eight. the beginning of something big
OO8 | THE BEGINNING OF SOMETHING BIG
Katherine y sus hijos, en compañía de Audrey Chadwick volvieron de inmediato a la casa de los Walter una vez que el primer partido de fútbol de Parker terminó. Todos tenían una mueca de disgusto en sus rostros debido a como había terminado este mismo: Cole no habia asistido al juego y Parker se sentía realmente mal por aquello. Había depositado toda su confianza en que su hermano mayor iba a aparecer, pero al final no lo hizo.
Todos habían llamado al rubio millones de veces, incluida la castaña, quien insistió más que los demás porque lo había visto irse de Monty's la noche anterior en compañía de Erin, aún y cuando había quedado con Jackie y sus amigos. En un principio pensó en acercarse a él y recordarle sobre el partido de Parker al dia siguiente, aunque no lo vio necesario ya que no creia que fuera a olvidarse. Claramente pensó mal.
Además de qué, muy en el fondo, Audrey quería creer que Cole había cambiado, que no era el mismo idiota del que una vez ella se enamoró meses atrás.
A penas y cruzaron la puerta, la rubia se apresuró a subir las escaleras lo más rápido que sus piernas se lo permitían. No quería hablar con nadie.
Los presentes se sorprendieron al ver su estado, era extraño ver a Parker de esa forma, así que verla así solo les había probado lo afectada que se encontraba debido a la ausencia de Cole en un evento que era tan importante para ella.
—Vamos a tener una buena conversación con Cole —George aseguró, mirando con una mueca llena de enfado el lugar por donde su hija menor había desaparecido.
Cole habia cambiado radicalmente desde su lesión. Ya ninguno lograba reconocer a su hijo.
—Ya no sé qué hacer con el... —suspiró Katherine, para luego desviar su atención a Audrey, quien estaba junto a ella—. Cariño, ¿por qué no vas y hablas con Parker? Ella te escuchara.
—La verdad es que no creo que quiera hablar conmigo en estos momentos...
—Te querrá escuchar a ti —aseguró Danny. Rápidamente todos los presentes asintieron, estando de acuerdo con él.
—De alguna u otra forma, Parker te admira —continuó Alex, dándole una sonrisa.
—¿A mí? —cuestionó, apuntándose con uno de sus dedos. No se lo creía.
—Es difícil de creer, lo sé —bromeó Isaac, ganándose una mala mirada de los demás— ... Solo ve y habla con ella. Nosotros subiremos cuando hayas aplanado el terreno.
—Esta bien, pero si se molesta conmigo por ir a verla les echare la culpa a ustedes —dijo por última vez, para luego comenzar a subir las escaleras con rapidez.
Una vez que Audrey entró al cuarto de la menor, lo primero que logró ver fue a Parker llorando con todas sus fuerzas sobre su cama. Ni siquiera se movió al escuchar como la puerta de su habitación se abría.
La castaña hizo una mueca al verla, para luego acercarse lentamente a la cama y sentarse con cuidado a su lado. Nunca la había visto así, ni si quiera cuando su equipo favorito de fútbol había perdido el mundial.
—Está bien, Parker —murmuró, dejando suaves caricias sobre su cabello—. No me iré de tu lado, puedes llorar todo lo que quieras.
La menor no respondió, simplemente continuó con su llanto.
—Si te hace sentir mejor, podemos cocinar juntas esas galletas que tanto te gustan.
Finalmente, Parker se dio la vuelta, mirando a Audrey por unos segundos para luego abalanzarse hacia ella, tirándose a sus brazos.
—Dijo que estaría ahí y no fue. Ni siquiera se molestó en llamar para decir que no iría, prefirió dejarme como una payasa esperando que apareciera —dijo, mordiéndose el labio en un intento de aguantar las ganas de llorar, aunque fue en vano. Odiaba sentirse débil—. Es un mentiroso...
Audrey no sabía con seguridad que decirle, aunque tenía dos opciones; ser una buena persona y decirle a Parker que Cole estaba orgulloso de ella, aun y cuando no estuvo presente en su partido. O serle lo más honesta posible, haciéndole saber que su hermano mayor era un completo idiota.
Al final optó por combinar ambas.
—Hoy jugaste genial, Parker... —se aseguró de recordarle la castaña, continuando con las caricias sobre su cabello—. No sé cuál fue la razón por la que Cole no estuvo presente, pero de seguro debe de ser algo importante, él no se perdería el partido de su hermana pequeña por nada del mundo.
—Le habia hablado a mis amigas sobre él —confesó la pequeña—. Les habia presumido lo genial que era... Supongo que me equivoqué.
—De seguro tiene una explicación —dijo, esperando que de verdad el rubio tuviera una buena excusa. No quería que Parker supiera la verdad detrásde su ausencia.
—Él se lo pierde —murmuró Parker, secándose las lágrimas. Audrey sonrió en grande. La pequeña le había dicho aquellas mismas palabras cuando se enteró de que Cole la había engañado.
—Él se lo pierde —asintió la castaña.
En ese momento, un golpe sonó desde el otro lado de la puerta, haciendo que las chicas se miraran con una mueca.
—Hagan silencio —lograron escuchar a Lee murmurar.
—Tu haz silencio —dijo Isaac de la misma forma.
—¿Estás pensando en lo que yo estoy pensando? —cuestionó la rubia en un susurro. Audrey le dio una mirada cómplice.
—Por supuesto que si.
De inmediato, Parker y Audrey se colocaron de pie, y con cuidado caminaron hacia la puerta. Una vez ahí, la abrieron de golpe, haciendo que los hermanos Walter cayeran con todas sus fuerzas contra el suelo.
—Ustedes sin duda no conocen el concepto de ser silenciosos —la castaña se burló.
—¡No sabíamos si podíamos entrar! —se excusó Jordan.
—Si, no teníamos como saber si estaban hablando sobre chicos —Isaac preguntó, haciendo que Parker rodara los ojos.
—No seas idiota —bufo con fastidio—. ¿Por qué yo hablaría de chicos?
—Podrían haber golpeado la puerta, tal y como una persona normal haría —Audrey bromeó.
—Lo que ella dijo —la rubia continuó, ganándose una sonrisa de parte de la mayor.
Los hermanos Walter decidieron ignorar por completo el hecho de que las chicas los habían llamado ridículos frente a sus caras, para luego correr hacia la cama de Parker y arrojarse en esta. Gracias a esto, algunos se golpearon entre ellos mismos.
—Auch —se quejó Benny.
—Tengan más cuidado —Audrey habló, colocándose de pie para asegurarse de que el pequeño se encontraba bien.
En ese momento, Benny abrazó las piernas de la adolescente con todas sus fuerzas, mientras Alex la tomaba por la cintura para luego empujarla hacia la cama de Parker junto a los demás, quedando ella en la cima de todo.
—¡Traidor! —la castaña exclamó, haciendo que los demás estallaran en risas.
—No seas una bebe —musito Isaac, ganándose un golpe por parte de la chica—. ¡Eso dolió!
—No seas un bebe —repitió. El chico la miro con una mueca, logrando que Audrey le sacara la lengua en forma de burla.
—Hoy estuviste genial, Parker —Danny habló, desviando la atención hacia la rubia, quien se encontraba siendo aplastada por todos.
—¿Si quiera está respirando? —Nathan cuestionó, sintiéndose preocupado cuando notó que la menor no respondía.
—Idiotas, salgan de encima mío —Parker se quejó. Rápidamente todos hicieron caso, sentadose sobre la cama y en el suelo.
—Lo dije en serio —Danny continuó. La rubia le sonrió con timidez.
—Fue genial ver como empujaste a esa chica —Benny habló, sentándose sobre las piernas de Audrey—. Fuiste muy fuerte.
—Ahora sé que no tengo que meterme contigo —Jordan continuó.
—Lo que quieren decir, es que jugaste increíble —Audrey murmuró, desordenándole el cabello a Parker.
—Todos estamos muy orgullosos de ti —dijo Danny.
—Cole es un imbécil —Lee musito, haciendo que todos los presentes asintieran con rapidez.
—Lo es.
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En ese momento, Audrey se encontraba haciéndole compañía a Parker ya que esta se la había pedido, diciéndole que junto a ella se sentía más fuerte. Audrey no se habia podido negar ante esa petición, asi que ahora ambas chicas se encontraban sentadas en el porche de los Walter, esperando a que Cole decidiera aparecer.
—Ya se está haciendo tarde, Parker —murmuró la mayor, mirándola de reojo—. Cole no va a venir, deberíamos de entrar.
Y como si fuera obra del destino, el rubio apareció en el lugar. Parker levantó de inmediato su mirada cuando reconoció el sonido de sus pisadas.
—Parker, lo puedo explicar... —empezó, aunque fue rápidamente interrumpido.
—¡No! —exclamó la rubia, acercándose a él a paso rápido—. ¡Prometiste que estarías ahí y no era verdad! —continuó, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. Después de mirarlo por unos momentos a los ojos, Parker arrojó con rabia su playera de fútbol a los pies de Cole—. Mentiroso.
Y sin decir nada más, y al no querer que su hermano mayor la viera en ese estado, Parker corrió hacia el interior de la casa, dando un portazo detrás de ella.
Cuando los adolescentes estuvieron a solas, Audrey pudo sentir la mirada de Cole clavada en ella.
—Lamento no venir a ayudarte a limpiar el puesto de sidra como prometí —murmuró, haciendo que la castaña lo observara con una mueca.
—Eso es lo de menos, Alex faltó a su práctica para poder ayudarme —informó, cruzándose de brazos—. Yo estoy acostumbrada a que hagas este tipo de cosas, pero Parker no... No sabes lo decepcionada que estaba cuando no te vio en las gradas.
Cole no dijo nada, simplemente miró la playera que tenía entre sus manos, soltando un suspiro cansado. No podía dejar de decepcionar a las personas que eran importantes para él, y odiaba eso.
—Al menos espero que lo que estuvieras haciendo valiera más que perderte el primer partido de tu hermana pequeña.
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Al día siguiente, Audrey se levantó con pereza de su cama. La idea de faltar a clases cruzó por su mente, pero el solo hecho de pensar en cómo su madre reaccionaria ante ello le ponía los pelos de punta.
Valentina no estaba en casa, y la castaña no tenía ni idea de en donde se podía encontrar, no le había avisado nada. Desde la pelea que tuvieron, la mujer no le había dirigido la palabra a su hija, era como si ni quiera existiera para ella.
Los pensamientos de Audrey se vieron interrumpidos cuando una llamada entrante comenzó a sonar en su teléfono. La chica se apresuró a tomarlo, pensando en que tal vez podría ser su madre, aunque una mueca se formó en su rostro cuando notó que era Sydney.
—Hola —exclamó la rubia desde la otra línea.
—Hola —contestó, desanimada.
—Veo que alguien se levantó con el pie izquierdo hoy —bromeó. Al no recibir una respuesta, se preocupó—. Esta bien, ¿qué ocurrió? ¿Estás bien?
—Pelee con mi madre —dijo, soltando un suspiro—. Es lo de siempre, no te preocupes.
—Nada de eso, Audrey —Sydney se quejó—. Siempre haces lo mismo, no tienes que guardarte este tipo de cosas.
—No las guardo, simplemente no me gusta hablar sobre ello.
Por unos minutos, hubo silencio desde la otra línea, y Audrey tuvo que verificar que su mejor amiga aún seguía en la llamada.
—Se me ocurrió una idea para subir tu animo —exclamó. La castaña elevó sus cejas con una sonrisa adornando sus labios, aun y cuando sabía que Sydney no la podía ver.
—Dispara.
—Iremos a la reunión que Dylan está organizando en su cabaña del lago.
—No puedo faltar a clases, Syd —Audrey negó con una mueca.
—Solo diremos que estas enferma o algo —insistió—. Te hará bien cambiar de ambiente.
—... Está bien —la castaña aceptó, soltando un suspiro cuando notó que su amiga la había convencido. Sydney soltó un grito de emoción.
—Eres la mejor.
—Lo sé —dijo, risueña—. Se me hará tarde para ir a clases, así que colgare.
—Nos vemos luego.
—Nos vemos luego.
Y sin perder más tiempo, Audrey se colocó de pie para poder darse un baño y así despertar. Luego de unos minutos de estar en la ducha, la chica salió completamente renovada. Cuando se aseguró de que su cuerpo estaba completamente seco, se dirigió hacia su armario para decidir que usaría el día de hoy, tenía que ser algo lindo para la reunión de Dylan, pero también tenía que ser algo adecuado para el instituto.
Después de un tiempo de meditar sus opciones y probarse la gran mayoría de su ropa, Audrey se decidió por una falda de mezclilla junto a un top rosado y unas zapatillas blancas. Era sencillo, pero ella se veía genial.
Cuando finalmente estuvo lista, la chica se apresuró en dirigirse hacia su vehículo para así emprender camino hacia el instituto. El trayecto había sido bastante entretenido, Audrey se había asegurado de colocar a Taylor Swift a todo volumen. Era fan de la cantante desde hace años, así que disfrutaba aquellos momentos en donde estaba completamente sola para vivir su música.
Cuando "Daylight" comenzó a reproducirse, involuntariamente la imagen de Alex Walter pasó por la cabeza de Audrey, haciendo que una mueca se apoderada de su rostro. Ya había aceptado que tenía sentimientos por el pecoso, pero el pensar en él a casi todas las horas del día ya no era normal. Y pensar en él cuándo escuchaba las canciones de Taylor Swift solo podía significar una cosa; estaba completamente loca por el pecoso. Y eso le asustaba. Odiaba pensar que un chico tenía tanto control sobre ella.
El sonido de un vehículo tocándole el claxon logró sacarla de sus pensamientos, y cuando lo hizo pudo darse cuenta de que se había quedado detenida a mitad de la calle. Soltando un suspiro en un intentó de aclarar su corazón, Audrey pisó a fondo el acelerador.
Solo esperaba poder llegar lo más rápido que fuera posible a su instituto.
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Las primeras dos clases de la jornada escolar pasaron a toda velocidad. Audrey no había logrado prestar atención a ninguna de sus clases, ya que cierto chico pecoso aparecía en su mente cada dos minutos, logrando distraerla.
La chica había hablado con Sydney sobre el tema, pero la chica le había recomendado invitarlo a salir con ella durante los próximos días para así evitar que sobre piense las cosas. Audrey, de milagro, decidió seguir los consejos que su mejor amiga le había dado, por lo tanto, ahora se encontraba caminando por los pasillos de la escuela en busca de Alex. No sabía si el chico iría a aceptar su propuesta, pero no perdía nada con intentar, ¿no es así?
—¡Alex! —exclamó Audrey cuando finalmente logró verlo. El pasillo estaba casi vacío, así que su voz hizo eco por el lugar—. ¿Por qué es tan difícil encontrarte?
—Tu también eres difícil de encontrar —dijo, risueño, mientras se acercaba a la chica para caminar juntos hacia su siguiente clase—. ¿Sucedió algo?
—Te tengo una propuesta.
—Soy todo oídos.
—Dylan, el nuevo mariscal del equipo, organizó una pequeña reunión en su casa del lago —explicó—. Y me gustaría que fueras conmigo.
—¿Dylan? —cuestionó con una mueca. Audrey asintió con rapidez—. Nunca he hablado con él... Y honestamente no creó que le gustaría que yo apareciera por su casa. Después de todo solo soy un extraño para él.
— Todos llevaran a una cita con ellos —mintió, probablemente nadie llegaría con compañía, pero realmente no le importaba—. Y me gustaría que tu fueras conmigo.
Alex palideció al escuchar sus palabras. ¿Había entendido mal o Audrey lo acababa de invitar a una cita?
—¿Te refieres a ir juntos? ¿Cómo una cita? —preguntó, sintiendo como la temperatura subía a su rostro.
—Si —asintió la castaña, sonriendo en su dirección—. Como una cita.
—Esta bien —respondió, esperando no haber sonado demasiado emocionado al respecto—. ¿Cuándo es?
—Ahora —dijo con una sonrisa inocente. Alex la observó con sorpresa.
—Audrey, tenemos clases...
—Lo sé —murmuró con algo de desinterés. Prefería mil veces pasar tiempo con Alex que escuchar por dos horas seguidas a su profesor de historia hablar sobre la segunda guerra mundial.
—¿Me estás diciendo que pase de ir a clase? —Alex preguntó con una mueca. Nunca había faltado a clases, al menos intencionalmente.
Audrey asintió.
—¿Por qué no? Ya llegas veinte minutos tarde.
Rápidamente Alex le echó un vistazo a su reloj y descubrió que la chica tenía razón.
—Te prometo que será divertido —pidió, haciéndole una mirada de cachorrillo suplicante.
Alex suspiró al verla. Siempre iba a ser débil ante aquella mirada. De haber estado en sus cinco sentidos nunca se habría saltado una clase, pero la idea de tener una cita con Audrey le hacía reconsiderar las cosas.
—Si en algún momento no te sientes cómodo, solo dímelo y nos iremos —continuó la castaña, sonriendo levemente cuando notó que ya había logrado convencerlo—. Le diremos a Katherine que me sentía mal o algo e iremos a casa para terminar nuestra cita.
Para ser honestos, la segunda idea resultaba mucho más tentadora para los oídos de Alex. Aunque, por otro lado, también le resultaba emocionante el poder conocer e interactuar un poco más con las personas que formaban parte del mundo de Audrey.
—Muy bien —finalmente aceptó.
Audrey no perdió el tiempo y cogió uno de sus manos entre las suyas, para luego comenzar a correr hacia la puerta de su instituto. Una vez afuera, la chica se dirigió hacia la camioneta de Cole. Alex hizo una mueca al notar que su hermano mayor también iría.
Tan pronto como el pecoso vio la camioneta y a varias personas sentadas detrás, se comenzó a sentir nervioso. Exceptuando a sus hermanos y a Olivia, Alex no lograba recordar el nombre de nadie más, pero todos formaban parte del grupo de amigos de Audrey, y para su mala suerte también de Cole.
—¿Acaso Cole nunca puede ser puntual? —se quejó Audrey. Rpidamente sus amigos se giraron en su dirección cuando la escucharon hablar, dándole una sonrisa.
—Hola —saludaron todos a la vez.
—La impuntualidad es algo que ustedes comparten —bromeó Sophie, haciendo que la castaña rodara los ojos con fastidio.
—¿Recuerdan a Alex? —cuestionó, cambiando abruptamente el tema de conversación. De forma inmediata, todos dirigieron su mirada hacia el chico que se encontraba junto a su amiga. No habían notado su presencia hasta ahora.
—Me sorprende verte aquí —dijo Danny desde el asiento del copiloto, aunque cuando notó como Audrey y Alex iban de la mano, se dio cuenta de inmediato de que algo estaba pasando entre la pareja.
—Hola, Alex —saludaron algunos, dándole una sonrisa. El aludido se comenzó a sentir ansioso cuando sintió como la atención se desviaba hacia él. Odiaba ser el centro de atención.
Audrey pareció notar aquello, así que le dio un suave apretón.
—Es mi invitado, así que espero que lo traten bien —habló la castaña, aunque más bien había sonado como una amenaza.
Inmediatamente después de decir aquello, el grupo de adolescentes inicio una conversación, incluyendo a Alex en ella para que se sintiera lo más cómodo que fuera posible con ellos. Sabían que el pecoso era una persona importante para su amiga, así que harían de todo para lograr agradarle.
Después de unos minutos, Cole apareció en el lugar, aunque no venía solo, venía en compañía de Jackie.
—Cole, te toca conducir —exclamó una de las porristas cuándo el rubio se acercó.
—Nunca me lo habría imaginado, Kate —dijo él, abriendo una de las puertas para que Jackie pudiera subir—. Teniendo en cuenta que es mi coche y tal.
Kate se limitó a mirarlo mal, para luego darse la vuelta.
—¿Quieren una cerveza? —preguntó la chica, ofreciéndole una cerveza a las nuevas caras.
—No —Jackie negó de inmediato. Kate asintió, para luego desviar su mirada hacia Alex, quien parecía dudar.
—Esta bien —finalmente asintió. Audrey lo miró con sorpresa, no era que el chico no bebiera, porque si lo hacía, pero no con tanta frecuencia.
—Aquí tienes —la chica murmuró, entregándole una cerveza.
En ese momento, Cole alargó la mano hacia la radio y puso música a todo volumen.
En un principio Alex no le prestó demasiada atención a lo que estaba sucediendo a su alrededor, aunque poco a poco comenzó a unirse en la conversación. Esto hizo sonreír a Audrey, quien se alegraba de que el chico pudiera disfrutar de hacer algo que a ella le gustaba.
En ese momento, la canción favorita de Audrey resonó en las bocinas del vehículo, haciendo que la chica cantara con todas sus fuerzas. Detrás, unas cuantas personas se unieron a sus gritos, y de forma inconsciente, a Alex se le contagió el buen humor. Audrey sonrió, el cálido sol se reflejaba en su cara de la manera que más le favorecía y sin dar cuenta, él ya se encontraba sonriendo también.
Sin duda haber aceptado la propuesta de la chica no había sido mala idea.
JES'S NOTE !
CHIQUILLOS MAÑANA ES NAVIDAD!!! 😭 como una persona que comienza a celebrar navidad desde el uno de diciembre les puedo decir que estoy demasiado emocionada 🫶🏻 por si no se habían dado cuenta, es mi época favorita de todo el año, especialmente por los regalos y la nieve pero shhh
plsss díganme que no soy la única a la que le molesto que no mostraran el partido de parker o la obra de danny y isaac, YO QUERIA VERLO ☹️ así que como no me quiero quedar con las ganas, voy a tratar de escribir a detalle aquellas escenas (aunque no prometo nada ok)
cambiando de tema, pido perdón por no haber actualizado estos días, pero he salido todos los días, ya sea con mis amigas, con mi familia o simplemente sola para poder comprar los regalos de navidad que me faltaban 🥺 por esto mismo no había tenido tiempo para escribir absolutamente nada, aunque después del 26 me voy a poner como un robot a escribir, porque tengo planeado terminar este fic antes de que termine el año 🫡 (YO ME TENGO FE)
sin decir nada más, me despido :) espero que tengan una linda navidad 🩷
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