eleven. night in the arcade

O11 | NIGHT IN THE ARCADE
Sydney no había perdido el tiempo, ya que apenas Audrey la llamo para contarle lo que había sucedido, la rubia se apresuró en colocarse sus zapatos para dirigirse a casa de los Walter. De verdad que agradecía no haber estado durmiendo en ese momento.
Ahora, el trio de amigas se encontraban reunidas en la habitación de Jackie, esperando pacientemente a que Audrey decidiera contarles con lujo y detalle la conversación que había tenido con Alex tiempo atrás.
—¿Cuándo fue? ¿Donde? ¿Cómo? ¿Qué te dijo? —Sydney la bombardeo con preguntas.
—Fue hace un par de minutos, en esta misma habitación —respondió lentamente, con una sonrisa—. Y fue antes de que me fuera a dormir. Alex entró en la habitación como un niño pequeño —murmuro, riendo al recordarlo. Sus amigas la miraron con ternura—. Estaba muy nervioso, y me pude dar cuenta ya que se trababa en algunas partes, pero finalmente me pregunto si en algún momento yo quería salir con él.
—¿Cómo reacciono cuando le dijiste que sí?
—Se veía feliz —dijo, haciendo que sus amigas chillaran de la emoción.
—No puedo creer que todo eso pasara mientras yo dormía —se quejo Jackie.
—Yo aún no puedo creer que él te invitara a salir —Sydney bromeó—. Espere por este momento toda mi vida.
—No exageres —Audrey murmuró, aunque en el fondo ella estaba más feliz que su amiga.
—¿Dónde irán? —preguntó Jackie con curiosidad, acomodándose en su lugar.
—Al árcade.
—Tú no eres la fanática numero uno de esos lugares.
—No, pero a Alex le encantan —respondió con simpleza, elevando sus hombros con algo de desinterés—. Así que propuse ir juntos a ese lugar.
Sus amigas asintieron, entendiendo la razón. Les había parecido un gesto tierno.
—Creo que ya tienes claro que nosotras te vamos a arreglar para la cita, ¿no es así? —dijo Sydney, compartiendo una mirada cómplice con Jackie.
—Me van a usar como su conejito de indias.
—Sabes que sí.
🪵🍂👢
A la mañana siguiente, el trio de amigas se había despertado debido a unos golpes constantes en la puerta de la habitación de Jackie.
—¿Quién es? —la morena preguntó, sobándose los ojos.
—Isaac —el chico respondió. Sydney se despertó de inmediato cuando reconoció su voz—. ¿Audrey esta despierta?
—¿Me veo bien? —la rubia preguntó en un susurro, arreglándose el cabello con las manos en un intento de verse más presentable.
—Siempre te ves bien —Audrey respondió con pereza, aun recostada sobre la cama.
—¿Lo dejo pasar? —Jackie preguntó, girándose hacia sus amigas.
—No lo sé, creo que Sydney va a entrar en una crisis si lo ve ahora —bromeó la castaña.
—¿Hola? —el chico habló desde afuera al no recibir respuesta alguna.
—Pasa —finalmente Jackie contestó.
—¿Se puede saber que era tan importante como para que me despertaras tan temprano? —Audrey preguntó, colocándose de pie para caminar hacia donde su amigo se encontraba.
—No lo sé, tal vez el hecho de que vas a tener una cita con Alex y es lo único de lo que él me ha hablado desde anoche —Isaac respondió con ironía, aunque luego sonrió con orgullo—. Yo sabia que entre ustedes había algo mas que una amistad.
—Aún no somos nada.
—Aún —le recalcó Sydney, haciendo que el chico la observara con sorpresa. No había notado su presencia hasta ahora.
—¿Dormiste aquí?
—Vine cuando me enteré de que iban a tener una cita —respondió como si fuera lo más normal del mundo.
—¿En serio?
—En serio —aseguró.
—¿Alex te hablo de nuestra cita? —preguntó, ignorando por completo la conversación que sus amigos estaban teniendo.
—Toda la noche —habló, haciendo que la chica sonriera—. Fue insoportable.
—Nosotras estuvimos igual —Jackie murmuró. Isaac rió.
Después de que Audrey hubiera hablado con el chico hace un par de semanas, la relación que Jackie y Isaac tenian había mejorado bastante.
—Lo sé, Lee dijo que las escucho hablar toda la noche.
—¿Lee? —cuestionó Audrey con una mueca. El chico era el peor guardando secretos, así que estaba segura de que le iba a contar a todos lo que escucho durante la noche.
—Si —Isaac respondió con una sonrisa divertida—. Y venía a burlarme de ti, pero creo que Benny y Jordan se encargaran de eso.
—¿Lo saben?
—Todos lo saben.
La castaña se arrojó nuevamente a su cama, agarrando su almohada para soltar un grito ahogado en ella.
—Lo voy a matar.
🪵🍂👢
Cuando sus amigas terminaron de ayudarla a prepararse, Audrey bajó rápidamente las escaleras, haciendo lo mejor que pudo para estabilizar los latidos de su corazón acelerado, de verdad pensaba que este se iba a salir de su pecho. Alex llevaba una camisa negra, junto a unos vaqueros azules, su cabello ligeramente despeinado como si hubiera pasado sus dedos por el varias veces. Su rostro se iluminó una vez que logró ver a la chica.
—¿Estás listo? —Audrey preguntó, sonriendo torpemente.
—Si —respondió—. Te ves hermosa.
—Gracias —murmuró. Alex era la única persona capaz de colocarla nerviosa—. Las chicas pasaron horas arreglándome.
—Entonces dale mis felicitaciones, porque quedaste increíble.
—Esta bien, romeo —Katherine dijo con gracia, ingresado en la habitación—. Será mejor que dejes de decir lo hermosa que se ve o van a llegar tarde.
Audrey sintió como sus mejillas se teñían de rojo. Había tratado de mantener en secreto su cita, ya que sabía que si los más pequeños se enteraban no la iban a dejar en paz, pero gracias a Lee toda la casa terminó enterándose de que Alex y Audrey irían al árcade juntos.
—Bien, bien —Alex le restó importancia, para luego tomar la mano de la chica junto a él y comenzar a caminar en dirección a la salida—. Nos vemos luego, mamá.
—Nos vemos luego, Katherine —Audrey habló, moviendo su mano libre en forma de despedida.
—¡Diviértanse! —exclamó la mujer antes de que la pareja desapareciera de su vista.
—¡Lo haremos! —Alex dijo de igual forma.
Y sin decir nada más, Alex los guió a ambos hacia la camioneta, abriéndole la puerta del copiloto en el proceso. Una vez que ambos se encontraron arriba y que el chico encendiera el auto, Audrey se apoderó por completo de la radio, colocando su playlist de Taylor Swift a todo volumen, Alex incluso cantó el coro de algunas canciones.
—No sabía que te gustaba Taylor —murmuró la castaña, genuinamente sorprendida.
—Me aprendí algunas canciones cuando me dijiste que te gustaba —respondió, mirándola de reojo para luego volver a enfocar su vista en la carretera.
Audrey sonrió en grande al escucharlo. Probablemente para Alex no era la gran cosa, pero para ella sí. Amaba saber que el chico le prestaba atención y que de verdad se interesaba en las cosas que a ella le gustaban.
—¿Cuál es tu favorita?
El pecoso pensó su respuesta por un par de minutos, tratando de recordar el nombre de la canción. No lo iba a admitir, pero había escuchado toda la discografía de la rubia cuando se enteró de que Audrey era su fan.
—You Are In Love —finalmente respondió.
—Tienes buenos gustos, me sorprende.
—Esa canción me recuerda a ti —murmuró, logrando que la chica sonriera en grande.
—¿Por qué? —preguntó, acomodándose en su asiento para poder observarlo con más detalle.
—No lo sé —mintió, sí que lo sabía. La canción expresaba como él se sentía por ella—. Solo siento que trasmite tu misma vibra.
Audrey asintió, para segundos después colocar la canción que el chico había nombrado, para que así ambos pudieran cantarla con todas sus fuerzas. Y así fue.
El camino al árcade había estado lleno de risas nerviosas, ambos tenían el presentimiento de que podían llegar a tener algo más que una amistad, pero aún ninguno se atrevía a dar el siguiente paso.
Cuando finalmente llegaron a su destino, Audrey se bajó con rapidez del vehículo, esperando a que Alex llegara a su lado. Cuando estuvieron juntos, el chico entrelazó sus dedos con los de la contraria, para luego comenzar a caminar dentro del lugar. Sus manos encajaban a la perfección.
El chico no lo había demostrado, pero estaba reamente nervioso, podía sentir como su corazón latía con fuerza contra su pecho. Ni siquiera sabía de donde había sacado la valentía para hacer aquello.
Audrey no pudo evitar pensar que Alex parecía un niño pequeño cuando notó lo feliz que se encontraba y como corría de un lado a otro en busca de sus juegos favoritos. La chica solo se limitó a tratar de igualar su paso, sintiendo como sus mejillas le dolían de tanto sonreír.
Alex era tremendamente bueno en los juegos, incluso llegaba a ser algo aterrador. Si no igualaba la puntuación de su rival, la duplicaba sin esfuerzo alguno.
Habían elegido un juego de carreras como su primer destino. Audrey tenía bastante confianza en sí misma, aunque cuando se dio cuenta de que Alex parecía haber jugado ese juego miles de veces, se preocupó. Ella era una persona bastante competitiva, odiaba perder, aunque a pesar de eso el chico le ganaba con facilidad. Alex se estaba divirtiendo bastante al vencerla, una sonrisa se formaba en su rostro cada vez que Audrey se cruzaba de brazos con una mueca, alegando que muy probablemente el juego estaba dañado.
—Estoy hablando en serio, no es normal que me ganes siempre —se quejó, bajándose del juego cuando acepto su derrota—. Esta dañado.
—¿Te tengo que recordar que cambie de lugar contigo para probarte que eso no era así? —dijo, divertido.
—Olvídalo —bufo.
Sus ojos se iluminaron cuando vio su oportunidad de conseguir su revancha a los lejos; Mortal Kombat. Siempre que jugaba con Isaac le ganaba sin mucho esfuerzo, así que espera que eso se repitiera con el chico.
—¿Te atreves a jugar Mortal Kombat conmigo o estas demasiado asustado?
—¿Yo? —preguntó como si no se lo creyera. Audrey asintió—. Seré buena persona y te dejaré ganar.
—Ya quisieras.
Y sin dudarlo más, la pareja se dirigió hacia el videojuego. Para su suerte estaba vacío, así que se apresuraron en tomar asiento y agarrar los mandos.
Sus hombros rozaron cuando Alex se acomodó más en la comodidad de su sofá, mientras sus pulgares se movían sobre el control con rapidez. Luego, el chico decidió implementar un combo, derrotando así al personaje de la castaña.
—¡Dijiste que me dejarías ganar! —dijo Audrey entre risas, viendo como unas letras gigantes aparecían en la pantalla, mientras que el personaje del chico daba un pequeño mensaje de victoria—. No puedo creer que me ganaras —un resoplido dramático salió de sus labios, cruzando los brazos sobre su pecho.
Alex se quedó observándola por unos segundos, lo único que quería hacer era inclinarse y besar ese puchero en sus labios.
—Lo intenté —murmuró, logrando que la chica lo observara con una mueca, fingiendo estar dolida.
—Este juego no tiene sentido...
Los ojos del chico observaban cómo los dedos de Audrey se movían alrededor del control, cambiando la pantalla a la elección del personaje.
—Quiero la revancha —exclamó la castaña, haciendo que el pecoso riera, mientras asentía con un movimiento de cabeza. No me podía decir que no.
El juego comenzó tan pronto como ambos adolescentes eligieron a sus personajes.
Las quejas y protestas que Audrey soltaba de vez en cuando eran lindas. Y aquello era en lo único en lo que Alex podía concentrarse, aún y cuando se supone que debía prestarle atención al juego. El grito de triunfo que Audrey soltó cuando finalmente logró derribar al personaje del contrario lo hizo volver a la realidad, no puede evitar voltear para mirar la sonrisa en su rostro.
—¿Viste eso? —preguntó con una sonrisa, saltando de un lado a otro—. ¡Acabo de destruirte! Ni siquiera se puede decir que haya sido suerte de principiante.
Audrey levantó una de sus manos en su dirección para chocar los cinco, lo cual Alex aceptó con una sonrisa en su rostro.
—A pesar de que amo vencerte —habló la castaña, colocándose de pie—. Me dio hambre.
—¿Quieres ir a comer y después volvemos? —Alex cuestionó, imitando su acción.
—Si, suena bien.
El chico tomó la mano de Audrey entre las suyas, para luego dirigirse hacia la salida del árcade y así comenzar a caminar hacia un lugar en donde pudieran comer. Después de unos minutos llegaron a una cafetería que estaba a poca distancia del lugar en el que antes estaban.
Luego de que la castaña le dijera a Alex lo que iba a comer, el pecoso se dirigió a la caja registradora. La fila era bastante larga, ya que aparentemente todas las personas que se encontraban a su alrededor también tienen antojo de algo.
Mientras Audrey esperaba a que Alex volviera, tomó asiento en una mesa que tenía vista hacia el exterior. Por alguna razón le gustaba ver a las personas caminar por ahí. La chica estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que un chico que ella no conocía se había colocado de pie frente a ella.
—Hola —habló, haciendo que la castaña lo observara con una mueca.
—Hola —respondió con algo de duda—. Disculpa, pero, ¿te conozco?
—Podríamos conocernos —dijo. Audrey no era tonta, así que se dio cuenta de inmediato que el chico estaba coqueteando con ella. Al ver que la chica no iba a responder, volvió a hablar—; Te vi sentada sola desde lejos, así que pensé en acercarme. ¿Cuál es tu nombre?
—Audrey.
—Lindo nombre, al igual que tu —bromeó, intentando ganarse una sonrisa, aunque lo único que logró es que la chica rodara los ojos con fastidio, buscando a Alex con la mirada—. Yo soy Justin, un gusto.
—No quiero ser grosera, pero de echo estoy esperando a alguien —respondió, esperando que aquello espantara al chico.
—¿A una amiga? —preguntó.
—No...
—¿Entonces a tu novio? —la interrumpió.
—Si —habló sin dudar. Se estaba comenzando a sentir incomoda así que de verdad esperaba que Alex apareciera—. Estoy esperando a mi novio, así que agradecería que me dejaras en paz.
—¿Y dónde esta esté novio del que estamos hablando? —cuestionó nuevamente. Audrey bufo al notar que no se había creído su mentira.
—Justo frente a ti —la chica logró escuchar la voz de Alex detrás de ella, por lo que soltó un suspiro lleno de alivio. El pecoso tomó asiento junto a Audrey después de dejar la comida en la mesa, rodeando a la chica con su brazo—. Déjala en paz.
—Pensé que lo estaba inventando para no hablar conmigo —dijo Justin, sonriendo levemente.
—Pues ya ves que no —Alex lo cortó, mirando fijamente a los ojos. Había venido casi corriendo cuando vio como el desconocido se acercaba a la chica, se podían ver sus intenciones desde lejos—. Así que vete.
—Lo siento, hermano —murmuró Justin, elevando ambos brazos en señal de paz—. Ya me voy.
Cuando el chico finalmente desapareció de la vista de la pareja, Audrey relajó los hombros. Siempre que salía le solían pasar ese tipo de cosas, pero aún no se acostumbraba, y honestamente no debería de hacerlo. Los hombres nunca aceptan un no como respuesta.
—¿Estás bien? —Alex se volteó a verla. La castaña asintió, sonriendo levemente para tranquilizarlo.
—Gracias por ayudarme —murmuró.
—No es nada. Pero, ¿segura que estas bien? ¿No te hizo sentir incomoda?
—Si lo hizo, pero ya se fue así que ahora estoy tranquila —respondió con honestidad, tomando un sorbo del café que había ordenado. Sus ojos se iluminaron cuando notó lo rico que estaba—. No te preocupes, Alex, en serio. Lo único que me preocupa ahora es divertirme contigo... En nuestra cita.
Alex sintió como el calor se dirigía hacia sus mejillas al escucharla decir aquello. Por supuesto que sabía que tenían una cita, lo tenía más que claro, se lo había presumido a Isaac durante todo el día, pero el escucharla a ella decirlo se sentía distinto, lo hacía sentir real.
—Tienes razón —musito, sonriendo—. ¿Esta rico tu café?
—¡Demasiado! —exclamó—. ¿Quieres probarlo?
—Claro —inmediatamente la chica tomo la bebía entre sus manos, para acercar la pajilla hacia sus labios. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, Alex tomó un pequeño sorbo.
—¿Y? ¿Qué tal esta?
—Sabe bien, pero prefiero el mío —dijo, asegurándose de saborearlo bien—. ¿Quieres probarlo? —preguntó, recibiendo un asentimiento por parte de la chica.
—Odio admitirlo, pero tienes razón, el tuyo sabe mejor —bufo una vez que lo probó.
—¿Quieres intercambiar?
—Pensé que habías dicho que te había gustado más el tuyo —habló con algo de duda.
—Si, pero no me molesta cambiarlo contigo.
—¿Seguro?
—Seguro.
Audrey sonrió en grande, cambiando rápidamente las bebidas, para luego arrojarse a los brazos del pecoso.
—Eres el mejor.
🪵🍂👢
Cuando la pareja terminó de comer, se dirigieron nuevamente al árcade. Una vez ahí, pasaron casi todo el día jugando distintos juegos. Audrey descubrió que sus favoritos era el de baloncesto, ya que era de los pocos juegos en donde le podía ganar a Alex limpiamente.
El chico se había propuesto ahorrar los boletos que ganaba cada vez que jugaba un juego para poder conseguirle a Audrey un premio del estante superior.
Una vez que ambos estuvieron listos para irse, se tomaron de las manos mientras se dirigían hacia el mostrador de premios de la mano, debatiendo sobre qué premio elegir.
—¿Cuál te llama más la atención? —preguntó Alex apoyándose en el mostrador, dándole una tímida sonrisa.
—Hm, no sé, todos se ven lindos —respondió la castaña, paseando sus ojos de un lado a otro.
—¿Qué opinas de Kirby? —dijo, señalando el personaje rosa que se encontraba en la esquina.
—Ese ya lo tengo —Audrey suspiró.
—¿Y Winnie the Pooh? Sé cuánto te gusta —murmuró el pecoso, señalando el peluche que estaba escondido entre un peluche de Bob Esponja y Pikachu.
Al principio Audrey no lo había visto debido a lo escondido que estaba, pero una vez que lo hizo no pudo cambiar de opinión, ese era el premio que quería. El encargado del mostrador se dirigió a saludar a la pareja como si fueran viejos amigos antes de preguntarles qué premio iban a pedir. Alex no perdió tiempo en señalarle el peluche amarillo al asistente. El asistente los dejó momentáneamente mientras agarraba una escalera para poder llegar hasta allí ya que estaba bastante alto. Una vez que Audrey lo tuvo entre sus manos, acarició suavemente la cabeza del peluche con una sonrisa.
—Es muy tierno.
—Y se parece a ti —Alex admitió, dándole una sonrisa.
—Espero que esta cita se repita —Audrey dijo, desviando la mirada del peluche para poder observar a Alex—. Me divertí mucho contigo.
—Yo también me divertí —habló con timidez—. Me gusta estar contigo.
—¿Entonces eso significa que esto se va a repetir?
—Por supuesto que sí.
JES'S NOTE !
PRIMERA CITA OFICIAL DE MI PAREJA FAVORITA!! 💕 ¿que les pareció?
les voy avisando que desde ahora en adelante, audrey va a sacar su personalidad más coqueta ya que sintió que el sentimiento era mutuo, PORQUE MI NIÑA ES LANZADA 🧘🏻♀️ así que prepárense
fun fact: este capítulo fue inspirado en mi pareja, ya que ayer cumplimos un añito y quise recordar nuestra primera cita 💪🏻
PD: cole si tuvo algo que ver con que alex le pidiera ir a una cita a audrey:)
GRACIAS POR LEERME <3 luv u.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro