder alcanzar las riendas.
—Si querías estar tan cerca de mí solo tenías que pedirlo —se burló Audrey. Alex se sonrojó casi de inmediato.
—No es eso... —se apresuró a responder. En parte amaba estar cerca de ella, pero no quería que pensara mal de él.
—Solo bromeo —carcajeo la castaña, para luego voltearse para poder observarlo—. ¿Vamos?
Alex asintió con un movimiento de cabeza, y después de unos segundos agito las riendas para que la yegua pudiera avanzar. Y así lo hizo. El chico guió a Athena a través de los prados mientras que el viento rizaba las hojas que estaban a su alrededor.
Cuando el prado desapareció, y unos árboles robustos aparecieron en el campo de visión de la pareja, Alex le dio un tirón seco a las riendas, procurando no dañar a la yegua, y luego se dejó caer al suelo. Después de atar a Athena al árbol más cercano, el chico ayudó a Audrey a bajar, para después comenzar a caminar hacia la colina.
—Esto te va a gustar —dijo, dándole una mirada por encima del hombro.
Solo tardaron cinco minutos en llegar al claro, y durante ese tiempo, Alex no dejó la mano de la chica, temiendo que fuera a tropezarse y hacerse daño. Audrey soltó un suspiro de sorpresa al ver lo que estaba frente a ella. El entorno parecía sacado de un cuento de hadas. En lo alto, el sol se encontraba perfectamente alineado entre dos árboles gigantes. Un haz de luz atravesaba estos mismos, y reflejan los rayos de luz hacia todos lados.
—Es nuestro propio Manhattanhenge —Alex murmuró, con algo de timidez—. No son dos edificios altos, pero bueno, es...
—Es hermoso —Audrey lo interrumpió, sintiendo como las esquinas de sus labios se elevaban en una sonrisa—. Recodaste lo que dije...
—Por supuesto que si —se apresuró a decir, desviando su mirada hacia ella—. Siempre te prestó atención, así que se me es imposible no recordar algo que digas.
—Eres increíble —habló, soltando una carcajada llena de felicidad. Alex sonrió con ternura.
—Es lo mínimo que mereces.
El sol poniente proyectaba un fulgor cálido en el paisaje. Ambos dirigieron su mirada hacia el suceso que estaba ocurriendo frente a ellos, contemplando como el sol se hundía en el horizonte, arrastrando consigo un arcoíris de colores.
Alex desvió su atención del atardecer, para poder observar a la chica que estaba a su lado. Se veía hermosa.
—¿Tienes frio? —preguntó una vez que notó como se acariciaba los brazos en un intento de entrar en calor.
—Un poco.
El chico no dijo nada, simplemente dio unos pasos hasta quedar a sus espaldas, colocando sus brazos alrededor de su cuello y apoyando su cabeza con delicadeza sobre la de la contraria. Para Audrey fue imposible no sonreír ante su acción. Para los demás eso podía parecer algo extremadamente estúpido, pero para ella no, no estaba acostumbrada a ese tipo de tratos, no estaba acostumbrada a que le dieran tanta atención y que se preocuparan tanto por ella y su bienestar. Pero Alex lo hacía, y eso era una de las cosas que más le gustaban de él. Era un detallista de primera.
—¿En qué piensas? —cuestionó Audrey, notando que el chico estaba algo distraído.
Cuando Alex miró hacia abajo, pudo notar que estaban demasiado cerca. Mucho más cerca de lo que deberían estar. Podía contar las pecas de su rostro si realmente quisiese. La distancia entre ellos eran tan poca que podía ver su reflejo en los ojos marrones de la chica. Audrey lamio sus labios con nerviosismo, en un intento de humedecer sus labios.
Ambos estaban luchando internamente por mantener su mirada en el otro.
—En ti —murmuró en respuesta, llevando una de sus manos hacia la mejilla de Audrey, acariciándola con suavidad.
—¿Ah, sí? —cuestionó con una sonrisa juguetona, inclinándose más en su toque—. Yo también estaba pensando en ti, que coincidencia.
De forma involuntaria, los adolescentes se acercaron aún más al otro sin perder el contacto visual. En ese momento se pudieron dar cuenta de que ambos querían lo mismo. Tal vez desde hace más tiempo del que ellos podían imaginar.
—¿Puedo? —Alex preguntó, su voz estaba llena de gentileza y anticipación. La chica rodó los ojos con diversión.
—Dios, solo cállate y bésame —exclamó, riendo por lo bajo.
Al ver que Alex dudaba, Audrey se inclinó suavemente hacia adelante, para luego presionar sus labios contra los pecoso, uniéndolos en un beso. El chico respondió casi de inmediato cuando la castaña llevo sus manos hacia su cabello, enredando sus dedos en este mismo y tirando de este de vez en cuando.
Alex no estaba muy seguro de donde colocar sus manos, y al parecer Audrey se dio cuenta de esto, ya que tomó sus manos entre las suyas para poder guiarlas hasta su cintura. Una vez ahí, el chico hizo presión para acercarla más a él, si es que eso era posible.
Ninguno quería separarse, pero eventualmente, la falta de oxígeno se convirtió en un problema, por lo que Audrey se separó para intentar recuperar el aliento perdido, sonriendo levemente cuando notó como Alex parecía perseguir sus labios en busca de otro beso.
Cuando finalmente se separaron, apoyaron su frente contra la del otro, escuchando lo agitadas que se encontraban sus respiraciones.
—¿Estoy soñando otra vez? —preguntó el pecoso, soltando un suspiro. Audrey lo observó con ambas cejas alzadas.
—Oh, ¿así que has estado soñando conmigo?
Cuando aquellas palabras salieron de los labios de la chica, Alex se dio cuenta de su error rápidamente.
El pobre chico no pudo evitar sonrojarse, por lo que la castaña sonrió con cariño cuando vio cómo su pálido rostro tomaba color.
—¿Podemos hacerlo de nuevo? —Alex preguntó en voz baja, recibiendo un asentimiento por parte de la contraria.
A diferencia de la primera vez, Alex fue el que tomó el control. Y para Audrey fue inevitable no soltar un jadeo cuando sintió como el chico apretaba su agarre en sus caderas, mostrando así lo desesperado que estaba. Parecía haber estado esperando esto hace mucho.
Si bien esta era la primera vez que sus labios se encontraban, ambos sabían que no sería la última.
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Después de haber estado apreciando el atardecer, Alex y Audrey finalmente se encontraban caminando en dirección a la casa de los Walter. Incluso caminando uno al lado del otro, la castaña podía sentir la mirada del contrario fija en ella.
—Sabes que mirar a alguien tan fijamente es algo raro, ¿verdad? —preguntó con una pequeña sonrisa. Estaba claro que aquello no le molestaba, pero le encantaba molestar al chico.
—No estoy arrepentido —respondió él, para luego tomar a la chica por la cintura y acercarla a él—. Es tu culpa por ser tan hermosa.
—No seas exagerado —Audrey bufo, mientras trataba de soltarse del agarre que el chico tenía en ella cuando sintió como su rostro se sonrojaba.
—No estoy exagerando, lo digo en serio.
Alex finalmente rompió el agarre que tenía en la chica y acercó sus manos hacia el rostro de Audrey para luego acariciarlo con delicadeza. De verdad que podría observar su rostro por horas.
Sin pensarlo por más tiempo, Alex se acercó a la chica para poder dejar un suave y cálido beso en sus labios.
—Eres hermosa y siempre me voy a encargar de hacerte saber eso —murmuro él una vez que sus labios se separaron.
Cuando entraron a la casa, el chico se encargó de besar a Audrey una vez más antes de que la chica lo empujara lejos de ella con una sonrisa juguetona. Mientras caminaban hacia la sala de estar, ambos jóvenes no pudieron evitar pegar un salto en su lugar al notar que Katherine, George, Parker y Benny, se encontraba mirándolos con una gran sonrisa en su rostro.
—No saben cuánto tiempo espere para poder ver esto —empezó Katherine.
—¡Dijiste que no querías compartir saliva con Alex! —Benny exclamó, ganándose una mirada confusa por parte de los demás, a excepción de Audrey, quien sabia exactamente a que se referia.
—Son asquerosos —Parker murmuró.
—Niños, vayan a su habitación —George les pidió con una sonrisa divertida.
—Con gusto —la rubia habló, llevándose al más pequeño con ella.
—¿Desde cuándo está pasando todo esto? —el hombre preguntó. No era ciego, así que veía las miradas que los adolescentes se daban cuando pensaban que nadie más estaba viendo, pero sin duda no había visto venir el hecho de que ya eran pareja.
—Desde hoy —Audrey murmuró. Katherine soltó una carcajada, lo que hizo que la pareja se sonrojara.
—Llámenme loca, pero yo sabia que ustedes dos iban a terminar juntos —exclamó, compartiendo una mirada cómplice con su esposo—. Pero omitamos contarle ese comentario a Cole.
—Odio ser yo quien les diga esto, pero cuídense cuando...
—¡Papá! —Alex lo detuvo, cubriéndole los oídos a la chica junto a él, quien sonrió con diversión.
—¿Qué? Tengo que cuidarlos.
—Aún no llegamos a eso —Audrey murmuro, avergonzada. George asintió.
—Desde hoy ya no podrán dormir juntos —dijo el hombre, haciendo que la pareja se mirara con una mueca.
—Duermen juntos desde que son pequeños —Katherine intervino.
—Cuando eran niños no se besaban en la boca —George continuo, defendiendo su punto de vista. Sin duda era un padre bastante protector.
—Eso es verdad —la castaña musito, llevándose la mirada de los presentes—. Mejor me callo.
—No creo que sea necesario llegar a ese extremo —la mujer continuó—. Confió en mis niños, así que estoy segura de que no harán nada estando tan jóvenes...
Alex y Audrey se miraron disimuladamente. Eso aún no lo sabían.
—Y cuando lo hagan sé que se van a cuidar —Katherine se apresuró a decir cuando notó aquella acción—. Díganme que se van a cudiar.
—Lo haremos, Katherine —la chica aseguró—. No tienen de que preocuparte.
—Bien...
—Vayan a dormir, mañana tienen clases —George habló, para luego apuntarlos con su dedo y decir—: En habitaciones separadas.
—Si, papá —murmuró Alex, con el rostro rojo de la vergüenza.
Después de decir aquello, la pareja subió las escaleras a toda velocidad, riendo levemente debido a lo ocurrido. Alex había llevado a la chica a la habitación de Jackie, ya que dormían juntas.
—Lamento eso...
—Solo estaban cuidándonos, no te preocupes —Audrey le restó importancia.
—Si tu lo dices —canturreó, acercándose a la castaña para dejar un rápido beso en su mejilla—. Buenas noches.
—Buenas noches.
Y sin decir nada más, Audrey abrió la puerta de la habitación. Una vez que hizo esto, logró encontrarse con que todos los Walter se encontraban ahí en compañía de Jackie, algunos estaban sentados en la cama y otros en el suelo.
—¡Diablos! —exclamó, llevándose una mano al pecho debido a la sorpresa—. ¿Qué hacen todos aquí?
—Parker nos contó lo que vio —empezó Nathan.
—Se supone que no podemos hacer eso —se quejó la chica, sabiendo que ahora todos se burlarían de ella.
—Lo siento, pero nuestro trato de no delatar a los demás no funciona en estos casos —se defendió la rubia, elevando sus hombros con algo de desinterés.
—¿Por que?
—Porque todos queremos que ustedes dos estén juntos —Danny continuó, haciendo que todos los demás asintieran.
—Y la verdad es que tardaron bastante —Lee habló.
—Eso no es verdad —se defendió la castaña.
—Si lo es —dijeron todos a la vez.
—Bueno, tal vez es verdad —suspiró, rendida.
—Queremos detalles —exclamó Jackie, acomodándose en su lugar y dando un par de palmadas junto a ella, indicándole a la chica que se sentara junto a su lado.
—¿Qué quieren saber? —Audrey preguntó, tomando asiento en el lugar que la morena le reservó.
—Todo —Jordan se apresuró a decir, apuntando a la chica con su cámara.
—¿Quién besa mejor? —Isaac cuestionó con una sonrisa llena de maldad. Su amiga lo observó con los ojos entrecerrados—. ¿Cole o Alex?
—¡Yo también quiero saber eso! —Benny exclamó.
—Benny, cariño, tu no deberías de estar escuchando esta conversación —murmuró la castaña, tomando al más pequeño entre sus brazos.
—Pero quiero escuchar —insistió.
—No voy a responder eso frente a Benny —Audrey negó. Isaac compartió una mirada con sus primos y su hermano, para luego dirigirse hacia ellos y taparle los oídos al menor.
—Ahora no escucha.
—¿Escuchas algo? —Danny le preguntó.
—No —contestó, aunque claramente estaba escuchando, porque de lo contrario no hubiera respondido a la pregunta. La chica negó con diversión.
—Alex besa mejor —dijo con honestidad. Cole también era muy bueno besando, pero nunca había sentido lo que sintió con Alex.
—¿En serio?
—¿No lo dices solo porque te gusta?
—No.
—¿Y quién es mejor en la...? —Isaac hizo el intento de preguntar nuevamente, aunque cuando Audrey notó su intención se apresuró a lanzarle una almohada que estaba cerca de ella, sintiendo como su rostro se sonrojaba.
—¡Callate!
—¡Solo estaba preguntando!
Ya, ya. Cálmense —Danny intervino—. Y tu Isaac, deja de hacer esas preguntas.
La chica se rió, sacándole la lengua en forma de burla. Su amigo solo rodó los ojos con diversión.
—Hablando de Cole, ¿dónde está? —Audrey preguntó cuando notó la ausencia de su característica cabellera rubia.
—Hablando con Alex.
—¿Cole está hablando con Alex? —cuestionó la chica con algo de confusión. Dudaba que algo bueno saliera de esa conversación.
—Si.
—Yo no diría que están hablando —Nathan murmuró—. Muy probablemente lo esta amenzando.
—Digo lo mismo —Lee apoyó a su primo.
Audrey soltó un suspiro. Sin duda su noche estaba lejos de terminar.
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Después de horas de interrogar a Audrey, los chicos Walter finalmente habían abandonado la habitación, pero no porque estuvieran cansados o algo así, si no porque ahora irían a molestar a Alex.
Audrey se arrojó de golpe en su cama, bajo la atenta mirada de Jackie.
—Si en algún momento llego a tener pareja, no se los voy a presentar —dijo con gracias.
—Hazte el favor y no lo hagas —murmuró. Luego de unos segundos se colocó de pie con rapidez, como si hubiera recordado algo.
—¿Qué sucede?
—¡Tengo que contarle esto a Sydney!
Y sin nada más, la chica marcó el número de su mejor amiga en su teléfono, esperando con impaciencia a que esta respondiera.
—¿Hola? —la voz de Sydney sonó desde la otra línea telefónica, mientras que su rostro aparecía en el celular de la castaña.
Audrey la puso en altavoz.
—Nunca vas a lograr adivinar lo que me paso —exclamó, sonriendo en grande.
—Déjame pensar —la rubia se llevó la mano a su barbilla—. ¿Te besaste con Alex?
—¿Qué? ¿Quién te dijo? —cuestionó rápidamente, con una mueca en su rostro—. ¿Fue Isaac? Lo voy a matar, arruinó mi sorpresa.
—Espera —Sydney la detuvo, tratando de analizar la situación—. ¿Te besaste con Alex?
—Si, pensé que ya lo sabias...
—¡No lo sabía, solo estaba haciendo una suposición!
—Oh, bueno, tu suposición es correcta —dijo con tranquilidad, sonriendo levemente ante al recuerdo—. Alex y yo nos besamos.
—¿Cuando?
—Hoy.
—¡No lo puedo creer! —se quejó, soltando un suspiro—. Me voy de viaje por dos días y ya me perdí de todo.
—Por eso te estoy llamando, no iba a poder esperar hasta la fogata para contarte todo.
—Necesito detalles —Sydney pidió.
Jackie quien estaba observando la situación, soltó una carcajada. Sydney se veía más feliz que toda la familia junta.
—¿Esa es Jackie? —la rubia preguntó cuando logró reconocer la voz de su amiga.
—Si, está conmigo —respondió Audrey, volteando su cámara para poder enseñar a la morena, quien movió su mano de un lado a otro en forma de saludo.
—Hola, Syd.
—Hola —dijo de igual forma la contraria, con una sonrisa—. Las extraño demasiado a ambas.
—Nosotras también —la castaña rió.
—Ya nos veremos mañana —Jackie murmuró.
—Lo sé, pero aun así quiero verlas —repitió—. ¡Me desvié de mi tema principal! Audrey, te escucho.
—¿Qué quieres saber?
—¿Dónde te beso?
—Me llevo a una colina a la que yo nunca antes había ido, se parecía al Manhattanhenge —explicó. Sus ojos brillaron al recordarlo—. El día de acción de gracias yo había dicho que quería ir, así que él lo recordó y me llevo ahí. Fue nuestro propio Manhattanhenge.
—Honestamente me sorprende que recuerde todo lo que dices —Sydney habló con algo de sorpresa. Jackie asintió.
—Es muy tierno —Audrey suspiró—. Nunca había sentido así con alguien.
—Estoy realmente feliz por ti —la rubia murmuró, sonriendo levemente al notar el estado de su amiga. Le encantaba verla sonreír nuevamente después de la desilusión amorosa que tuvo hace un par de meses.
—Yo también estoy feliz.
—Me alegra escuchar eso —dijo—. ¡Cuéntame todo!
Audrey rió, negando con diversión. Su amiga de verdad parecía estar viendo una de sus novelas románticas. Aunque no se negó a contarle los detalles, fue de lo más mínimo hasta lo más importante.
Para cuando Audrey terminó de explicarle a su amiga la situación, habían dado las dos de la mañana, por lo que el trio de amigas se apresuraron en irse a dormir en cuanto la llamada llegó a su fin.
Sin duda mañana no iban a despertar temprano. Pero ninguna se arrepentía de nada, estar juntas siempre las hacía sentir mejor.
JES'S NOTE !
AAAAAAAA POR FIN LLEGÓ EL MOMENTO! 😭 mis niños finalmente dejaron la timidez de lado y se dieron un besooo, soy una mamá orgullosa 🥹
AMENME PORQUE SIN MI ESTO NO HUBIERA PASADO
de verdad que no saben lo mucho que estaba esperando para publicar este capítulooo, esta llenó de interacciones de mi pareja de ciegos favs, así que espero que estén felices porque me daba risa ver como se desesperaban por un beso jdiwnskns
PD: aun no son pareja así que aguanten el drama que se viene 💪🏻
GRACIAS POR LEERME <3 luv u.
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