one. landing in the lives of the walters
OO1 | LANDING IN THE LIVES OF THE WALTERS
El reloj marcaba exactamente las nueve de la mañana y Audrey ya se encontraba despierta, hablando en video llamada con su mejor amiga, Sydney Kane. Ambas chicas se conocían de toda la vida, sus madres habían sido mejores amigas durante la preparatoria, así que prácticamente crecieron juntas.
—Aun no puedo creer que vayas a la casa de los Walter —habló la rubia desde la otra línea telefónica, soltando un suspiro.
—Solo iré porque Isaac me lo pidió, de lo contrario no iría —respondió, recostándose sobre su cama—. No me apetece ver a Cole, pero no podre ignorarlo para siempre.
—Te juro que cada vez que lo veo me dan ganas de golpearle ese estúpido rostro que tiene —espetó, haciendo reír a su amiga—. ¡Hablo en serio! Ese idiota nunca te merecio.
—Ya me da igual, no me amargare para siempre por lo que me hizo —Audrey murmuró con una mueca. De verdad que odiaba a ese chico—. Además, extraño a los Walter.
—Ya...
—Deberías ir conmigo. A Isaac le gustara verte.
—A todo esto, ¿por qué quiere que vayas?
—Al parecer la hija de la mejor amiga de Katherine se ira a vivir con ellos —explicó con algo de desinterés—. Y porque soy su mejor amiga.
—Traidora —bromeó Sydney—. Me gustaría ir, pero tengo que ayudar a mamá en su trabajo.
Audrey rió ante aquello, para luego hacer una mueca al ver la hora.
—Te tengo que dejar —avisó—. Isaac me dijo que fuera puntual.
—Sabes que eso es imposible para ti.
—No, no lo es —se apresuró a negar con una sonrisa—. De hecho, ya voy tarde, me distraje contigo.
—Y ahora me hechas la culpa —Sydney ironizó, rodando los ojos con diversión—. Ya vete.
—Te quiero —Audrey exclamó, haciendo sonreír a la contraria.
—Te quiero más —dijo de igual forma, para luego darle fin a la llamada.
Luego de despedirse de su amiga, Audrey arrojo su celular a la cama y se colocó de pie con rapidez. Aun no estaba vestida y ni siquiera había desayunado. Odiaba darle la razón a Sydney, pero iba a llegar tarde.
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Después de arreglarse lo más rápido que pudo, Audrey fue en busca de su madre para que la fuera a dejar a casa de la familia Walter.
Una vez en el auto, la menor se colocó los audífonos al notar que su madre se encontraba hablando de trabajo con uno de sus empleados. A medida que se alejaban de la ciudad y se internaban cada vez más en el campo, Audrey comenzó a tranquilizarse. Las llanuras que la rodeaban se extendían a lo largo de kilómetros y kilómetros. Era hermoso, y aquel lugar siempre la hacía olvidarse de sus problemas.
Por fin, después de un largo recorrido, el vehículo se desvió por un camino de grava. En lo alto de la colina se llegaba a apreciar una casa. Audrey sonrió al reconocerla.
—Llegamos —habló Valentina, la madre de Audrey.
Rápidamente, la chica desvió su vista hacia su reloj, logrando notar que había llegado justo a tiempo. Sin duda le presumiría eso a Olivia más tarde.
—Gracias por traerme, mamá —murmuró con una sonrisa, inclinándose levemente para dejar un rápido beso en la mejilla de su progenitora.
—No me esperes en la noche, tengo trabajo hasta tarde —avisó. La sonrisa de Audrey decayó al escucharla, aunque decidió no tomarle mucho peso. Después de todo era su trabajo.
—Esta bien —respondió con une mueca, para luego bajarse del vehículo—. Te quiero.
Luego de solo recibir una sonrisa de su parte, la mujer encendió nuevamente el auto para volver por donde habían venido.
Audrey tuvo que respirar profundo y contar hasta diez en su cabeza para poder calmarse. Sabía que Cole iba a estar ahí, y por más que odiara admitirlo, el solo hecho de verlo la ponía nerviosa. Y no porque aún sintiera cosas por él, si no porque se sentía vulnerable cada vez que se topaba con su mirada. Después de todo, ella había depositado toda su confianza en el chico y el la había tirado a la basura como si nada.
—¿Audrey? —una voz la llamó a lo lejos. La chica giró su mirada hacia donde había provenido, encontrándose con Danny.
—Hola —dijo con una sonrisa, apresurándose en subir los escalones de madera.
—Ha pasado un tiempo desde la última vez que te vi por aquí —murmuró—. Pensé que ya te habías aburrido de nosotros.
—Amo estar aquí, es como mi segunda casa —bromeó. Aunque no era del todo una broma, los años anteriores la chica solía pasar más tiempo en casa de los Walter que en su propia casa.
—¿Buscas a Alex? —preguntó después de unos segundos.
—No, de hecho, busco a Isaac —se apresuró a responder—. ¿Sabes dónde está?
—En la sala de estar jugando videojuegos —contestó.
—Gracias —dijo con una sonrisa, para luego comenzar a caminar en dirección a la puerta.
—Me alegra que hayas decidido volver —Danny musito, antes de que la chica desapareciera de su campo de visión.
—A mi también.
Una vez que entró a la casa, la chica se tuvo que detener para poder observar a su alrededor. Todo seguía exactamente igual a como ella lo recordaba. Por alguna razón, pensaba que el lugar iba a cambiar durante los meses que ella estuvo ausente.
Rápidamente la chica se hizo camino hacia la sala de estar. Conocía la casa como la palma de su mano, así que no le costo demasiado llegar.
—Audrey Chadwick siendo puntual, quien lo diría —Isaac ironizó, colocándose de pie al notar la presencia de su mejor amiga.
—Puedo ser puntual cuando me lo propongo —bromeó, dándole un rápido abrazo.
—Si creer eso te deja dormir...
—Hola, Audrey —una voz a su espalda llamo su atención. La aludida sonrió cuando logro reconocerla.
—Hola, Alex —saludó.
Sin duda de lo que más se arrepentía, era haberse alejado de los Walter después de que terminó su relación con Cole. Después de todo, ellos no tenían la culpa su estúpida actitud.
Sin decir nada más, el pecoso le tendió su control. La castaña lo aceptó con una sonrisa, abriéndose paso hasta el sillón en el que se encontraba sentado con anterioridad.
—¿Lista para perder? —tentó Isaac, Audrey lo miró con ambas cejas alzadas.
—Ya quisieras.
No mucho después de que los adolescentes hubieran comenzando su partida, el sonido de la puerta principal siendo abierta llamó la atención de todos.
—¿Ya habrá llegado la chica nueva? —preguntó Audrey, recibiendo una respuesta vaga de ambos chicos. No se veían muy entusiasmados con su llegada.
—¡Benny! ¡Deja de correr! —exclamó George. Audrey sonrió al reconocer la voz del hombre, por lo que se colocó de pie mientras le tendía su control a Alex.
—¡No estoy corriendo! —respondió el menor.
—Oigan, chicos... —el mayor habló, asomándose en la habitación, aunque se interrumpió a si mismo cuando notó la presencia de una chica que él conocía a la perfección—. ¡Audrey!
—Hola —dijo de igual forma.
En ese momento, George pareció olvidarse de la presencia de Jackie, ya que se acercó a la adolescente para darle un fuerte abrazo. La conocía desde que era una niña, por lo que la consideraba parte de la familia. Al igual que todos.
—Me alegra verte aquí —musito, haciendo que la chica sonriera. Luego, el hombre se dio la vuelta, para indicarle a Jackie que se acercara a ellos—. Chicos, Audrey, esta es Jackie. Jackie, ellos son Alex, Isaac y Audrey.
—¿Qué onda? —saludo Isaac. La castaña sonrió con burla ante el saludo de su amigo.
—Es un gusto conocerte —Audrey exclamó, tendiéndole su mano a la chica. La morena aceptó su gesto con algo de timidez.
—Disculpa la pregunta, ¿pero también vives aquí? —preguntó. Esperaba que la respuesta fuera afirmativa, ya que el vivir con una chica de su edad le haría la vida mucho mas fácil.
—Tristemente no, solo estoy de visita.
— Pero es como de la familia —añadió Isaac. Alex lo medito por unos segundos, pero luego asintió con una mueca.
—Si quieren ayudar hay más maletas afuera —habló George.
—Sí, claro —murmuró torpemente el pecoso—. ¿Me acompañas?
Audrey le dio una rápida mirada, para luego asentir.
—¡Ella viene a pasar tiempo conmigo! —exclamó Isaac, dejando el videojuego de lado.
—Solo será por unos minutos —aseguró la castaña.
—Alex siempre se roba tu atención —se quejó—. No me sorprendería que le gustaras.
Audrey rió levemente al escucharlo decir aquello, pero por otro lado, el cuerpo de Alex se tenso por completo. ¿Tan obvio era?
—No digas estupideces —negó la chica, mirando al aludido, quien se había colocado completamente rígido—. ¿Vamos?
Torpemente, Alex asintió con la cabeza, para después caminar hacia la puerta, siendo rápidamente seguido por su amiga.
Antes de que la pareja pudiera entrar a la casa con un par de maletas que habían agarrado, se vieron interceptados por una mujer pelirroja que se encontraba hablando torpemente por el celular.
—¿Audrey? —preguntó con una sonrisa, acercándose a la chica. Una vez que estuvieron frente a frente, Katherine le dio un gran abrazo, el cual fue rápidamente correspondido—. Ya había comenzado a pensar que nunca más te volvería a ver.
—Solo paso medio año —contestó con algo de burla.
—¡Exacto! Seis meses sin ti es demasiado —aseguró, dándole un suave apretón en el brazo— .Todos te extrañaban, ¿no es así, cariño? —preguntó, ahora dirigendose a Alex.
—Claro.
Katherine parecía querer decir algo, sin embargo, se arrepintió.
—¿Sigues ahí? —una voz provino del celular de la mujer, llamando la atención de los presentes.
—¡Lo siento! —exclamó, llevándose el celular a la oreja—. Cariño, por favor quédate a cenar. Necesito ponerme al día contigo.
Antes de que Audrey pudiera responder, Katherine había salido corriendo en dirección a su auto. Al parecer estaba apresurada.
—¿Te quedarás a dormir? —Alex preguntó, abriendo la puerta para que la chica pudiera pasar—. A Parker le haría ilusión.
—¿Y a ti? —preguntó con una sonrisa. Alex sintió como la sangre se le subía al rostro, logrando que su rostro se colocara rojo.
—¿A mi qué? —cuestionó con torpeza.
—¿Te gustaría que me quede? —repitió, no dándose cuenta del efecto que ella tenía en el chico.
—Si.
Antes de que Audrey pudiera decir algo al respecto, una voz que ella conocía a la perfección los interrumpió.
—Audrey.
Levantando lentamente la mirada, la castaña se encontró con los ojos azules de su ex pareja.
—¿Tengo algo en la cara? —cuestionó con brusquedad, al sentirse observada por el mayor.
—Solo admiraba tu rostro —murmuró con una sonrió traviesa, haciendo que sus ojos brillaran. Audrey rodó los ojos con fastidio.
—Déjala en paz —habló Alex, causando que Cole desviara su mirada hacia el menor—. No vino aquí para verte a ti.
—¿Desde cuándo Alex habla por ti?
—¿Desde cuándo te importa lo que pasa en mi vida? —preguntó la castaña de igual forma.
—Siempre me importo —respondió, relajando su postura.
Cuando aquellas palabras salieron de la boca del rubio, Audrey rió con ironía, para luego pasar por su lado, encaminándose hacia el segundo piso.
—No me vas a poder evitar toda la vida —canturreó. Alex hizo el intento de hablar, sin embargo, cuando Audrey notó aquello, lo tomó con suavidad de la mano, evitando que lo hiciera. Cole hizo una mueca al verlo.
—No te estoy evitando, simplemente no me interesa hablar contigo.
Y sin decir nada más, la chica desaprecio de su campo de visión. Dejando a un Cole muy dolido y a un Alex orgulloso atrás.
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Habían pasado un par de horas desde que Audrey llegó a la casa de los Walter, de hecho, ya era el tiempo de cenar. Por esta razón, los adultos decidieron hacer una parrillada para darle la bienvenida a Jackie, y ya que estaban, también a Audrey.
Ahora, la castaña se encontraba corriendo de un lado a otro mientras Benny y Parker la perseguían con unas pistolas de agua, tirándole chorros de esta de vez en cuando. Mientras eso pasaba, Jordan se encontraba filmando absolutamente todo con su cámara.
—Cambia esa cara —hablo Katherine en dirección a Cole, su hijo mayor. El solo rodó los ojos. Todos parecían querer más a Audrey.
—No puedo creer que Audrey me haya reemplazado por unos niños —se quejó Isaac, viendo a su amiga reír en compañía de sus primos pequeños.
—Deberías estar acostumbrado —respondió Alex, manteniendo su vista fija en la castaña.
—Nadie pidió tu opinión —dijo en respuesta, haciendo que Alex rodara los ojos con diversión.
—¡Niños tengan cuidado! —exclamó George, mirando a los más pequeños mientras removía la carne en la parrilla, evitando que esta se quemara.
En ese momento, Audrey se distrajo, por lo que tropezó con un pequeño charco de agua. Benny y Parker aprovecharon esta ocasión para descargar por completo sus pistolas de agua en la adolescente. Mientras todos la miraban con preocupación, Audrey solo reía, tomando a Benny entre sus brazos para que Parker también pudiera mojarlo a él.
Jordan sonrió con orgullo al notar que había captado aquel momento en cámara.
—Ya casi es hora de cenar, así que vayan a cambiarse ropa —pidió Katherine con una pequeña sonrisa. Sin duda la casa era mucho más ruidosa con la presencia de Audrey. La había extrañado.
Alex se colocó de pie rápidamente, haciéndole una seña a la chica para que caminara junto a él.
—Te prestare algo de mi ropa —habló, comenzando a subir las escaleras.
—Gracias.
Sin decir algo más, la pareja se encamino a la habitación del pecoso. Una vez ahí, Alex se apresuró a dirigirse hacia su armario para entregarle a la chica la ropa más abrigada que tuviera.
—Alex, no hace tanto frio —Audrey se burló.
—Lo sé, pero estas mojada y no quiero que te enfermes —se limitó a responder, tendiéndole la ropa con un pequeño sonrojo en sus mejillas. La castaña sonrío. De verdad ese chico era demasiado tierno, no entendía como es que él y Cole eran hermanos.
—Esta bien —finalmente dijo, cogiendo la ropa mientras se daba vuelta para poder cambiarse.
Al ver esto, Alex entro en pánico, por lo que imito la acción de la chica, dándose vuelta lo más rápido que sus pies se lo habían permitido.
Después de unos minutos, la chica finalmente había terminado.
—No esperes que te devuelva la ropa, es demasiado cómoda —Audrey habló, acomodando su cabello.
—Puedes quedártela si quieres, tengo mil prendas iguales —respondió, aun sabiendo que era mentira.
La verdad, no le molestaba ver a la chica usar su ropa. De hecho, creía firmemente que se le veía mucho mejor a ella que a él.
—Deberíamos volver —Audrey exclamó, carraspeando su garganta cuando se comenzó a sentir nerviosa—. La cena estaba lista.
—Tienes razón....
Alex abrió la puerta de su habitación, saliendo por esta mientras observaba a Audrey, quien se había quedado inmóvil en su lugar. Parecía ser que estaba pensando en algo.
—¿Audrey? —el chico llamó, haciendo que la aludida lo observara con una mueca—. ¿Estás bien?
—Perfecta —se limitó a responder, para luego bajar a toda velocidad las escaleras y dirigirse lo más rápido posible al jardín.
¿Acaso Alex Walter había logrado colocarla nerviosa?
JES'S NOTE !
HOLAAA <3 se que había dicho que no iba a escribir un fic con alex walter porq tenía mil fics más sin terminar, pero es que no me resistí 😭 alex es demasiado tierno y me enamoro desde el primer momento que lo vi, literalmente.
este fic, al igual que los demás que he escrito y que están basados en un libro, tendrán parte de este mismo, por el simple hecho de que hay escenas que me encantan y que me entristece no ver en la serie 💪🏻
ya que estamos aquí, me gustaría saber de que team son (claramente les gusta alex si están aquí, pero de todas formas quiero saber), ¿team alex o team cole?
PD: les recomiendo leerse el libro, es mucho más bonita que la serie 💕
GRACIAS POR DARLE UNA OPORTUNIDAD A ESTE FIC <3 luv u.
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